viernes, 17 de enero de 2014

Capítulo 26


Hola, hola!!!!! ¿Cómo están? Ojalá que todo bien!!!! Yo ando feliz estos días porque a gente que quiero le están pasando cosas buenas y sin duda eso rebota y hace que una sea feliz por la felicidad del otro! Así que espero ustedes anden bien, felices y si no, estén dándole y que pronto lo que estén pasando se solucione! Como me dijo una profe hace años… y sí que fueron años considerando que hace 6 que acabé el colegio… y esto me lo dijo en primero de secundaria -.- Bueno, la cosa es que nunca olvidé eso: “Si el problema tiene solución, para que se preocupan, ya se va a solucionar… y si no la tienes, para que le das vueltas, si total no vas a poder hacer nada, en cualquiera de los casos ese problema no es un problema” Nada, les quería compartir eso jijiji a veces le damos miles de vueltas a las cosas ahogándonos en un vaso de agua y eso hace que todo se nos complique y, además lo veamos más complicado quizás de lo que es! ;) Un beso y mañana nos leemos!!!! Buen finde!

Bianca: Pensé igual que tú jajajja pero no la encontré :P
Gala: Hola!!!!!! Y bienvenida :D Gracias por leer!

Twitter: @Caparatodos
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Porque, si no tenía cuidado, iba a aprovechar el hecho de que se alojaban en una suite con una sola cama.
Y eso lo lamentaría el resto de sus días.

Capítulo 26:

—¡Adelante, grupo uno! Navidad, navidad, dulce navidad… Genial, sigan así.

La directora de actividades, una mujer de personalidad tipo A, es decir ansiosa y ambiciosa, que Peter había decidido que debía ser frenada, se giró hacia la izquierda de la habitación.

—Y ahora, el grupo dos. Demuéstrenles cómo se hace. Navidad
Peter se inclinó hacia Lali.

—¡Qué fatal, qué fatal…! —cantó en vez de «Navidad, navidad».
Lali lo golpeó en el brazo, y él mezcló su aullido con una risa, obteniendo una mirada furibunda y el ceño fruncido de la directora del coro.

Peter pidió disculpas con la mano y señaló a Lali, antes de levantarse y atravesar la habitación hasta un enorme patio salpicado de luces y acogedores sillones.

—¿No te gusta? —inquirió ella, arrebujándose en uno de los sillones y acercando las manos al fuego.

—Soy más un tipo de sentarse junto al piano mientras otra persona canta.

—Yo también —reconoció ella y arrugó la nariz—. Siento haber insistido tanto.
Él rió.

—No es tu culpa. Necesitaba salir de la habitación y ver cómo es el hotel y sus actividades, para el artículo —dijo y frunció el ceño—. Aunque seré benévolo y no mencionaré este pequeño incidente. Lo que sí se merece es un comentario en el blog —añadió, anotándolo en su celular.

—El árbol es hermoso —alabó ella.
Él soltó una carcajada.

—Cierto. También lo mencionaré.

Una vez que la multitud para registrarse en el hotel se había disipado, por fin pudieron apreciarlo, un árbol que llegaba hasta el tercer piso y estaba decorado en plata y azul.

—Además, me ha divertido mucho tu mirada de horror cuando nos sentamos y ella anunció que íbamos a cantar Dulce Navidad en canon —agregó.
Lali se ruborizó.

—¿Tan evidente fue? ¿Crees que ella se haya dado cuenta?

—Estoy seguro de que no.
Lali no había sido la única clienta alegre, pero la directora había seguido con su plan de seguir repartiendo alegría.
Peter frunció el ceño al darse cuenta de que él no era precisamente un ejemplo de alegría navideña.

—¿Y si le preguntamos al personal si puede darnos algunos marshmallows y palitos para tostarlos al fuego? —propuso él, dirigiéndose a la fogata—. ¿Te apuntas?

—No hago eso desde que era chico—señaló ella.
Lali se inclinó hacia él emocionada.

—Tal vez también tengan galletas y barritas de chocolate —dijo y, al ver que él no reaccionaba, añadió—. ¿No me digas que nunca has probado un «S'more»?
Él sacudió la cabeza lentamente, preguntándose qué se había perdido. Teniendo en cuenta la alegría infantil de Lali, debía de ser increíble.

—Lo siento. Mi existencia ha sido aburrida y protegida.

—Me doy cuenta —dijo ella, agarrándolo de la mano y mirándolo con gravedad—. Pero no te preocupes, lo arreglaremos.
Antes de que él pudiera preguntarse dónde se estaba metiendo, vio a Lali llamar a un mozo. El joven, alto y con camisa blanca almidonada, se acercó rápidamente.

—¿En qué puedo ayudarlos?

—Voy a hacerle una petición un poco extraña —dijo Lali—. ¿La cocina tendría por casualidad galletas y chocolate…?

—¿Y marshmallows? —terminó él y sonrió ante la expresión de satisfacción de ella—. Creo que tenemos justo lo que desea.
Regresó unos minutos más tarde con bolsas de plástico llenas de todo eso.

—Definitivamente, éste es un hotel de cinco estrellas —afirmó Lali, y se giró hacia Peter en cuanto el hombre se marchó—. Muy bien. Prepárate para probar un bocado de cielo.
Lali se quedó corta con la descripción.

La mente de Peter se distrajo con todo el proceso de preparar ese dulce. Mientras el chocolate se derretía sobre la galleta, él se lo imaginó derritiéndose sobre Lali. Intentó obviar esa imagen, lo último que necesitaba era recrearse en la idea de limpiarle el chocolate con la lengua. Luego tostaron los marshmallows, los colocaron sobre el chocolate y los taparon con otra galleta, creando una especie de sándwich dulce y empalagoso.

Al ir a morderlo, Peter se manchó con tanto chocolate y marsmallows derretidos que seguro que resultaba lo menos sensual del mundo. «O tal vez no», pensó cuando Lali rió y le limpió el sobrante de los labios con un dedo. Manteniéndole la mirada, se llevó el dedo a la boca y lo lamió pausadamente. Tal vez ella lo hiciera de forma inocente, pero la reacción de Peter no lo fue en absoluto. Su erección se apretaba contra el pantalón, dura como una roca, y no había manera de ocultarla, salvo en la oscuridad.

—Delicioso —alabó ella.

—Sí —dijo él con un hilo de voz, luchando contra el impulso de apretarla contra su cuerpo, hundir los dedos en su pelo y besarla apasionadamente.

—Peter, ¿estás bien?

—Sí.
No podía articular más que monosílabos. Deseó, casi con desesperación, que ella no notara la causa.

—Ten cuidado de no quemarte —le advirtió ella, concentrándose de nuevo en la fogata, a la que había acercado un marshmallow—. Me encantaba hacer esto de pequeña, quemar marshmallow hasta que esté crujiente. ¿Y a ti?

—Sí —respondió él, todavía sin confiar del todo en su voz—. También.
Necesitaba salir de ahí antes de avergonzarlos a los dos. O eso, o tendría que avanzar definitivamente con ella.

En aquel momento, sin embargo, escapar parecía más fácil. Cobarde.
Respiró hondo y se removió inquieto.

—Ya casi es medianoche, y estoy agotado. Voy a volver a la habitación.
Ella dejó su palito en el borde de la chimenea.

—Ok, iré contigo.

Peter iba a decirle que no era necesario, pero se dio cuenta de que sería un completo idiota si lo hacía. Sentía una gran atracción hacia ella. Y ella quería regresar a la habitación con él. No después de él, ni después de haber pasado un rato con otra gente. No podía dejar escapar esa oportunidad.

—Muy bien. Entonces, vámonos.

Se puso de pie rígido, pensando en cosas como revisiones, responder su mail o cambiar el aceite del auto. No funcionó, porque lo único que él iba a revisar eran los libros de Thiago Bedoya-Agüero, y Lali se había metido, sexy y dulce, en aquella fantasía. En cuanto al mail, se imaginaba una carta de amor de ella, con su caligrafía redonda y femenina.

Y luego le asaltó una vivida imagen de Lali, desnuda y cubierta de aceite, apretándose contra él, y sus cuerpos deslizándose juntos, ardientes y pegajosos.
Ok, aquello no estaba funcionando.

Intentó tranquilizarse recitando las tablas de multiplicar. Iba por la del cinco, cuando pasaron junto a la directora del coro, que había cambiado de villancico. Entonces, Peter descubrió otra razón por la cual debería haberse quedado donde estaban: Pablo Martínez se encontraba a la entrada del bar hablando con un grupo de amigos.
Peter se desvió hacia la izquierda, alejándose de Pablo y de la entrada principal.

—¿Qué tal si tomamos el camino más largo para regresar a la habitación? La noche está hermosa. Seguramente se verán multitud de estrellas.

—Claro —accedió ella.
Peter respiró aliviado al verla moverse hacia él. Pero el alivio le duró poco, porque ella se giró casi al instante y se detuvo.

—Espera. Pablo está ahí.
Peter maldijo, y se giró hacia Pablo. Ver al hombre por el que Lali había viajado a Punta del Este y, al cual sabía quería seducir, fue la manera más eficaz de hacer desaparecer su erección.

—Quiero pedirle que me reserve unos minutos mañana, después del paseo a caballo —explicó Lali, dando un paso hacia él y agarrando a Peter de la mano.
Él no la siguió, y ella se detuvo al notar el tirón.

—¿Qué sucede, Peter?

—¿Por qué seguimos nuestro camino? Seguro que puedes pedírselo mañana.
Ella dudó, y asintió.

—Seguramente tienes razón.

Él soltó el aire retenido y dio un paso hacia la salida. Ella lo siguió, y de repente se detuvo. Y Peter supo que había perdido la batalla.

—De hecho, no —dijo ella, ruborizándose, y evitando su mirada—. Me parece que, si quiero una reunión de negocios, debo avisarle con tiempo. No me parece correcto esperar al último minuto.
Le estrechó la mano, soltándola demasiado rápido para el gusto de Peter, y dio un paso atrás.
Alejándose de él y acercándose al enemigo.

Continuará…

12 comentarios:

  1. nNo entiendo como Lali no puede ver que peter la desea tanto!! Quiero otroo :))

    Arii

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  2. Pobre Peter, es una especie de 'cornudo consciente' jeje
    Quiero más!
    Lore

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  3. K cegatos k están.
    Bien podría Lali esperarse hasta el día siguiente .
    Pobrecito Peter lo descuajó d una.

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  4. pobre pittt
    voy a poner la frase de tu profe en mi pared :) me encantooo
    quiero q peter se tire a la piletaaa
    maass (L

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  5. Que lastima que no la encontraste, pero es bueno que sabemos como es y la imaginamos. jajaja
    Yo hoy estoy como vos, MUY feliz porque mis amigos fueron aprobados en la universidad. :)
    Lali ya está me molestando, siempre buscando a Pablo. Pobre de Peter.
    Me reí mucho con su método para tranquilizarse "recitar la tablar de multiplicar". jajajaja
    Espero el próximo.

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  6. pobre peter no se merece todo esto!!! lo bueno es que Lali aclaro que se acercaba a Pablo para conseguir una reunión de negocios eso es algo bueno!!! Espero el proximo!

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  7. Las veces q Peter ha de haber tenido q recitar la tabla de multiplicar para si ,JAJA Ya me cansa Lali y su juego histerico...q Peter la apure y chau!Queremos ACCION y no justamente con Pablo,JAJAJA

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  8. Pobre Pitt... igual, el la ayudo llevandosela ahi a pesar de saber que estaba interesada en Pablo

    espero massssss TQ!!!! y es un lujo compartir las alegrías contigo amiga!!

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  9. Lali tan estupida dejando a peter por un estupido igual como lo hace en la vida real jajajja

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  10. Pobre peter .pido pri para abofetar a lali .jajajaka mas!
    gracias por la bienvenida.
    gala

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