martes, 28 de enero de 2014

Capítulo 37


Hola, hola!!! ¿Cómo les va? ¿Qué tal estuvo su día? Espero que todo bien!!!! Mil gracias por leer!!!! Son lo más :D y mucha merd para las que están y tienen exámenes ;) Daleeeee que se puede! Besos y mañana nos volvemos a leer!!! 

“Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.” –Arthur Schnitzler

Twitter: @Caparatodos
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—¿Necesita algo, señorita Espósito? —le preguntó la secretaria de Pablo.

—No, estoy bien —respondió Lali.

Capítulo 37:

Thiago Bedoya-Agüero contempló la cama vacía a su lado, una imagen que nunca lo había afectado. Habitualmente, era él quien presionaba a las mujeres para que se marcharan; quien, suave pero firmemente las empujaba hacia la puerta.
Aquel día, sin embargo, sólo quería que ella regresara. Se sentía celoso del mundo entero. Porque, en aquel momento, era el mundo quien la tenía, y no él.


Dos horas frente a la computadora, y lo único que tenía eran comienzos inservibles y seis frases.

Miró el reloj, deseando que el tiempo pasara más rápido. Deseando que Lali volviera. Sin ella a su lado, se sentía inquieto.

No, eso no era del todo cierto. Se sentía inquieto porque ella estaba con Pablo. En una reunión de negocios. Al menos, él esperaba que todo se redujera a los negocios. Pero, teniendo en cuenta la forma en que Pablo la había mirado en el restaurante, y recordando la conversación entre Candela y Lali que él había oído a escondidas. Excepto que ella le había dicho que no se sentía atraída por Pablo, que había abandonado su ridículo plan.
Y él le creía.

Entonces, ¿por qué estaba tan nervioso, simplemente porque ella estaba con Pablo, intentando hacer su trabajo?

«Porque no se trata de Pablo. Se trata de los hombres. Del sexo. De las aventuras».
Cierto. Lo que no lograba sacarse de la cabeza era la idea de que, si ella estaba dispuesta a tener una aventura con él, ¿con quién más estaría dispuesta a hacer lo mismo?
Tal vez no al mismo tiempo, pero sí el mes siguiente. O el año siguiente.
«Maldición».

Había cometido un gran error aceptando sus condiciones. Había pensado que lo único que buscaba era lograr satisfacción. Pero él quería una vida, una relación. Una aventura era sólo sexo, y él quería mucho más que eso.

Pero ella había dejado muy claro que no podían tener una relación, lo cual era horrible, dado que en todos los demás aspectos de su vida eran totalmente compatibles.
Frustrado, lanzó su lapicero contra la puerta, y casi golpeó a Lali en la cabeza, que justo entraba en aquel momento.

—¡Dios mío! ¿Qué haces? —preguntó ella riendo.

—La escena no va bien —murmuró él, y frunció el ceño al ver su rostro de diversión—. ¿Cómo estás de tan buen humor?

—Estoy a punto de demostrar mi aptitud a Martínez Industries —respondió.

—¿La reunión fue bien?

—Parece que sí.
Le explicó el asunto de Soledad Monello y se encogió de hombros.

—Ya veremos.

—Brillante —dijo él, sincero—. Lograste darle la vuelta a tu favor.

—Sí. Bueno, a eso me dedico: negocio acuerdos, convenzo a las partes de que ambas cedan un poco para que ambas queden satisfechas.

—Cuando lo explicas así, suena bastante atractivo —alabó él.
La abrazó por la cintura y la besó suavemente en la boca. Le encantó que ella respondiera, convirtiendo el beso en algo ardiente y salvaje.

—¿Quieres mediarme a mí? Me vendría bien un poco de inspiración.
Ella rió y miró la hora.

—No hay tiempo. Quiero terminar mis compras y haber regresado antes de las cinco, para entrar en el último envío de paquetes a tiempo para Navidad. Además, a ti prefiero disfrutarte lentamente.
Peter no pudo discutir aquello.

—¿Comprar para qué?

—Quiero una cosa más para mis padres —contestó Lali, y frunció el ceño mirando al computadora—. Pero si tu libro no va bien, podría ir sola.

—No —mintió él mientras la observaba quitarse la falda del sastre y acercarse al closet.

Ella sacó un jean y se lo puso, mirándolo curiosa pero sin asomo de vergüenza. Habían transcurrido menos de veinticuatro horas y ya vibraban en la misma onda. Aquello no era una aventura. De ninguna manera.
El único interrogante era cómo iba a convencer a Lali de lo que él ya sabía en su corazón.

—Peter, has tirado un lapicero contra la puerta. Puedo ir de compras sola, y luego podemos cenar juntos. Se supone que ibas a tener tiempo para trabajar, ¿recuerdas?

—La escritura está yendo genial. Has entrado en una escena delicada. Aparte de eso, he sido excepcionalmente productivo —mintió él, agarrando su billetera—. Además, necesito empaparme de la atmósfera local para el artículo y el blog de hoy, así que estaré trabajando.
¿Qué tal esa excusa?

—¿A dónde vamos? —agregó.


Resultó que no fueron muy lejos, tan sólo unos cuantos kilómetros al norte, a la Península, y en concreto a su paseo de artesanos.

—¿No es fabuloso? —dijo Lali cuando entraron a un edificio de madera adornado con molduras azul brillante.
En el interior, las paredes estaban adornadas con impresionantes vasijas y recipientes de cristal, todo hecho a mano por avezados artesanos, según les informaron.

—Tú también eres un artesano avezado —le dijo ella a Peter, colgándose de su brazo—. Sólo que tú usas el teclado del computadora en lugar de vidrio fundido.

—Espero no ser uno de esos artistas que sólo obtienen reconocimiento después de muertos.
Ella rió y golpeó su cadera contra la de él.

—Ven a ver esto.
Ambos miraron a través de una ventana de cristal, donde podía verse a uno de los artesanos trabajando una gota de vidrio fundido sobre una pieza de metal.

—Cuesta creer que empieza así —comentó ella—, todo blando y deforme. Y luego se convierte en uno de ésos.
Se giró y señaló una de las hermosas vasijas que decoraban la sala de exposición.

Se puso en puntitas de pie y besó a Peter brevemente en la boca, generándole un intenso deseo de fundirse con ella. El asunto era que él quería que esa fusión fuera más que física, quería que sus vidas se unieran. Y quería que ella deseara lo mismo.

Eliminó ese pensamiento, decidido a no meterse en ese terreno de nuevo. Hasta pocos días atrás, él habría llamado tonto a cualquiera que sugiriera que se acostaría con Lali. Y había sucedido.
«Paso a paso, amigo».

—¿Cuál vas a comprar? —preguntó, señalando las estanterías con la cabeza.

—Mi madre adora el azul —dijo ella, tomando un gran cuenco con todos los tonos posibles de azul—. Éste quedaría fantástico en su mesa del comedor, y ella podría poner fruta, popurrí o algo en su interior. ¿Qué te parece?

—Le encantará. ¿Y para tu papá?

—Sigo mirando —respondió ella—. No creo que un objeto de cristal le guste mucho.

—Hay una subasta silenciosa en el hotel esta noche —anunció Peter—. Figura en la lista de actividades de hoy, junto con Papa Noel para los niños, y una banda y baile para los adultos.

—¿Vamos a ver cómo es?

—¿Te sentarás sobre las piernas de Papa Noel?
Ella enarcó una ceja.

—¿No te vas a poner celoso?
Él rió.

—Bien pensado. ¿Y si te sientas sobre mis piernas?
Ella lo besó suavemente en los labios.

—Llévame de vuelta al hotel, y eso haré.

—Paga cuanto antes —la urgió él.
Sonriendo, Lali llevó el recipiente al mostrador y esperó a que se lo envolvieran para envío.

—Estaba pensando en nuestra analogía con el vidrio fundido —comentó, agarrándolo de la mano mientras regresaban a su auto alquilado—. Creo que deberíamos probarla.

—¿A qué te refieres?

—A la parte de la fusión —contestó ella, con una seductora sonrisa—. Creo que deberíamos comprobar cuánto podemos parecemos al vidrio. ¿Te apuntas?

—Sí —dijo él, y la sola idea de una ardiente sesión fusionándose con Lali le derritió las neuronas—. Por supuesto que me apunto.

Continuará…

11 comentarios:

  1. Están más calientes que el vidrio tenía que decirlo. Espero ya la siguiente aventura de estos dos locos

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    1. Jajajja,pensé lo mismo.
      Espero k Lali siga así,Peter está más k feliz

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  2. ah bue estan hasta las manos estos dos, necesitan un baño de agua fria urgente!! jajaaj cualquiera que los mire desde fuera pensaria que son pareja digo se besan, caminan de la mano... esto va hacer algo mucho más que una aventura!!
    Espero el proximo!!

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  3. Lali es una boba! como no se da cuenta que esta hasta las manos con Peter?? y el todo lindo, lo unico que quiere es una vida con ella... aaaaa el amor ♥
    Besos y mas ♥
    p.d: Pasate que tengo novedades.

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  4. estan hasta las manos,q lali se de cuenta q se deje de hacer la boba

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  5. Me divierten mucho estos dos!

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  6. Lalu se hacenla loca pero se que ella tambien quiere mas
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    Sor

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  7. Como estan eh!! Me encanta más!!

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  8. Poniendome al día!
    Lore

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