Holu!!!
¿Cómo las trató el día? Ojalá todo bien y sigan la semana así, que cada vez
falta menos para el finde jajaja Gracias por sus comentarios, me alegro les
guste y espero conforme pasen los capis se enganchen más todavía ;) a
desempolvar el don Sherlockgistico que habían desarrollado jajaja Un beso y nos
leemos mañana!!!!
Twitter:
@Caparatodos
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La perdió de vista una vez más mientras pasaba por
delante de los baños y desaparecía en la parte de atrás. Años de experiencia le
hicieron mantener las distancias mientras esperaba verla de nuevo. Cuando
después de un momento no apareció, metió la mano bajo su polo y abrió el cierre
de su pistolera. Se apretó contra la pared de ladrillo y escuchó.
Capítulo 3:
Una bolsa de plástico abandonada revoloteó sobre el
suelo, pero no oyó nada más excepto el viento y las hojas moviéndose por encima
de su cabeza. Desde su posición agachada cualquiera podía verlo perfectamente;
tendría que haberse quedado atrás. Rodeó el lateral del edificio y en ese
momento alguien le roció los ojos con una lata de laca. El chorro le dio directo
en los ojos e inmediatamente se le nubló la vista. Un puño lo agarró del polo y
una rodilla golpeó entre sus muslos; sus testículos se salvaron por unos
centímetros. Se le atracó el músculo de la pierna izquierda y se habría doblado
en dos si no hubiera sido por el sólido hombro que bloqueó su pecho con un
golpe seco. Jadeó cuando se vio empujado contra la pared que tenía detrás. Las
esposas que tenía en la pretina del pantalón se le clavaron en la espalda.
A través de sus pestañas pegoteadas con laca, contempló a
Mariana Espósito parada en medio de sus piernas abiertas. Peter no se movió,
esperando que el dolor que atravesaba su muslo pasara pronto mientras batallaba
por recuperar el aliento. Ella se había tirado sobre él y había intentado ponérselas
de corbata.
—¡Dios mío! —gimió—. ¿Está usted loca?
—Puede ser. Ahora, deme una excusa para no partirle las
rodillas.
Peter parpadeó varias veces para aclararse los ojos.
Lentamente, quitó la mirada de su cara y bajó por sus brazos, a sus manos. En
una mano agarraba firmemente la laca con el dedo en la boquilla, pero en la
otra tenía lo que parecía ser una pistola. Y no apuntaba a sus rodillas
precisamente, sino directo a su nariz.
Se quedó totalmente quieto. Odiaba con toda su alma que
lo apuntaran con un arma.
—Ponga el arma en el suelo —ordenó. No sabía si estaba
cargada ni siquiera sabía si funcionaba, pero tampoco quería llegar a
averiguarlo. Levantó la mirada cuando ella volvió a verlo. Su respiración era
irregular, sus ojos mostraban una mirada salvaje. Parecía totalmente
desequilibrada.
—¡Que alguien llame a la policía! —comenzó a gritar ella
frenéticamente.
Peter la miró con el ceño fruncido. No sólo lo había
pateado, sino que además se ponía a gritar. Si lograba retenerlo, iba a tener
que identificarse y eso era algo que no quería que pasara. Sólo pensar que
tenía que entrar a la comisaría con la sospechosa número uno en el caso Arredondo
—una sospechosa que no sabía que lo era— y aclarar cómo lo había derrotado con
una lata de laca lo sacaba de quicio.
—Baje el arma —repitió.
—¡En tus sueños! Es como la multitud que llena las calles,
puros sinvergüenzas.
No creía que hubiera otra alma en treinta metros a la
redonda, pero no estaba seguro y lo último que necesitaba era que un héroe fuera
a su rescate.
—¡Que alguien me ayude, por favor! —gritó lo bastante
fuerte como para que la oyeran en las zonas aledañas.
Peter apretó la mandíbula. Jamás podría olvidar esto y no
quería ni imaginarse la cara de Vázquez y los demás agentes. Peter aun seguía
en la lista negra del jefe por haber disparado a Roberto Ríos. Ni siquiera
tenía que esforzarse en imaginar lo que su jefe le diría. «¡Volviste a arruinar
todo, Lanzani!», gritaría bien fuerte antes de mandarlo a patrullar las calles.
Y esta vez, el jefe tendría razón.
—¡Que alguien llame a la policía!
—Deje de gritar —ordenó él con su mejor voz de policía.
—¡Necesito a un policía!
—¡Caramba, mujer —dijo apretando los dientes—, yo soy policía!
Ella entrecerró los ojos mientras lo examinaba.
—Sí claro, y yo el presidente.
Peter metió la mano en el bolsillo, pero ella hizo un
movimiento amenazador con la pequeña arma y él decidió intentarlo de otra
manera.
—Tengo mi placa en el bolsillo izquierdo.
—No se mueva —advirtió ella de nuevo.
El pelo todo despeinado enmarcaba su cara; tal vez
debería haber usado parte de la laca en la cabeza en lugar de en su contra. Le
temblaba la mano cuando se sujetó el pelo detrás de la oreja. En un momento
podría aplastarla contra el suelo, pero primero tendría que distraerla o correr
el riesgo de que le disparara. Y esta vez, en un lugar donde era poco probable
que se recuperara.
—Puede meter la mano en mi bolsillo usted misma. No
moveré ni un dedo.
Odiaba atacar a las mujeres. Odiaba tener que aplastarla
contra el piso. Pero tal y como estaban las cosas tampoco importaba mucho.
—No soy estúpida. Ese cuento no me lo creo desde que estuve
en el colegio.
—¡Ay, por el amor de Dios! —Luchó por controlar su
temperamento y gano por poco—. ¿Tiene permiso para portar un arma?
Que le este apuntando y le preocupe si tiene permiso?? no tiene logica - o si, quizas la quiera distraer - Pero lo de Lali no es muy normal, ¿salir a correr con un arma? no tiene mucho sentido de momento
ResponderEliminarespero mas noveee BESOS
Jajaja me diverti.Inma si es raro k corra con un arma imagina con la laca jajaja te la pasate x alto.Esos mins k perdio estaria buscando "sus cosas".Muy suspicaz Lali k se dio cuenta k la seguia.Quizas ella ya recibio amenazas.
EliminarJAJAJAJAJA Parece pelea d esposos!
ResponderEliminarMas noveee
@angiezavaleta
ME ENCANTA!! Se ve que se bienen caps muy buenos Mas nove!
ResponderEliminar@DaniiVasqueez
Me encanta !!! ja ja!! Lali un a genia y peter un caballero ! Más!
ResponderEliminarJaja Lali se la re puso, me sonaba a algo asi..
ResponderEliminarQuiero mas!
Muy copada la nove! Otro! otro! otro!
Las hipótesis están surgiendo en mi mente...
me encantaa. Esa pelea y Lali con un arma jaja me lo imagino a Peter contra la pared jajaja otroo.
ResponderEliminar@Male_Mika
Aaaa bueno, ahora si que peter va a pensar que es culpable! Espeero mas, beso :)
ResponderEliminarArii
q hace lali con un bote de laca????? jajajajajajaj me mori de risa con la pelea ni se conocen personalmente y ya parecen enamorados peleando.
ResponderEliminar@R_keny22
Me encanta! :)
ResponderEliminarEspero el siguiente cap!
@ligiaelenaCM
Massssss
ResponderEliminarGracias por pasarte me encanta QUIERO MAS!
ResponderEliminaryo ya subi mas pasatee!!!
Geniaaal Cami!! quiero mas mas masss:)) besooo
ResponderEliminarMe hace mucha gracia Lali sabe muy bien como defenderse
ResponderEliminaroi oi.. no estoy muy segura de las intenciones de peter jajaj! Para que le pregunta si tiene permiso? Si le dispara le importarà un comino el permiso ajjaja!Quiero mas noveee! quiero ver como la aplastarà y ahi llegara alguien que dira algo como "ah no hay peligro solo esta una pareja en el piso ajjaja" mucha imaginacion!Espero mas,beso!Giu
ResponderEliminarBien por Lali, esa es la clase de mujeres que hoy deberían circular, sin miedo por la vida y preparada para hacerle frente a cualquiera!! (Abogo siempre por la 'defensa personal'). Mejor que haya sido la laca y no el gas pimienta ya que éste inflama toda la cara a tal punto que cierra los ojos, el efecto duras un par de horas (la concentración de pimienta es altísima)! Conclusión: Peter debería estar agradecido por ello! jajaja
ResponderEliminarQuiero más!!
Lore456
PD: fuera de joda ahora, es importante tener conocimientos básicos de defensa personal y nunca está demás un gas pimienta en la cartera.
jjajajja como me rei! Pobre Peter lo cego, pero seria raro que Lali no se hubiera dado cuenta de que alguien la seguis :P jajaj
ResponderEliminarEspero mas
Besos
ajajajajajaj fue muy graciosa la situacion! @LuciaVega14
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