Buenas!!!
¿Cómo les va? Ojalá el jueves las haya tratado bien y ya estén calentando
motores para el fin de semana ;) Gracias por leer y por sus comentarios!!!! Un
beso a todas y mañana nos leemos!
Twitter:
@Caparatodos
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—¡Ay, por el amor de Dios! —Luchó por controlar su
temperamento y gano por poco—. ¿Tiene permiso para portar un arma?
Capítulo 4:
—Por favor —contestó—. Usted no es policía. ¡Es un
acosador! Ojalá hubiera un policía por aquí que lo arrestara por haberme
seguido a todos lados la semana pasada. Hay una ley en este país contra los acosadores,
¿sabía? —Tomó una bocanada de aire y exhaló lentamente—. Apuesto a que tiene
antecedentes por algún tipo de conducta inapropiada. Es muy probable que sea
uno de esos psicópatas que hacen llamadas telefónicas obscenas y jadean. Me
apuesto lo que quiera a que está en libertad condicional por acoso sexual.
—Volvió a inspirar profundamente y sacudió la botella de laca—. Creo que
después de todo será mejor que me dé su billetera.
Nunca en sus quince años de carrera había sido tan
descuidado como para dejar que un sospechoso —mucho menos si era mujer— tuviera
ventaja sobre él. Le latía la cabeza y le dolía el muslo. Le picaban los ojos y
tenía las pestañas pegadas.
—Está loca, señora —dijo con voz relativamente calmada
mientras metía la mano en el bolsillo.
—¿Usted cree? Tal y como yo lo veo es usted quien parece
un loco. —Su mirada no lo abandonó mientras alcanzaba la billetera—. Tengo que
saber su nombre para decírselo a la policía, pero seguro que ellos ya saben
quién es.
Ella no sabía cuánta razón tenía, pero Peter no
desaprovechó la oportunidad hablando. Apenas ella abrió la billetera y miró la
placa que había dentro, sus piernas hicieron un movimiento de tijera sobre sus
pantorrillas. Ella cayó al suelo y él se tiró encima, inmovilizándola con su
peso. Lali se retorció de un lado a otro, empujando sus hombros, llevando la pistola
peligrosamente cerca de su oreja izquierda. Peter la agarró por las muñecas y
se las estiró por encima de la cabeza usando todo el peso de su cuerpo para
inmovilizarla contra el suelo.
Permaneció acostado sobre ella, oprimiéndole los senos
contra su pecho y apretándole las caderas contra las suyas. Le sujetó las manos
por encima de su cabeza y aunque el forcejeo la había dejado débil, se negó a
darse por vencida. Su cara estaba casi a dos centímetros de la suya y sus
narices chocaron un par de veces. Aspiraba profundamente y sus ojos pardos lo
miraban enormes y llenos de pánico mientras seguía peleando por liberar las
muñecas, enredando sus piernas con las de él. A Peter se le había subido el
borde del polo a la altura de las axilas y sentía contra el estómago la piel
cálida y suave de su vientre y el nailon liso de la riñonera.
—¡Es un policía de verdad! —Sus senos subieron y bajaron
mientras luchaba por respirar debajo de su pecho.
Él se levantaría tan pronto como le quitara el arma.
—Exacto, y usted está arrestada por tenencia ilícita de
armas y asalto con agravante.
—¡Ay, gracias a Dios! —Respiró hondo y Peter pudo sentir
cómo se relajaba debajo de él—. Qué alivio. Creía que era un psicópata
pervertido.
Una sonrisa radiante iluminó su rostro mientras lo
miraba. Él terminaba de arrestarla y ella parecía completamente feliz. No el
tipo de felicidad que solía aparecer en la cara de una mujer cuando se
encontraba en esa posición, sino más bien como la de alguien risueño. No sólo
era una ladrona sino también, una loca de atar.
—Tiene derecho a permanecer en silencio —dijo quitándole el
arma de los dedos—. Tiene derecho...
—¿Me está hablando en serio? ¿De verdad va a arrestarme?
—... a un abogado —continuó, con una mano aun sujetando
las suyas sobre su cabeza mientras con la otra tiraba la pistola a varios
metros.
—Pero en realidad no es un arma. Quiero decir lo es, pero
no lo es. Es un arma del siglo XIX, una antigüedad, así que no creo que se la
pueda considerar un arma. Y además, no está cargada, e incluso si lo estuviera
no haría un agujero demasiado grande. Sólo la tenía porque estaba muy asustada.
Usted ha estado siguiéndome toda la semana—. Ella se detuvo y arqueó las dos
cejas a la vez—. ¿Por qué me ha estado siguiendo?
En vez de responder, Peter terminó de leerle sus
derechos, luego rodó alejándose de ella. Recogió la pequeña pistola y se
levantó con cuidado. No iba a contestar a sus preguntas. No cuando ni siquiera
sabía qué iba a hacer ahora con ella. No cuando lo había acusado de ser un
pervertido y un psicópata. No confiaba en sí mismo para hablar con ella de nada
más que lo estrictamente necesario.
—¿Lleva más armas?
—No.
—Ahora, muy lentamente, va a entregarme la riñonera,
luego se vaciará los bolsillos.
—Sólo llevo las llaves del auto —murmuró mientras hacía
lo que le pedía. Sujetó las llaves en alto y las dejó caer en la palma de su
mano. Peter las agarró y las metió en un bolsillo del pantalón. Cogió la
riñonera y la volteó. Estaba vacía.
—Ponga las manos contra la pared.
—¿Va a revisarme?
—Exacto —respondió, y señaló el muro de ladrillo.
—Le gusta hacer esto, ¿no? —preguntó por encima del
hombro.
Mientras su mirada paseaba por su trasero redondo y sus
piernas, él deslizó la pequeña pistola dentro de la cintura su pantalón.
—Exacto —repitió y colocó las manos en sus hombros.
Movió las palmas hacia abajo por sus costados, a través
de la espalda y alrededor de la cintura. Deslizó la mano bajo el borde de su polo
y le palpó la cintura del short. Sintió la piel suave y el aro de metal del
ombligo. Después deslizó la mano hacia arriba entre los montículos de sus
senos.
—¡Hey, cuidadito con esas manos!
—No se emocione —advirtió—. Para mí es sólo trabajo.
Después palpó hacia abajo por sus piernas, luego se
arrodilló para mirar en el revés de las medias. No se molestó en tratar de
palpar cualquier cosa escondida entre sus muslos. No era que confiara en ella,
pero no creía que hubiera podido correr con un arma escondida en la ropa interior.
—Una vez que esté en la cárcel, ¿pago la fianza y me voy
a casa?
—Cuando el juez fije la fianza y se pague, podrá irse a su
casa.
Ella trató de voltearse para mirarlo, pero las manos en
sus caderas se lo impidieron.
—Nunca antes me han arrestado —dato que él ya lo sabía—. ¿Voy
a ser arrestada de verdad? ¿Con huellas digitales, fotos y todo eso?
Peter le palpó la cintura del short una última vez.
—Sí, con huellas digitales y fotografías de
identificación.
Lali se giró, achicó los ojos y lo fulminó con la mirada.
—Hasta este momento pensé que no hablaba en serio.
Pensaba que trataba de vengarse por darle un rodillazo en... sus partes privadas.
—Le falló la puntería —aclaró Peter tajantemente.
—¿Está seguro?
Peter se enderezó, metió la mano en el bolsillo trasero de
su pantalón y sacó las esposas.
—Es imposible equivocarse con eso.
—Oh —sonó realmente decepcionada—. Bueno, aún no puedo
creer que me esté haciendo esto. Si tuviera un poco de decencia admitiría que
todo esto es su culpa. —Hizo una pausa y respiró profundamente—. Se está
creando mal Karma y estoy segura de que luego lo lamentará.
Peter la miró a los ojos y le colocó las esposas en las
muñecas. Él ya lo lamentaba bastante. Lamentaba haber sido atacado por una
presunta delincuente, y lamentaba profundamente haber revelado su identidad.
Sabía que sus problemas sólo acababan de comenzar.
La primera gota de lluvia le golpeó la mejilla y Peter
levantó la mirada al nubarrón que colgaba sobre su cabeza. Tres gotas más le cayeron
en la frente y la barbilla. Se rió sin humor.
—Genial.
Continuará…
Me encanta más!!
ResponderEliminarLa lluvia evitara el arresto?
Me encanta!Me lei los dos hoy porq ayer no llegué!
ResponderEliminarLe dice a Lali que no se emocione? JA El es el mas emocionado jajajajajja
ResponderEliminarMas noveee
@angiezavaleta
Ayyyyy!!!! Hola soy nueva mi nombre es Gigiiii!!!! Amo todas todas tus noves!!!!! Quieroooo maaaassss necesitoooo maaaassss!!!!!! Esta historia promete
ResponderEliminarme encanta mas!
ResponderEliminar@ligiaelenaCM
esta muy buena esta nove...me encantó espero más capítulos besos
ResponderEliminartwitter: @CandelaGuarda
Mas mas mas mas mas!
ResponderEliminarLe re cabe a Peter! jaja
OTRO! OTRO!
Algo tiene que pasar para que no la meta presa, la lluvicieta puede ayudar...
¿y ahora que le va a decir? ¿por que la estuvo siguiendo dos semanas?
Aaai dios se van a matar estos dos!.espeero mas, beso :)
ResponderEliminarArii
GENIA! me encanto el capitulo, te mando un beso grandote
ResponderEliminarMarie
PASATE SUBI MAS!!
ResponderEliminargrcias por tus comentarios :)
subii mas noveee que esta buenisisisimaaaa
No pare d reir.Peter le hizo un buen escrutinio corporal x mucho k se escude en k para el solo es trabajo
ResponderEliminarbuenisimo!! ya quiero saber que pasa con la lluvia, capaz se esconden en la caseta esa jaja
ResponderEliminarespero mas Cami! besooo:))
No se porque me da que Lali y Peter van a pasar mucho tiempo juntos jajas , Un beso Cami y gracias por todos los comentarios en mi novela. Te adoro
ResponderEliminaryo creo que ella no es mala simplemente esta engañada por Ignavcio.... ojala
ResponderEliminar@laliteronfire
Me encanto!!!!!! puede que la lluvia evite el arrestro?
ResponderEliminarEspero más!!
en serio la va a detener?? no se hasta que punto le conviene detenerla si la quiere seguir investigando.... =S
ResponderEliminardeseando leer mas! =) BESOSSS
No me convence lo del arresto..hay algo que no me cierra y me parece que no deberia hacerlo, pero bue...Espero mas!me voy a estudiar!beso!Giu
ResponderEliminarPeter creo que no le conviene detenerla.
ResponderEliminar@Masi_ruth
Genial!
ResponderEliminarQuiero más!
Lore456
maass ♥
ResponderEliminarjajaja
tengo varias preguntas pero supongo que se van a contestar a medida que vaya leyendo :D @LuciaVega14
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