Twitter: @Caparatodos
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-Me encanta tu confianza, Vetrano. Paso a recogerte en un
taxi, por tu departamento, a eso de las nueve.
Capítulo
46:
Peter se encontraba junto a la barra, en un rincón de la
sala, rodeado por un grupo de amigos. El LightBox estaba abarrotado, con todo
el mundo vestido con sus mejores trajes. Era evidente que la apertura del local
parecía estar siendo un gran éxito, y se alegraba enormemente por Nacho.
Lástima que él, personalmente, no se sintiera demasiado
animado.
Tal vez su decaimiento tuviese algo que ver con aquel
proceso en el que Eugenia lo había involucrado. Porque, a su alrededor, la
gente reía, bebía, bailaba y, en líneas generales se lo estaba pasando genial.
Además, había mujeres hermosas por todas partes, muchas
de las cuales habían tratado de llamar su atención durante la noche. Sin
embargo, algo no iba bien.
Peter se disculpó con sus acompañantes, argumentando que
necesitaba dar una vuelta, y se fue a pasear por ahí. Encontró a Nacho al otro
lado de la puerta, parado junto a la baranda, observando orgullosamente la
multitud que se congregaba abajo, alrededor de la barra principal.
Peter se reunió con su amigo. Fueran cuales fuesen sus
problemas, tenía más que claro que no iba a arruinarle ese momento a Nacho.
-¿Cómo te sientes?
-No voy a mentirte. Me siento feliz, verdaderamente feliz
–dijo Nacho-. Hace diez años no era más que el barman de una discoteca en
Mendoza. Hoy, tengo esto.
-Tú solito te lo has ganado –Peter sabía mejor que nadie
lo duro que había trabajado Nacho para abrir el local.
-Sí –dijo Nacho desplazando la mirada sobre la multitud.
De pronto, se detuvo al descubrir algo y se giró hacia Peter con una sonrisa
burlona-. Mmm… Creo que podría haber descubierto la cura para ese bajón anímico
que tienes desde hace unas semanas.
-¿Bajón? –Peter comenzó a reír al considerarlo-. ¡Nada
que ver! Estoy bien.
-Sí, claro. Aún así, puede que te interese mirar a la
barra principal. Vestido rojo, a las dos en punto.
Peter escaneó la multitud, interesado solo a medias,
esperando encontrarse con una desconocida, vestida provocativamente. Pero
cuando finalmente localizó el vestido rojo y, lo más importante, a la mujer que
lo llevaba, tuvo que tomarse un minuto para… contemplarla.
Por lo visto, Acusatrix Espósito sí tenía más ropa en su
closet aparte de los sastres.
El pelo le caía en forma de ondas sobre los hombros,
atravesando justo el borde del tentador cuello en V del vestido rojo sin mangas
que tenía puesto. Al encontrarse parcialmente oculta por la barra, Peter no
lograba verla de cintura para abajo, pero su imaginación se desbocó al
preguntarse cómo se vería el resto.
-¡Ah, bueno! Pero mira quién se ha animado con tan solo
ver a una ayudante de la fiscalía –dijo Nacho con una risita.
Peter simuló despreocupación.
-Bueno, tiene un vestido impresionante. Es bastante
lógico.
-Claro. Pero si yo fuera tú borraría esa sonrisa
hambrienta antes de ir a hablar con ella. Y procuraría no mirarle las tetas
esta vez.
-¿Quién dice que voy a ir a hablar con ella? –refunfuñó
Peter. Considerando la “situación” abogada y testigo, y el obstáculo que eso
representaba, probablemente fuera preferible que Lali y él permanecieran en
extremos opuestos del bar. Sin mencionar que estaba bastante seguro de que
acercarse a ella, mientras llevaba ese vestido rojo, debía estar clasificado
como algún tipo de inusual y cruel castigo.
-Si no vas tú a hablar con ella, alguien lo hará –señaló
Nacho-. De hecho, creo que ya tienes competencia. A las cinco en punto.
Peter examinó la escena que transcurría en la planta baja
y descubrió a un tipo, con una camisa blanca medio desabrochada, en el extremo
opuesto de la barra, terminando su bebida mientras miraba a Lali con obvio
reconocimiento. El tipo iba con las mangas remangadas, revelando un tatuaje con
algún tipo de signo celta en el antebrazo. Ohh… porque lo hacía ver más rudo,
claro.
Prueba
con estar en la cárcel, idiota.
Mientras permanecía allí de pie mirando a Lali, entendió
repentinamente por qué llevaba tres semanas con un humor de perros. Por primera
vez en mucho tiempo, deseaba algo que no podía tener.
Pero también tuvo completamente clara otra cosa. Ningún
hombre –idiota o no- iba a acercarse a Mariana Espósito esa noche. Puede que
ella tuviera sus reglas, pero que lo mataran si permitía que otro tipo
coqueteara con Lali delante de sus ojos.
Y también supo quién era el hombre que iba a ayudarlo a
evitarlo.
-Nacho, amigo. Necesito pedirte un favor.
celos? ¿donde? esta recontra celoso Peter!! que se dejen de joder con lo de abogada y testigo que se animen a sacarse esas ganas q se tienen!!!
ResponderEliminarEspero el proximo!!!!
Cero posesivo y celoso!! jajajja te pediría más pero se que estas de viaje asi que espero hasta mañana!!
ResponderEliminarYa quiero leer que tiene en mente :)
@rochi16ta
que va a hacerrr?
ResponderEliminarCagon jajaj
ResponderEliminarArii
Jajajaja me encantó!
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
celos?
ResponderEliminarhay peter q ira hacer
quiero mas
@mygreathappines
mmmm un favor privado??? ayyy que ganas de laliter!!!
ResponderEliminaresperando el proximo =)
Me encanta!!! Más!!! Insisto peter no pierde oportunidad
ResponderEliminarCuando Peter se de cuenta k no hay nada k los impida estar juntos,no lo para nadie.
ResponderEliminaruyyy que va a hacer????? d:
ResponderEliminarmasss mas !!! :)
@mariafejesus
Ahhhh amo esta novela y mas ver a peter celoso!!
ResponderEliminar@isakrn22
Me encanta!
ResponderEliminar@ligiaelenaCM
que nacho ni nada
ResponderEliminartiene q ir peter a donde esta lali
beso
Que se encuentren please!!!
ResponderEliminar@laliteronfire
Hola, podrías recomendar mi novela? Besos www.tusnovelalitter.blogspot.com
ResponderEliminarPeter celoso,JAJKAJA y ella hecha una sex symboll,suena a q va a estar bueno,JAJAJA!!!!!!
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