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-Nacho, amigo. Necesito pedirte un favor.
Capítulo 47:
Una vez más, Lali trató de captar la atención de la chica
que atendía la barra principal de LightBox.
-Esta es una de esas pocas veces en las que desearía
tener un pene –le dijo a Cande cuando la mujer pasó de largo para atender a
otro cliente masculino. Llevaban esperando unos veinte minutos. Lali incluso
había optado aquella noche por el vestido rojo con el escote mágico pero, por
desgracia, no estaba surgiendo el menor efecto en aquella situación en particular.
-Llevas seis meses sin sexo –dijo Cande-. Si yo fuera tú,
me pasaría las noches deseando uno.
Lali se rió.
-¡Ahh! Creo que por fin viene hacia aquí –observó a la
mujer volver a pasar de largo justo delante de ella-. Y… no –repentinamente
recordó algo-. Oye, ¿qué tal tu cita del martes?
Cande puso los ojos en blanco.
-Creo que voy a empezar a obviar Emparejados –respondió,
haciendo referencia a una serie de citas espantosas que había conseguido a
través de emparejados.com-. Esos tipos parecen prometedores online pero cuando
los conoces resultan ser completamente diferentes. El último comenzó la noche
apareciendo quince minutos tarde. Cuando por fin llegó al restaurante traía un
casco de bicicleta bajo el brazo, sudaba profusamente, y tenía mal olor.
Lali hizo una mueca.
-Linda forma de crear ambiente. ¿Y qué hiciste?
-Me quedé a tomar una copa, pagué la cuenta, y le dije
educadamente que no pensaba que fuésemos a congeniar –le contó Cande con
naturalidad.
-¡Wow! –inquirió Lali impresionada-. Suave y a la vez
directa. Eres una auténtica profesional.
-Estupendo –dijo Cande con sequedad-. Justo lo que
siempre había querido ser: una profesional de las malas citas. Leí en alguna
parte que se puede saber en menos de cinco minutos si vas a congeniar con
alguien. Personalmente, creo que ni siquiera hace falta tanto tiempo –a
continuación codeó a Lali-. Por cierto, ahí hay alguien que no deja de mirarte.
El hombre de la camisa blanca, al otro lado de la barra. Tiene un tatuaje en el
antebrazo. Mmm, interesante.
Lali miró disimuladamente al tipo mientras fingía
observar mujer de la barra. Era guapo. En realidad, algo más que guapo. Pero,
para su decepción, cierto par de diabólicos ojos verdes, que seguía apareciendo
en su mente, la distrajeron.
-Está agarrando su copa –susurró Cande-. Creo que podría
estar a punto de venir hacia aquí. No te preocupes, desapareceré.
Ok, había pasado mucho tiempo desde la última vez pero,
si no le fallaba la memoria, debería estar sintiendo un cierto nerviosismo en
aquel instante.
Por otra parte, ya tenía treinta y dos años. Puede que
las mariposas de su estómago se hubiesen vuelto más reflexivas, más maduras
respecto al tema de las citas, y prefirieran mantenerse a la espera para saber
cómo se desarrollaban las cosas.
Una voz masculina se alzó entre ella y Cande.
-Señoritas, me parece que les debo una disculpa.
Al voltearse, Lali se encontró con un hombre de treinta y
pico, y pelo ondulado color marrón, vestido de terno.
Él sonrió mientras se presentaba.
-Ignacio Viale, pero llámenme Nacho. Soy el propietario
del local. Me ha llamado la atención el rato que llevan esperando para pedir
una copa. Me gustaría invitarlas a la zona VIP para compensarlas. Incluso me
tomé la libertad de reservarles una mesa.
Cande miró a Lali, arqueando una ceja, y luego se dirigió
a Nacho.
-Suena genial. Gracias.
Él hizo un gesto hacia las escaleras.
-Perfecto. Síganme.
En cuanto Nacho se volteó, Cande se inclinó hacia Lali y
dejó escapar una risita.
-Debemos estar aún mejor de lo que pensaba.
Siguieron a Nacho escaleras arriba, pasando junto al
portero que cuidaba el acceso a la zona VIP. Una vez en el interior, las guió
entre la multitud hacia un reservado privado, al final del lugar, cerrado por
unas cortinas de terciopelo rojo en tres de los lados.
Una vez instaladas, Nacho extendió las manos con gesto
caballeroso.
-¿Qué les parece champán para empezar? Lo que las
señoritas deseen. Su cuenta de esta noche ya ha sido cancelada.
Lali lo miró con desconfianza. No es que no se sintiera
halagada pero aquello era un poco raro.
-¿Por quién?
Una burlona y conocida voz le respondió.
-¿Nadie te ha dicho nunca que haces demasiadas preguntas,
abogada?
Lali se volteó hacia su derecha para encontrarse con
Peter acercándose, increíblemente atractivo con un pantalón gris y una camisa
negra sin corbata, con el primer botón desabrochado. Como le había sucedido la
noche que lo conoció, sintió instantáneamente un cosquilleo.
Adiós al enfoque reflexivo.
-Gajes del oficio –le dijo.
-Sí, he tenido oportunidad de comprobarlo en persona –sin
detenerse un segundo, Peter hizo las presentaciones-. Nacho, estas son Mariana
Espósito y Candela… -se interrumpió, a la espera de que Lali le proporcionara
el apellido.
-Vetrano –respondió.
Nacho le sonrió a Cande y luego se volvió hacia Lali con
expresión de curiosidad.
-Un gusto, nuevamente, señoritas.
Nacho siguió observándola con expresión intrigada.
-Por casualidad, ¿no habrás estudiado en la universidad
de Mendoza?
Lali señaló a Cande.
-Fuimos las dos, sí. ¿Por qué?
Nacho se meció sobre los talones y se echó a reír.
-¡Ah, bueno! Tendría que haberme dado cuenta antes. Tú
eres la chica de las alitas de pollo.
Lali tardó un segundo en recordar la conversación que
había tenido con Peter la noche que se conocieron.
Me
gustan las cosas picantes. En realidad, resulta una cualidad atractiva en una
chica. Y en las alitas de pollo.
Comenzando a reír, se giró hacia Peter.
-¿Le contaste esa historia?
Nacho le palmeó la espalda.
-Por supuesto. Esa noche yo estaba trabajando en el bar y
sonreía como un idiota cuando volvió después de acompañarte a tu casa. Por
Dios, llegué a pensar que iba a ponerse a cantar y a bailar de un segundo a
otro.
Peter se aclaró la garganta, moviéndose con incomodidad.
-Creo… que eso es un poco exagerado –agarró a Nacho por
un hombro y le dio un apretón-. ¿No tienes que ir a ninguna parte, amigo? El
club está lleno, es una noche ajetreadísima, sentiríamos mucho estar
demorándote.
Cande levantó un dedo ante ellos.
-¡Un toque! Quiero que alguien me cuente la historia de
las alitas de pollo.
Nacho miró a Peter, quien a su vez miró a Lali.
Por un instante, ella no dijo nada. Luego, se deslizó en
el sillón, dejándole espacio.
-Esa fue una de tus ocurrencias, así que es cosa tuya –le
dijo a Peter.
La invitación pareció sorprenderlo. Después, sus ojos
adquirieron una cálida e intensa tonalidad verdosa. Sin una palabra, se sentó
junto a ella, en el sillón.
De fondo, Lali oyó a Cande y a Nacho empezar a hablar
sobre la carta de tragos. Pero, mientras le sostenía la mirada a Peter, las
voces se desvanecieron.
-Ah, así que ahora quieres ser agradable –dijo él en tono
provocativo.
Lali sonrió y su respuesta fue la misma que diez años
atrás.
-Lo estoy pensando.
me encanta mass :)
ResponderEliminarAaaaaah otrooooo :)))))
ResponderEliminarPor favor, que esta vez no se quede solo en un beso!!! que si Peter la lleva a su casa ocurra algo mas... dos momentos que me encantaron del cap
ResponderEliminar1.- "Peter acercándose, increíblemente atractivo con un pantalón gris y una camisa negra sin corbata, con el primer botón desabrochado." =O madre mía, que imagen =O <3
2.- el momento de las alitas de pollo jajajajaja Nacho es un buchón! jajaja
espero massss TQ!
que ya pase algo entre ellosss!
ResponderEliminarmassnovee
No podes dejarme asi!!!!!!!! necesito otro capítulo YA!
ResponderEliminarDecirte que me encanta ese queda corto! jajajajaja Es GENIAL! Sobretodo lo tiene que ser si se te acerca Peter de esa manera :O OMG jajajaja Ojala esta vez sea algo mas que un solo beso. tienen que dejar de joder e ir al grano de una. es obvio que se gustan! tienen que llevar la "relacion" a otro punto
ResponderEliminarme encanto,masss
ResponderEliminar@mygreathappines
Me encanta!! Más!!!
ResponderEliminarMe encanta!!!
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
http://www.slideshare.net/garal/test-hganlo-sin-trampas#btnNext
ResponderEliminarJajajaja,Nacho lo dejó al descubierto.
ResponderEliminarLo k no sabe Peter aún es k ya no tienen vinculo Fiscal ,testigo.
Me encanta y necesito más. . .necesito que ocurra algo ya entre ellos Jajaja
ResponderEliminarQ bueno incluirlo a Nacho aqui!Quiero leer mas!
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