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@Caparatodos
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—Aunque pareces normal —dijo—, realmente eres un demonio.
—Y le clavó un codo con fuerza en las costillas. Peter soltó una bocanada de
aire y ella aprovechó para escapar rápidamente de su abrazo.
Capítulo 23:
—Supongo que esto quiere decir que no me comeré una pelea
más tarde —gruñó Peter mientras se agarraba el costado.
Ignacio, el traidor, se rió como si el detective fuera un
comediante.
—Me voy a casa —dijo Lali, y salió de la habitación sin
mirar atrás. Lo había intentado. Si Ignacio se incriminaba en su ausencia, ella
no iba a tener ningún cargo de conciencia.
Ignacio oyó el portazo al cerrarse la puerta de atrás,
luego volvió a mirar al novio de Lali.
—Está realmente enojada contigo.
—Lo superará. Odia que mencione a mis otras novias.
—Peter cambió el peso de pie y cruzó los brazos—. Me contó que salieron un par
de veces.
Ignacio buscó indicios de celos pero no vio ninguno.
Había visto la posesiva manera en que Peter tocaba a Lali y cómo se besaban esa
mañana. Hacía tiempo que conocía a Lali y ella solía salir con hombres altos
pero delgados. Este hombre era diferente. Era musculosa y con fuerza bruta.
Debía de estar enamorada.
—Salimos algunas veces, pero nos llevamos mejor como
amigos —le aseguró a Peter. En realidad, él había estado más interesado en ella
que ella en él—. No tienes de qué preocuparte.
—No me preocupo. Sólo era curiosidad.
Ignacio siempre había admirado a los hombres que tenían
confianza en sí mismos, y Peter la tenía de sobra. Si hubiera tenido buenos
ingresos además de buena pinta, lo más probable es que Ignacio lo hubiera
odiado con solo verlo. Pero se veía tan perdedor que no se sentía para nada
amenazado.
—Creo que le vas a hacer muy bien a Lali —dijo.
—¿Por qué?
Porque la quería distraída durante los siguientes días y
Peter parecía ser capaz de mantenerla ocupada.
—Porque ninguno de los dos espera demasiado de la
relación —contestó, y se fue a su oficina. Meneó la cabeza al entrar y se sentó
en su escritorio. El novio de Lali era un perdedor sin expectativas que tan
sólo se conformaba con ser capaz de subsistir.
No como Ignacio. Él no había nacido rico como Lali, o
guapo como Peter. Él era el sexto de una familia con once hijos que vivían en
una pequeña casa como sardinas enlatadas. Era normal que pasara desapercibido.
Salvo por la leve variación en el color del pelo y las diferencias obvias de
género, todos los niños Pérez eran iguales.
Excepto una vez al año, en los cumpleaños, no había
habido una atención especial para cada uno. Habían sido como un todo. Una
pandilla. A la mayoría de sus hermanos y hermanas les había encantado crecer en
una familia numerosa. Habían sentido una unión, una cercanía especial con los
otros hermanos. Pero Ignacio no. Él se había sentido invisible. Y lo había
odiado.
Toda su vida había trabajado duro. Antes del colegio,
después de la universidad y todos los veranos, y así durante muchos años. No le
habían dado nada salvo ropa de segunda y un par de zapatos nuevos cada año. Aún
trabajaba duro, pero ahora se divertía haciéndolo. Y si había cosas que quería
y no tenía el dinero para conseguirlas de manera legal había otras formas para
conseguirlas. Siempre había otras alternativas.
El dinero daba poder. Sin eso un hombre no era nada. Era
invisible.
Lali encontró finalmente la paz interior que había estado
buscando durante todo el día flotando en medio de una piscina para niños en el
patio trasero de su casa. Poco después de regresar de la tienda, había llenado
la piscina y se había puesto un bikini plateado. La piscina tenía dos metros y
medio de largo y unos setenta y cinco centímetros de profundidad. El borde
estaba decorado con animales selváticos azules y anaranjados. Flores
silvestres, pétalos de rosas y rodajas de limón flotaban en el agua ayudándola
a aliviar la tensión gracias al perfume de flores y cítricos. Olvidarse por
completo de Peter era imposible, por supuesto, pero servía para cargarse de
energía positiva y enterrarlo en el fondo de su mente.
Era la primera oportunidad que tenía para probar el
bloqueador y se había untado la piel con una mezcla de aceite de sésamo, germen
de trigo y lavanda. La lavanda había sido una inspiración de última hora, una
apuesta personal. No tenía propiedades de protección, pero sí curativas en caso
de que se quemara. Y además, su perfume ocultaba el olor de las semillas, así
no atraería la atención de mosquitos hambrientos en busca de alimento.
De vez en cuando levantaba el borde del bikini
comprobando el bronceado. A lo largo de toda la tarde, la piel había adquirido
un tono dorado sin el más leve indicio ele rojez.
A las cinco y media, su amiga Eugenia Suarez de López,
ahora simplemente Suarez otra vez, llegó de visita para regalarle a Lali una
tanga y un sostén a juego. Eugenia era la dueña de Sexy o atrevida, la tienda
de lencería a media cuadra de Whim y la visitaba con frecuencia con las últimas
novedades en ropa interior sexy o camisones provocativos. Lali no tenía corazón
para decirle a su amiga que no usaba ropa interior provocadora. Con lo cual, la
mayor parte de los regalos terminaban en una caja dentro del closet. Eugenia
era flaca y morocha, tenía treinta y un años y se había divorciado dos veces.
Había tenido más relaciones de las que Lali podía recordar y creía que la
mayoría de los problemas entre hombres y mujeres se solucionaban con ropa
interior.
—¿Cómo te va con el tónico que te hice? —preguntó Lali a
su amiga, que se sentó en una silla de mimbre bajo el toldo de la terraza.
—Mejor que la mascarilla de harina de avena o el mejunje
para los cólicos.
Lali rozó con los dedos la superficie del agua, agitando
las flores silvestres y los pétalos rosados. Se preguntó si eran los
tratamientos los que fallaban o la poca paciencia de su amiga. Eugenia buscaba
siempre remedios rápidos, el camino más fácil. Nunca se molestaba en buscar en
su alma para encontrar la paz interior y la felicidad personal. Como
consecuencia, su vida era un caos. Era un imán para los buenos para nada, y
tenía más problemas que un revistero. Pero Eugenia también tenía virtudes que
Lali admiraba. Era muy divertida y brillante, siempre iba detrás de lo que
quería y tenía un corazón de oro.
Continuará…
Me gusto el capítulo!!!
ResponderEliminarespero el proximo!!
beso
Simplemente me encantaa!!! geniaa!
ResponderEliminarBuenisima!
ResponderEliminarMe encanta más!
ResponderEliminarAH! en verdad Peter no pregunto por curiosidad si no porque algo de celos sintio jajajaja
ResponderEliminarLeyendo la forma de ser de Ignacio, me parece que tiene todas las de ganar de estar vendiendo cuadros y obras de arte en el mercado negro =S si es asi me parece que Lali va a llevarse una gran desilusion.
Así como también creo que dentro de poco va a comenzar a utilizar la ropa interior que Euge le regala jajajajaja
espero mas nove! besos! TQ!
Quieeero mas, Ahi esta la confesion que hace a Ignacio culpable! Espeero mas, besote :)
ResponderEliminarArii
me anconto! Quiero mas
ResponderEliminarBesos
dfbfgmjh me encanta !
ResponderEliminarAsí que Ignacio aparentemente es amigo de las cosas 'turbias' mmm Lali se va a decepcionar de su amigo.
ResponderEliminarMe encanta la historia!!
Lore456
Vaya ahora si k Ignacio parece k es culpable.Jajaha lalu necessitaba tiempo para ella .Serguro k Peter se presenta en su casa.
ResponderEliminarMas! Me encanta la historia :)
ResponderEliminar@ligiaelenaCM
Así que Ignacio, si se ha creído lo de Lali y Peter!! Si siguen así creo que ellos se comen al personaje jajaja
ResponderEliminarSaludillos buen día, bueno en realidad no se si noches :)
Titel :)
Que buen Cap!! y yo que me lo creia a Ignacio inocente.. ya no tanto..
ResponderEliminarLali usara pronto con Pitt esa ropa sexy de Euge?? ojala que siii jaja
besooo:))) quiero mas
Lali tiene que usar el conjunto que le regalo Euge con peter eh!!Ojala pronto hagan pasos adelantes y no atras. Ignacio no me convence del todo.. no se hay algo que no cierra!!Quiero laliter ya..besos!Giu
ResponderEliminarmaaaaaas ;)
ResponderEliminarme encantoooooo!!! ahora si hay mas posibilidades de que sea Ignacio ¬¬ jajaja quiero que Peter se diculpe con Lali o que por lo menos haya mas laliterrrr!!!!! necesito otro beso ♥ @LuciaVega14
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