Hola, hola :D ¿Qué tal todo, chicuelas? ¿Cómo las
trató el día? Ojalá que todo bien y dándole a la última semana de julio que ya
llegan vacaciones para muchas, y que ganas! Gracias por sus comentarios, tws, y
lindas palabras!!! Hoy estaba entrando en ataque porque mañana expongo y entré
a leerlas y subirles así me reía un rato! Además, Keny me tw y me tentó tanto
que ayudo a que me relajara, y es por eso que agradezco día a día de que me
lean y sean lectoras del blog, porque son GENIAS pero GENIAS en serio! Se les
quieres, sépanlo ;) un beso a todas y mañana nos leemos! Mucha merd mañana para
las que la necesiten!
Twitter:
@Caparatodos
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Quizás, pero su trabajo era perseguir a los malos. La
comunidad quería las drogas fuera de las calles, ¿no?
Bueno, en teoría.
Capítulo
44:
Si el nombre de Roberto hubiera sido Roberto Rodríguez, a
nadie, salvo a la familia del chico, le hubiera importado. Ni siquiera habría
sido noticia, pero Roberto tenía toda la facha de un joven prometedor. Un chico
típico con dientes perfectos y una sonrisa angelical. La mañana después del
tiroteo, el periódico había publicado una foto de Roberto Ríos en primera
plana. Su pelo claro y sus grandes ojos miraron a los lectores sobre su café
matutino.
Y los lectores vieron esa cara y comenzaron a preguntarse
si había sido necesario que el agente infiltrado disparara a matar. No
importaba que Roberto hubiera huido de la policía, ni que hubiera disparado
primero o que tuviera un largo historial por abuso de drogas. En la ciudad, un
camello de diecinueve no coincidía en absoluto con la imagen que los ciudadanos
tenían de sí mismos y de su ciudad.
Por lo tanto, cuestionaron al cuerpo de policía. Se
preguntaron si al Departamento de Policía no le haría falta una inspección de
asuntos internos y si tenían entre ellos a un policía resentido al que le
gustaba matar jóvenes.
El jefe de policía había aparecido en las noticias
locales recordando el historial delictivo de Roberto. Toxicología había
encontrado rastros significativos de cocaína y marihuana en su sangre. El
Departamento de Justicia y asuntos internos habían limpiado el nombre de Peter
y habían determinado que el uso del arma había sido necesario. Sin embargo, la
gente seguía dándole vueltas al asunto cada vez que la foto de Roberto aparecía
en los periódicos o salía en la televisión.
Peter se había visto obligado a ir al psicólogo de la
policía, pero le había dicho poca cosa. ¿Qué podía decir en realidad? Él había
matado a un chico que ni siquiera era hombre. Había acabado con su vida. Tenía
justificación; se había visto forzado a hacerlo. Sabía a ciencia cierta que
habría sido él quien hubiese muerto si Roberto hubiera apuntado mejor. No tenía
otra opción.
Eso es lo que se había dicho a sí mismo. Eso es lo que
había tenido que creer.
Después de pasar dos meses encerrado en casa sin poder
hacer nada y cuatro meses más de fisioterapia intensa, Peter había sido dado de
alta, listo para volver al trabajo. Pero no a narcóticos, sino a la brigada
antirrobos. Así era como lo habían llamado, un traslado. Él, en cambio, lo
llamaba humillación, como si lo hubieran castigado por cumplir con su trabajo.
Estacionó el auto a media cuadra de Whim. Cogió una lata
de pintura y una bolsa llena de pinceles y rodillos. A pesar de su traslado
nunca consideró un error lo sucedido con Roberto en aquel callejón. Era triste
y desafortunado, algo sobre lo que no quería pensar —sobre lo que se negaba a
hablar—, pero no un error.
No como Mariana Espósito. Eso sí había sido un jodido
error. La había subestimado a base de bien. ¿Quién hubiera imaginado que se
sacaría de entre las manos un plan tan desastroso como para guiarlo al parque
con un arma vieja y una lata de laca?
Peter entró en la tienda por la puerta de atrás y dejó la
pintura y la bolsa con los materiales sobre el mostrador al lado del lavadero. Mara
estaba en el otro extremo del mostrador desembalando la mercancía de la tienda
que había recibido el día anterior. No parecían ser antigüedades.
—¿Qué es eso?
—Lali pidió algunas piezas de cristal. —Sus ojos castaños
lo miraron intensamente. Se había rizado el pelo y pintado los labios de color
rojo brillante.
Desde el momento en que la vio había sido consciente de
que podía encapricharse con él. Lo seguía a todas partes y se ofrecía para
llevarle cualquier cosa. Aunque era halagador, la mayor parte del tiempo se
sentía incómodo. Era sólo un año o dos mayor que Isabel, su sobrina, y Peter no
estaba interesado en las chicas de esa edad. A él le gustaban las mujeres.
Mujeres totalmente desarrolladas a las que no tenía que enseñar qué hacer con
las manos y la boca. Mujeres que sabían cómo mover su cuerpo para crear la
fricción adecuada.
—¿Quieres ayudarme? —preguntó ella.
Él sacó un pincel de la bolsa.
—Pensé —dijo— que irías a la feria a ayudar a Lali.
—Iba a ir, pero Ignacio me dijo que tenía que desembalar
todo esto y quitarlo de en medio por si hoy querías empezar con los reposteros
de la cocina.
Sus habilidades en carpintería no se extendían hasta el
punto de reemplazar los reposteros.
—No empezaré hasta la semana que viene. —En realidad
esperaba no tener que preocuparse de eso la semana siguiente—. ¿Ignacio está en
la oficina?
—Todavía no ha vuelto de almorzar.
—¿Quién está atendiendo la tienda?
—Nadie, pero oiré la campana cuando entre un cliente.
Peter agarró un pincel y la pintura, y se fue al pequeño depósito.
Ésta era la parte del trabajo encubierto que lo ponía nervioso, esperar a que
el sospechoso hiciera el siguiente movimiento. Sin embargo, suponía que
trabajar dentro de la tienda era mejor que estar sentado fuera en un auto
camuflado y engordando a base de hot dogs. Era algo mejor, pero no mucho.
Cubrió el piso con una tela vieja y apoyó contra la pared
las guías para los estantes que había hecho el día anterior. Mara lo siguió
como un perrito faldero y habló sin parar sobre los tipos inmaduros de la
universidad con los que había salido. Se fue cuando sonó la campana, pero
reapareció poco después para recordarle que estaba disponible para un hombre
mayor.
Cuando Ignacio regresó, Peter acababa de terminar de
pintar los dos estantes e iba a empezar a pintar las paredes del depósito. Ignacio
recriminó a Mara con la mirada y la envió a ayudar a Lali, dejándolos solos.
—Creo que anda detrás de ti —le dijo Ignacio mientras Mara
le dedicaba una última mirada sobre el hombro y salía por la puerta.
—Bueno, puede ser. —Peter se llevó una mano al hombro
contrario para frotárselo y luego estiró el brazo sobre la cabeza. Odiaba
admitirlo pero le dolían los músculos. Se mantenía en forma, así que no era por
la falta de ejercicio. Sólo había otra explicación. Se estaba haciendo viejo.
—¿Lali te paga lo suficiente como para trabajar con
músculos doloridos? —
Me encanta! Mara generara problemas?
ResponderEliminarMás!
Hola, hola no pudo creer aparece que soy la primera en comentar jajaj por lo regular siempre soy de las ultimas pero es por que leo hasta que termino de trabajar y como hoy me siento mal estoy descansando y aproveche para leer la nove!!!
ResponderEliminarPobre de Peter se siente muy culpable por lo que le paso cuando mato a aque joven, pero lo que el no entiende o le cuesta entender es que el no tiene la culpa de lo que paso. Ignacio ya esta combietiendose en compa de Peter que bien!!! E Ignacio me cae mal punto jajajaj
Saluditos besos y abrazos de oso :)
Pd. Espero que por tardarme en escribir alguien no escriba antes que mi comentario jajajaj
Titel :)
Se los dije soy la segunda jajajajajja por rollera Ajajaja
ResponderEliminartitel :)
ke pesadita esta Mara.Pobre Peter x lo k tuvo k pasar.
ResponderEliminarPobre Mara!! Es entendible, pero me da pena!!
ResponderEliminarQuiero más!!
Lore456
Hahaha quiero más
ResponderEliminarMe encanta subi mas noveeeeeee
ResponderEliminarATTE: Valeria : )
Jaja la pregunta de Nacho dx espeero mas, beso :)
ResponderEliminarArii
me encanta massdd
ResponderEliminarmm no le paga con dinero.. jajaja xd
ResponderEliminarnooo poobree mi vidaa.no es su culpa con lo que pasó..el mató al joven porque sino él estaria muerto ahora..se siente culpable..y Maaraa..Maaraa..q no se ponga en algo cn Peter que la mato..yaaaa...@pl_mialma
ResponderEliminarMara.. como no se va a enganchar con Peter... jajaja si es un potro! Mientras no cause problemas todo bien... y la prefunta de ignacio es lo mas jajaja como le pagara Lali cuando acabe?? ya quiero mas Cami! beso grande:)
ResponderEliminarMas mas mas mas mas
ResponderEliminar@laliteronfire
Ya quiero que avance y que peter encuentre la prueba para inculpar a Ignacio o que inicie una relación con Lali
ResponderEliminarMe parece a mí que Lali le va a pagar y estará encantada de hacerlo, y no lo hará económicamente jajajaja AYYY quiero que se sigan acercando Pitt y Lali!!! Me gustaría que Lali se ponga celosa de Mara jajaja
ResponderEliminarespero el proximo cap!!! BESOS! tq
Cada vez mas buena la nove preciosa!! Soy tu fan ya lo saves!! Quiero mas acercamiento laliter jaja amo t nove!! Un beso @cf_planzani_cat
ResponderEliminarajaj me encanta! que mara se quede tranquila q Lali le va a pagar MUY bien no se si con plata pero bueno ajajaj
ResponderEliminarespero más
Pobre Peter... no fue justo que lo trasladaran, solo cumplía su trabajo... Creará problemas Mara??? Espero que no...
ResponderEliminarBesos :)
Mara q densa dios!!!!!!!!!Aunq algo ha de tener q ver en la trama!
ResponderEliminarPobre Peter duro lo suyo, un beso Cami espero el siguiente capítulo
ResponderEliminarMatemos a Mara(? y a Alessandra era la otra no? o Ale.. quiero LALITER ¬¬ JAJAJAJA re mafiosa @LuciaVega14
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