miércoles, 15 de febrero de 2012

Capítulo 5


Hola Chicas!!! Cómo andan??? Mil GRACIAS por todo!!!! Me pone feliz que les guste y nada mañana más!!! Besos ;)

Twitter: @Caparatodos
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–Allí estaré –respondió ella cuando pasó por su lado–. No quieres que viaje con el equipo, ¿no? ¿Es por qué soy una mujer?

Capítulo 5:

Él se detuvo, y se volteó para así poderla mirar a la cara. La molesta brisa hacía aletear las solapas del impermeable de Lali, y también hizo que varios mechones de su cola de caballo se soltaran para ir a parar a sus rosadas mejillas. Tras un análisis más detallado, podía comprobarse que eso no mejoraba mucho su aspecto.

–No. No me gustan los periodistas –contestó.

–Eso lo puedo entender, supongo, teniendo en cuenta tu historia.
Sin duda, había leído sobre él.

–¿Qué historia?

Se preguntó si habría leído aquel maldito libro, Los chicos malos del rugby, en el que le habían dedicado cinco capítulos, con fotografías y todo. Más o menos la mitad de lo que el autor afirmaba allí eran puros chismes o simples inventos. Y el único motivo por el cual Peter no lo había denunciado era que no quería atraer la atención de los medios.

–Tú historia con la prensa. –Lali bebió un sorbo de café y se encogió de hombros–. El omnipresente seguimiento de tus problemas con las drogas y las mujeres.
Efectivamente, lo había leído. ¿Y quién demonios utilizaba palabras como «omnipresente»? Sólo los periodistas.

–Para tu información, te diré que nunca he tenido problemas con las mujeres. Omnipresentes ni de cualquier otro tipo. Deberías informarte mejor en lugar de creer todo lo que lees.

Al menos, respecto a cuestiones delictivas. Y su adicción a los tranquilizantes era cosa del pasado. Donde él quería que quedara para siempre.

Peter recorrió con la mirada el cabello recogido de Lali, la perfecta piel de su rostro, y descendió hacia el resto de su cuerpo, cubierto en aquel horroroso impermeable. Tal vez si hubiera llevado el pelo suelto no le habría parecido tan estirada.

–He leído algunas de tus columnas del periódico –dijo alzando la vista hacia sus ojos–. Tú eres la soltera que se queja de la falta de compromiso y que no logra encontrar a un hombre de verdad. –Ella frunció ligeramente el entrecejo y endureció la mirada.– Viéndote, puedo entender tus problemas –remató él sin mover un solo músculo.
Bien. Quizás así ella se mantuviese a distancia.

–¿Ya no tomas nada, estás limpio? –preguntó Lali.
Peter supuso que, si no contestaba, ella imaginaría ciertas cosas. Siempre era así.

–Totalmente –respondió.

–¿En serio? –Lali alzó las cejas, que formaron unos arcos perfectos, dándole a entender que ponía en duda sus palabras.
Él dio un paso hacia ella.

–¿Quieres ver cómo me le doy más sabor a tu café? –preguntó con la mirada encendida, enojado, frente a aquella mujer que seguramente no había hecho el amor en cinco años.

–No, gracias, me gusta el café solo.
De no haberse tratado de una periodista, Peter se habría detenido a apreciar por unos segundos la sutileza de su réplica, pero había sonado como una provocación, le gustara o no admitirlo.

–Si cambias de opinión, házmelo saber –masculló Peter–. Y no creas que el hecho de que Carlos Bowers te haya presentado a los chicos va a hacer que tu trabajo sea más fácil.

–¿Qué me quieres decir con eso?

–Quiero decir lo que a ti te dé la gana querer entender –respondió él mientras se alejaba.

Caminó la corta distancia que lo separaba del estacionamiento y encontró su Ducati gris en su sitio, junto a las plazas para discapacitados. El color de la motocicleta encajaba a la perfección con las densas nubes que colgaban sobre la ciudad y también con el sombrío estacionamiento. Colocó la bolsa en la parte trasera de la moto y se sentó en el asiento negro. Con el talón de su zapato apretó la palanca de arranque y puso en marcha el motor de dos cilindros. No le dedicó un solo pensamiento más a la señorita Espósito y salió a toda prisa del estacionamiento. Tras unas cuantas manzanas, entró en el estacionamiento del complejo residencial en el que vivía y dejó la moto junto a su camioneta.

Consultó la hora en su reloj y cogió la bolsa pensando que se avecinaban tres horas de calma. Se dijo que tal vez podría poner el video de algún partido y relajarse frente a la enorme pantalla de su enorme televisor. Tal vez podría llamar a alguna amiga y quedar para comer. Cierta rubia de piernas largas le vino a la mente.

Salió del ascensor en el piso diecinueve y recorrió el pasillo hasta una de las esquinas del edificio. Había comprado aquel departamento poco después de firmar contrato con Alumni, el verano anterior. No le había encantado el interior –porque le recordaba a las decoraciones dibujos animados Los Supersónicos: piedra, acero y esquinas redondeadas–, pero la vista... La vista era impresionante.

Abrió la puerta y sus planes se vinieron abajo cuando tropezó con una mochila de color azul tirada sobre la alfombra beige. En el sofá de piel color azul marino, una casaca roja, y encima de una de las mesitas de cristal, varios anillos y pulseras amontonados. El equipo de música a todo volumen.
Alelí. Había llegado antes de lo previsto.

Peter recorrió el pasillo y dejó la mochila y su propia bolsa sobre el sofá. Llamó a la puerta del primero de los tres dormitorios, y abrió. Alelí estaba tendida sobre la cama, con el pelo recogido en lo alto de la cabeza formando una especie de plumero. Tenía restos de crema bajo los ojos y sus mejillas estaban pálidas. Abrazaba un osito de peluche contra su pecho.

–¿Qué estás haciendo en casa? –le preguntó.

–Intentaron llamarte del colegio. No me siento bien.

Peter entró en la habitación y se acercó a su hermana de dieciséis años, hecha un ovillo sobre el edredón. Supuso que lloraba porque se acordaba otra vez de su madre. Había pasado sólo un mes desde el funeral, y pensó que tenía que decir algo para consolar a Alelí, aunque no sabía realmente qué decir, y estaba convencido de que siempre que lo intentaba las cosas empeoraban.

–¿Te esté empezando un resfriado? –acabó preguntando. El parecido de la chica con su madre, o como mínimo con el recuerdo que él tenía de ella, era impresionante.

–No.

–¿Te duele el estómago?

–No.

–¿Qué te pasa entonces?

–Me siento mal, simplemente eso.

Peter acababa de cumplir dieciséis años cuando la cuarta esposa de su padre había dado a luz a Alelí. Aparte de alguna que otra visita durante las vacaciones, Peter nunca había pasado mucho tiempo con ella. Él se había crecido. Ellos vivían en Ushuaia y él en el otro extremo del país. Había estado demasiado ocupado con las cuestiones relativas a su propia vida, y hasta que ella se fue a vivir con él, el mes pasado, no había vuelto a verla desde el funeral de su padre, hacía diez años. Y de repente era el responsable de una hermana a la que ni siquiera conocía. Era el único pariente cercano que aún no había alcanzado la edad de la jubilación. Era jugador de rugby. Soltero. Hombre. Y no tenía ni la más remota idea de lo que podría hacer con ella.

–¿Quieres un poco de sopa? –preguntó.
Alelí se encogió de hombros.

–Bueno –respondió entre sollozos.

Aliviado, Peter salió rápidamente de la habitación rumbo a la cocina. Sacó una lata grande de caldo de pollo de la despensa y la colocó bajo el abrelatas automático que había en la encimera de mármol negro. Sabía que la chica estaba pasando por un mal momento, pero, por todos los santos, lo estaba volviendo loco. Cuando no lloraba, estaba de un humor de perros. Cuando no estaba de mal humor, lo trataba como si fuese un retrasado mental.

Peter vertió la sopa en dos tazones y le añadió agua. Le había propuesto que viese a un psicólogo, y así lo había hecho durante la enfermedad de su madre, pero Alelí creía que ya había tenido bastante.  Introdujo los tazones en el microondas y programó el reloj.

Aparte de enloquecerlo la idea de tener en casa a una chica adolescente y temperamental, había afectado seriamente su vida social. Últimamente, sólo disfrutaba de tiempo para sí mismo cuando salía de viaje. Algo tenía que cambiar. La situación no era la adecuada para ninguno de los dos. Se había visto obligado a contratar a una señora para que se quedara en casa con Alelí cuando él estaba fuera. Su nombre era Felicitas García y rondaba la sesenta. A Alelí no le gustaba, pero eso no era nada nuevo.

Lo más conveniente era encontrar un buen internado para Alelí. Allí sería feliz, conviviendo con chicas de su edad que supieran de maquillaje y de peinados y a las que les guste escuchar música a todo volumen. Peter sintió una punzada de culpabilidad. Sus razones para enviarla a un internado no eran del todo altruistas. Quería recuperar su antigua vida. Eso tal vez lo hiciera parecer un egoísta, pero había trabajado muy duro para disfrutar de aquel tipo de existencia. Para conseguir superar el caos y alcanzar una relativa calma.

–Necesito algo de dinero.

El comentario hizo que Peter apartara la vista de los tazones que daban vueltas dentro del microondas y mire a su hermana, que estaba apoyada contra el marco de la puerta de la cocina. Ya habían hablado acerca de la cuenta corriente especial a su nombre.

–Cuando vendamos la casa de tu madre y te demos de alta en la Seguridad Social...

–Lo necesito hoy –lo interrumpió–. Ahora mismo.
Peter sacó su billetera del bolsillo trasero del pantalón.

–¿Cuánto necesitas?

–Unos siete u ocho pesos.

–¿Siete u ocho?

–Mejor diez, para estar seguros.

Peter sintió curiosidad y también pensó que debía preguntarlo, así que dijo:
–¿Para qué necesitas el dinero?

–No estoy resfriada –dijo ella, ruborizándose.

–¿Qué te pasa?

Continuará…

22 comentarios:

  1. que tiene la hermana de peter? sera q esta embarazada :O!!!!!!
    @happinesslip

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  2. Lindo capitulo que le pasara aleli ??
    que intrigaa
    te espero en mi blog cn el primer capitulo de la nove amor prohibido
    besos

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  3. apa!!!! una hermana!!! aparentemente un hombre frio, pero seguro que Lali le dara un vuelco a su vida.....

    Q le pasara a Aleli??? tendra Peter que enfrentarse a algun problema de su hermana???

    me encanta la nove

    besos!!!!!

    @Inma_06

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  4. MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
    BESOS<33

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  5. LALI si k sabe como defendrse y no se calla nada.

    PETER con una hermana no puede disfrutar de su vida como soltero pero ojala k no interne a su hermana.

    ALELI creo k lo k le pasa a todas las mujeres.

    LALITER ♥

    ME ENCANTO
    ++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  6. Me muero muerta! Aleli esta embarazada!??! que askasjakd Peter! malo! maaaas nooove! Besos!

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  7. noooooo esta embarazadaaa???
    me encanta el rumbo que esta tomando esta novela esta muy buena
    no aguanto quiero el proximo capitulo
    besos
    @lalitter_4ever

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  8. Se va perfilando linda la historia!
    Me gusto el cap,espero el prox.mañana!!!!!!!

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  9. ME ENCANTO!
    :O A que Aleli esta embarazada! :S
    Acabo de encontrar el lado que me va a gustar de Peter! jajaj Su relación con Aleli!
    Y Peter no se podrá llevar de viaje a aleli? jajaja Buena idea o no Cami? ;)
    Esta excelente la nove!}
    besos

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  10. Me parece que la hermana de peter va a comprar un bebetes !!! Buenicimo el capi !!!!!
    Besos

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  11. Me encanto!
    Ayyy! y esto es solo el comienzooo!
    Si qe peter se la va a hacer dificil a lali, aunqe esta se sabe defeder muy bien por lo qe se ve!
    Ahora, yo tambien creo qe Aleli esta embarazada uuuii! eso seria un lio para peter.
    Ahora si su hermana esta embarazada en qe sentido influiría en la nove?? en qe se la tiene qe llevar con el al viaje?? y allí interviene lali??
    Mas nove esta buenisima!

    Besitos
    Cami @mili_mg

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  12. peter es lo mas, no entendi lo del cafe igual...jaja
    estara embarazada? no creo q con 10 pesos copre un evatest, va no se cuanto sale pero para mi sale mas caro..ja
    ya quiero leer el prox!
    besos!

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  13. o esta embarazada o indispuesta.....
    espero el proximo esta genial la novela!
    Espero q aleli pegue buena onda con lali (de alguna forma se van a conocer, yo lo se ;))
    un beso
    Juli♥
    @amorxca

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  14. mmmmmm...me quedo la duda de lo del cafe jajaja
    pero igual estuvo bueno
    la verdad es raro el comportamiento de aleli
    para mi q la lleva al viaje
    kiero mas
    un besotes
    lalita_pitter

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  15. No que es lo que va a tener???

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  16. PARA MI K LE LLEGO LA REGLA JAJAJAJ
    X ESO SE RUBORIZO SI NO SE UBIERA PUESTO
    COMO NERVIOSA O TRISTE OSEA COMO DECI
    HERMANO ESTOY EMBARAZADA
    MASSSSS NOVELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    @ESTEFIITHAW_7

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  17. re egoista y pesado peter =/
    muero por ver el prox cap y saber que mas pasaraa
    que tiene la aleli?? no estara embarazada? xD o talvez anda en sus dias y necesita comprar cosas femeninas?? pobree peter si es eso y cuando tenga que escucharlo jajajaja
    o hacia donde quiere ir???

    subii otro

    @lali_peterlove
    /gonzalez_andy92

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  18. para mi aleli esta en esos días que todas
    odiamos
    y quiero laliter
    me encanta Lali como le habla
    a peter
    quiero mas noveeee
    quiero mas noveeee

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  19. yo creo que Aleli esta en esos dias del mes, que todas tenemos...

    yo pienso que Lali y Aleli se van a llevar bien...

    me encanta, espero el proximo

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  20. qe le pasa a aleli, ?? esta embarazada?? o qe? necesita comprar lo qe utilizamos cuando nos viene a molestar adres?? jajajaja
    no , ahora en serio... QE LE PASARA !??
    Peter desde adolescente cuidando de su hermana...mmm... parece qe no se llevan muy bien , no??
    ootroo :D

    @DsiiRS

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  21. Me parece que no se llevan muy bien...jaja Quiero que vea a lali con el vestido rojo!! jaja
    Mas noveeeeeee
    Besosss
    @porLali_ITALIA

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  22. Jajaja a qué está indispuesta!!! jajaja
    Le pide plata para tampones?
    Lore

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