Hola, hola!!!!! ¿Qué tul? Jajaja espero que del otro
lado de la pantalla esté todo bien y si no que mañana sea un mejor día!!!!!
Gracias por leer, chicas, en serio gracias!!!! Que disfruten del capítulo que
ya mañana nos volvemos a leer! ;) besos
Twitter:
@Caparatodos
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—Es
para ti —dijo sencillamente.
Capítulo 41:
Un
regalo. Lali parpadeó. La caja iba envuelta en papel marrón y tenía una cinta.
En Buenos Aires, el envoltorio con papel marrón y cinta se consideraba muy
chic; claro que el papel tenía que estar hecho a mano, no estar teñido y ser
tosco, y la cinta tenía que ser de seda y solía envolver algo muy caro.
El
papel de esta caja llevaba un sello desigual que decía «Ferretería Chaña».
Lali
cogió la caja y la sopesó. Era sorprendentemente pesada. Miró a Peter con el
corazón desbocado.
—Gra...
gracias.
Asintió
con seriedad.
Lali
sacudió la caja y algo grande botó en su interior. No tenía ni idea de qué
podía ser. La cara de Peter no mostraba expresión alguna. Lali cortó la cinta,
rasgó el papel, abrió la caja... y se encontró con un artilugio de acero y
metal; miró desconcertada a Peter.
—Cerrojo
—dijo.
—Ah
—contestó con un hilo de voz—. Un cerrojo. Mmm… gracias. Siempre había querido
tener uno.
—La
cerradura de la puerta es demasiado enclenque. —Peter tenía el ceño fruncido,
como si la cerradura de casa de Lali fuera su reto personal.
—¿Sabes
cómo... arreglarlo? —¿Se decía así? ¿Qué se hacía con los cerrojos? ¿Armarlos?
Aunque ya estaba armado; era una sola y reluciente pieza. Aun así, Peter
parecía haberle entendido. Tiró la cabeza hacia atrás, sorprendido, y frunció
aún más el ceño.
—Claro
—dijo, como si le hubiera preguntado si sabía andar o leer.
¿Lo
había ofendido? No había forma de saberlo, ya que su expresión era exactamente
igual que siempre: impenetrable. A los pocos minutos, Peter se había enfrascado
en su caja de herramientas y hacía algo varonil y competente con la puerta de
Lali y el cerrojo.
Así
que ella fue a hacer algo femenino y competente en la cocina. Para cuando un
Frodo semiseco y que olía a rosas, y un sonriente Rafael entraron en la cocina,
Lali había puesto té y un pie de limón, que había hecho el domingo en pleno
aburrimiento, encima de la mesa.
Peter
apareció medio minuto después. A través de la puerta de la cocina pudo ver el
cerrojo en la puerta, enorme y brillante, y capaz de proteger secretos
nucleares.
Era
tan dulce que hubiera pensado en eso. Lali le sonrió a Peter, que estaba de pie
en el marco de la puerta.
—Gracias,
Peter. —Su sonrisa la dejó paralizado, pero Lali empezaba a reconocer ya los
distintos grados de su impasibilidad. Ensanchó la sonrisa—. Toma un poco de pie
y té.
Rafael
ya se había comido tres trozos y ya lo había visto dándole disimuladamente
trocitos a Frodo. Lali cortó un trozo enorme para Peter y otro mucho más
pequeño para ella. Le había puesto piel de naranja y unas barritas de canela al
té, para darle más sabor. Peter lo olió antes de beber con precaución al
principio y, después, con evidente placer. Sonrió al ver cómo masticaba con
entusiasmo tras el primer mordisco a su pie de limón.
—Está
bueno —farfulló—. Y el té.
«¿Bueno?».
Por unos instantes, Lali se indignó. ¿Estaba diciendo que su pie de limón
estaba bueno? La receta era de su madre, y era famosa en tres continentes. No
era bueno, era maravilloso. Estaba a punto de gritarle cuando vio que
entrecerraba los ojos de placer, igual que había hecho Frodo. Se relajó.
Estaba
claro que cuando ese hombre decía «bueno», quería decir «maravilloso».
Lali
envolvió el resto del pie de limón en papel aluminio.
—Para
Pablo —dijo, aunque sospechaba que Rafael se comería la mayor parte de ello.
Peter
se levantó y Rafael lo imitó.
—A
la camioneta, Rafael —dijo Peter, sin sacar los ojos de ella—. Pero primero da
las gracias a la señorita Rinaldi.
—Claro;
muchas gracias, señorita —dijo Rafael obedientemente, tras lo que se inclinó
para abrazar a Frodo y salió corriendo.
Peter
se quedó quieto, observándola. Sus ojos bajaron hasta la boca de Lali.
—No
puedo darte un beso ahora —dijo. Levanto la mirada, llena de oscuro deseo—.
Sería incapaz de parar.
Lali
asintió. La intensidad de su mirada la dejó sin aliento. El aire estaba cargado
de hormonas.
Peter
recogió el sombrero de la percha, se pasó la mano por el pelo y se lo puso.
—Ahora
vuelvo. Lo antes posible —dijo y salió.
Lali
empezaba a acostumbrarse a sus abruptas despedidas. ¿Quién sabía? A lo mejor
las despedidas elaboradas eran algo decadente, propio sólo de las ciudades. Aun
así, y sin admitirse a sí misma que quería volver a mirarlo, abrió las cortinas
y vio cómo Peter ayudaba a Rafael a subir en el asiento de copiloto. Como
siempre, los movimientos de Peter eran precisos, ágiles y poderosos.
Aunque
la ropa que llevaba parecía perfectamente limpia, era exactamente igual a la
que había tenido el sábado. Lo que no había visto nunca era la camioneta negra
a la que se estaba subiendo.
Lali
se quedó pensando en aquel hombre que parecía tener más autos que ropa.
Continuará…
Me gusto el capítulo!!! espero más!!
ResponderEliminarun cerrojo ? peter si q es original para dar regalos,me rei con el capi al principio
ResponderEliminarmuy bueno
Más tierno... le regaló un cerrojo. Eso implica que se preocupa por ella y que notó además que ella tiene miedo; intenta cuidarla. Eso es tierno!
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
Mas novee!
ResponderEliminarRe romantico peter cualquier mujer quiere un cerrojo jajajaa
ResponderEliminarMaaaas ❤️👏
Más me encanta!! Peter es único!!
ResponderEliminarAwww Tierno!♥ -'siempre Quise Un Cerrojo'- Me Rei Mucho Genia jksjla xD
ResponderEliminarTipico de él lo del regalo...algo practico...él es cero romantico pero puro fuego y creo q Lali esta a gusto con eso #encendida!JAJA No se quien esta mas ansiosa Esperando la vuelta de él!,si ella o nosotras tus lectoras,JAJAJA!
ResponderEliminarWOW un cerrojo!! perfecto para una mujer!! un poco fogoso resulto ser Peter!!
ResponderEliminarSegui me encanta!!
@gbv_17
Otroooo :)))
ResponderEliminaraaa me gustoo ...
ResponderEliminarsubi massss
@x_ferreyra07
Jajajajaj,y yo pensando k eran libros.
ResponderEliminarVela x su seguridad ,jajajaja,con ese cerrojo