Hola, hola!!!!! ¿Cómo están? ¿Qué tal empezaron la
semana? Sé que para varias es feriado, así que con eso ya la van empezando bien
jjajajaaja me alegro que les gustara la maratón de ayer y gracias a ustedes por
estar! Que tengan buen día y una mejor semana todavía! Un beso y nos leemos
mañana!!!
P.D.: Les dejo el capítulo de mañana programado para
las Perú 12pm // Arg 14h // España 18h porque no sé a que hora vuelva de clases
y prefiero asegurarme ;)
Twitter:
@Caparatodos
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—Claro
—dijo Peter, pisando el acelerador al ver que llegaban a una extensión abierta.
La miró de reojo—. Pero soy mejor con los cuchillos.
Capítulo 50:
«Dos
millones de dólares por la cabeza de Mariana Espósito».
El
profesional resopló con desprecio al ver el mensaje de la pantalla.
Definitivamente, Fadul estaba loco.
El
mundo entero estaba loco.
Ya
nada era como en los viejos tiempos, cuando el mundo estaba dividido entre los
doce, tal vez quince, tipos malos. Hombres que reinaban con mano dura, tipos
despiadados y decididos que nunca, jamás, enloquecían. Hombres con los que se
podía contar que mantuvieran el control y que nunca enviarían mensajes
lamentables como aquél desde la cárcel, clara muestra de debilidad.
Pagar
un millón de dólares por un golpe ya era algo escandaloso, algo que iba en
contra de las reglas.
Los
golpes iban de los cien mil a los doscientos mil como mucho. El que se
ofreciera más no significaba necesariamente que el golpe fuera a hacerse mejor;
en todo caso, lo único que se conseguía era que los novatos que vivían bajo un
puente salieran a probar suerte, interfiriendo en el camino de los
profesionales y abarrotando el territorio. Ofrecer dos millones de dólares era
algo de locos. Los hombres de antaño no lo habrían tolerado ni por un momento,
estuvieran o no tras las rejas. Pero, al parecer, esos tiempos habían pasado y
las tranquilas y mortales normas que habían gobernado el mundo estaban
destrozadas.
Era
una señal muy clara de que ya iba siendo hora de retirarse; sin duda alguna.
Invertiría muy bien los dos millones de la recompensa de Fadul. De todas
maneras, los matones como él desperdiciaban el dinero. No tenían ni la menor
idea de para qué servía. Los hombres de antaño sabían muy bien que el dinero
era una herramienta de precisión: un bisturí, no una pala.
El
profesional se quedó mirando fijamente por las ventanas, observando cómo se
arremolinaban las nubes cargadas de tormenta. El paisaje era maravilloso, tal y
como le había dicho la agente inmobiliaria. La mujer se había ido feliz con la
negociación, convencida de que el paisaje había sido decisivo para cerrar el
trato. La hermosa y joven agente jamás habría imaginado que la venta se había
realizado porque, salvo que apareciera un francotirador en helicóptero, el
ático estaba fuera del campo de tiro de cualquiera.
La
lluvia empezó a golpear el cristal blindado de las ventanas. El clima ya iba
cambiando, así que iba siendo hora de deshacerse de Mariana Espósito y
desaparecer en el Caribe.
El
profesional ejercía una disciplina mental de lo más estricta cuando se centraba
en una misión, pero por unos segundos, mientras el cielo se volvía gris y la
lluvia se convertía en granizo, le fue fácil soñar despierto con su casita en
la playa. A lo lejos, los edificios de oficinas empezaban a encender las luces
temprano. Diez pisos más abajo, la gente corría a resguardarse de la lluvia y
del viento que golpeaba sus paraguas y abrigos.
La
casa que estaba en lo alto de un acantilado, miraba hacia una extensión de
playa sin límites y de arena fina como el polvo. El agua era del mismo color
que el cielo y se veía el fondo aun desde la distancia.
El
profesional se sirvió dos dedos de whisky y contempló su futuro de playas,
atardeceres eternos y una vida de delincuencia mucho mejor.
Peter
recordaba haber leído en algún sitio que los científicos habían descubierto por
qué a algunas personas se las consideraba guapas. Era un juego de la mente,
relacionado con la geometría. La belleza era simetría, era así de simple. Si
los dos lados de la cara eran idénticos: ¡bingo! Estrella de cine o chica de
portada.
Peter
miró un segundo a la mujer que había sentada a su lado. Tenía el arco de la
ceja derecha un poco más alto que el de la izquierda y a su vez el ojo
izquierdo más chico que el derecho, pero ¿quién no tenía un ojo más chico que
el otro? Y, aun así, era asombrosa. No podía apartar los ojos de ella. Lo que
demostraba que los científicos no tenían ni la más mínima idea de nada.
Allá
donde estuviera Lali, el aire vibraba a su alrededor como un colibrí. Tenía un
brillo especial, como si tuviera luz propia.
Menos
mal que conocía el camino hasta El Puesto con los ojos cerrados, porque se
distraía fácilmente con las emociones que se veían en su expresivo rostro, tan
sincero y a todo color. Era tan delicada, desde la perfección perlada de su
piel con ligeros toques rosados a los profundos ojos color marrón y las cejas
color caoba perfectamente arqueadas.
Cuando
reuniera el valor suficiente, le pediría que volviera a dejarse el pelo
castaño. De morocha, Lali debía de ser absolutamente irresistible.
Estaba
hecho un tarado. Ni siquiera era capaz de reunir el valor suficiente para
pedirle que no volviera a teñirse el pelo.
Probablemente
se hubiera acostado con Lali más veces durante aquella semana que con su mujer
durante el tiempo que duró su matrimonio. Era cierto que aún no había explorado
todo su cuerpo. No le había mostrado sus dotes con la lengua; ¡Dios!, pero si
no habían pasado de la postura del misionero. No creía poder saciarse nunca de
ella lo suficiente como para poder explorar nuevas formas. Pero sabía muy bien
qué hacer para que disfrutara y estaba ansioso por explorar, en algún momento,
esperaba fuera cercano, nuevas formas de hacerle el amor despacio. Sabía a qué
sabía su cuerpo, cómo eran los sonidos que emitía, las fuertes contracciones
con que lo agarraba cuando llegaba al clímax...
Mierda.
Ya estaba otra vez armando tienda de campaña. Menos mal que se había dejado la
casaca puesta. «Piensa en otra cosa», se ordenó. Pero su mente volvía una y
otra vez a Lali. Se sentía más cerca de ella de lo que se hubiera sentido nunca
con ninguna mujer. Mucho más cerca de lo que se había sentido con Melissa, eso
seguro.
Peter
se preguntó con profunda inquietud si encontraría sus silencios ofensivos o
extraños. Melissa siempre estaba quejándose de ello, pues lo acusaba de
ignorarla.
Lali
era habladora. Normalmente eso le molestaba. Él era un solitario por carácter y
por decisión propia, pero cuando hablaba de lo que había hecho en la semana, su
adorable y suave voz lo cautivaba sin remedio. Escucharla era una maravilla;
era divertida y elocuente.
Luego,
mientras la escuchaba hablar, se quedaba cada vez más sorprendido con las
historias que le contaba de los habitantes de Fiambalá. ¿Habría dos pueblos
distintos pero con el mismo nombre? ¿Cómo podía haber estado en los mismos
sitios y a la misma hora que ella, y no haberse enterado de lo que pasaba a su
alrededor? ¿Por qué sabía todo aquello? ¿Y por qué no lo sabía él?
Se
enteró de que había algo llamado el «síndrome del nido vacío», que Nadia
Castillo lo padecía y que Beatriz Valle lo había pasado también, hacía tiempo;
también supo que Santiago Prado seguía deprimido por la muerte de su esposa. Al
escucharla hablar de la gente con la que él había crecido, se quedó sorprendido
y algo triste. ¿Por qué a él nadie le decía nunca nada?
¿Dónde
había estado él mientras sucedía todo aquello?
mmmaaassss
ResponderEliminarMaaassss
ResponderEliminarMe encanta!1 Más!
ResponderEliminaraaa me ennnncaaaacctaaa
ResponderEliminarmas mas ma
besos @x_ferreyra07
Q ganas de maaas!!!!
ResponderEliminar@laliteronfire
Peter es como un animal salvaje ,JAJAA pero me encanta lo noble de sus sentimientos
ResponderEliminarmassssssssssss
ResponderEliminarClaro, él viviendo como un ermitaño cómo se va a enterar de lo que pasa en el pueblo...
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
Otroooo, me encanta :)
ResponderEliminarme encanto,mas
ResponderEliminarMe gusto el capítulo!!! espero el proximo!
ResponderEliminarCuando eres tan serio ,no eres tan perceptivo como una persona alegre .
ResponderEliminarLas personas alegres, x naturaleza son mas abiertas y perceptivas,a los k los demás se abren fácilmente .
Jajajajajaja,encima ser hombre ,k no se enteran jamás d nada.
Maaaas
ResponderEliminarOws mas novelas.. te amo tenes las mejores novelas y no me las quita i love :3 :((
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