jueves, 12 de septiembre de 2013

Capítulo 14



Hola, chiquillas!!!! ¿Cómo les va? Espero que todo bien hoy!!!! Gracias por leer y sus comentarios, lo más!!!! Un besote y mañana nos leemos!


Twitter: @Caparatodos
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Frunciendo el ceño y sorprendido ante su propia imprudencia, Peter se incorporó y se dedicó a vigilar a la pequeña.

Capítulo 14:

Secándose el pelo con la toalla, Lali cruzó el corredor en puntas de pie. La tarde prometía ser muy calurosa, así que se había puesto un top de algodón de color rojo y una babucha. No se había entretenido mucho, pero aun así se había demorado un poco más de lo que le había dicho a Peter. Necesitaba esos cinco minutos extra para recomponerse un poco después de aquel extraño intercambio. Había sido una broma. Peter tenía un sentido del humor muy peculiar. Probablemente se estaba vengando por todo lo que su familia le había hecho pasar la noche anterior. Debía de haberse reído mucho de ella, y sin duda después sacaría el tema delante de Candela, Eugenia y Martín.

Peter estaba sentado en el borde de la cama cuando entró al cuarto. Había un montón de ropa doblada a su lado. Estaba esperando su turno para bañarse. Valentina no se había movido, felizmente.

—La ducha está libre —le dijo tranquila.

—Gracias —dijo él.

Si bien no salió corriendo de la habitación, tampoco perdió ni un segundo. Frotándose el pelo con la toalla, Lali recordó una vez más que Peter no era hombre de familia. Su total falta de interacción con Valentina no dejaba lugar a dudas.

La niña empezaba a moverse cuando él regresó. Se había dejado el pelo mojado y se lo había peinado para atrás con los dedos. Estaba recién afeitado. Se había puesto un jean oscuro con un polo verde de manga corta que le quedaba pintado. Estaba impresionante, como siempre. Sus primas entrarían en «modo coqueteo» apenas lo vieran. A lo mejor debía advertirle acerca de Patricia y de Clara…

—Acabo de oler café —dijo él, metiendo la pijama en una bolsa—. Supongo que no somos los únicos que se han levantado temprano. O a lo mejor despertamos a alguien.
Valentina abrió los ojos, parpadeó un par de veces, balbuceó algo incomprensible y empezó a dar pataditas al ver a su madre.

—Buenos días, chiquitina —Lali agarró la bolsa de pañales.
Peter se acercó a la cuna. Miró a la bebé con curiosidad.

—¿Siempre se levanta tan contenta?
Lali le hizo cosquillas en la pancita para hacerla reír.

—Casi siempre. Es una niña muy tranquila —evitando la mirada de Peter, cargó a su hija y caminó hasta la puerta—. ¿Bajamos a ver quién está haciendo café?
         
         
Roberto levantó la vista de su taza de café con una sonrisa en los labios.
—Buenos días. Sírvanse un poco de café. Lo acabo de hacer. Puedo servirles un té si les provoca.

—Yo prefiero café —dijo Peter, yendo hacia la enorme cafetera rodeada de tazas.
Roberto dejó a un lado el periódico que estaba leyendo y se levantó de la mesa.

—Hay jugo de naranja recién hecho en la refrigeradora. Pensé en hacer facturas para el desayuno. La masa ya está lista. Lo único que hay que hacer es meterlas al horno. Tenemos dulce de leche, crema y mermelada, aunque por ahí prefieren unos tostados que también hay. No vamos a esperar a los otros. ¿Quién sabe cuándo bajará Salvador? No suele desayunar mucho.

—Mmm... Todo suena muy rico —balanceando a Valentina sobre la cadera, Lali abrió la refrigeradora y la leche—. ¿Dónde está mamá?

—En un rato baja. Le dije que se tomara su tiempo, que yo me encargaba del desayuno.

No había duda. Roberto estaba mimando demasiado a su madre. Lali agarró la caja de cereales para bebé que había dejado en la cocina la noche anterior. A lo mejor ese matrimonio duraba más de lo que ella pensaba… Después de tres años, las cosas parecían bastante estables, sobre todo porque Roberto tenía la paciencia de un santo.

—Espera. Deja que tenga a Valen mientras preparas el desayuno —dijo Roberto, extendiendo las manos—. Seguro que estás acostumbrada a tener solo una mano libre, pero igual te puedo ayudar un poquito.
Valentina se lanzó a los brazos de Roberto como una loquita. Empezó a toquetearle la cara mientras balbuceaba cosas.

—Pero qué princesita más linda tenemos aquí —le dijo Roberto, sonriendo—. ¿Lali, te importa que me llame abuelo? Me encantaría tenerla como nieta.

—Bueno, todavía no ha dicho ninguna palabra clara, pero cuando lo haga, no tengo ningún problema —dijo Lali, emocionada.

—¿Te sirvo una taza, Lali? —le preguntó Peter, con la jarra de café en la mano.
Lali notó cierto gesto de disculpa en su expresión, como si sintiera vergüenza de no haber sido el primero en ofrecerse a ayudarla con Valentina. Le sonrió. Quería lanzarle un mensaje de tranquilidad.

—Sí, por favor —dijo.
Se llevó el desayuno de su hija a la mesa y se sentó.

—Gracias, Roberto.
Roberto le dio un beso a la niña en la cabecita y la puso sobre las piernas de Lali.

—Un placer. Siempre he querido ser abuelo, pero a mis hijos aún les faltan unos añitos para poder darme nietos.

Lali había conocido a los hijos de Roberto tres años atrás, en la boda. Eran una chica y un chico; dos adolescentes reservados y educados. Según lo que su madre le había contado, Roberto viajaba a verlos bastante seguido, pero su madre no solía ir con él.

—Buenos días, amores —dijo Majo, lanzándoles besos a todos.
Sacudiendo la cabeza, Lali notó que Roberto miraba a su esposa con unos ojos radiantes. Aunque su relación tuviera ciertas carencias, era evidente que estaba muy enamorado.

—Buenos días, amor —le dijo, levantándose—. Siéntate. Te voy a traer un poco de café y unas facturas.

—Gracias, lindo, pero solo voy a tomar café. Tengo que cuidar las calorías, sobre todo con la comilona que vamos a tener hoy, ¿sabes? ¿Qué tal estaban las facturas, Lali?
Contemplando su propio plato vacío, Lali tuvo que hacer un esfuerzo para no reaccionar a la defensiva.

—Estaban deliciosas.

—¿Te importa que cargue un rato a Valen? Puedes seguir desayunando, si quieres, aunque no olvides que esta tarde va a haber un montón de comida en la casa de la abuela.

—No quiero más. Gracias.
Esbozando su mejor sonrisa, Majo extendió los brazos hacia la niña.

—Ven con la abuela, chiquita.

Lali sintió un gran alivio al ver que la pequeña iba con agrado. Valentina quiso agarrar los lentes de su abuela, pero esta logró interceptar la manito a tiempo y le dio un beso en el dorso. Aunque la exhibición de afecto fuera un espectáculo dirigido a Roberto y a Peter, Lali aún quería creer que en el fondo había una pizca de verdadero cariño.

Mientras Majo jugaba con la niña, ayudó a Roberto a recoger la mesa. Guardaron las facturas que sobraron por si Salvador las quería más tarde.

—Será mejor que vaya a bañar a Valentina —dijo Lali cuando terminaron de recoger la mesa.

—Ponle algo muy especial. Va a ver a su bisabuela por primera vez —le dijo Majo, manchándole el cachete con lápiz de labios al darle un beso. La dejó en los brazos de Lali—. Y tú también tienes tiempo para alistarte, Lali, así que no te apures.
Lali arqueó una ceja.

—Ya estoy lista, mamá. Esto es lo que me voy a poner hoy.

—Ah, ¿en serio? Pensaba que quizás te ibas a poner una falda.

—No. Esto es lo que traje.
Su madre dejó escapar un suspiro.

—Bueno, está bien entonces. Todo el mundo entenderá que una madre joven y ocupada no tiene mucho tiempo para arreglarse.
Valentina botó un poco en los brazos de su madre.

—Mamamama —dijo de repente.

—¡Ha dicho «mamá»! —exclamó Majo, entusiasmada—. La he oído hablar por primera vez. ¿Lo ha dicho antes?
Sonriéndole a la niña, Lali le limpió la mancha de pintalabios con la yema del dedo.

—Unas cuantas veces, aunque nunca sé muy bien si está diciendo la palabra o si simplemente balbucea cosas.

—A mí me pareció que decía «ma-má» —dijo Roberto—. Se ve que es una niña muy inteligente. Di «abuelo», Valen.
Valentina contestó con una cadena de sílabas ininteligibles. Todos comenzaron a reír.

—Muy bien. Después vas a seguir intentando —dijo Roberto, emocionado.
Majo le dio una palmadita en la espalda a la pequeña y señaló a Peter con la otra mano.

—Di «papá», Valentina. Sería maravilloso que lo dijeras esta tarde.
Aquel momento agradable se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Lali se volteó bruscamente y alejó a Valentina de su madre.
Majo parpadeó como si no entendiera nada.

—¿Qué?

—Córtala de una vez, ¿dale? Si quieres que Peter y yo vayamos a la reunión, para. Te lo digo en serio, mamá.

—Pero si solo… —dijo Majo, poniendo su mejor cara de yonofui.

—Voy a cambiarla —dijo Lali—. Roberto, por favor, ¿podrías decirle a mi mamá que este fin de semana se la está jugando muy en serio, y que más le vale cuidar muy bien cada paso que dé durante el resto del día?

Sin darle tiempo a nadie para contestar, Lali dio media vuelta y abandonó la cocina. Al salir le pareció ver que Peter vacilaba un instante, como si no supiera muy bien qué hacer.
Un segundo después fue detrás ella.

Continuará…

21 comentarios:

  1. Enserio Majo me tiene un poquito MUY harta!!!!!
    @ROCHI16TA

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  2. klandklas me muero me encanta mas!!

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  3. Muy bueno ojalá peter le declaré sus sentimientos porq los dos están enamorados 😄

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  4. Me encanto!
    mas :)

    @ligiaelenaCM

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  5. Majo siempre tiene que hacer algo para meter la pata... perfecto que Pitt ayude a Lali pero que no confunda a la niña, no es su padre - aunque quizas llegue a serlo.

    Roberto parece un hombre muy enamorado, demasiado diria yo. Y con Valen es muy buen abuelo. Peter... para mí que debería jugarsela un poco mas con Valen, es una nenaaaaa a lo sumo llora cunado la tenga en brazos pero no muerde jajaja. Con Lali, para mí está haciendo las cosas bien. De a poco va avanzando, pero debería ser más claro =)

    Lali esta cansada, si yo fuera ella le habría dicho a mi madre demasiadas cosas ya.

    besosss TQ

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  6. Mas novela. Me encanta.
    Al fin Lali le contesto a su madre.
    Una tierna Valentina.
    Más nove
    besos
    @vickypelua

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  7. Es muy pesada la madre! Más me encanta!!

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  8. La madre se gano todos los premios como insufrible! Roberto un amor y muy cariñoso,Peter parece q le tiene miedo a la bebé,JAJA muy comun en algunos hombres.
    Ya me estoy imaginando lo q va a ser esa reunion,JAJA

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  9. Haha pobre peter no sabe que hacer como comportarse
    Majo me tiene harta y Roberto pobre lo tienen controlado
    Quiero masss

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  10. siempre la caga majo
    porque habla de mas??
    peter no se merece q lali lo esquive, con todo lo q el se esta aguantando
    beso

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  11. Nah, es insufrible, insoportable, pedante y necia! Un chiche!! Dan ganas de golpearla.
    Y a Roberto, lo dije y lo reitero hay que canonizarlo YA! Pero tb llevarlo a terapia es obvio que tiene un problema de autoestima, no puede estar bien ese hombre, tanta devoción por esa loca no es normal! jajaja
    Quiero más!
    Lore

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  12. Uhhh dios que madre mas pesada loco jajajajajaja me lei todos los capis en 20 min jajaj re enganchada yo!! avisame cuando vuelvas a subir por favor, aqui en mi blog http://casiunangelaliado.blogspot.com.es/ ademas recien comienzo una nove nueva laliter

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  13. Peteeeeeer! Declarate, besala, chapala haz lo que quieras pero..no te quedes tan quieto che ajjaja!Quiero que la madre de lali deje de romper aunque fue con buenas intenciones..me habria gustado escouchar valen decirle papi a peter ajjaj!Espero mas,beso!Giu

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  14. Pobre Peter, que incomodo debe estar. Ahora, no se quien esta más loco; si la mamá de Lali por ser como es o Roberto por estar enamorado de ella.

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  15. Pobreecito Peter mi vida no debe saber que hacer, ya quiero que haya un avance entre Lali y el =$

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