lunes, 16 de septiembre de 2013

Capítulo 18



Hola, hola!!!! ¿Qué tal arrancaron la semana, chicuelas? Espero que todo bien!!! Gracias por sus comentarios y por alegrarme con todo lo que dicen! Me hacen reír, son geniales!!!! Y ni tonta ni perezosa, Valentina no solo ya se metió a Peter al bolsillo sino por lo visto a todas ustedes jajajaja Esa pequeñita, por más chica que sea tiene a Peter de recoge Risitas :P Un beso y hasta mañana!!!

Twitter: @Caparatodos
____________________________________________________

Peter no sabía muy bien qué decir ante semejante afirmación. Por suerte, el mono de peluche golpeó nuevamente el piso, así que no fue necesario hacer ningún comentario. Lo recogió y se lo devolvió a Valentina con un guiño. La niña se rio y empezó a sacudir el muñeco con entusiasmo.

Capítulo 18:

El comedor, largo y angosto, era la parte más grande de la casa. Había dos mesas para diez personas cada una y en el extremo más alejado había dos mesas auxiliares que abarcaban toda la pared y estaban llenas de comida. Mientras veía cómo se abalanzaba su familia sobre los platos, Lali no podía sino darle la razón a su madre. Había comida de sobra. Con Valentina apoyada en la cadera, se mantuvo alejada y esperó a que la primera avalancha de humanos hambrientos se tranquilizara. Laura e Inés no hacían más que corretear por todo el lugar. La abuela Riera, siguiéndolas con la mirada, comentó que los niños debían aprender a comportarse lo antes posible.

—No es fácil para una madre soltera criar a dos niñas —dijo Teresa, saliendo en defensa de su hija Patricia—. Las niñas tienen mucho carácter, pero Patricia hace todo lo que puede.

—Entonces debería esforzarse un poco más —dijo la abuela, mirando a Inés con el ceño fruncido.
La niña acababa de tirarle un pedazo de pan a su hermana.

—Solteros o no, una madre o un padre deben enseñarles a sus hijos cómo comportarse con educación.

Patricia agarró a Inés por el hombro y la sacó del comedor para resondrarla. La niña empezó a lloriquear y a protestar. Lali hizo una mueca.

Mientras Majo y Teresa discutían sobre quién debía servirle la comida a la abuela, Roberto llenó un plato con raciones muy generosas y lo puso delante de la anciana, acompañado de un vaso con jugo.

—¿Le traigo algo más, abuela?

—No. Gracias, Roberto. Anda a comer algo y descansa un poco. Tu esposa puede servirse ella solita. Lo sabes, ¿no?
Roberto se rio.

—Sí, señora. Lo sé.
La abuela Riera miró hacia el otro lado del comedor.

—Lali, sírvanse algo con Peter, y vengan a sentarse conmigo. ¿Qué vas a hacer con la niña mientras comen?

—Yo la sujeto. Estoy acostumbrada a comer con una mano.

Asintiendo con la cabeza, la abuela Riera le dijo a todo el mundo dónde debía sentarse. Aparte de Lali y Peter, en su mesa se sentaron Majo y Roberto, Teresa, Néstor y Sandra. Si alguien estaba descontento con el arreglo, no se atrevió a protestar. En la casa de la abuela solo mandaba ella.

Como Lali sujetaba a la niña, Peter la ayudó a servirse y le llevó el plato a la mesa. Concentrada en la comida, Lali se dedicó a darle cucharaditas de puré de camote y pedacitos de plátano a la pequeña mientras comía. Poder evitar la intensa observación de los demás era todo un privilegio en ese momento. Peter, por su parte, conversaba alegremente y recogía del piso el peluche de Valentina cada tanto.

Majo, en cambio, no hacía más que presumir sobre su hija y su yerno, inventándose historias cada vez más ridículas. Y su tía Teresa, como no podía ser menos, se empeñaba en jactarse diciendo que su hija Patricia ganaba mucho dinero como enfermera practicante.

—…Y Clara acaba de graduarse como maestra de educación inicial —añadió, lo cual le permitió enlazar el asunto con las buenas notas que sus nietas habían sacado en el colegio.
La conversación siguió por ese rumbo hasta que Teresa decidió lanzarle un ataque a Lali por no haberlas invitado a su boda.

—Me hubiera gustado verte caminar hacia el altar —dijo, aparentemente afectada—. Y aunque imagino que Peter y tú no se podían pagar una fiesta por todo lo alto, seguro que tu madre los hubiera podido ayudar un poco.
       
—Nunca quise una boda a lo grande, tía —dijo Lali, escogiendo las palabras con cuidado—. No tiene nada que ver con el dinero. Mi idea de una boda perfecta es una ceremonia íntima en la que solo esté yo y el hombre que amo. Los casamientos a lo grande suelen gustar mucho a la gente, pero tú sabes que a mí siempre me han gustado más las cosas discretas.

—Por supuesto —dijo Teresa. Todavía parecía un poco molesta—. Eres tan discreta que apenas te vemos por aquí.

—¿Les conté que Peter está escribiendo un libro? —dijo María José de repente, llamando la atención de todo el mundo.
Por una vez, su madre había dicho algo que era verdad. Peter empezó a decir algo, pero Majo lo interrumpió. Tenía que ser ella la protagonista.

—Ya ha firmado un contrato con una editorial importante. Estoy segura de que va a ser de los libros más vendidos del año. Tendrá que ir de gira, firmar libros, hacer entrevistas en televisión. ¿No es emocionante?
Lali sacudió la cabeza y miró a su madre, pero esta no se dio por aludida. Parecía dispuesta a seguir, pero esa vez fue Peter quien intervino.

—En realidad, mi socio y yo estamos trabajando en un manual para huertos domésticos basado en fotografías. Todavía no tenemos nada seguro en cuanto a editorial, pero hemos logrado algunos contactos interesantes.
Majo hizo un puchero.

—No seas tan modesto, Peter.

—Majo, tampoco hay que exagerar.

Mordiéndose el labio para no reírse, Lali se preguntó si su madre había captado la indirecta. Se oyeron varias carcajadas, algunas ahogadas y otras que se convertían en risotadas. Majo se puso roja como un tomate, pero mantuvo la frente bien en alto.
Teresa, evidentemente, no hizo esfuerzo alguno por esconder la sonrisa.

—El término «exagerar» se queda corto cuando se trata de mi hermana.

—En la mesa no, Teresa —la abuela la interrumpió con firmeza.
Teresa y María José intercambiaron miradas asesinas. Como era de esperar, Majo se la agarró con su hija en un intento desesperado por conservar la dignidad.

—Fuiste tú quien me dijo que tu marido ya tenía editorial.
Lali atrapó la manita de Valentina en el aire. La niña quería agarrar su tenedor.

—Te dije que Peter está trabajando en un libro, mamá, pero no te di más detalles.

—Bueno, sí, pero me dijiste que…

—No creo que quieras seguir con esto, mamá.

—Pero…

—¿Quién ha preparado este delicioso plato de verduras? —preguntó Peter rápidamente, dándole un golpe a Lali en la rodilla—. Me recuerda a uno de los platos de mi restaurante favorito.

Lali captó la indirecta y se concentró en darle de comer a su hija. No obstante, tenía claro que si su madre volvía a las andadas, arremetería contra ella con toda la artillería. Ya se le estaba acabando la paciencia y las consecuencias cada vez importaban menos

Continuará…

21 comentarios:

  1. Me encanta Peter! Jajajaja y Lali no se queda atras...
    MAS, MAS, MAS MAS
    Besos ♥

    ResponderEliminar
  2. ES UNA PESADILLA!! MAJO es una pesadilla de verdad, y encima, para colmo de los colmos va y resulta que Teresa es igual o más competitiva que su hermana. La abuela Riera tiene dos señores ovarios pa llevarlos a todos pa delante eh jajaja
    espero mas noveee TQ

    ResponderEliminar
  3. Jajaja esa MAjo es insufrible!!!
    Quiero más!
    Lore

    ResponderEliminar
  4. La mama de lali es muy estresante!
    Mas :)

    @ligiaelenaCM

    ResponderEliminar
  5. Majo es lo mas infumable q he visto! Peter se ha anotado vs ptos para mi gusto y creo q Lali ha caido en sus redes ya!
    Quiero leer mas!Me imagino q algo esta por pasar en esta reunion!

    ResponderEliminar
  6. AYY que cosito peter tratando de ayudar y que rico lo que hizo con majo y majo que rajona que es y la abu ayudara a ver que sienten mutuamente mas ojala que si massssssss

    ResponderEliminar
  7. que pesadaaaaaa majo
    me encantan lali y peter jajaja
    beso

    ResponderEliminar
  8. Que antipática la mamá de Lali y las tías ni que decir, que fea familia y Peter todo un Amor ayudando a Lali.
    @Masi_ruth

    ResponderEliminar
  9. Peleas de hermanas interminables, tremendas viejas y es para mostrar que hija es mejor patéticas son que horrible. Inventa a lo que no es verdad un color le da Majo es insoportable MÁS!

    ResponderEliminar
  10. Ir lindo peter lo amo puso en su lugar. Majo haha quiero más nove :3

    ResponderEliminar
  11. Te juro que me matan ajaja! Moriria por ver la cara de la mama de lali cada vez que hace un papelon!! Espero mas ajaja beso!Giu

    ResponderEliminar
  12. preciosaaaa!tengo que hablar contigo por MD por que tengo un lio tremendo jajaj ya te contare no se si sabías pero he estado con gripe y hasta hoy me era imposible leer ninguna novela, ni tan solo escribir la mía, me perdí muchisimo pero ya me puse al día, que decirte que tu no sepas? como siempre es una novela genial, eres una gran escritora, y una persona genial! un beso @cf_planzani_cat

    ResponderEliminar
  13. Hoola soy nueva por aqui, al menos firmando, ya me lei todas tus novelas ahora ya llegue hasta aqui, ayy estoy encantada con tus novelas, espero que pronto subas el siguiente capitulo y asi poder seguir deleitandonos a todas, muchas gracias..

    ResponderEliminar
  14. jajajajajajajajaja AMO a Peter!!!! como la soporta yo ya le hubiera tirado un plato por la cabeza a esa mujer!!!! @LuciaVega14

    ResponderEliminar