sábado, 14 de septiembre de 2013

Capítulo 16




Hola!!!! Buenas noches para todas! ¿Qué tal estuvo el día, muchachas? Ojalá que todo bien por ahí!!! Un beso a todas y gracias por leer!!!!! Que disfruten de lo que queda del sábado y tengan buen domingo! ;)

Twitter: @Caparatodos
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Lali se encogió de hombros. Se preguntó por qué había empezado con esa conversación. 

Capítulo 16:

—Supongo que tienes razón. Es que es una lección muy dura de aprender cuando eres un niño.
Una lección que dejaba cicatrices… No quería que su hija tuviera esas cicatrices por el resto de su vida.

Peter estacionó atrás de Roberto, frente a una vieja casa de ladrillos. Ya había varios coches estacionados delante. Apagó el motor y se giró hacia ella un instante.

—Creo que deberíamos hacer un pacto.

—¿Qué clase de pacto?
Tomándola por sorpresa, deslizó la yema del dedo sobre su labio inferior.

—Deja salir a esa Lali traviesa y descarada, solo por hoy. Métete en el papel como si hubiera un millón de dólares en juego. Haz que tu madre se confunda hasta que ya no sepa distinguir la verdad de la ficción. Pásalo bien, hazte de buenas historias para contarles a los chicos y deja que mimen a Valentina durante toda la tarde. Diviértete, Lali. Que seas madre no significa que no puedas soltarte las trenzas y pasarlo bien de vez en cuando, incluso en una de estas reuniones familiares.
Lali inhaló profundo. Sentía un extraño cosquilleo en los labios tras ese contacto inesperado.

—Eh…

—Además… —le recordó Peter con una de sus compradoras y típicas sonrisas—. Tenemos otra apuesta, ¿te acuerdas? Tengo que pagarte los cincuenta si logras seguir con esto.
Lali se aclaró la garganta.

—Te vas a arrepentir de haber hecho esa apuesta cuando te gane.
Peter se rio a carcajadas. Parecía satisfecho con la respuesta.

—Aposté el doble con Martín. Así que siempre voy a ganar cincuenta. A menos que… lo hagas todo mal. En ese caso, ganaré sus cien y tus cincuenta. A lo mejor me doy un banquete el próximo miércoles.
Lali levantó la barbilla.

—A lo mejor yo pido lo mismo… con lo que gane.

—Ver para creer, petiza —dijo Peter.
Lali se rio.

—Trato hecho, guapetón.
La mamá de Lali golpeó el capó del coche con impaciencia.

—¿Van a entrar? —les preguntó. En la mano tenía uno de los platos que había llevado para la comida.
Lali sospechaba que todo lo había preparado Roberto.

—Yo llevo a Valen —dijo Lali, bajando del auto—. ¿Puedes cargar el bolso de los pañales, por favor, amor?

—Sí, linda —dijo Peter, riéndose.
Majo se empeñó en entrar antes para poder anunciarlos como era debido.

—Mamá, no necesitamos que nadie nos anuncie. No somos de la realeza.

—Solo quiero que todo el mundo sepa que están aquí.

—Banquete el miércoles —le susurró Peter al oído, entre risas.
Ella le lanzó una mirada fulminante y guardó silencio. Manteniendo a Roberto a su lado en todo momento, Majo tocó el timbre. Lali respiró profundamente, le dio un abrazo a su hija y miró a Peter.

—Debería disculparme por adelantado —susurró cuando él se inclinó un poco.

—No es necesario —murmuró, sorprendiéndola con un beso en la mejilla.
Valentina extendió su manita, le acarició la mejilla… Y justo en ese instante abrió la puerta la tía Teresa. Si lo hubieran planeado no habría salido tan bien.

—Teresa, por fin te presento a mi yerno, Juan Pedro Lanzani, y a mi hermosa nieta, Valentina. Lali, hija, dile «hola» a tu tía —añadió como si Lali todavía fuera una niña.
Lali forzó una sonrisa. Peter acababa de darle un apretón en la cintura.

—Hola, tía. Me alegro de verte de nuevo.

Idéntica a su hermana, la tía Teresa llevaba el pelo teñido de rubio y rizado. Pesaba unos pocos kilos más que Majo e iba vestida de la misma forma; saco estampado de animal print, una blusa hueso, capri y sandalias con lentejuelas. Las dos hermanas parecían sacadas de una novela de la tarde.

—Te veo muy bien, Lali —dijo Teresa, mirándola de arriba abajo—. Veo que has perdido casi todo el peso del embarazo. ¡Qué bueno por ti! Seguro que bajas lo que te falta muy pronto.
Peter emitió un sonido que estaba a medio camino entre un suspiro y un gruñido. Lali decidió ignorar el comentario.

—Bueno, así que tú eres Peter —dijo Teresa, dirigiéndose a él—. Majo te llamaba Paulo, pero anoche cuando hablamos por teléfono me dijo que había mal entendido tu apodo.

Lali se dio cuenta de que su madre nunca dejaba de sorprenderla. Era increíble que siempre fuera capaz de encontrar una explicación razonable que pudiera salvarla de sus mentiras.

—Así es. Encantado de conocerla, señora…

—Llámame Teresa. No soy la señora de nadie en este momento.
Majo se soltó de Roberto y sonrió.

—Roberto y yo vamos a llevar los platos a la cocina. ¿Por qué no les presentas a los demás, Teresa?

A juzgar por el nivel de ruido de la casa, un buen lote de la familia había llegado. Lali oía a adultos que hablaban, pero también se escuchaban muchos gritos de niños, conversaciones, un partido de fútbol en la televisión… ¿Cuánta gente había asistido a la reunión?

—¿Han venido todos, tía?
Teresa asintió.

—Ha venido Patricia con sus hijos, y Clara llegó hace unos minutos. Ven a saludarlas. Hace tanto tiempo que no vienes a una reunión familiar que seguramente no se van a reconocer.

—Los vi a todos cuando Roberto y mamá se casaron —le recordó Lali.

—Pero eso fue hace tres años, La —dijo su madre por encima del hombro, caminando hacia la cocina con Roberto—. Roberto y yo dejamos de ser recién casados hace tiempo.

—Paciencia —le susurró Peter al oído.

Lali se rio suavemente. Apoyó a Valentina en la cadera y siguió a su tía hacia la sala, lugar del que provenía todo el ruido. Por lo menos tendrían unas cuantas anécdotas interesantes que compartir con sus amigos el miércoles.

La primera impresión de Lali fue que su abuela estaba rodeada de niños, pero unos segundos más tarde se dio cuenta de que solo eran tres. Los chicos no hacían más que correr de un lado a otro y hacían ruido como si fueran cinco o seis. Lali identificó enseguida a las hijas de su prima Patricia, Inés y Laura. Debían de tener seis y cuatro años aproximadamente. El pequeñín que las seguía a todas partes era el hijo de Miguel, Lucas. La esposa de Miguel, Soledad, había estado embarazada tres años atrás. Al ver a los niños, Valentina empezó a patalear y a balbucear cosas.

Lali no tardó en darse cuenta de que Teresa y Clara tenían a Peter en la mira. Patricia estaba divorciada del padre de sus hijas y Clara acababa de terminar un largo noviazgo. Por alguna razón, sus primas siempre se habían mostrado muy competitivas con ella. Trataba de mantenerse al margen de esa carrera, pero a veces resultaba muy difícil. Las saludó con una sonrisa cortés y con besos al aire.

—Por lo menos podrías aceptarnos en Facebook —dijo Patricia, quejándose—. Así sería mucho más fácil mantener el contacto y ver fotos de la niña.
Lali sonrió vagamente y les prometió que se crearía una cuenta.

Mientras las hermanas se peleaban por coquetear con Peter, Lali saludó a sus hermanos. Ambos estaban sentados frente a la televisión, viendo el partido.

—Me alegro mucho de verte de nuevo, Lali.
Su tío le dio un beso en la mejilla.

—Yo también me alegro de verte, tío. ¿Cómo estás?

—Bien, gracias.

Le presentó a su novia, Sandra, una mujer de unos cuarenta y pocos a la que parecían encantarle los niños. Enseguida preguntó si podía cargar a Valentina en brazos. Su tío, que hace varios años está divorciado, siempre tenía a una rubia a su lado. Lali no recordaba haberlo visto nunca con la misma dos veces.

Alejando a Peter de Patricia y de Clara, lo guió hasta su tío, que estaba acompañado de sus dos hijos, Rubén y Miguel. Ambos tenían unos treinta y tantos. Rubén estaba soltero y tenía fama de ser todo un mujeriego.

—¿Dónde está Soledad, Miguel? —preguntó Lali, mirando a su alrededor—. ¿Está en la cocina con la abuela?
El silencio incómodo le dio la respuesta. Miguel se aclaró la garganta.

—Soledad no vino conmigo este fin de semana.
Al parecer los chismes de su madre sobre el matrimonio de Miguel eran ciertos.
Lali conversó con su tío y con sus primos durante unos minutos más y entonces tomó a Valentina en brazos.

—Me gustaría ver a la abuela. Está en la cocina, ¿no?

—Mamá siempre está en la cocina —dijo Néstor—. Miguel, será mejor que cuides a ese niño antes de que tire abajo las cortinas.

Lali le hizo un gesto a Peter, dio media vuelta y caminó hacia la cocina. Habían pasado unos años desde la última vez que había visto a su abuela, pero aún recordaba dónde estaba la cocina. Al salir al corredor, dejó escapar el aliento, aliviada.

—Ha sido una experiencia muy interesante —dijo Peter, caminando a su lado.
Ella sonrió.

—No espero que recuerdes los nombres de todos.
Ambos reían cuando entraron en la cocina

Continuará…

16 comentarios:

  1. Paciencia de oro han de tener,q flia!Q buena onda tiene Peter,se lo nota a gusto dandole una mano a Lali!

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  2. Qué familia, don peor que los Soprano! jajaja
    Quiero más!
    Lore

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  3. Adora la nueva aplicación que tengo me deja comentar desde el cel, me encantó todo lo que dijo Peter quiero que se aproveche la situación.
    Masi_ruth

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  4. k manito le dio Peter ,para superar ese día en familia.

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  5. peter me parece que aprovecha con la escusa de la apuesta me encanta más!!!

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  6. promete mucho este pacto
    va...demasiado diria yo jajaja
    buen domingo
    besos

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  7. Paciecia es poco... se necesita algo mas que eso!!! pobre Peter en el lio que se metio jajajaja ya quiero seguir leyendo:)))

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  8. Jajaj una familia terrible es esa!!

    Arii

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  9. AMO AMO AMO TODAS TUS NOVELAS!
    Las leí todas y bueno ahora que tengo un blog te dejo mi comentario.
    Seguro que la abuela de Lali es re dulce, así como Lali.
    Besos y espero el próximo!

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  10. Creo que poco a poco lali esta empezando a disfrutar de la farsa ajjaj! Quizas muy pronto ella empieze a llamar peter amor de verdad ajaja, o que sea su marido de verdad ajjaja! Me encanta!Quiero mas nove!beso!Giu

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  11. Me parece que Peter va a sacar provecho de ese pacto =) Quizñas la Lali aventurera se atreva a estar más cerca de Peter =) Además esa Lali "loca" creo que no dudará en demostrar delante de todos la relación con Peter, cuanto se "quieren" y lo bien que estan "juntos"

    besos TQ!

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  12. en esta.familia.hay alguien que no esté divorciado o en intento a hacerlo??jajaja..familiaaa rara??jaja..nivrl de soportación 89,90% de parte de Lali..jaja..ya quieroo maas..
    @pl_mialma

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  13. Estos dos entre joda y joda va a terminar siendo realidad <3 !

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  14. Ahhhhhhhhhhhhhhhhh me encantooooo me reeeee encantooo!!!! @LuciaVega14

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