domingo, 22 de septiembre de 2013

Capítulo 24




Hola, hola!!! ¿Qué tal? Espero disfrutaran el domingo y les sirviera para desconectar, como relajo!!! Gracias por todos sus comentarios :D  Un besote y empieces la semana con todo!!!!!!! Mañana nos leemos again!

P.D.: Larguito como para cerrar la semana ;) Pensé en cortarlo, pero me arrepentí! Jajaja

Twitter: @Caparatodos
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Peter le dio la mano y entonces subieron al auto. Lali no miró atrás cuando el vehículo comenzó a moverse. El fin de semana había llegado a su fin, y la fantasía también. Ya era hora de volver a la realidad. 

Capítulo 24:

Lali estuvo en silencio durante la primera mitad del viaje. Peter no sabía si estaba cansada o abrumada, pero sí notaba cierta tristeza en su estado de ánimo. Escogieron un restaurante familiar situado a medio camino para hacer una parada. Valentina pudo sentarse en una sillita de comer y así Lali pudo tener las dos manos libres para alimentarla. Peter se ofreció a ayudarla, pero Lali rechazó todo tipo de ayuda. Ya había vuelto al «modo independencia» de siempre. Mientras comían, ella hizo un esfuerzo por volver a la normalidad, hablando de cosas del trabajo, de sus amigos, de lo que tenían que hacer… Hablaba de cualquier cosa excepto de la reunión familiar. Peter le siguió el juego, bromeando y riéndose cuando Valentina intentaba quitarles la comida de los platos.

—No te culpo, chiquitina —le dijo a la niña—. Yo también preferiría el filete de pollo con verduras a la parrilla antes que ese puré.

Trinchó un trozo de coliflor y se lo metió en la boca. Valentina observaba todos y cada uno de sus movimientos.

—Y ahora me estás haciendo sentir culpable.

—Será mejor que siga con los purés hasta que tenga algo más que dos dientecitos en la boca —dijo Lali, riéndose.
Le dio otra cucharada de la papilla y Valentina la aceptó con satisfacción, aunque todavía seguía mirando el plato de Peter de reojo.

—A lo mejor podría comer un poco de helado como postre, ¿no? —dijo Peter, mirando hacia el mostrador de los helados, situado al final del restaurante.

—No. Es demasiada azúcar.

—Mmm… sí, por supuesto… —dijo él, pensando que esa era otra de las cosas en las que no había pensado.
Felizmente no era responsable de la nutrición de ningún bebé.

—Tengo un potecito de compota de manzana. Le encanta comer esos postres.

—Bueno, eso suena mucho más saludable.

—Tómate un helado si quieres.

—Por muy tentador que suene, prefiero no comérmelo esta noche. Ya comí mucho dulce hoy.

—Creo que hay compota de manzana en el mostrador de los helados —le dijo ella, bromeando.

—Bueno, a lo mejor coma un poco de eso. ¿Qué te parece, Valen? Si es bueno para ti, debería serlo para mí también, ¿no?
Valentina balbuceó algo.

Cuando volvieron a la ruta, Lali parecía algo más relajada. La dejó tranquila durante unos minutos más y entonces habló.

—¿Quieres hablar?

—¿De qué? —le preguntó ella, sin alejar la mirada de la ventana.

—Del fin de semana. De tu madre. De lo que quieras.

—Estoy bien. Gracias.

—Se me da bien escuchar —le dijo, manteniendo los ojos fijos en la carretera—. Te he escuchado desahogarte sobre otras cosas, al igual que tú me has oído quejarme, así que si quieres…
Lali miró a la niña. Estaba dormida.

—En serio, estoy bien. Pero gracias.

—De nada.
Pasaron unos cuantos kilómetros antes de que Lali volviera a hablar de nuevo.

—Es que todo se ha complicado tanto.
Peter murmuró algo ininteligible.

—Mi abuela está muy mal de salud, mis hermanos me ignoran, mi madre está como una cabra, y mis primas me van a odiar cuando se enteren de que la abuela me dio el anillo cuando ni siquiera estoy casada.

—Eh… ¿Cabra?

—Bueno, es una de las descripciones más amables que se me ocurren.

—Con respecto a lo del anillo de tu abuela, tiene derecho a dárselo a quienquiera. Y tiene mucho sentido que quisiera dárselo a la hija de su primogénita. Tu tía y tus primas darán un poco de pelea, pero sinceramente, armarían lío bajo cualquier circunstancia.

—Bueno, sí, pero…

—Que se peleen con tu abuela si no les gusta la decisión.

—No se atreverían.

—Exacto. Y saben que tú tampoco vas a poder hacer otra cosa.

—Supongo que eso es cierto.

—¿Qué te hace pensar que les caes mal a tus hermanos?

—Ya los viste. Salvador ni siquiera se levantó del sillón para despedirse.

—Primero, Salvador es un adolescente. Los adolescentes no son simpáticos y abiertos a muestras de cariño precisamente, sobre todo con sus hermanos mayores.

—Lo sé. Supongo que esperaba algo más —dijo ella, suspirando.

—Yo creo que Salvador también quiere más. Y creo que está un poco enojado contigo porque no hay más.
Eso pareció captar la atención de Lali. Se giró para mirar a Peter.

—¿Crees que Salvador está molesto conmigo?

—Tal vez un poco. A lo mejor ni siquiera lo hace de forma consciente. Pero, seamos sinceros, no has ido a tu casa en tres años, y antes solo ibas de vez en cuando, según me contaste. Los chicos se toman muy mal esa clase de cosas. ¿Tú no?

—Yo… nunca pensé en ello de esa manera —admitió Lali, con un poco de reserva—. Tuve que irme de casa, pero nunca pensé que mi ausencia pudiera afectar a Salvador. Es mucho más joven que yo y siempre ha sido muy introvertido. Es la clase de chico que se entretiene solo la mayor parte del tiempo y que apenas presta atención a la gente que hay a su alrededor. Supuse que mi ausencia le permitiría recibir más atención por parte de mi mamá.

—Todavía sigues siendo su hermana mayor. A lo mejor no puede, o no es capaz de expresar sus sentimientos hacia ti, pero apuesto a que quiere llegar a conocerte mejor.

—A mí también me gustaría llegar a conocerlo mejor.

—No es tarde, Lali. Yo apenas hablaba con Cande antes de cumplir los dieciocho, y ahora somos inseparables. Es cierto que la diferencia de edad no es tan grande entre nosotros, pero creo que Salvador y tú pueden encontrar cosas en común.

—Si vuelve a hablarme después de saber la verdad.

—No le mentiste. Fue tu mamá. Ahí tienen algo en común. Pueden entenderse el uno con el otro y hacer planes en contra de esa madre que está como… una cabra.

—Puede ser. Le voy a mandar un mail para explicarle como fue todo y disculparme una vez que sepa que mamá ha dicho la verdad. Seguramente me costará menos contactar con Salvador por la computadora que por el teléfono.

—Seguramente. Puedes preguntarle por el colegio, consultarle algo sobre informática, hacerle notar que necesitas su consejo para algo. Cuéntale unas cuantas historias graciosas sobre su sobrina. Parece que eso le llamó mucho la atención, cuando lo llamaste «tío Salvador».

—Sí. Me di cuenta.

—Parece que le gustó la idea de ser tío. Salvador tiene tantas ganas de tener una vida estable como tú, Lali. Me di cuenta de que Roberto le cae muy bien, pero…

—Pero tiene miedo de unirse demasiado —dijo Lali—. Le duele mucho decir «adiós» a otra figura paterna más.

—Algo me dice que Roberto se lo va a meter en el bolsillo. Ya casi lo logró.

—No sé si eso será bueno. No me gustaría ver que le hacen daño de nuevo.

—A veces es imposible evitar todo el daño y las decepciones que nos llevamos en la vida. Pero… ¿Sabes una cosa? No me sorprendería nada si Roberto se queda un tiempo. A pesar de todas las… excentricidades de tu mamá, parece que está loco por ella. Creo que le gusta tener algún proyecto de recuperación en vista en todo momento, y tu madre le da muchas oportunidades en ese sentido.

—Me cae bien —dijo Lali.

—Y a mí.
Se hizo un silencio momentáneo.

—Ya que parece que sabes tanto sobre mis hermanos, ¿qué pasa con Julián? ¿También está enojado conmigo?

—Oh. Julián está enojado con todo el mundo en este momento, empezando por su ex y terminando contigo y con tu madre. Y se va a poner mucho más furioso cuando se entere de lo mío, pero creo que lo superará. Tú vas a tener que poner un poco de tu parte. A lo mejor te toca derramar unas cuantas lagrimitas. Pero al final todo se va a solucionar. Todavía no está preparado para romper todos los lazos con la familia, al igual que tú.

—¿Poner de mi parte? ¿Derramar una lagrimita? —repitió ella, sonriendo.

—Bueno, a lo mejor hace falta todo un cargamento de brownies caseras. Me di cuenta de que tu hermano siente debilidad por el chocolate.

—Normalmente compro los brownies preparados. Pero lo que sí sé hacer es una torta de chocolate muy buena.

—Bueno, eso también servirá.
Lali lo miró de reojo y se quedó en silencio. Se recostó en el asiento y volvió a mirar por la ventana. No faltaba mucho para llegar.
         
         
Lali entró en la casa con Valen en brazos y Peter fue detrás de ella con un par de bolsas en las manos.

—Tengo que darle el biberón a Valentina —dijo ella, yendo directamente hacia la sala—. Tengo que acostarla en un rato. Ya sacaré luego el resto de cosas.

—Ve y encárgate de ella. Yo lo saco todo.

—Es tarde. Seguro que quieres irte a tu casa.

—Lali, son las nueve —dijo él, hablando entre risas—. Solo la madre de un bebé de nueve meses pensaría que es un poco tarde un sábado por la noche.

—Supongo que sí. Gracias —sonrió con tristeza.
Peter asintió y se acercó un poco para mirar a Valentina, que ya estaba despierta, con la cabecita apoyada sobre el hombro de su mamá.

—Buenas noches, princesita. La pasé muy bien.

La niña le dedicó una sonrisa somnolienta y entonces le ofreció su adorado mono de peluche. Peter se sorprendió mucho al ver el gesto. Sonrió con picardía y le devolvió el juguete.

—Gracias, Valen, pero creo que lo necesitas más que yo. Sueña con los angelitos.

Valentina se rio. Lali se volteó bruscamente y se llevó a su hija para darle un baño. Le cambió el pañal, le puso el pijama y le dio el biberón. La pequeña no se lo terminó. Estaba demasiado cansada. Lali le dio un beso en la frente y la arropó con cariño, sin olvidarse de su monito. Miró hacia el corredor. Había oído cómo se abría y se cerraba la puerta principal varias veces. Se preguntaba si Peter seguía ahí. ¿Se habría ido sin despedirse? No lo había oído arrancar el auto. Saliendo de la habitación de la niña, se dio cuenta de que todavía tenía puesta la alianza que Candela le había prestado. El dedo se le había hinchado un poco por el calor y el anillo le quedaba más apretado que nunca. A lo mejor tendría que ponerse un poco de jabón.
Al verla forcejear con el anillo, Peter se ofreció a ayudarla.

—Ven. Yo te ayudo.
Antes de poder decir nada, Lali sintió que le agarraba la mano izquierda. Empezó a jalar la alianza, con cuidado.

—Mmm... Sí que está atracado.

—Sí. Creo que se me ha hinchado un poco la mano durante el viaje.

—No quiero hacerte daño —dijo él, mirándola a los ojos.
Ella se humedeció los labios de forma automática.

—Eh… No te preocupes. No dejaré que me lo hagas.
¿Seguían hablando del anillo? Ya no estaba tan segura.

—Bien. A lo mejor si lo hago rápido…

Esperando un buen tirón en la mano, Lali casi se cayó hacia atrás cuando sintió los labios de Peter…  

Continuará…

23 comentarios:

  1. Mori, mori.
    Quiero ya otro capitulo. Ame el capitulo.
    Más novela por fis
    besos
    @vickypelua

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  2. Q buen final de cap!JAJA Amo a Valen,q simple hace ver Peter las cosas ! Q buen tipo q es!

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  3. Me muero de amorrrrrrr! me encanta esta novela y por dios que tierna es valentinaa! amo tu novela en serio!!
    Quiero mas, por favor que Lali se abra a esta oportunidad!

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  4. Estoy muriendo lentamente!!!! Otro beso laliter!!!! jajajaja son un par unico... :)
    @ROCHI16TA

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  5. Aaaah cerrar el.cap dijiste? Toda la intriga nos dejaste jajaj

    Arii

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  6. La faceta psicoanalítica de Peter es impresionante! jaja
    Me encanta la historia
    Quiero más!
    Lore

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  7. ayyyyyyy mas tiernoss amo la noveeeee

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  8. Me encanta todas las conclusiones que saco peter!
    Y el final fue waooo!
    Mas porfa :)

    @ligiaelenaCM

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  9. OOOOOOOOOO MAAAAAAAY GOOOOOOOOOOOOOD!!
    kjdnasdkjlandkj me encanta massss esto se poen bueno aklsbdkas

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  10. Por dios que capitulo! En una fin de semana super corto Peter se conoce mas a la familia de Lali que ella,me encanto me parece que él ya se metió a Vale en el bolsillo ajaja la beba quedo encantada.. Me encanta necesito otrooooooooooo :)

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  11. Buenisimo el cap. Quiero más.

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  12. que capitulon para terminar la semana
    me encantoooo..
    y me parece que peter no estaba precisamente hablando del anillo
    beso

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  13. Mas mas mas mas

    @laliteronfire

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  14. Peter si que observo a la fam de Lali es un Amor con todo lo que le dijo y lo de Valen morí de ternura, espero que haya chape.
    @Masi_ruth

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  15. como puede ser tan genio! es increible como la aconseja y apoya con todo el tema de su familia =)

    y bueno... largo si, cap hermoso... pero QUE FINAL!! por supuesto que no hablaban del anillo, sino de lo que en silencio, ambos sienten =) Espero y creo que Lali va a continuar con ese beso, porque lo desea y lo necesita =) y ojala se animen a MAS! =)

    besosss TQ

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  16. Donde estan estos labios?! En el dedo? en la boca?! Ufaaaaaaa como nos dejas asi?! Quiero el proximo ya ya ya!Espero mas, beso!Giu

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  17. Beso?? O solo intenta sacar el anillo?? Más me encanta-1

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  18. Siempre los consejos d Peter son beneficiosos.
    Beso ,donde ,mano deditos ,boquita.
    Ya leo el siguiente ,aunque muero d cansancio.

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  19. HEEEE??? Le chupo la mano?!?! de que me perdi?!?!?! JAJAJAJAJ @LuciaVega14

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