Capítulo 83

Hola chicuelas!!!! ¿Cómo les va? Espero esté todo lo más llevadero posible por sus lares y la semana haya empezado de la mejor manera! Gracias por leer y me pone feliz que les guste tanto la nove!!!! Besos y hasta mañana! Que sigan bien el día!!!!

Twitter: @Caparatodos

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-¿Quieres empezar a discutir sobre esto justo ahora? ¿Aquí? –le preguntó Lali.

-Esperaba que no fuera una discusión –Peter estudió sus gestos-. Pero ya veo que me equivocaba.

Capítulo 83:

Tenía que admitir que tal vez no estuviese siendo demasiado oportuno. Pero, en cuanto había visto a ese tipo que la esperaba en la cocina, con el que en su momento había deseado casarse, había salido a la superficie su lado posesivo, clamando venganza.

Lo quería todo de ella, así de simple.

Y, en esta oportunidad, no iba a conformarse con menos.

-Ya te expliqué lo complicadas que son las cosas debido a mi trabajo –dijo ella.

-Pensaba que eso había cambiado. Especialmente, después de lo de anoche.

La expresión de Lali se suavizó.

-Lo de anoche fue maravilloso. Fue la mejor primera cita que he tenido nunca, ya te lo dije.

-Podría ser así siempre, Lali.

Peter apoyó las manos sobre sus hombros, diciéndose que era ahora o nunca. No era su fuerte el poder expresarse y, sinceramente, ella también dejaba algo que desear en ese aspecto. Las bromas y las provocaciones eran su modus operandi habitual. Pero hay veces en la vida en las que uno debe arriesgarse y decir lo que tiene que decir. Y aquel resultó ser uno de esos momentos.

Así que la miró a los ojos.

-Después de todo lo que pasó con Daniela, me dije que no iba a volver a salir en serio con nadie durante mucho tiempo. Pero, entonces, apareciste tú y todo cambió. No quiero seguir siendo el hombre con el que te acuestas, Lali. Quiero estar contigo de verdad.

Porque te amo.

Peter contuvo las palabras antes de que llegaran a alcanzarle los labios.

No porque no fueran ciertas, ni mucho menos. Mientras contemplaba aquellos preciosos ojos color ámbar, que nunca había olvidado, supo lo ciertas que eran. Pero también notó la incertidumbre que asomaba al semblante de Lali y comprendió, con cierto temor, que no estaba muy seguro de cómo iba a terminar aquella conversación. Y que una vez pronunciadas las palabras, te amo, algo que nunca le había dicho a nadie, no habría vuelta atrás.

Así que guardó silencio, a la espera de su respuesta.

-Yo también quiero estar contigo –dijo Lali.

Peter sonrió y la acercó más a él… hasta que cayó en la cuenta de que no había terminado.

-¿Pero?

-Pero necesito más tiempo. Eres noticia en todas partes por lo de tu empresa y el acuerdo con Twitter, y encima está lo de la entrevista para Caras. No creo que esta sea la semana más adecuada para hacer público que estamos saliendo. Esperemos unas cuantas más, o un par de meses y, luego, cuando las cosas se hayan calmado…

-¿Un par de meses? –Peter retrocedió sin agregar nada más por un momento-. ¿Tanto te avergüenza que te vean conmigo?

Lali sacudió la cabeza.

-No. No es eso. Simplemente soy consciente de ciertas cosas. Sobre todo, de que yo soy una fiscal y tú… bueno, eres tú.

Bueno, gracias por aclararlo.

-Deja que me asegure de estarte entendiendo: Lali, la mujer que conocí hace diez años, quiere estar conmigo. Pero Acusatrix Espósito solo está interesada en sexo. ¿Así es como funciona?

Ella levantó las manos con frustración.

-¿Qué quieres que te diga, Peter? Puede que haya gente a la que le parezca divertido que cerraras Twitter, y que incluso tengas seguidores. Pero, lo cierto es que sigues siendo un ex–convicto. Y he sido clara contigo desde el principio, esto es complicado.

Peter retrocedió un paso e hizo uso de su tono más seco.

-Wow. Y yo que pensaba que nunca podría sentirme peor que el día que me metieron tras las rejas.

La expresión de Lali se suavizó.

-No era mi intención en absoluto. Simplemente, me estás presionando para que te dé respuestas que no tengo. Recibo una inesperada visita de mi ex-novio y, de repente, me sales con esto. Pero lo nuestro es demasiado reciente, estamos saliendo desde hace un par de semanas. ¿Por qué no podemos esperar un poco más para ver cómo van las cosas?

Ah… por fin. Peter entendió lo que sucedía.

No estaba segura de lo que sentía por él.

Durante años, se había limitado a jugar, manteniendo las relaciones en un plano divertido y casual, sin molestarse por tomar en serio a ninguna mujer.

Había mantenido las distancias incluso con Daniela, sin dejar que se acercara más de la cuenta. Pero ese no era el caso de Lali. Su relación no había sido exactamente sencilla, pero sí auténtica.

Se había abierto a ella, e incluso le había contado cosas privadas sobre su familia. Y ahora, ahí estaba, poniendo las cartas sobre la mesa con la esperanza de que ese último par de semanas bastara para ganársela. Porque, para él, esas últimas semanas habían resultado perfectas y había encontrado todo lo que jamás se le habría ocurrido que podía buscar en una relación.

Aunque, por lo visto, seguía sin ser suficiente para ella.

Dadas las circunstancias, poco más podía añadirse ya.

Peter avanzó un paso y le agarró la barbilla con suavidad.

-La diferencia que hay entre tú y yo, abogada, es que yo no necesito más tiempo. Sé perfectamente lo que siento. Tú adoras tu trabajo y lo entiendo. Es una de las cosas que más admiro en ti. Pero no he esperado algo auténtico durante treinta y tres años, solo para acabar ocupando el segundo lugar en tu corazón. Necesito algo más que eso.

Lali le cubrió la mano con la suya y los ojos se le empañaron, a causa de la emoción.

-Peter… no me hagas esto. Nunca he dicho que ocupes un segundo lugar.

-No ha hecho falta que lo dijeras, Lali –repuso con suavidad.

Porque lo sabía de todas formas.

Así que bajó la cabeza y le besó la frente a modo de despedida. Luego, endureció el corazón y se marchó del departamento, obligándose a no voltear cuando ella lo llamó.

Continuará…