Hola, hola!!!!! ¡Buen día! ¿Cómo empezaron la semana navideña? Espero que bien y con mejor humor que yo! jajaja Pero como ustedes siempre ayudan a que mi día mejore, decidí subirles dos capítulos hoy (aparte me agarró la locura y buehhh) :P Así que uno ahorita, mañanero (acá), para que arranquen bien el lunes y a la noche el capítulo final!!!!! Un beso y hasta más tarde!
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@Caparatodos
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-No puedes imaginarte cuánto me alegra escuchar eso.
-Estabas bastante nerviosa –dijo Emilia con una sonrisa.
Capítulo 89:
-Es que no dejo de pensar que si yo estuviera en tu
lugar, en este momento, me estaría preguntando cómo es posible que una mujer
que ocupa un puesto como el mío haya decidido arriesgarlo todo por una relación
así.
-Ah, lo entiendo mejor de lo que crees. Esa clase de
cosas ocurren de la forma más misteriosa. Hace unos tres años, cierto agente
apareció en la televisión nacional, declarando que yo tenía la cabeza en el
culo –consultó su reloj-. Y, extrañamente, dentro de unas veintiocho horas voy
a casarme con él.
Lali estiró las manos, sorprendida.
-¡Ay, Dios!. No lo sabía. ¡Felicitaciones!.
La cara de Emilia se iluminó.
-Preferimos ser discretos. Acabo de empezar a contárselo
a la gente hoy mismo. Pensé que de todas maneras se sabría, cuando el lunes
apareciera con una alianza. Nicolás y yo queríamos algo íntimo. Solo unos
cuantos amigos, la familia, una pequeña ceremonia, y una cena en la terraza del
Palacio Duhau.
-Suena maravilloso.
La expresión emocionada de Emilia le indicó que no podría
estar más de acuerdo.
-Es el lugar donde Nicolás y yo nos reencontramos. Más o
menos. Pero esa es otra larga historia.
-Bueno, no quiero entretenerte más, ya que, obviamente,
estás ocupada –Lali se puso de pie-. Gracias por ser tan comprensiva.
-¿Qué puedo decir? Hoy me agarraste de muy buen humor. Si
hubieras venido a contármelo el viernes pasado, te habría despedido –Emilia
comenzó a reír al ver que Lali la miraba asustada-. Solo era un poco de humor.
Disfruta el fin de semana.
Una vez que salió de la oficina, Lali cerró los ojos y
exhaló una bocanada de aire.
Había sobrevivido.
Ahora, le quedaba una segunda confesión que hacer y
después, dejaría que los demás descubrieran su relación con Peter cuando,
inevitablemente, saliera a la luz.
Con eso en mente, comenzó a caminar por el pasillo, en
dirección a la oficina de Pablo. Se detuvo delante de la puerta abierta y dio
un golpecito con los nudillos en el marco para anunciarse.
Pablo apartó la mirada de la computadora y sonrió.
-Hola, La. ¿No es un poco temprano para ir a Starbucks?
-¿Tienes un segundo? –le preguntó Lali.
-Por supuesto. Pasa.
Lali avanzó un par de pasos, cerró la puerta a su
espalda, y se sentó en una de las sillas que había frente al escritorio de
Pablo. Cruzó las piernas y apoyó las manos sobre su regazo.
-Quería contarte una cosa. Y, te lo advierto, va a
resultar un poco incómodo. Puede que muy incómodo.
Él no pareció demasiado sorprendido al escucharla.
-Creo que sé a qué te refieres. Los rumores, ¿no?
Lali ladeó la cabeza.
-¿Los rumores?
-Sobre que estamos saliendo –Pablo levantó las manos-. Te
juro que yo no tengo nada que ver con eso.
Lali parpadeó. Había dado por sentado que Nicolás Vázquez
se lo había inventado para sonsacarle información Peter.
-Buenísimo –dijo con sequedad-. Ahora va a haber dos
escándalos relacionados conmigo circulando por los pasillos.
Él arqueó una ceja con curiosidad.
-¿Dos escándalos? ¿Qué has hecho, señorita Espósito?
-Bueno, ¿te acuerdas de aquello que leíste en una de las
revistas de chismes sobre la morocha explosiva que estaba saliendo con Juan
Pedro Lanzani?
Pablo la observó durante un rato, esperando a que
agregara algo más. Entonces, cayó.
-¡¿Es broma?!. ¿Tú
eres la morocha explosiva?
-Supongo que explosiva resulta un poco exagerado pero
tampoco hace falta que lo digas de esa forma.
-No me refería a eso.
-Lo sé. Era una broma. Intentaba evitarnos el momento
incomodo –Lali captó su expresión reservada-. Aunque, probablemente, no vaya a
resultar tan sencillo.
-¿Cuándo empezó? –preguntó Pablo.
-Hace unas cuantas semanas. Después de que Tejada se
declarara culpable –Lali esbozó una ligera sonrisa-. Es raro, ya lo sé. Acabo
de contárselo a Emilia y también ha resultado raro. Pero quería que lo supieras
por mí.
-Llamé terrorista a tu novio.
-Me alegro de que no fuera mi novio en ese momento. De lo
contrario, esto resultaría realmente incómodo.
Pablo se reclinó en la silla, todavía estudiándola con
cautela.
-Hace un par de meses, te conté unas cuantas cosas sobre
el caso de Peter. Sobre el hecho de que Bringas me pidió que fuera en busca de
la pena máxima, con la intención de fingir dar ejemplo con él –la miró con
seriedad-. ¿Se lo contaste a Lanzani?
-Por supuesto que no. Fue algo que me contaste
confidencialmente. Sigo siendo la misma persona con la que vas a Starbucks
todos los días, Pablo. Solo que… ahora tengo un novio, ex-convicto, al que
llamaste ciber-amenaza para la sociedad.
Pablo no sonrió pero, al menos, dejó de mirarla como si
acabara de salirle una segunda cabeza.
-Eres consciente de que todo el mundo va a hablar sobre
esto, ¿no? –preguntó.
-Ah, de eso no me cabe la menor duda –dijo Lali. No es
que la idea le entusiasmara pero se las arreglaría. Tenía que hacerlo.
Pablo la observó durante unos segundos y luego se inclinó
hacia delante.
-En serio. ¿Qué tiene ese hombre? Solo es un genio de la
informática, millonario y guapo.
Lali sonrió.
-Creo que es bastante más que eso.
-Dios, estás enamorada –levantó las manos-. ¿Qué le pasa
últimamente a todo el mundo? Primero fue Franco Morelli balbuceando tonterías
sobre un primer encuentro, luego resulta que Emilia se ha comprometido en
secreto, y ahora tú estás enamorada del Terrorista de Twitter. ¿Han estado
regalando pastillitas de la felicidad en la sala de pruebas sin que yo me
enterara?
-No, solo un poco de hierba realmente buena.
Pablo comenzó a reír.
-Muy graciosa, Espósito.
-¿Eso significa que todavía vamos a ir juntos a Starbucks
dentro de un rato?
Él la estudió con suspicacia.
-No vas a pasarte todo el rato hablándome sobre Juan Pedro
Lanzani, ¿no?
-En realidad, sí. Y después iremos a comprar zapatos
juntos y nos haremos una manicure –Lali lo miró-. Hablaremos exactamente de lo
mismo que hablamos siempre.
Pablo asintió finalmente, con una sonrisa.
-Buenísimo, entonces. A las tres en punto, Espósito.
Pasaré por tu oficina a recogerte.
Jajaja como me alegra que al final todo quedara así, con el miedo que tenía Lali jajaja
ResponderEliminarQue feliz me has heccho Cami, eres un sol guapisima, entro de casualidad y me encuentro con esta gran sorpresa
Ah (es El grito) estuvo precioso me encanta que le haya salido todo bien en todas! no veo la hora que esten peter, euge y lali *-* Me encanto, me encanta y la proxima nove me encantara. Gracias!
ResponderEliminarSor
no fue tan complicado ni se vino el fin del mundo como ella pensaba jajajaja Emilia lo acepto, es más creo que se sintió bastante identificada. Y Pablo también lo tomó bien =)=)
ResponderEliminarespero mas noveee TQ!!!!
K miedo tenía !!!!,pero se da cuenta k son unos verdaderos amigos con su comportamiento, y comprensión para con ella .
ResponderEliminarEspero la reacción locura d Euge!!!!
ahhhhhhhhhh me encanta!!!!!!!!!!!!!!!!!! mas noveeeeee
ResponderEliminarGeniaaal, Aunque queria un cap Laliter :DD
ResponderEliminarArii
y lali q estaba asustada,lindo capi
ResponderEliminargracias por avisar :0
Ay! Como? El Ultimo Capitulo Ya?
ResponderEliminarSiiii.. PorFabor! C:
Jejeje buenísimo el capítulo!
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
PD: que es eso que escuche por ahí que hoy iba a haber doblete???
me gusto el capítulo!!! no quiero que termine :(...
ResponderEliminarEspero el final!!!
besos
No quiero que se acabee :(
ResponderEliminarque bueno que todos se lo tomaron bienn
Pastilla de la felicidad, jajaja, pablo si las encuentras mandame unas cuantas. Si??
ResponderEliminar@isakrn22
Me gusto el capítulo, no quiero que acabe :/
ResponderEliminarPero quiero el ultimo cap.
Mañana ya subiras una nueva novela?