Hola, hola!!!! ¿Cómo les va? ¿Qué tal su sábado? Espero que todo bien y lo estén/hayan disfrutado y aprovechado a full!!!! Gracias por leer y ya sé que quieren acción... no falta nada, se los aseguro... banquen que mañana :O jajaja Besos y hasta mañana!!!!
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@Caparatodos
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—De hecho, no —dijo ella,
ruborizándose, y evitando su mirada—. Me parece que, si quiero una reunión de
negocios, debo avisarle con tiempo. No me parece correcto esperar al último
minuto.
Le estrechó la mano, soltándola
demasiado rápido para el gusto de Peter, y dio un paso atrás.
Alejándose de él y acercándose
al enemigo.
Capítulo 27:
«Cielo santo», pensó Lali.
Tenía un problema.
Recordó el roce de la erección
que había notado en los pantalones de Peter y se corrigió: tenía un problema
muy grande. Su imaginación estaba extrapolando lo que había visto el día de la
ducha, aplicándolo a lo que acababa de ver, y… era demasiado peligroso seguir
por ese terreno.
—Negocios —murmuró—. No pienses
en Peter. Piensa en que quieres comer todos los días y tener un seguro.
Asintió firmemente, se alisó la
blusa y cruzó la habitación con su sonrisa para los negocios.
Vio girarse a Pablo, y advirtió
el ardor de su mirada.
—Lali —dijo él, tendiéndole una
mano para que se uniera al grupo—. Escuchen todos, quiero presentarles a
Mariana Espósito. Fuimos juntos al colegio, pero no me odia por aquellos
tiempos locos.
Le presentó una por una a cada
persona, haciéndola sentirse a la vez acogida y especial.
—Ya conoces a María —añadió,
señalando a la rubia a quien Lali recordaba bastante bien.
—Su cita para cenar, a falta de
otra —dijo ella con una sonrisa y se giró hacia Pablo en tono de burla—. Será
mejor que disfrutes de mí mientras puedas. Francisco llega mañana, y a partir
de entonces seré toda suya.
—María y mi primo Francisco
están comprometidos —explicó Pablo—. Las mujeres de mi familia han estado
haciendo turnos las últimas semanas para hacerme compañía, me guste o no.
Lanzó una mirada de furia
fingida a María, quien sonrió.
—Terminó con su novia hace unos
meses —informó ella y se giró hacia él—. Deja de mirarme así. Apareció en todas
las publicaciones de sociedad, no estoy diciendo nada que medio mundo no sepa
ya.
—María…
Ella levantó las manos,
rindiéndose.
—Está bien, está bien—. Le
sonrió a Lali, quien dio un paso atrás, sintiéndose de repente como un filete
expuesto en una carnicería—. ¿Y tú a qué te dedicas?
—Soy abogada —respondió Lali, y
ladeó la cabeza hacia Pablo—. De hecho, por eso venía. Quería pedirte un rato
para poder hablar sobre negocios contigo.
Él se llevó una mano al pecho.
—Y yo que creía que no podías
resistirte a mis encantos…
Lali rió sinceramente. A pesar
de ser tener tanto dinero, Pablo seguía siendo tan campechano y agradable como
ella recordaba.
—No voy a negarte que tienes
muchos atributos —dijo ella, devolviéndole la broma—. Pero soy una profesional
muy centrada. Me gusta pensar que ése es uno de mis atributos.
—Me gusta esta chica, Pablo
—dijo María y se le acercó—. Vamos a tomar unas copas a la habitación. Tiene un
pabellón en uno de los extremos del complejo, con una vista espectacular.
¿Quieres venir?
—No podría —contestó Lali
automáticamente.
Mentalmente, se dio una
reprimenda. Aquello era justo lo que debería hacer. Él estaba libre, y sentía
atracción hacia ella.
¿Acaso podía haber algo más
perfecto?
«Sí, mucho más», le dijo una
vocecita en su interior.
Pensó en Peter y supo que la
voz tenía razón. Pensó en el cosquilleo provocado por sus caricias; en cómo se
había estremecido al ver su mirada de deseo, mientras ella se lamía el marshmallow del dedo; y en la calidez y
humedad de su entrepierna al darse cuenta de que él tenía una erección.
Sólo con recordarlo, tuvo
suficiente para disculparse con Pablo e irse elegantemente de la conversación.
Necesitaba estar sola.
Necesitaba una ducha fría.
¿Qué era lo que decían de los
planes mejor trazados?
No estaba segura, pero los
suyos se habían ido al tacho.
—Necesito ayuda —dijo Lali por
teléfono. Al otro lado de la línea, Candela bostezó.
—¿Mamá?
—¡Candela, despiértate! Soy yo,
Lali. Tengo un problema.
—¿Estás herida? —preguntó
Candela, repentinamente alerta y preocupada—. ¿Ya avisaste a la policía? ¿Dónde
estás?
—Estoy en el baño del bar del
hotel de Pablo, y no es ese tipo de problema. Es de hombres.
—Ah —dijo Candela, de manera
cómplice—. ¿Qué sucede con Pablo?
—Nada.
—¿Nada? —repitió Candela—. ¿Ya
lo viste?
—Sí. Me invitó a su habitación.
Y dejó bastante en claro que está solo.
Hubo un silencio, y Lali estuvo
segura de que Candela intentaba atar cabos.
—¿Puedes repetírmelo? —pidió su
amiga.
Lali lo hizo.
—¿Y has dicho que no? —preguntó
la más delgada sin dar crédito—. ¿Rechazaste una invitación para ir a la suite
del propietario del hotel?
—Pero sí conseguí la cita con
Pablo. Y me refiero a la relacionada con los negocios. Mañana daremos un paseo
a caballo, y ha dicho que luego me concedería una hora, lo que yo necesite.
—Seguro que sí —dijo Candela—.
Lali, ¿en qué demonios estabas pensando?
Lali respiró hondo y respondió
en un susurro, como temiendo que Peter fuera a oírla.
—Creo que… me gusta Peter.
—¡Eso está buenísimo, La! Son
la pareja ideal.
—No, nada de ideal —replicó
Lali—. Esto es un gran problema.
—¿Por qué? ¿Él no está
interesado en ti? Ya sé que nunca se te ha insinuado ni nada por el estilo,
pero yo siempre pensé que era tímido, el típico escritor introvertido. Aunque
ya sabes lo que dicen de las aguas mansas —dijo, en un tono tan lujurioso, que
Lali se ruborizó.
—Sí que está interesado
—aseguró—. Pero es mi amigo, Candela. Junto contigo, es probablemente mi mejor
amigo.
—¡Eso es perfecto! Al menos ya
saben que se llevan bien. No podría ser mejor.
—También con Benjamín me
parecía todo perfecto, y ahora ni siquiera contesta mis llamadas.
—Peter no es Benjamín.
—Cierto, no lo es —dijo Lali.
Benjamín había sido un sólido
candidato a novio: era ingeniero en una fábrica local, solvente y
económicamente responsable. Nada que ver con Peter.
—¿Y por qué Peter no puede ser
una aventura? —propuso Candela—. No sientes atracción hacia Pablo, perfecto;
creo que estás loca, pero bueno. Peter te excita, y tú a él. Se están
hospedando en la misma habitación, y ambos tienen más de veintiún años. ¿Cuál
es el problema?
—Ya sabes cuál es —afirmó Lali.
—Tonterías, no me lo creo. Tal
vez empezaste pensando que el sexo interferiría en la amistad, pero, ¿sabes
qué? Ya lo ha hecho. Se te ha metido en la cabeza, y no va a irse de ahí.
Ella tenía razón.
Continuará…
aaaaaa
ResponderEliminarpor fin lo acepta, que bien ame el capi
EXACTO!!!!!! ya sabiendo y reconociendo que Peter le gusta, va a cambiar su actitud con él, así que ¿por que no dar un paso mas?
ResponderEliminarespero el siguienteeee
Lali escucha a candela!
ResponderEliminarMas novee
Quiero más!
ResponderEliminarLore
Buen consejo de Cande,bien ahí,y bien ella reconociendo lo q le pasa ahora sólo falta tirarse a la pileta,agua hay....
ResponderEliminarBien ahi candeee
ResponderEliminarMass ❤️👏👏
bien cande !!! Buen consejo. Lali hacele caso a cande .
ResponderEliminarmad noveeee!!
gala
Cande es la viva voz d la conciencia d Lali
ResponderEliminarLo Reconocio! (BAILE DE LA VICTORIA*) XD
ResponderEliminarAhora esperemos que el otro no se aya enojado por irse con pablo no? Como es eso que lo vio En la ducha(?) Kjjsd #Muero! :D
Ansiosa por el cap' De mañana C:♥
Ves ? Cande piensa como yo hay que disfrutar de las oportunidades
ResponderEliminarAyyyy espero con ansias los capítulos
Oh por dios! Porque mis amigas no son como candelaa
ResponderEliminarMe encanta
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Sor