Epílogo

Hola, hola! Aquí, yo de nuevo :P Me alegro que les gustara la nove y gracias por estar en esta... Por leerla y engancharse!!!! Y buehhh??? Juan Diego jajajaj malas tiene parte del nombre de su papi :P! Una más que se termina es otra que comienza no?! ;) besos y nos leemos mañana!!!! 

Les dejo los links para descargarla:

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Epílogo:

Siete semanas después, Lali fue al médico. El doctor Gutiérrez, que había estado cómodamente en su casa mientras nacía Juan Diego, le confirmó lo que ella sabía: estaba muy bien de salud.

Lali tenía un plan en la cabeza, una travesura más bien.

A finales de junio se habían casado, en una boda íntima, con Bruno y Cande de testigos. Claudia se había puesto muy elegante y había estado encantada con los acontecimientos.

Peter se había ido a vivir a casa de Lali, aunque estaban pensando en comprar otra casa en unos meses, y él pensaba pasar sus operaciones comerciales a Rosario.

Juan Diego era una bendición, y Lali estaba feliz de la vida de ser madre.

Aunque, el único problema era que Peter y ella no hacían el amor desde hacía ocho semanas, demasiado tiempo, pensó. Y la abstinencia del posparto la estaba volviendo loca.

Ahora ya había pasado la cuarentena, y Lali comenzaba a sentirse como la nueva novia y recién casada que era.

Pero, ¿Peter todavía la desearía?

Ella se sentía insegura. Pero pensó que Peter no necesitaba una mujer temerosa. Ahora que sabía más detalles sobre Jimena, no podía permitirse resultar tan asustadiza como ella.

Entonces, sin pensarlo dos veces, se subió a su auto y fue al centro comercial más cercano, a una tienda de lencería. Media hora más tarde regresó con una bolsa de plástico y un sobre pequeño que contenía una azucena.

–¿Duerme? –preguntó Lali al volver.

–Sí, hace un rato que se quedó profundamente dormido –contestó Peter.

Lali se escondió la flor y luego la hizo aparecer frente a los ojos de Peter y se la entregó.

–Mi amor, ¿me ayudas a quitarme el abrigo?

El tomó la flor y la miró para luego dirigir la mirada hacia Lali.

Tenía el pelo suelto, y los ojos encendidos. El la amaba tanto... Y era tan hermosa, que hubiera hecho cualquier cosa que le pidiera...

Dejó la flor a un lado y se acercó más a ella.

–Bienvenida, señora Lanzani – dijo besándola con pasión.

Aquello era el paraíso.

El comenzó a desabrocharle los botones uno por uno con seguridad. Debajo, ella llevaba puesto un conjunto de encaje negro y medias negras.

El se rió, con una mezcla de deseo y felicidad.

–Por casualidad, ¿estás intentando seducirme?

–Eso es algo que me gusta de ti: captas rápido las cosas. –Lali le acarició el pecho, bajando hasta la pretina del pantalón, e incluso más abajo. Enseguida notó la respuesta en el cuerpo de Peter–. Tú tampoco estás mal.

–Es que tú eres muy directa...

–Iba a llevar la azucena entre los dientes, pero me pareció exagerado –dijo ella con un movimiento de caderas seductor.

–Lali, si lo hubiera sabido habría puesto música acorde... ¿Sabes que te amo?

–A veces.

–No lo dudes nunca. Ahora, será mejor que te pongas el abrigo para subir, no vaya a ser que nuestros vecinos estén mirando.

–Esta vez no necesitamos a Carlos –le habían mandado una tarjeta a Carlos, anunciando el nacimiento del niño.

–Hemos esperado mucho tiempo para esto.

–Sí –dijo Lali, y se echó en la cama.

Con increíble entusiasmo comenzó a seducir a su marido. No le fue difícil. La respuesta de Peter era, cuanto menos halagadora, y ella quería demostrarle todo su amor. En medio de la pasión, Peter era capaz de reconocer en ella la generosidad, y la ternura hacia él...

Después se quedaron dormidos con los cuerpos entrelazados. Sin embargo, un rato después, el llanto de un bebé los despertó.

–Le voy a dar de comer, y luego vuelvo a la cama, ¿te parece?

–Buena idea. Tenemos un montón de tiempo...

–Toda una vida...

–Pero ése no es motivo para que no empecemos ahora...

Media hora más tarde, Juan Diego, con el estómago lleno y limpio, volvió a dormirse, y Lali, bien despierta, volvió a la cama con Peter.

FIN