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—Y
sé que es temprano —continuó Peter—, pero los dos no aguantamos más las ganas
de irnos para seguir con nuestra luna de miel, así que si nos disculpan... —y
con todos mirando cargó a Lali en brazos—. Ah, le dije al mozo que las copas
corren por mi cuenta. Macarena, Javier: felicitaciones nuevamente; que sean muy
felices.
Capítulo 19:
¿Qué
crees que estás haciendo? —exigió saber Lali, poniendo los brazos en jarras y
mirándolo como si quisiera fulminarlo con la mirada.
Peter,
que estaba frente a ella en el ascensor, le tomó una foto con su celular y
volvió a guardarlo en el bolsillo de su saco. Habían ido al hotel de Lali para
recoger sus cosas e irse al de él.
—Documentar
nuestra primera pelea.
Por
un momento, Lali se quedó confundida, balbuceando algo ininteligible, y él no
pudo evitar sonreír divertido, pero luego, en un instante, su enojo volvió.
—Todavía
no puedo creer que hayas hecho eso.
—Dale,
es para nuestro álbum de recuerdos.
—Sabes
muy bien que no me refiero a eso —contestó ella—. Teníamos un trato. Tal vez
lo olvidaste —agregó
con sarcasmo—. O tal
vez no se ajustaba
a lo que
tú querías y simplemente cambiaste de opinión, ¿no?
Habían
llegado al primer piso y las puertas se abrieron silenciosamente.
—Lo
segundo, por supuesto —respondió él con una sonrisa traviesa mientras salían.
Lali
volvió a lanzarle una mirada furiosa, pero no dijo nada. Tomaron un taxi para
ir al hotel de Peter, y una vez que estuvieron en su suite se volteó hacia él
como un torbellino.
—Me
lo prometiste.
Era
verdad, lo había hecho, pero las circunstancias no habían sido las esperadas, y
no había tenido más remedio que ponerle los puntos sobre las íes a su prima y
compañía.
—¿No
escuchaste lo que estaban diciendo de ti? No iba a dejar que esas víboras
traicioneras...
Lali
levantó una mano para interrumpirlo.
—No
me importa lo que dijeran. Lo que me importa es lo que tú me habías prometido.
Me preocupa lo que verdaderamente tiene un valor, aquello en lo que puedo
creer.
Peter,
que no estaba dispuesto a ceder, le sostuvo la mirada.
—Puedes
creer que cuando nos casamos juré honrarte, respetarte... y protegerte todos
los días de mi vida.
Lali
parpadeó, y por un instante se quedó sin palabras.
—Y
cuando pronuncié esos votos lo hice dispuesto a cumplirlos. No soy la clase de
hombre que se queda a un lado titubeando mientras se meten con su esposa. Esta
noche habría querido hacer lo que me pediste, Lali, y pensaba hacerlo, pero
entre cumplir mi promesa para no arruinarle el día a tu prima, y romperla para
protegerte, no tuve dudas en hacer lo segundo. Siempre te antepondré a todo lo
demás.
—Oh
—susurró ella.
Tragó
saliva para intentar deshacer el nudo de emoción que se le había hecho en la
garganta. No podía dejar que unas pocas palabras la volvieran tan vulnerable.
Peter
fue hasta ella y la acercó a él, apretándola contra su pecho.
—Perdóname
por romper mi promesa, pero no me mantendré al margen si veo a alguien
haciéndote daño.
—Yo hubiera podido manejar la situación —le
respondió ella. Como había hecho durante toda su vida.
—Pero
¿por qué ibas a tener que aguantar algo así?
—Porque
Macarena se merecía ser la protagonista del día —reiteró ella. ¡Y él le había
prometido que así sería!
—Sí,
pero tú también —Peter agarró su rostro entre ambas manos e hizo que lo
mirara—. Solo porque no recuerdes nuestra boda no significa que no cuente.
Todo
lo que estaba diciendo Peter parecía tener tanto sentido que estaba sintiéndose
tentada a confiar en él como le había pedido y dar ese salto de fe, pero no
podía ignorar el profundo abismo que se extendía a sus pies.
Analizó los
ojos de Peter
y le hizo
la pregunta en la que se
reunían todos sus
miedos y su reticencia.
—¿Y
si seguimos adelante con este matrimonio y al cabo de un tiempo ya no te parece
tan buena idea?
—Esa
es la cuestión, Lali: eso no va a pasar —Peter se apretó el puente de la nariz
con el índice y el pulgar y dejó escapar un suspiro—. El compromiso es algo muy
importante para mí. Quiero algo duradero —la
expresión de sus
ojos cambió de repente. Por un
momento se volvió distante antes de tornarse intensa de nuevo—. Tal vez si nos
diéramos un poco más de tiempo...
—¿Te
refieres a que salgamos? —preguntó ella, que tenía muy claro que a eso no iba a
jugar.
No
quería volver a empezar una relación para ver cómo se desarrollaban las cosas,
no quería más falsas esperanzas y años de indecisión...
—No
—respondió él sacudiendo la cabeza—. Eres mi esposa y quiero que sigas siéndolo,
pero me doy cuenta de que no lo ves tan claro como lo veías anoche, cuando
aceptaste casarte conmigo, y sé que lo que te estoy pidiendo no es fácil. Pero
confío en que tú también llegarás a la conclusión de que este matrimonio no es
un error si le das un poco de tiempo. Lo que te estoy proponiendo es un periodo
de prueba: dame tres meses. Si pasados esos tres meses piensas que no
congeniamos te daré el divorcio y podrás seguir con lo que habías planeado.
Y por mientras hacemos
como si ya hubiéramos
decidido que esto es lo que queremos: te vienes a vivir conmigo... como mi
esposa.
Lali se
notaba la garganta
seca y el
corazón le palpitaba
con fuerza. Lo
que Peter estaba sugiriendo era una locura.
—¿Y
qué harías, presentarme a tus amigos y a tus socios? ¿Y si al final no soy
feliz y te digo que quiero irme?
—Te
dejaré ir. Solo te estoy pidiendo que le des una oportunidad a nuestro
matrimonio, no que te encierres en una prisión de la que no podrás salir.
Además, estoy seguro de que eso no sucederá.
Lali
lo miró vacilante; las dudas pesaban demasiado.
—No
sé, Peter. Es que ahora por fin había encontrado una manera de ser feliz. Ya sé
que crees que como el amor no entra en la ecuación de este matrimonio no
fracasará, pero yo no puedo volver a depositar mi confianza en alguien para
luego terminar defraudada; lo siento. Duele demasiado cuando eso pasa.
—¿Y
no crees que, si te equivocas, solo por la recompensa habrá valido la pena
correr el riesgo?
—No
lo sé. Y tal vez eso debería decirnos algo a los dos —murmuró ella.
Los
ojos de Peter chispearon.
—Sí,
creo que sí —dijo—. A mí me dice que en vez de esperar, creyendo que
recordarías, debería haber hecho esto.
Y
antes de que ella pudiera siquiera parpadear la atrajo hacia él y la besó. Lali
había levantado las manos en un gesto automático de defensa, y habían quedado
atrapadas entre los dos, apretadas contra el pecho de Peter.
Continuará…
ME ENCANTAAA
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssssss
@x_ferreyra07
Lalii dale una oportunidad a Peter! Maaas nove
ResponderEliminardale la oportunidad s elo merece,muy buen capi
ResponderEliminarOtrooooo :))
ResponderEliminarYo quiero un marido como peter!!!!
ResponderEliminarMe encanto
@lalitter08
Aww peter no puede ser mas tierno! Maaass
ResponderEliminarK indecisa Dios mio.Todo lo k le propone Peter es perfecto
ResponderEliminarChari indecisa es poco Jajaja
ResponderEliminarMe encanta
Que mujer!!! que deje de dar tanta vuelta y le de la oportunidad! estoy segura que no se va arrepentir!!!! Peter es un amor!!!
ResponderEliminarEspero el proximo!!!
No me dejas ahí!!!! Más me encanta!
ResponderEliminarEste es un libro? Quien lo ha escrito???
ResponderEliminarSoy una nueva lectora :))
Muy buena! Espero q le da la oportunidad a peter, se la merece asi los 2 van descubriendo lo lindo q es el amor.
ResponderEliminarOye esta es una adaptacion? Porq mepa q ya la eh leido. Como se llama esta novela?