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Está
bien, aquello no había salido como había planeado, pensó Lali. Jadeante y
temblorosa por el deseo insatisfecho, se bajó de la encimera y siguió con la
mirada a Peter, que estaba saliendo de la cocina... ¡e iba silbando!
Capítulo 27:
Como
si se hubiera ganado una batalla en vez de estar alejándose con la cara
pegajosa por su mascarilla, con la mitad de los botones de la camisa arrancados
y un bulto más que sospechoso en la bragueta.
Lali había
logrado resistirse, aunque
le había tomado
varios minutos recobrar
el juicio. Y posiblemente había
sido solo porque, en medio del apasionado beso, cuando él había despegado sus
labios de los de ella para besarla en el cuello, había abierto los ojos y había
visto reflejado su rostro verdoso en un bol de metal que había sobre la mesa
central de la cocina. Aun así, después de un par de intentos fallidos porque le
faltaba el aliento, había logrado pronunciar su nombre en un tono de reproche y
unos minutos después hasta había desenganchado los tobillos de su espalda y le
había pedido que se detuviera. Y se lo había dicho en serio. Bueno, más o
menos.
Peter
había besado sus labios una última vez con un beso que había vuelto a dejarla
sin aliento y luego se había alejado... silbando.
¡Por
favor! ¿Es que ni siquiera aquella apestosa mascarilla bastaba para hacer que
Peter reaccionara? Era evidente que se había casado con un peso pesado. Sabía
lo que quería y estaba dispuesto a aguantar lo que fuera para mantenerla a su
lado.
Lali tragó
saliva. Peter le
gustaba, le gustaba
de verdad, pero
el hecho de
que en ningún momento dejara entrever la menor
vacilación la aterraba. Porque al negarse a aceptar quién era en realidad, y
reprimir cada una de sus reacciones, a ella tampoco le dejaba conocer al
verdadero Peter.
Sin
embargo, a pesar de todo se sentía incapaz de decir «esto no va a funcionar» e
irse. Por cada defecto que él le había pasado por alto había habido un centenar
de momentos en los que le había sido sincero, momentos tan puros, tan
intensos... Dios..., tenía que tener cuidado; no quería acabar con el corazón
roto otra vez.
Lali
no podía creer que las cosas hubieran llegado a ese punto. Sabía que lo que más
le gustaba para desayunar eran las medialunas rellenas con jamón y queso. Y no
solo eso; llevaba parada diez minutos en la sección de fiambres, intentando decidir cuál le podía gustar más.
Eso
no era bueno, nada bueno. Por no mencionar lo embarazoso que era, ahora que se
detenía a pensarlo. «¡Por el amor de Dios, no es más que jamón!», se regañó,
dejando lo que había agarrado.
Sintiéndose
como una tonta miró hacia el final del pasillo, casi esperando encontrar a un
grupo de gente mirándola y haciendo apuestas por qué marca se iba a llevar.
Sin
embargo, sus ojos se posaron en una cara conocida, aunque los veinte años que
habían pasado la habían vuelto ajada, y peinaba ya bastantes canas. Estaba
inclinado sobre una
de las repisas
del supermercado, como buscando algo en particular.
—Eduardo...
—murmuró.
Parpadeó
y caminó hacia él sin poder refrenar el impulso. No podía ser él. En todos esos
años, cada vez que había visto a algún hombre que se le parecía había pensado
que era él y luego no había sido. Pero esa vez... podría jurar que era él.
Con
el corazón latiéndole con fuerza, sintió que una risa le subía por el pecho.
¿Cómo debería saludarlo? ¿Con un abrazo?, ¿estrechándole la mano? ¿Debería
decirle cuánto lo había extrañado?
Tenía que
vivir por allí
cerca, aunque sabiendo
lo mucho que
le gustaba viajar,
tal vez solo estuviera de paso.
Justo
cuando estaba alargando el brazo para tocarle el hombro, él dijo de repente:
—Hija,
¿nos llevamos uno de estos chocolates con almendras?
Lali
se detuvo confundida. Solo entonces él se giró y se rio sorprendido antes de
dar un paso atrás.
—Ay,
perdóneme, señorita. Como no estaba mirando, pensé que era mi hija.
En
ese momento apareció una mujer joven embarazada de bastantes meses,
acariciándose la barriga con una mano mientras repasaba la lista de la compra
que llevaba en la otra.
—No
deberíamos, papá, pero bueno, por uno tampoco creo que pase nada.
Eduardo
asintió y puso un chocolate en la carretilla antes de volver a mirar a Lali,
que se había quedado paralizada donde estaba.
No
tenía ni idea de quién era, pensó Lali. Claro que, ¿por qué iba a acordarse de
ella? La última vez que la había visto solo era una niña.
—Eduardo,
soy Lali, Mariana Espósito. Bueno, era Mariana Espósito hasta hace poco; me
casé. Mi apellido de casada es Lanzani.
Notó
que se le subían los colores a la cara por el placer que significaba para ella
poder decirle que se había casado. ¡Y pensar que podría presentarle a
Peter! Seguro que
se llevarían bien.
Hasta ese momento no se le había ocurrido, pero la verdad era que había
muchas cosas en las que se parecían.
Sin
embargo, toda esa emoción se evaporó cuando vio a Eduardo fruncir el ceño, como
si no la recordara.
—¿Lali... Espósito?
—giró la cabeza
hacia su hija,
que estaba observándolos con una sonrisa amable, y
chasqueó los dedos antes de volver a mirar a Lali—. ¡Ah!, la chica del banco,
¿no?
Quien es eduardo? Jaja
ResponderEliminarMaass
maaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarquien sera eduardo?? Me gusto el capítulo!!
ResponderEliminarEspero el proximo!
Su papa? Maaas nove
ResponderEliminarmassssssssssssssss
ResponderEliminary ese eduardo quien es ?
ResponderEliminarOtroooo :))
ResponderEliminarAlgo me dice que es su papá, si es así y el no la reconoce, nunca ha querido saber nada de ella, ahí está el punto por qué Lali tiene miedo a confiar en un hombre, en pensar que la quieren su su propio padre no lo hizo, salió mi lado de psicóloga sorry.
ResponderEliminarEspero que Peter la Contenga o que eduardo sea un amigo de su madre.
@Masi_ruth
El tipo está disimulando...
ResponderEliminarLali feliz d decirle k se había casado,si k tiene pinta d k sea su padre
mmmm odio a eduardo jajajja
ResponderEliminarseguila
Espero que este encuentro con Eduardo el baste para decidir quedarse con peter! más me encanta!
ResponderEliminarIntrigada!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarmmmaasssssssssssss
ResponderEliminar@x_ferreyra07
Quien es Eduardo??????????
ResponderEliminarhostia! quien es eduardo? fue uno de los ex de la madre de lali? el papa? hablaste solo de la mama(que yo me acuerde) supuse que el papa estaba muerto (tubo un accidente y perdio la memoria?(si, siempre me hago la re pelicula jaja) si es el papa (como yo supongo) y le dice que no la conoce, como se lo va a tomar lali? y peter la va a consolar si ella llora? Porfass una pista para alejar un poco mis dudas...Me dejo super intrigada el cap ME eNCANTAN TUS NOVES!!GRACIAS POR SUBIR BESOS!
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