Hola, hola!!!!! ¿Cómo les va? Espero que bien! Sé que
no son horas de subir, pero recién me desocupé :$ Lo siento por hacerlas
esperar!!!! Que disfruten el epílogo y gracias de corazón por estar una nove
más leyendo, comentando y haciendo el aguante!!!! Son las mejores :D Gracias,
gracias, gracias y más gracias!!!!! Un beso y mañana, si Dios quiere, nos
volvemos a leer!!!
P.D.: Para la que quiera, acá pueden descargar Sobran Palabras!!! Gracias Inmilla por la foto :D Te pasaste!!!! GENIA GENIA!
Twitter:
@Caparatodos
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—Lali. —Peter la levantó con cuidado.
Se le quebró la voz—. No te me mueras, Lali. Te necesito. Aguanta, aguanta, te
llevaré al hospital. Aguanta. Háblame, Lali. No te mueras, no dejaré que te
mueras. Háblame, por favor. Háblame.
—¡Hey! —susurró Lali. Alargó una mano
temblorosa y le rozó la mejilla. Estaba caliente, áspera y era sólida. Como
Peter—. Esa frase es mía.
Epílogo:
Cuatro
años después.
«FIN»
Lali
se recostó en el sillón, contenta, observando el parpadeo del cursor durante un
par de minutos más. Suspiró profundamente de satisfacción, guardó el documento,
apagó la computadora y se estiró haciendo una mueca. El hombro le dolía más de
lo normal, lo que significaba que seguiría lloviendo. Según el parte
metereológico, se esperaba una tormenta para ese día del calibre de la sucedida
hacía cuatro años.
Aquella
tormenta había estado a punto de costarle la vida. Los médicos del hospital le
dijeron que su presión arterial había estado por debajo de cincuenta y bajando
cuando Peter la llevó allí. Pese a que apenas había estado consciente, las
pesadillas de Lali seguían siendo blancas: la bata de los médicos y enfermeras,
la luz de la sala de operaciones justo antes de perder el conocimiento...
Tenía
suerte de seguir viva y de que la bala sólo le hubiera dejado un hombro que
enseñar. Si Peter no hubiera sabido cómo vendarle la herida y si no hubiera
luchado contra la tormenta para llegar al hospital... Lali no quería ni
pensarlo.
En
cuanto recuperó las fuerzas necesarias para incorporarse en la cama, Peter
trajo a un juez para que los casara. Y allí, en aquella habitación de hospital
llena de flores que Peter había traído y rodeada de sus amigos de Fiambalá,
Lali había unido su vida a la de Peter.
Le
había costado seis meses de yeso y otros seis de rehabilitación para volver a
acostumbrarse a su hombro. Y durante todo ese tiempo, Peter le había prohibido
trabajar. Claro que después de eso el nacimiento de las gemelas había ocupado
todo el tiempo libre que pudiera tener en los próximos dos años.
La
primera vez que pensó en tener hijos fue durante el viaje que hicieron a Buenos
Aires cuando por fin pudo moverse con cierta facilidad. Allí, había puesto a la
venta el departamento, había enviado sus cosas a Fiambalá y había tenido una
conmovedora reunión con sus amigos. A todos ellos los había invitado a que
fueran a visitarla, y alguno de ellos ya lo había hecho.
Tomar
la decisión tampoco fue tan difícil. Después de hacer el amor durante toda la
noche en su antiguo departamento, Lali le había dicho a Peter tranquilamente al
oído:
—No
he vuelto a tomar la píldora.
—Bueno
—fue todo lo que dijo. Y ya está.
Nadie
esperaba un par de gemelas revoltosas. Durante los dos primeros años trabajar
ni siquiera se le pasó por la cabeza, hasta que Lali empezó a inquietarse. Y
ahora había empezado su nueva carrera como editora independiente o, como lo
llamaba ella; médico de libros. Su primer contrato fue para la novela de Rodrigo
Madueño, que había ganado un premio por el artículo que escribió sobre ella:
«El pueblo que salvó a Lali».
Peter
le había contado la historia de Lali e, intrigado, había viajado a Fiambalá
para investigar acerca de la historia. Allí había conocido a Euge y había
decidido quedarse como director editorial del diario local. Su artículo había
sido elegido como noticia nacional y había dado la vuelta al país. Lo que
contaba en él acerca de la ineficacia del Programa de Protección de Testigos
había llevado a que se nombrara un nuevo director y se donaran más fondos. «El
pueblo que salvó a Lali» apareció en toda la prensa local.
Rodrigo
bromeaba con frecuencia diciendo que, en realidad, Fiambalá era «El pueblo que
Lali salvó». En esos años, se habían abierto un par de negocios en Fiambalá. El
hermano de Rodrigo, ingeniero electrónico, los visitaba seguido y estaba
pensando mudar a Fiambalá su nueva empresa. Rodrigo y Euge se habían casado el
año anterior y estaban esperando su primer bebé.
Lali
se levantó para ver qué hacían Peter y sus hijas. Le tomó un tiempo atravesar
la inmensa sala que utilizaba como escritorio. Peter había habilitado todo el
segundo puso de la casa para que Lali lo usara, y ésta tenía ahora más espacio
que en la empresa en la que trabajaba antes. De la zona de trabajo a la puerta
había al menos diez metros.
Lali
tenía una zona de trabajo, una biblioteca para sus libros de referencia, una
zona para poner la impresora, una zona de lectura y lo que Peter llamaba «zona
de pensar»: una esquina espaciosa que daba a la parte anterior de la casa,
desde donde podía observar a los hombres que trabajaban ahí tratando de evitar
las travesuras de las pequeñas.
Lali
se pasó una mano la panza. Si el test de embarazo de esa mañana estaba en lo
cierto, en febrero se sumaría otro Lanzani al clan. Sería una niña, de eso
estaba segura. La Maldición de los Lanzani se había terminado para siempre con
el nacimiento de Almudena y Vera. Frodo también había encontrado pareja; una
perrita collie con la que había tenido una camada, la mayoría hembras. Hasta
las yeguas habían empezado a tener más potrillas. Peter estaba ahora rodeado de
mujeres.
Lali
abrió la gigantesca puerta de su estudio y descolgó el letrero de «La doctora
de los libros está TRABAJANDO». Justo a tiempo. La puerta principal se cerró de
golpe y oyó la fuerte voz de Peter y el parloteo de las niñas.
Se
oyó el ruido de los zapatos y el arañazo de las uñas de Frodo, que los seguía.
Lali sonrió desde las escaleras al ver Peter.
—¿Podemos
subir? —Tenía a una niña cargada en cada brazo y parecía feliz y contento; como
siempre desde la llegada de sus chiquitas.
—Claro.
—Lali sonrió al ver a su familia—. Sube, tengo algo que decirte.
Peter
subió el último tramo de escaleras.
—¿Ya
terminaste? —preguntó—. ¿Cómo te fue?
—¿Con
el libro? —Lali le hizo una señal con los pulgares hacia arriba—. Va a ser todo
un éxito. Pero eso no es...
—¡Buenísimo!
—Peter esbozó una sonrisa—. Fui a tomar un café y Euge se pasó la mañana entera
rondándome, pero sin animarse a preguntarme por la novela. Al final le dije que
estabas a punto de terminarla, para que se tranquilizara.
—Se
lo entregaré en persona. Con mis comentarios. Positivos todos ellos. —Lali hizo
trompita la boca para que le diera un beso. Peter se inclinó, sonriendo, y puso
una mueca de dolor cuando Almudena le jaló del pelo con fuerza. El pelo de
Peter, antes castaño, se estaba volviendo plateado, y todas y cada una de las
canas eran causadas por las niñas.
—¡Auuu!
Almudena, sueltáme. —Trató de desenredar con cuidado la mano de Almudena de su
pelo—. Princesa, deja mi pelo—. Pero la pequeña tiró con más fuerza,
parloteando alegremente, e hizo otra mueca de dolor—. Por favor, chiquitina;
suelta a papá.
Suspirando
profundamente, Lali se puso en puntitas de pie para mirar a la niña a los ojos
y le dijo con firmeza:
—¡Almudena!
Deja de jalar el pelo de tu padre ¡YA! —Sus ojos marrones se encontraron con
los verdes de la niña y esta abrió su mano regordeta. Sabía quién mandaba ahí.
—¿Cómo
lo haces? —Preguntó Peter con fastidio, frotándose el cuero cabelludo—. Yo
nunca logro que haga lo que le digo. Ni Vera tampoco.
Lali
puso los ojos en blanco, indignada.
—Sinceramente,
Peter. Eres más grande y más fuerte que las niñas. Eres un experto en artes
marciales; un antiguo miembro de los las fuerzas armadas, por el amor de Dios.
Si no puedes convencerlas... usa la violencia.
Lali
se mordió el labio al ver la cara de horror de Peter. El nacimiento de sus
hijas había terminado por completo con su sentido del humor.
Las
niñas se movían con impaciencia. Peter se inclinó y las dejó en el piso.
Almudena y Vera se quedaron milagrosamente quietas unos segundos. Miraron a su
alrededor, parpadeando, a la habitación que por lo general tenían prohibida la
entrada, preguntándose qué maldad podrían hacer.
Lali
observó a sus dos muñequitas con el corazón embargado de amor. Ambas la tenían
siempre demasiado ocupada como para que se emocionara por el milagro de su
existencia pero, durante unos segundos, mientras las observaba, Lali sintió que
los ojos se le humedecían. Almudena y Vera habían heredado su pelo morocho, y
los ojos verdes de su padre. Eran inteligentes y no le tenían miedo a nada.
«Mis hijas», pensó Lali con una punzada de dolor poco característica en ella,
«deben de ser las hormonas», pensó. De la nueva vida que ya crecía en ella. Se
recostó contra Peter, quien le pasó una mano por los hombros mientras miraban a
sus hijas moverse en direcciones opuestas.
Lali
le dio un codazo a Peter en las costillas.
—Auch
—se quejó débilmente—. ¿Y, ahora, eso por qué?
—Tengo
que decirte algo, pero antes quiero que me des un beso.
—¿Eso
es todo? —Los ojos de Peter brillaban—. ¿Y por qué no me lo pediste antes?
Lali
le pasó a Peter los brazos por el cuello y se dejó llevar por la magia que
seguía existiendo entre ellos aun después de cuatro años de casados.
Antes
de perderse en su beso, Peter abrió un ojo, vigilante. Inmediatamente abrió el
otro, horrorizado, mientras se alejaba.
—¡Vera!
—Dio un par de zancadas y le quitó las tijeras a la niña justo a tiempo. Frodo
estaba junto a ella, dejando tranquilamente que la pequeña le cortara los pelos
largos y amarillos del estómago. Vera había estado a punto de asegurarse de que
Frodo no volviera a tener nunca más hijos.
Peter
se agachó.
—Vera,
mi amor, no puedes hacer eso. Pobre Frodo, has estado a punto de...
La
niña comenzó a llorar y Peter puso la cara de pánico que adoptaba cada vez que
una sus chiquitas lloraba.
—Ayy,
princesa —dijo sin saber qué hacer—. No llores, no pasa nada... —Levantó la
mirada para encontrarse con una Lali muerta de risa—. ¿Qué? —preguntó con cara
de cordero degollado.
—Es
culpa tuya, Pitt. —Lali se recostó contra la librería—. Si tú, tus hombres y
Rafael, y hasta Frodo se dedican poner esas caras con las niñas, les van a
pasar por encima siempre. Almudena y Vera empiezan a estar convencidas de que
cualquier cosa con cromosoma Y está ahí para servirlas.
Daba
igual. Peter había cargado a Vera y la estaba arrullando, intentando que le
sonriera. Lali casi podía ver las tuerquitas de la cabeza de su hija girando,
maquinando cómo sacar provecho de la situación.
—Ya
está, chiquitina. —Peter volvió a dejar a la niña en el piso y le dio una
palmadita en el trasero.
—¿Peter?
—¿Sí?
—dijo, mirándola con una sonrisa de oreja a oreja.
—Estaba
intentando decirte que...
—Ah,
se me olvidó decirte —la interrumpió Peter emocionado—, que
Salvador
las subió en Estrella del Sur. Dice que Almudena tiene potencial de campeona.
Vera necesita un poco de práctica pero...
—Peter
—dijo Lali reprimiendo un suspiro—. Las niñas tienen dos años. Es un poco
pronto para que Salvador sepa si tienen potencial como amazonas o no. Céntrate
en lo que estaba tratando de decirte...
—No
es tan pronto. —Peter frunció el ceño—. La nueva potra estará lista para
domarse en unos dos años y medio, y las niñas deberían familiarizarse con ella
cuanto antes. El otro día justo...
—Peter,
hola, estoy intentando decirte algo...
—Pablo
me decía que la nueva chica con la que estaba saliendo, ¿sabes de quién te
estoy hablando?, la chica que entrena los caballos de los Lozano. Bueno, me
dijo que le había dicho...
—Peter...
—...
que había empezado a montar a los dos años. Su padre la subió a un pony en su
segundo cumpleaños y no volvió a bajarse de él. Te apuesto lo que quieras a que
nuestras hijas...
—Peter...
—...
van a ser unas campeonas. Pero si hasta podrían ir a los Juegos Olímpicos si
quisieran. A ver, lo más seguro es que hasta los Juegos Olímpicos del 2020 no puedan
ir, pero si empezamos de una vez, seguro que podemos... —Lali le puso un dedo
en los labios para que se callara.
—Peter
—le dijo con cariño—. silencio.
Ja Ja!!! Ella quería que hable ahora que se lo banque! Me encanto!!
ResponderEliminarJajaja antes no hablaba y ahora hay que hacerlo callar .
ResponderEliminarMe encantó!
Gracias ♥
Lore
HERMOSA ESTA NOVE' creo q Abre entrado unas 5 veces para ver si habias Subido jkkks xD Re emocionada yo!! Que irritante podia llegar a ser pit Hablando. Gemelas que Amor!! Espero La Proxima :)
ResponderEliminarJuro que me morí de amor con este final! HERMOSO!!
ResponderEliminarY al final no se lo dijo!!!! Jajajja me encanto ansiosa ya por leer la próxima novela!!!! Te quiero mucho Vale un beso enorme guapísima
ResponderEliminar@casiamaia Amaia
El que no hablaba ahora no lo pueden callar jajajaj Me encanto el finaal!
ResponderEliminarGracias por subirla, Espero la proximaa
Siii me encanto+!!
ResponderEliminar@laliteronfire
Es cosa mia o no quiere escuchar lo que Lali tiene para decirle porque ya lo sospecha? Seguro que con las dos gemelas tiene que le basta y le sobra pero la llegada de una nueva Lanzani va a traer alegria y mucha mas locura a esa casa que ya lo necesitaba =)
ResponderEliminarHERMOSO FINAL!! me encanta eso del cromosoma Y no paro de reir JAJAJAJAJA Almudena y Vera son las reinas de la casa, eso es indiscutible
espero la proxima nove un placer ayudarte con la portada UN BESAZO
Mori!Peter charlatan es lo más!JAJA no para de hablar,es la felicidad q corre por sus venas y q s cuida y consentidor de sus mujeres ni duda ,ahora se lo imaginan cdo le traigan novio?JAJA
ResponderEliminarEXC nove,Gracias una vez más!
Jajaj antes quería que hable, bueno ahí lo tiene n.n Muy linda noove, esperare la próxima :)
ResponderEliminarArii
Jajaja ahora nose quiere callar peter.. me encantó la nove.
ResponderEliminarBelu
jajaja que lindo final!!! tanto se quejo que no hablaba ahora que habla que no se queje!! jajaa
ResponderEliminarGracias por Otra hermosa historia compartida con nosotras!!!
me encantoooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! espero con ansias (si es que hay) otra novela, puesto que amo, AMO! tus novelas son como una droga!
ResponderEliminarJaja Peter paso de no hablar a no parar, me encantó la historia y ya con ansias de la próxima que seguro nos a encantar igual
ResponderEliminarHermoso final, uno de los mejores, lo amé.
ResponderEliminarEsperando la próxima y que sea tan buena como esta.
Besos
Bianca :)
Ahora habla!!!!
ResponderEliminarJjaajjaja que lindo final!!!
Espero tu proxima nove!!!
@gbv_17
Jajajajajajajaja,se convirtió en un chusma Peter,jajajajajajaja.
ResponderEliminarLas mujeres al poder,jajajjajajaaja.
vaya par d gemelas ,k ideitas se les ocurren.
Preparada para la siguiente novela.
Besos.
jajajja ahora q habla lo calla jajaja
ResponderEliminarmuy buen final
y por fin rodeado de mujeres :D
hermoso el final jajajaja peter hablando sin parar es lo mas jajjajajjaa
ResponderEliminarencerio siempre que la leo lloro grito te odioo jajaja, y me rioooooooo, subi la otra rapido jjajaj besos
me encantooooooooo el finalllllllllll peter hablandoooooooooooo sin pararrrrrrrrrrrrr ja ja ja fue lo massssssssssssssss. felicidades por la novela tan maravillosaaaaaaaaaaaaaa. esperamos la proximaaaaaaaaaaaaaaaa. besos
ResponderEliminaroooooo me encantooo el fianal ...
ResponderEliminarmuy buena la nove me re gusto...espero con ansias la proxima que seguro sera tan buena como esta
@x_ferreyra07