Hola, hola!!!! ¿Qué tal todo? Vieron el tráiler de
Cincuenta sombras?! O.o OMG! No sé cómo voy a aguantar hasta febrero!!!! Jajajaja
Me alegran muchos sus comentarios y saber que les gusta!!! :D Gracias por
leer!!! Besos!
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@Caparatodos
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«Esto
es increíble», pensó Peter y le dio una patada en el tobillo cuando Lali se dio
la vuelta para volver a mirar el restaurante. ¡Su amigo estaba casado!
Capítulo 11:
—Por
aquí —les dijo Emilio. Los acompañó a la mejor mesa que tenía cerca de una
ventana, le acercó una silla a Lali y después se acercó lo suficiente a Peter
como para decirle entre dientes: «He mandado a los mozos a su casa hace media
hora, idiota».
—De
nada —dijo Peter en voz alta asintiendo con la cabeza.
Emilio
se dio por vencido y volvió a la cocina, mientras Peter miraba la forma en que
Lali estudiaba atentamente el local.
—Es
como uno de los restaurantes italianos de las películas. Excepto que no lo es.
Me encanta. Emilio también me cae muy bien.
—Ya
me di cuenta de eso. Eres la primera mujer que traigo aquí a la que le ha
besado antes de que se sentara.
—Bueno,
me va a dar de comer —arguyó Lali cogiendo la servilleta—. Siempre es una buena
señal en un hombre —se colocó la servilleta sobre las piernas y después su
sonrisa desapareció y volvió a ponerse tensa—. Excepto que...
Peter
se preparó para la siguiente andanada.
—No
puedo comer ni pan ni pasta, pero no quiero herir sus sentimientos. ¿Podrías
pedirle otra cosa? —preguntó inclinándose hacia él.
—Sí,
claro —dijo sorprendido—. Ensalada, pollo, esas cosas no llevan pasta.
—Gracias.
No me gustaría arruinar la cena.
—Creo
que se la acabas de alegrar —Lali tenía unos gruesos y suaves labios, y cuando
sonrió, su cara pasó de ser la de una gris funcionaría de prisiones a la de una
simpática muñequita, aunque el malicioso brillo de sus ojos cuando coqueteaba
con Emilio había desaparecido, lo que era una pena.
Emilio
les llevó el pan y Lali se inclinó para verlo mejor.
—¡Qué
rico huele! No he comido en todo el día, así que todo esto me parece
maravilloso.
—Lo
es —dijo Peter—. Emilio, comeremos ensalada y pollo a la mostaza.
—Magnífica
elección, señor Lanzani —lo alabó y Peter supo que lo decía porque era fácil de
preparar—. ¿Un buen vino para acompañarlo?
—Sí
—aceptó Peter a sabiendas de que les iba a llevar lo que le hubiera sobrado y
tuviera abierto en la cocina.
—Para
mí agua —dijo Lali en un susurro sin dejar de mirar el pan.
—Es
buenísimo, lo hace él —le explicó cuando Emilio se retiró.
—Son
carbohidratos —respondió Lali con el ceño fruncido. Peter había oído hablar
demasiado de ellos en los nueve meses que había estado con Melisa y decidió
olvidar el asunto.
—Entonces
—empezó a decir cogiendo uno de los minúsculos panes—. ¿A qué te dedicas?
—partió el pan y su olor inundó sus sentidos.
—Soy
asesora de seguros —contestó ligeramente fastidiada.
Asesora.
Estaba comiendo con una mujer que se dedicaba a las estadísticas, malhumorada,
hambrienta y contraria a correr riesgos. Había caído muy bajo.
—Qué...
interesante —dijo, pero Lali miraba el pan y no se dio cuenta. Peter le ofreció
la mitad—. Toma.
—No
puedo. Tengo que meterme en un vestido dentro de tres semanas.
—Un
trozo de pan no cambiará mucho las cosas —la tentó moviéndolo, sabiendo que el
olor del pan de Emilio había conseguido que los seguidores de cualquier dieta
se pusieran de rodillas.
—No
—lo rechazó. Cerró los ojos y apretó los labios, lo que era inútil, porque no
era la visión del pan lo que la iba a vencer, sino su olor.
—Puede
que sea tu única oportunidad para probarlo —dijo y Lali inspiró con fuerza.
—¡Fue!
—exclamó abriendo los ojos y quitándole el pan—. ¡Eres un idiota!
—¿Quién,
yo? —preguntó mientras veía cómo partía un trozo y lo mordía.
—¡Mmm!
—exclamó masticándolo con los ojos cerrados y la cara inundada de placer.
«Mírame
a mí con esa cara», pensó Peter en el momento en el que notaba que alguien le
tocaba el hombro. Levantó la mirada y vio a Emilio con media botella de vino
observando a Lali. Le hizo un gesto con la cabeza a Peter y dijo: «No la dejes
ir».
—Emilio,
eres un genio —lo elogió Lali después de abrir los ojos.
—Es
un placer —contestó éste.
—Gracias
—dijo Peter con toda intención y le quitó la botella de las manos. Emilio meneó
la cabeza y volvió a la cocina por las ensaladas.
—Así
que eres asesora —dijo Peter una vez que tenían delante los primeros platos.
—Por
favor, te da igual lo que sea. Tómate la noche libre, bombón —respondió Lali
con desdén.
—Mira,
no hago estas cosas todas las noches. Hace tiempo que no salgo con nadie —dijo
cogiendo un trozo de pan.
Lali
miró su reloj mientras masticaba. Después tragó.
—Sí,
unos veintiocho minutos.
—Aparte
de ti. Mi última relación acabó hace un par de meses y he estado disfrutando un
poco de paz y tranquilidad —Lali puso cara de no creerle y él continuó
hablando—. Y, cómo no, cuando me decido a volver a salir, elijo a alguien que
me odia. ¿A qué viene toda esa hostilidad?
—¿Hostilidad?
¿Qué hostilidad? —respondió. Pinchó el tenedor en la ensalada y la probó—.
¡Riquísima!
Masticó
extasiada y Peter la observó intentando averiguar qué estaba haciendo mal.
Debería caerle bien. Era encantador, maldita sea.
—¿Y
qué otras cosas te gustan además de los zapatos?
—¡Por
favor! —protestó Lali una vez que pasó bocado, —Habla tú. Yo sé muy bien por
qué te elegí a ti, ahora dime por qué me elegiste tú a mí.
—¿Tú
has coqueteado conmigo? —preguntó sin llegar a llevarse el vaso a los labios.
—No,
yo te elegí —le explicó meneando la cabeza—. Te vi en la tarima. Bueno, en
realidad te vio mi amiga María, pero me dio el honor.
—Qué
considerada. Así que cuando llegué me estabas esperando.
—Algo
sí. Esconde el pan, que me estoy volviendo loca —le pidió pasándole la
canastilla.
—Entonces,
¿por qué te has pasado tanto conmigo? —preguntó poniendo el pan cerca de su
plato.
—¿Crees
que me pasé? Parece que las mujeres no te dan nunca problemas —dijo Lali con un
bufido.
—Los
cinco primeros minutos no. Se los guardan para después.
—Sí,
pero para nosotros no hay más adelante, por eso tengo que acelerar el proceso
—aseguró mirando el pan con ojos de deseo.
—¿Por
qué no lo hay? —preguntó acercándole la canasta de nuevo, a pesar de que él
también había llegado a la misma conclusión a los treinta segundos de saludarla
en el bar.
—Porque
no me interesa el sexo —aseguró cogiendo un trozo de pan y dándole un mordisco.
Peter observó cómo disfrutaba. «Estás mintiendo», pensó—. Y eso quiere decir
que no te intereso —continuó Lali cuando terminó de masticar.
—¡Hey!
—dijo molesto—. ¿Qué te hace pensar que sólo me interesa el sexo?
jajajaja
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
Creo que para Peter en vez de una puesta va a ser un reto personal conquistar a Lali lo que no sabe es que el mismo va a caer en su propio reto
ResponderEliminarespero maaaaas
Me encanta!!! Lali lo va volver loco!!!
ResponderEliminarQuien de los dos va a caer primero??!!
ResponderEliminarJajajaja
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!
Besos♥
maaaaaaaaaaaaaaaaas...
ResponderEliminarAngy... =D
++++++++++++
ResponderEliminar@x_ferreyra7
Maaass
ResponderEliminarJajajajajajajajjajajajaja,vaya cenita k le está dando Lali a Peter.
ResponderEliminarMaaas novee
ResponderEliminarmassssss
ResponderEliminarme encanta!!
ResponderEliminarpeter se volvera loco jajaja :)
@ligiaelenaCM
Se esta volviendo algo personal la cosa aqui ajaj.me parece que el no va a parar hasta quebla conozca y la enamore. Ojala le diga de la apuesta. Beso. Giu
ResponderEliminarlali lo esta matando pensando q Peter esta en la apuesta y él no entiende nada!JaJa!
ResponderEliminarMaaaaaaas!!
ResponderEliminarOtrooooo :))
ResponderEliminarJAJAJA mirame a mi con esa cara PETER XD,como decian mas arriba si de seguro la apuesta pasara hacer un segundo plano ya q peter se lo tomara como un reto
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