Hola, hola!!! ¿Cómo les va? ¿Qué tal estuvo su día?
Espero que todo bien y pasando un feliz ombligo de semana!!! Gracias por
leer!!! :D besos y hasta mañana, muchachas!
Lore!!!!! Feliz cumple!!!! :D Espero hayas pasado
lindo tu día y arrancado el año con felicidad, rodeada de los que te quieren y
disfrutando mucho!!!!! Capi dedicado a ti :D
Twitter:
@Caparatodos
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—¿Estás
seguro de que Benjamín no se acuerda de la puesta? —preguntó Agustín.
—Seguro.
No volveré a ver a esa mujer en mi vida. Bueno vamos a lo nuestro, el curso...
Capítulo 17:
A
las cuatro y diez, Lali entró en el probador con cortinas de color marfil de la
mejor tienda de novias de la ciudad, sabiendo que llegaba tarde, pero sin darle
mucha importancia. Seguramente su madre estaría tan concentrada atormentando a
Ana y a la costurera que...
—Llegas
tarde —le reprochó María José Espósito—. Habíamos quedado a las cuatro.
—Tengo
que trabajar —respondió Lali mientras avanzaba por la gruesa alfombra dorada
para esquivar el manojo de nervios de pelo
rubio que le había dado vida y dejar su saco en una silla tapizada en
color marfil—. Lo que quiere decir que la compañía de seguros es la primera en
mi lista de prioridades. Si quieres que llegue a tiempo, pon la cita después
del trabajo.
—No
digas tonterías. Tu vestido está en el segundo probador. La costurera está con
Ana y el resto de las chicas. Dame tu blusa, seguro que la dejas en el suelo
—le pidió estirando una apremiante mano con manicura francesa. Lali suspiró y
se la quitó—. ¡Por favor, Mariana! —exclamó su madre con voz, como era de
esperar, despectiva—. ¿De dónde sacaste esa ropa interior?
—Ni
idea, ¿por qué? —preguntó Lali mirando su sostén de algodón, perfectamente
aceptable.
—Es
de algodón blanco. La verdad, Lali, es como el color vainilla.
—A
mí me gusta.
—No
tiene nada de provocador.
—Estuve
trabajando. ¿Qué quieres que provoque allí?
—Me
refiero a los hombres. Tienes treinta y tres años. Has dejado atrás los buenos
tiempos y llevas algodón blanco.
—Estaba
trabajando —repitió Lali empezando a perder la paciencia.
—Da
igual —dijo su madre sacudiendo la blusa. Revisó la etiqueta, vio que era seda
y puso cara de estar más calmada—. Si llevas ropa interior de algodón blanco te
sentirás y actuarás exactamente igual que lo que llevas puesto y esas cosas no
atraen a los hombres, ni ayudan a conservarlos. Ponte siempre cosas de encaje.
—Serías
una perfecta proxeneta —le dijo antes de dirigirse al probador.
—¡Mariana!
—Lo
siento —se excusó—. Pero la verdad, mamá, esta conversación es sin sentido. Ni
siquiera estoy segura de querer casarme y tú te dedicas a criticar mi ropa interior
porque no te parece bien. ¿No podrías...?
—Con
esa actitud seguro que pierdes a Benjamín —pronosticó María José con la
barbilla levantada, por lo que su mandíbula parecía aún más tensa.
—Con
respecto a eso... —comenzó a decir Lali.
—¿Qué?
—preguntó su mamá poniéndose tensa dentro de su vestido de diseñador—. ¿Qué
pasa con Benjamín?
—Ya
no estamos saliendo —le informó sonriendo alegremente.
—¡Ay,
Lali! —gimió María José apretando la blusa de su hija contra su pecho, haciendo
una representación perfecta de la desesperación en medio de un excesivo y
lujoso decorado dorado y marfil.
—No
era el hombre adecuado para mí, mamá.
—Está
bien, pero ¿no podrías haber seguido con él hasta después del casamiento?
—Evidentemente,
no. Mira, no compliquemos más las cosas. ¿Qué tengo que hacer para que no
vuelvas a mencionar su nombre?
—Llevar
encaje.
—¿Me
dejarás en paz si lo hago?
—Durante
un tiempo.
—Eres
imposible —dijo sonriendo mientras se dirigía al probador.
—Igual
que tú, hija —dijo María José observando a su hija mayor—. Estoy muy orgullosa
de ti. Llevas una capa de maquillaje en el ojo. ¿Por qué?
—¡Por
todos los santos! —exclamó Lali cerrando la puerta. Se desabrochó la falda, la
dejó caer en la alfombra dorada y se miró en el espejo de marco dorado—. «No
estás tan mal —se dijo a sí misma no muy convencida—, sólo necesitas encontrar
a un hombre que le gusten las mujeres sanas».
Sacó
la larga falda lavanda del gancho, se la puso con cuidado de no rasgar la gasa
plisada con volados y metió la panza para abrochar los botones. Después se puso
la blusa de gasa del mismo color, abrochó los diminutos botones y estiró la
tela en la parte del pecho para que se viera el sujetador blanco en los
extremos del bajo y cuadrado canesú. Estiró las mangas y la gasa cayó hasta sus
manos en amplios volantes dobles que tendría remangados durante toda la
recepción. La blusa también estaba rematada en las caderas por más volados.
«Genial, más volumen a su cuerpo como si no tuviera suficiente ya», pensó.
Después
cogió el corsé, de color azul y lavanda acuarela, atado con lazos color
lavanda. La tela le había parecido tan preciosa cuando Ana la escogió seis
meses atrás que le pidió a la costurera que le hiciera un edredón. En ese
momento, al ver el estrecho corsé pensó: «Tendré que ir con el edredón. No voy
a ser capaz de ponerme esto». Respiró profundamente y se lo puso alrededor.
Hacía que sus pechos se pronunciaran a una altura vertiginosa dejando unos
cinco centímetros en el centro, donde no podía abrocharse. «Carbohidratos»,
pensó dedicándole sus peores pensamientos a Peter Lanzani y al pan de Emilio.
Después intentó arreglar la base de maquillaje extra que se había puesto,
cuidando de que siguiera ocultando el moretón, y salió para que la viera su madre.
En
vez de encontrarse con su progenitora, se encontró con Ana de pie en la tarima
donde hacían las pruebas, frente a un enorme espejo con marco dorado,
flanqueada por dos encantadoras damas de honor, a las que María llamaba Salida
y Calentona, mientras en el Ipod de Ana sonaban las canciones de Dixie Chicles.
—¿Lista
para la fuga? No me parece muy adecuada —dijo Lali.
—No,
se titula Novia a la fuga —dijo Ana mirándose en el espejo.
—Ajam...
—dijo Lali acordándose de que su hermana había decidido poner bandas sonoras de
películas de Julia Roberts en su casamiento. Bueno, al menos aquello sugería
una alternativa.
—A
mí me encantó esa película —comentó Susana. Rubia, repugnante, deprimente y,
bueno, salida, con un corsé de gasa verde. Era la perdedora en la lotería de
las damas de honor.
—A
mí me pareció ridícula —comentó la morocha, Karina, alias Calentona, que
parecía más sofisticada y altanera con un corsé de gasa azul.
—Aléjate
un poco para que pueda ver a mi hermana —le pidió Lali haciéndole una seña con
la mano—. ¡Wow! —exclamó al verla.
Ana
parecía un cuento de hadas hecho realidad, vestida de satén color marfil. Su
pelo oscuro y rizado caía desde un ingenioso y complicado moño y formaba unos
tirabuzones ensartados con perlas sobre su pálida y ovalada cara. Su cuello se
elevaba graciosamente por encima de la perfecta extensión de piel que dejaba
ver un canesú muy bajo, idéntico al que mostraba una ligera insinuación del
sujetador blanco de Lali. El escote tenía volados de gasa que caían en cascada
sobre un corsé color marfil con pedrería que rodeaba su estrecha cadera; de sus
muñecas caían más volados y por debajo del corsé se desbordaban otros que se
dividían para dejar ver una falda recta con más volados en los lados, como
bolsas, acabada en un ribete plisado que tocaba los dedos de sus zapatos con
hebillas. Se dio la vuelta para mirarse en el espejo y Lali vio el polisón de
gasa fruncida en la base de la espalda, del que salían más y más volados y
pliegues que conseguían que la parte de atrás del vestido adoptara vida propia
y se agitara cuando Ana se movía.
—¿Qué
te parece? —preguntó Ana inexpresiva.
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ResponderEliminar@x_ferreyra7
Mas me encanta!
ResponderEliminarMaasss
ResponderEliminarMaaas nove
ResponderEliminarNo se porque pero me parece que este boda no se va a hacer.. no se porque eh?! bue..capaz que se casen lali y peter no? peter ganaria la apuesta igual porque seria dentro de las 4 semanas osea el mes ajaja! Quiero sabeeeerrrr!Espero mas,Giu
ResponderEliminarBastante pomposo el vestido de Ana jajajaja =) Claramente la madre de las chicas está un poco loca ¿aguantar con un hombre que no quiere solo por ir acompañada a la boda de su hermana?! locura
ResponderEliminarespero maaaas
Esta boda va a ser un desastre ya lo presiento yo, espero el próximo bss
ResponderEliminarAna no se casa y la madre se infarta,JAJA ES INSOPORTABLE y manejadora!
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