Hola, hola!!! ¿Cómo les va? Ojalá que todo bien por
ahí y sufriendo/disfrutando del mundial, para las que lo ven :P Y, si no,
pasando un lindo sábado!!! Les juro que no fue con maldad lo de ayer (aunque
admito que me reí leyendo sus comentarios hace un rato jajaja), pero tenía
examen a la noche y no podía subir otro ni nada por el estilo! Así que sorry
por jugar con sus corazones (no, Mariana?!) Espero disfruten del capítulo y les
cuento que mañana se termina… ;) Un beso y hasta mañana!!!!
Twitter:
@Caparatodos
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Fue
después de apoyar el pie de Lali en el primer escalón, cuando la piedra más
alta se separó de los cimientos y toda la estructura tembló. Entonces,
toneladas de piedra comenzaron a moverse. Los gritos de los hombres se
mezclaron con el espeluznante sonido y gimieron al ver que las rocas se
desprendían. Las cañerías enterradas se rompieron, lanzando chorros de agua.
Confiando en que Lali no soltara a Paloma, Peter la rodeó con sus brazos y con
un impulso desesperado, saltó hacia atrás, arrastrando con él la escalera y su
preciada carga. Durante la alborotada caída, Peter recordó haber protegido a
Lali y a Paloma con su cuerpo. A continuación, sintió un dolor paralizante y
una ráfaga de luz blanca. Y luego nada.
Capítulo 24:
Lali
y Paloma salieron indemnes del derrumbamiento de la fuente, pero solo porque
Peter las había protegido con su cuerpo. Seguramente los tres debían la vida a
la rápida actuación de los hombres de Peter, que sujetaron la escalera cuando
todavía estaban subidos a ella. Pero como Peter le había dado su casco a Lali,
no tuvo protección contra la lluvia de piedras que se produjo. Los veinte
minutos que permaneció inconsciente fueron los más aterradores de toda su vida.
Después
de una frenética llamada a los bomberos, la ambulancia se presentó y llevó a
Peter al hospital, a pesar de sus protestas. Sin embargo, nadie podía obligarlo
a quedarse allí. En cuanto le dieron los resultados de las radiografías y
comprobó que no tenía ninguna conmoción cerebral, decidió darse de alta él
mismo.
Lali
todavía estaba impresionada. María José se había reunido con ella en la sala de
emergencias y había oído cómo Peter rechazaba los consejos del traumatólogo. Si
bien, reconoció tener un dolor de cabeza atroz, declaró que si dormía en una
cama que no fuera la suya aquella noche, sería en la de Lali. María José había
parpadeado al oírlo, y Lali la había arrastrado de nuevo a la sala de espera,
prometiéndole una explicación a la mañana siguiente.
Debería
haber imaginado que no podría contener a María José.
—Paloma,
cariño, tengo tanta sed —declaró María José, rebuscando en su cartera para
sacar unas monedas. En una caja que les habían dado en la central enfermeras,
estaba descansando él pajarito herido que había causado tanto revuelo—. Me
harías el favor de buscarme algo para tomar.
Paloma
examinó tanto a madre como a hija con mirada suspicaz. —Quieren hablar sobre
sus cosas, ¿no es así? —María José le dio un pellizco en la mejilla y le guiñó
un ojo. —¡Siempre tan inteligente!
Paloma
aceptó las monedas y lanzó una mirada pícara a Lali.
—Está
bien, pero ya que yo no puedo escuchar lo que diga, asegúrate de que Lali te
cuente la cosa tan especial que Peter le dijo cuando estábamos en lo alto de la
escalera.
Lali
cerró los ojos.
—Paloma...
—Ya
me voy —dijo la niña, alejándose a paso rápido—. Cuiden de mi pájaro.
Cuando
Lali se volteó, María José la estaba observando con los ojos entrecerrados.
—¿Por
qué ha pensado Peter que sería bien recibido en tu cama, Lali?
Lali
suspiró.
—He
estado intentando encontrar el momento de decirte algo, mamá. Pero es tan...
difícil. Tan vergonzoso, en realidad.
—Nunca
debes posponer un deber desagradable —dijo María José, como si ella nunca fuera
culpable de aquel pecado.
—Estoy
embarazada —soltó Lali sin más, con descaro— y antes de que saques conclusiones
apresuradas, es hijo de Peter, no de Martín.
—¿Es
una broma? —respondió María José. Por una vez, Lali había logrado dejar sin
palabras a María José.
—¿Vas
a sermonearme, mamá?—indagó, tratando de contener una sonrisa.
—Nada
de sermones —dijo María José. Luego se acercó, le dio un beso en la mejilla y
la abrazó con fuerza— ¡Estoy tan contenta. Ni siquiera pienso pedirte los
detalles, siempre que planees hacer lo correcto.
Lali
sintió una oleada de afecto por su madre.
—Si
te refieres al matrimonio, mamá, es posible.
—¿Posible?
—Bueno...
—Lali abrió las manos y se encogió de hombros—. Es un poco complicado —estaba
disfrutando de ser ella la que sorprendía a su madre, por una vez.
—¿Te
lo ha pedido?
—Y
luego se ha arrepentido —dijo Lali con picardía.
María
José, que empezaba a disfrutar de la situación dijo: —¿Es tu venganza, no es
así? —preguntó, mirando a su hija con picardía—. Por lo pesada que he sido. Por
intentar convencerte para que te soltaras un poco el pelo. Por querer que te
divirtieras y...entraras en razón.
—Tal
vez, mamá —dijo Lali, todavía sonriendo.
—Está
bien, una pregunta más, y Paloma y yo los dejaremos solos. ¿Qué dijo Peter cuando
estaban en lo alto de la escalera?
—Me
dijo que me amaba —dijo Lali con una sonrisa suavizada por la satisfacción de
sentirse amada.
—¿No
te lo había dicho yo? —comentó María José, sonriendo—. Siempre me cayó bien ese
chico.
Una
vez en el coche, Peter se dejó caer en el respaldo del asiento después de
acceder a regañadientes a que fuera Lali la que manejara.
—Vámonos
a casa, La.
A
casa. Lali dejó que la palabra llegara como una dulce canción a su corazón.
—¿La
mía o la tuya?
Peter
movió la cabeza para mirarla.
—La
tuya. Quiero hacerte el amor otra vez en esa cama de encaje.
Sonriendo,
salió del estacionamiento del hospital.
—El
médico ha dicho que debías descansar durante veinticuatro horas.
—Ya
dormiré después de que hagamos el amor —extendió el brazo y apoyó una mano
sobre su vientre—. ¿Cómo está nuestro hijo?
—Bien.
No podría estar mejor.
—Me
alegro, porque tengo muchas cosas que decirte, Lali.
—¿Sobre
el accidente?
—Eso
y más. Sobre estar en aquella escalera y descubrir de repente lo que estaba en
juego. Pero puede esperar hasta que lleguemos a casa —su voz se volvió grave —.
Así podré tocarte y abrazarte y decirte otra vez lo mucho que te amo.
Lali
lo miró antes de volverse a concentrar en la carretera.
—¿Estás
seguro? La gente hace o dice cosas en situaciones límite de las que luego se
arrepiente.
—¿Como
cuando me declaré por primera vez?
—Son
cosas que pasan, Peter.
Peter
le acarició la mejilla.
—No
quiero declararme en un auto, La. Esta vez quiero hacerlo bien, ¿está bien?
—De
acuerdo…
Continuará…
masssssssssssss
ResponderEliminarahhhhh final felizz
Hay q amor,mas lindo peter :D
ResponderEliminarson unos tiernos!!!!!!!! ahora no podes cortarme el capítulo justo ahí!! necesito el proximo capítulo YA!!!!!
ResponderEliminarexcelente!!!!!!!!!Bastante modesta Ma Jose ya me la veia armando una escandalosa fiesta ahi mismo! JAJA
ResponderEliminarAy que lindos!
ResponderEliminarSegui
@gbv_17
Hermososss! Maas nove
ResponderEliminarQue lindos!
ResponderEliminarPorque lo dejas ahi?? .... SEGUI!
@gbv_17
aaaaaa +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
ResponderEliminarme encanta :D
@x_ferreyra7
El lugar en realidad no es tan importante, incluso puede llegar a ser una anecdota en un futuro jajajajaj lo importante es que se digan y demuestren cuanto se quieren
ResponderEliminarespero mas noveeee
tq amii
Es un divino hasta medio averiado!! Me encanta más!!
ResponderEliminarAaaaah son hermosos, sube otrooo!!! :D
ResponderEliminarMe encanta que por fin se haya dado cuenta que la ama
ResponderEliminarMaaaas!
ResponderEliminarOhhh mas tiernos ya era hora que majo se enterara Masssss++++++++++++++++++++++
ResponderEliminarMaaass
ResponderEliminarMás tierno...
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
Ay que bonito por finnn jjjaaj se han dicho que se quieren y le ha dicho a sin madre que esta embarazada massss me encantaaa
ResponderEliminarPeter un tierno diciensole Te amo
@Casiamaia