martes, 23 de julio de 2013

Capítulo 74




Twitter: @Caparatodos
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Igual que el día anterior y el anterior a ese, el dolor volvió a embargarla antes de que tapara el frasco y lo pusiera sobre la mesa. No, no lo había olvidado. Todavía no. Todavía dolía, pero tal vez al día siguiente sería mejor. Tal vez al día siguiente no sentiría nada y estaría lista para volver a su casa y darle cara a la vida una vez más.

Capítulo 74:

—Te traje la correspondencia —dijo su madre entrando en la sala como si no pasara nada. Traía una canasta con flores recién cortadas colgando de un codo y un gran sobre en la mano. Tenía puesto un vestido con un llamativo bordado acompañado de un chal para protegerse del frío matutino y un collar de muñequitas quitapenas para alejar la mala suerte. En algún momento durante su viaje a México había comenzado a comportarse como una nativa del lugar y nunca más había cambiado. Su larga trenza castaño salpicada con vetas grises colgaba por su espalda hasta sus caderas—. Recibí una gran señal esta mañana. Va a suceder algo bueno —predijo María José—. Carla encontró una mariposa y ya sabes lo que eso significa.

No, Lali no sabía que ver una mariposa en el huerto significara algo, aparte de que el pobre bicho estaba hambriento y buscaba comida, claro está. Desde que su madre le había predestinado un amante morocho y apasionado, sus predicciones psíquicas eran un tema difícil. Lali no preguntó sobre la mariposa.
María José se lo explicó de todas formas mientras le entregaba el sobre a Lali.

—Hoy recibirás buenas noticias. Las mariposas siempre traen buenas noticias.

Ella reconoció la letra de Eugenia cuando tomó el sobre de la mano de su madre y lo abrió. Dentro estaban los recibos de su casa y propaganda diversa. Dos cartas llamaron su atención inmediatamente. La primera era un sobre firmado por los señores Arredondo. La segunda era de la cárcel. No necesitó ver la dirección para saber quién había enviado la carta. Reconoció la letra. Ignacio.

Durante unos segundos la alegría la invadió, como si estuviera recibiendo noticias de un viejo amigo. Después, aquel súbito arranque de alegría fue reemplazado por cólera y cierta tristeza.

No había hablado con Ignacio desde antes de su arresto, pero había sabido a través del abogado que tres días después del arresto Ignacio había llegado a un acuerdo con la oficina del fiscal. Había cantado como un lorito toda la información y nombres a cambio de una reducción de condena. Había delatado a cada uno de los coleccionistas y traficantes con los que había hecho negocios y a los ladrones del robo Arredondo. Según Ricardo Linares, Ignacio había contratado a dos hermanos que en ese momento estaban en libertad bajo fianza y a la espera de sentencia por algunos robos en barrios residenciales y de los que finalmente habían sido declarados culpables.

Gracias a su cooperación, Ignacio sólo había sido condenado a cinco años de prisión pero estaría libre en dos.
Le dio a su madre el sobre de los Arredondo.

—Léelo tú si te interesa —dijo, luego agarró la otra carta y atravesó el corredor hacia la sala de estar. Se sentó en un viejo sillón y le temblaron las manos cuando abrió el grueso sobre. Había una carta de cuatro páginas escrita en papel legal. La luz que atravesaba las ventanas iluminó la letra sesgada.

Estimada La,
Espero que leas esta carta y me des la oportunidad de explicar mis acciones. Primero déjame decirte que lamento mucho el dolor que con toda seguridad te he causado. Nunca fue mi intención, y jamás imaginé que mis otros negocios repercutirían negativamente en ti.

Lali hizo una pausa. «¿Negocios?» ¿Así llamaba a vender antigüedades y pinturas robadas? Sacudió la cabeza y volvió la atención a la carta. Hablaba de su amistad, de todo lo que quería contarle y los buenos tiempos que habían compartido. Comenzaba casi a sentir lástima por él cuando la carta tomó otro rumbo.

Sé que un gran número de personas ve mis acciones como crímenes y quizás estén en lo cierto. Comprar y vender propiedad robada va contra la ley, pero mi único crimen VERDADERO es haber querido demasiado. Quise las cosas buenas de la vida y por ello tengo que cumplir una condena más dura que la de la mayoría de los condenados. Los maltratadores y pederastas reciben condenas menores que la mía. ¿No son mis crímenes una tontería en comparación? ¿A quién hice daño? ¿A los ricos que están asegurados?

Lali bajó la carta a sus piernas. «¿A quién hizo daño?» ¿Hablaba en serio? Con la mirada hojeó rápidamente el resto de la carta llena de más racionalizaciones y excusas. Insultaba a Peter con palabras realmente fuertes. Esperaba que hubiera sido lo suficientemente lista para darse cuenta de que Peter sólo la había usado para acercarse a él y confiaba en que a esas alturas hubiera tenido la sensatez de haberse deshecho de él. Lali estaba sorprendida de que no se hubiera enterado del papel que ella había jugado, y hacia el final de la carta le llegaba a preguntar si le escribiría, como si aún siguieran siendo buenos amigos. Descartó la idea y con la carta en la mano entró nuevamente a la sala.

—¿Qué había en el sobre? —preguntó María José, levantándose de la mesa donde, recientemente, Lali había estado mezclando pétalos de rosa y lavanda en un mortero.

—Una carta de Ignacio. Quiere que sepa que lo siente y que no es tan culpable como parece. Que sólo robó a gente rica. —Hizo una pausa para dejar caer la carta a la basura—. Supongo que éstas eran las buenas noticias que te dijo la mariposa que recibiría hoy.

Su madre la miró de aquella manera suya tan calmada y compuesta, sin juzgarla. Y Lali se sintió como si hubiera pateado a un amante de la paz.

Suponía que lo había hecho, pero últimamente parecía que no podía ni ayudarse a sí misma. Era abrir la boca, y toda la cólera que tenía dentro salía como un chorro a presión.

Sin ir muy lejos, la semana pasada su tía Carla había estado deshaciéndose en alabanzas sobre su tema favorito: Frank Sinatra, y Lali le había soltado:
—Sinatra era un tarado y las únicas que no piensan así son las mujeres que se pintan las cejas.
Lali había pedido perdón inmediatamente a su tía y Carla pareció haberlo aceptado y olvidado, pero una hora más tarde se había comprado la mitad del supermercado.

Lali no era ella misma, no tenía realmente clara su identidad. Le dolía admitirlo, pero su confianza y su corazón habían sido destrozados por dos hombres diferentes el mismo día haciéndole perder la fe en sí misma y en todo lo que la rodeaba.

—El día aún no ha terminado —dijo María José y señaló los restos del mortero sobre la mesa—. Los Arredondo dan una fiesta, y según la invitación quieren que vayan todos los que colaboraron en la recuperación de su pintura.

—No puedo ir. —El solo pensamiento de ver a Peter hacía que tuviera mariposas en el estómago.

—No puedes esconderte aquí para siempre.

—No me escondo.

—Huyes de la vida.

Por supuesto que huía de la vida. Su vida era un agujero negro que se extendía delante de ella totalmente vacío. Había meditado y probado imaginarse la vida sin Peter, pero no lo había logrado. Siempre había sido espontánea ante la vida. Si algo no andaba bien, cambiaba de rumbo y tomaba una nueva dirección. Pero por primera vez, todos los lugares a donde se dirigía eran iguales.

—Tienes que cerrar este ciclo. —Lali cogió una ramita de menta y la giró entre los dedos—. Tal vez, deberías escribirle una carta a Ignacio. Luego deberías pensar en ir a la fiesta de los Arredondo. Necesitas enfrentarte a los hombres que te han lastimado y que te han puesto tan furiosa.

—No estoy furiosa.
María José simplemente se la quedó mirando.

—Ok. Estoy un poco furiosa.

Descartó la idea de escribirle a Ignacio en ese momento, aunque tal vez su madre tuviera razón. Quizás debería enfrentarse a todo eso para poder seguir adelante. Pero no a Peter. No estaba preparada para ver a Peter, para mirar sus familiares ojos y ver que no sentía nada por ella.

Durante el tiempo que había estado con su abuelo, su madre, su tía y ella habían hablado de Ignacio, pero la mayor parte del tiempo ella había hablado de sus sentimientos por Peter. No había mencionado que Peter era su yang, ni siquiera lo había insinuado. Pero de todas maneras, su madre lo había sabido.

Su madre creía que las almas gemelas y el destino estaban irremediablemente entrelazados. Lali esperaba que no tuviera razón. María José había hecho frente a la pérdida de su marido cambiando totalmente de vida. Lali no quería cambiar su vida. Quería recuperarla tanto como fuera posible.

Pero tal vez su madre tenía razón en una cosa. Tal vez fuera hora de volver a casa. Tiempo de cerrar una etapa. Tiempo de recoger los pedazos y vivir su vida otra vez.

Continuará…

16 comentarios:

  1. Bien ahí!!
    quiero más!
    Lore456

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  2. Majo tiene razón, no puede huir eternamente por el temor de encontrarse con Peter, no es justo para ella. Necesito saber que pasará en esa fiesta, porque si van todos los involucrados en resolver el caso, Pitt también va =)

    espero mas noveee BESOS

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  3. Sisi es hora que se vuelvan a encontrar y el sea el qe sufra o mínimamente pida perdon!!

    Arii

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  4. que pasará en esa fiesta?? Peter como estará?? Más me encanta !

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  5. chicas...voy a comensar a subir una nueva nove..les agradeceria si se pasaran por el blog y dejaran sujerencias.......escelente el capitulo cami sos grosa..jejejejej quiero mas .....http://maricarmenqr8.blogspot.com

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  6. Me encanta
    Subi mas noveeee

    ATTE: Valeria : )

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  7. Lali no hagas la del avestruz,con frente alta y a dar pelea!Bien por Majo!
    Ignacio un tonto importante a todo esto!Nunca midio las consecuencias !

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  8. Por fin!! ELla es fuerte puede hacerlo! Igual q se vista hermosa y mate de celos a peter, q le haga ver lo q se perdio!!! Jeje!
    Espero x MaS!
    @belteje

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  9. La madre tiene razon ella tiene volver y vivir su vida!! ojala q peter reaccione rapido y se de cuenta de lo que siente por Lali!!

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  10. Para mi la madre de Lali tiene razon, tiene que hacerle frente a a sus sentimeintos y a los hombres que la lastimaron por completo... Debe de empezar a vivir otra vez! Y ojala que la mariposa que vieron en verdad sea algo bueno para lali! Bessos geeniaaa!

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  11. ke lo enfrente ya,se llevara una sorpresa.

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  12. Las madres siempre tenemos la razón, cierto lo que Dice Majo no debe huir si no enfrentar sus problemas y sentimientos
    @Masi_ruth

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  13. Recién regreso de una vacaciones y me pongo a leer y firmar.
    Pobre Lali creo que se le partió el corazón!!! Y Peter que piensa porque ni acepta que la quiere???
    Espero que Lali si valla a la fiesta y Asi pueda hablar con Peter.

    Saluditos
    Titel

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  14. Quiero reencuentro!!!!!

    @laliteronfire

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  15. Majo tiene razon tiene que enfrentar a los hombres que la hicieron sufrir y si en el camino encuentra a alguno con quien hablar y "coquetear" por asi decirlo para darle celos a Peter tambien vale! :D @LuciaVega14

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