domingo, 22 de junio de 2014

Capítulo 4


Hola!!!! ¿Cómo les va? Espero que todo bien por ahí :D Gracias por todos sus comentarios acá y en tw, me alegro que les guste la historia!!! Que empiecen bien la semana!!! Besos y hasta mañana!

Twitter: @Caparatodos
____________________________________________________

Las lágrimas volvieron a aflorar de sus ojos y buscó un pañuelo de papel en el cajón de la mesa auxiliar. Todavía no podía creer lo que había pasado. Peor que eso, no estaba segura de cómo se sentía. Avergonzada, sí; humillada, también. ¿Deprimida? Bueno, el hombre que amaba la había engañado y despreciado de la forma más deplorable dejándola plantada prácticamente en el altar. ¿No se sentiría deprimida cualquier mujer?

Capítulo 4:

—Toma, está frío y delicioso —Peter le tendió una copa de vino y se sentó a su lado con otra en la mano. La levantó y brindó—. Por ti y por el futuro.

Lali bebió un buen trago y casi se atragantó. Sin apenas darse tiempo parar respirar, inclinó la copa de nuevo, pero Peter la agarró de la muñeca—. Espera, es una marca muy buena. Este vino hay que saborearlo. Tomémoslo con calma.

—Está bien. No tengo otra cosa que hacer esta noche —dijo Lali con amargura, contemplando el líquido burbujeante.

—Creo que te sentirías un poco mejor si hablaras de lo que ha pasado —dijo Peter también fijando la mirada en su copa de vino.

—¿Por qué? No cambiará nada.

—Yo no estaría tan seguro.

Acurrucada en la esquina del enorme sillón, Lali estudió su perfil. ¿Hablaba por experiencia? Peter había estado casado una vez. Aunque nunca habían hablado del tema, sabía que su esposa y su hijo habían muerto en un accidente de tráfico provocado por un conductor borracho. Había ocurrido tiempo antes de conocerlo, cinco o seis años atrás. Nunca había oído a Peter mencionar a su esposa ni a su pequeño.

—Que te dejen plantada, duele mucho, Peter, pero no creo que mi desgracia sea comparable a la pérdida que tú has vivido.

—Tal vez no —estaba inclinado hacia delante con los codos sobre las rodillas—. Pero toda pérdida es dolorosa en el momento en que ocurre. Y no hace daño hablarlo con alguien, sobre todo si ese alguien está dispuesto a escucharte.
Lali guardó silencio durante unos segundos.

—No es fácil hablar de sentimientos cuando ni siquiera estás segura de cuáles son.
Peter la miró con aquellos increíbles ojos grises.

—Bueno, sabes que estás conmocionada, avergonzada, decepcionada. Todo eso se puede superar y, créeme, la gente olvida con rapidez. Lo que tienes que recordar es: no dejes que Martín te haga sentir que ha sido culpa tuya. O que si hubieras actuado de otra forma, esto no habría sucedido.

—Genial —dejó el vino a un lado—. ¿Me estás diciendo que tenía tan poco que ofrecerle que, tarde o temprano, Martín me habría abandonado de todas formas?

—¡No, no estoy diciendo eso! —parecía horrorizado.

—¿Qué si no?
Peter se enderezó y dejó la copa en la mesa de centro.

—Martín es mi hermanastro. Mis padres lo mimaron demasiado, y Martín manipulaba a Beatriz, mi madrastra, como quería. Ella nunca supo negarle nada, y mi padre aprendió a aceptarlo con los años. Tal vez parezca desleal, pero es el típico egoísta. Quiere lo que quiere cuando lo quiere. No tiene ninguna tolerancia hacia nada que no prometa gratificación instantánea.

—Sexo.

—¿Cómo?
Lali movió la cabeza.

—Dime una cosa, Peter. ¿De verdad no tenías ni idea de que Martín me estaba engañando?

—No tenía ni idea.

—¿Habría engañado a cualquier mujer, no sólo a mi?

—No puedo asegurártelo con exactitud, pero...

—Entonces, ¿es culpa mía?

—Lali... .
Sintió cómo las lágrimas inundaban nuevamente sus ojos y se levantó del asiento.

—¿Qué tengo que le hizo buscar a otra persona, Peter? ¿Qué he hecho mal?

—No has hecho nada mal —suspiró y se puso de pie—. Lo ves, estás haciendo justo lo que no deberías.

—Entonces, ¿por qué ella? ¿Por qué Daniela? ¿Qué tiene ella que yo no tengo?
Peter metió las manos en los bolsillos.

—Tal vez... simplemente estuviera accesible.

—Trabajaba en con él, por supuesto que estaba accesible. Pero yo era su prometida. Yo también estaba accesible.

—Martín necesita que le presten mucha atención.

—¿Y?
Peter se encogió de hombros.

—Las mujeres de su vida siempre le han dedicado todo su tiempo, complaciéndolo, atendiendo todos sus caprichos, mimándolo, satisfaciendo su necesidad de ser el centro de atención.

—¡No sigas por ahí! Hablas como mi mamá. Ese es el papel que adopta en todas sus relaciones y ya ves cuánto le duran —Lali torció los labios con amargura—. Juro que no pienso vivir entregada a un hombre de esa forma. Tengo una profesión, y mi trabajo ocupa gran parte de mi tiempo. Martín lo sabía cuando me pidió que me casara con él. Aceptó que tuviera otros intereses que no lo incluyeran a él algunas veces. Y como esposa suya, esperaba que tuviera intereses que no me incluyeran a mí—hizo una pausa y extendió el brazo—. Míranos. Trabajamos juntos con frecuencia. Sabes que hay otras cosas en mi vida aparte de Martín, ¿cómo no iba a saberlo él? Pensaba que Martín lo entendía.

—Tal vez lo hizo y por eso buscó a Daniela.
Lali se quedó inmóvil.

—Podrías ser más claro.

—Tal vez Daniela le diera todo el tiempo y las atenciones que quería. Estaba allí en su oficina, dispuesta a complacerlo.
Lali perdió toda su rigidez al instante.

—Aun así, no habría caído en la tentación si realmente me amara.

—No sé si Martín sabe lo que es el amor, Lali.
Lali se dejó caer en el sillón con expresión taciturna.

—Pero ni siquiera para mí el trabajo era suficiente. Quería una familia, Peter. Un hijo... tal vez dos.

—Y los tendrás.

—No, tengo treinta y tres años. Los hombres pueden posponer estas cosas indefinidamente, pero las mujeres, no.

—Martín ha demostrado con su comportamiento que era demasiado inmaduro para ser padre, Lali.

—Y eso me recuerda lo que dije hace un minuto —suspiró—. Supongo que debo considerarme afortunada por no haberme casado con él.

—Bueno, es una idea.
Lali inspiró trémulamente.

—Pe... pero es tan terrible, Peter —se cubrió el rostro con las manos y no pudo evitar sollozar.

—Ah, Lali...
Peter se sentó y le dio palmaditas en el brazo.

Luego empezó a acariciarle el pelo y a murmurar mientras ella cedía a un torrente de lágrimas. Al ver que no la consolaba, maldijo entre dientes y la rodeó con sus brazos. Lali reaccionó con una nueva oleada de lágrimas. Aferrándose a su camisa con ambas manos, enterró el rostro en su tórax. Parecía tan íntegro, tan honesto. Sabía por instinto que podía confiar en él, y resultaba grato sentirse consolada en sus brazos. Era amable y comprensivo. Seguramente al día siguiente no podría mirar a nadie a los ojos, pero en aquellos momentos, aquella noche, la traición de Martín no le parecía tan terrible.
Respiró de forma entrecortada, Lali levantó un poco la cabeza y lo miró.

Continuará…

13 comentarios:

  1. El problema no eres tu Lali es él,o era y agradece habertelo sacado de enciam!Ahora Peter es otra cosa!VAMOS por alli!

    ResponderEliminar
  2. me encanta que peter la consuele jejejejeje mas noveee!!! ♥♥♥♥ Besoss!!!

    ResponderEliminar
  3. es obvio que Lali este mal, pero en un tiepo va a darce cuenta que fue mejor que la dejara a que siguiera con ella se casara y la haga cornuda durante quien sabe cuanto tiempo.
    para mi a Peter le pasa algo con ella, nose por que se me hace.

    massssssssssss
    @x_ferreyra07

    ResponderEliminar
  4. Es lo mejor su le ha podido pasar a Lali. Cuando se de cuenta lo agradecerá

    ResponderEliminar
  5. Lali tu no tienes la culpa quirro msssaaasss

    ResponderEliminar
  6. Ese levantamiento d cabeza ,y mirarlo...será k ella le propone algo???.
    Aunque espero k sea Peter quien lo haga.
    El no está allí consolándola solo x dar la cara x su hermanito,se nota en sus palabras ,y sus acciones.

    ResponderEliminar
  7. gracias a dios lali se quito a tremendo idiota de encima..otro

    ResponderEliminar