Hola, hola!!!! ¿Qué tal terminaron la “semana”? Ya con
pilas y ganas para arrancar el finde y aprovecharlo, me imagino! Gracias por
leer!!!! Besos y hasta mañana!!!
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@Caparatodos
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—Yo
la arreglaré —se ofreció Calentona lanzándole a Lali su típica mirada de «Eres
una inútil».
—No
creo que puedas —dijo Lali cogiendo su ramo y siguiendo a su hermana.
Capítulo 77:
La
luz de la puesta de sol inundaba el vestíbulo, pero Ana tenía la cara pálida y
fría bajo su arreglada corona y velo. Carlos estaba a su lado, incómodo con su
frac y le enviaba miradas angustiadas. Le lanzó una mirada indagadora a Lali,
pero ésta se encogió de hombros. Lo sentía por él, pero no se encontraba en los
primeros puestos de la lista de personas que necesitaban ayuda.
Salida
estaba delante de ellos al lado de la puerta. Entonces empezó el cortejo, le
dio un último tirón a su vestido, sollozó, esbozó una tensa sonrisa, dio un
paso hacia delante y entró en la capilla.
Calentona
avanzó, se quedó parada hasta que le tocó el turno, le lanzó un beso con la
mano a Ana, dio un paso, sonrió como una animadora y entró en la capilla.
—Soy
tu hermana y puedes contar conmigo para lo que sea. Si quieres irte, te sacaré
—dijo Lali.
—¡Lali!
—exclamó su padre boquiabierto y Ana negó con la cabeza.
—Está
bien —Lali ajustó el paso a la música, dibujó una sonrisa en la cara, dio un
paso y entró en la capilla.
Algo
le atrapó el volado del vestido y se quedó parada. Se dio la vuelta y vio que
Ana sujetaba la gasa de color lavanda.
—¡Ana!
—exclamó su padre perplejo.
—Papá,
ve a sonreír al altar para que sepan que todo va bien —le pidió Lali girándose.
Quitó la mano de su hermana de los volantes y la arrastró hasta las escaleras
de la iglesia en la luz que languidecía—. ¡Habla!
—Javier
acostó con mi dama de honor —confesó Ana con el ramo temblándole en las manos.
—¿Susana?
—preguntó nada sorprendida, pero asqueada al mismo tiempo—. Sabía que...
—Peor.
—¿Cómo
puede ser...? —y entonces cayó en la cuenta—. ¿Karina?
Ana
asintió.
—¡Oh!
—exclamó Lali intentando pensar en algo que decir mientras su furia aumentaba—.
Ana... Dime que fue antes de declararse y no...
—Anoche
—susurró Ana y Lali respiró con fuerza a pesar del corsé.
—¡Hijo
de puta!
—Gracias
—dijo Ana sollozando.
—Esa
puta. Te juro que le voy a arrancar todo el pelo que tiene en la cabeza —dijo
Lali agarrando con fuerza a Ana—. Voy a clavarle el moño en la puerta de la
iglesia, zorra. Y papá se encargará de Javier. Hace meses que le tiene ganas.
Ana
sollozó.
—Cuidaremos
de ti. No estás sola. María y Candela... —se calló al darse cuenta de que
presumir de amigas no era lo mejor que podía hacer en ese momento e intentó
imaginarse cómo se sentiría si alguna de ellas la traicionaba, si María se
acostaba con Peter..., no, eso era inimaginable, no podía ser, nunca...
—Anoche
los observé a Peter y a ti —dijo Ana con lágrimas en los ojos—. Y me parecieron
perfectos el uno para el otro, no tenían que ser otra persona, ni estar
perfectos ni nada. Te quiere como eres y yo quería hablar con Javier. Quería
estar así con él, así que cuando te acostaste, fui a su departamento y los
encontré en el cuarto. Ni siquiera estaban en la cama.
—Y
Karen te mandaba besos, zorra asquerosa —dijo Lali abrazando a su hermana con
fuerza.
—No
saben que los vi. Ellos no me vieron a mí.
—Actuaste
con mucha madurez —dijo Lali apretando los dientes—. Yo habría llenado las
paredes de sangre. Bueno, voy a cancelar la boda.
—No
—le pidió con el corsé con pedrería subiéndole y bajándole debido a su agitada
respiración—. No lo hagas.
—¿Qué?
—Vamos.
—Me
admira la forma en que lo estás llevando, pero creo que casarse con ese hijo de
puta es llevar la madurez demasiado lejos.
—Tengo
que hacerlo. Está todo organizado. Hay regalos, Candela ha puesto perlas en la
torta...
—Ya
me comeré yo la torta, devolveré los regalos e incluso dejaré al novio inválido
por ti.
—No.
No era... Fueron los nervios pre casamiento. Todo saldrá bien.
—Ana
—dijo Lali inspirando todo lo profundamente que pudo e intentando sonar
calmada—. Cuando se tienen esos nervios uno entra en pánico en la despedida de
soltero, no se acuesta con tu mejor amiga.
—No
todo el mundo encuentra un Peter. Javier es un buen tipo. Simplemente tuvo
miedo. Voy a casarme —aseguró meneando la cabeza y después tragó saliva—. Tenía
que contárselo a alguien, ya me desahogué.
—Ok.
Pero si cambias de opinión en cualquier momento, en medio de la ceremonia o de
la luna de miel o cuando esté naciendo tu tercer hijo, allí estaré para
ayudarte. Llámame y te sacaré de donde sea. No estás sola —intentó volver a
respirar, pero el corsé se resistió—. ¿Estás segura de lo que vas a hacer?
Porque...
—Sólo
tenía que contárselo a alguien. Estoy bien.
—Buenísimo,
yo no —esperó un segundo antes de volver a entrar, pero su hermana ya se
dirigía hacia la entrada sin dejarle más opción que seguirla.
Lali
sonrió a su padre, que parecía enloquecido, ocupó su sitio en la puerta y
empezó a recorrer el pasillo, sin casi fijarse en que Benjamín y Melisa estaban
en un asiento y parecían nerviosos, que Candela y María estaban en la tercera
fila con una mirada tipo «¿Qué está pasando?», que Peter estaba en la segunda
fila mirándole fascinado el escote y que el imbécil de Javier estaba cerca del
altar con cara de estar enojado. «Muérete, cerdo traidor», como eso le pareció
poco, empezó a pensar en otros insultos sin darse cuenta de que estaba
frunciendo el ceño, hasta que Peter la miró con los ojos muy abiertos y Javier
retrocedió un paso.
Suavizó
la expresión de su cara. Todavía quedaba el momento de «hable ahora o calle
para siempre», la cláusula de escape. Podría decir algo. Aunque si lo hacía
arruinaría la boda de Ana y tenía la sensación de que la boda era más
importante para su hermana que el propio matrimonio. E incluso aunque no lo
fuera, era la elección que había hecho su hermana. No iba a ser como su madre y
meterse en su vida.
Ocupó
su sitio al lado de Calentona en el fondo de la iglesia y pensó en darle en la
cara con el ramo. Tal vez podría excusarse diciendo que se había resbalado, dos
veces.
Calentona
suspiró y meneó la cabeza, señalando hacia la corona.
«Puta»,
pensó, y se la puso bien.
Sonó
la marcha nupcial y se giró para ver a su hermana recorrer el pasillo. Era como
una imagen de película con el sol brillando a su espalda, como una bendición.
Parecía
ida y a Lali se le rompió el corazón.
Buscó
a Peter con la mirada, éste la observaba frunciendo el ceño y movió los labios
como para decir: «¿Qué pasa?». Lali meneó la cabeza al borde de las lágrimas.
Ni siquiera él podía arreglar aquello.
Ana
llegó al fondo de la iglesia, comenzó la ceremonia y al poco rato la gente
empezó a revolverse en los asientos. «Saben que pasa algo», pensó Lali. No
notan esa sensación de felicidad que suele haber en las bodas. Incluso el
vestido de Ana presagiaba la tragedia.
Cuando
el sacerdote dijo: «Si alguien tiene algún motivo para que esta boda se
cancele, que hable ahora o calle para siempre», Lali se acercó a su hermana.
Ana
se giró hacia ella y sus miradas se cruzaron.
—Hazlo—dijo
Lali.
Al
cabo de un segundo el sacerdote asintió y comenzó los votos.
—Sí
—dijo Ana apretando el brazo de Lali, y ésta suspiró aliviada.
—Todavía
no —le dijo el cura.
—No
—le aclaró Lali—. No es eso a lo que se refiere. Hazlo —le pidió a su hermana.
—Me
opongo —dijo, pero con voz tan baja que el sacerdote tuvo que inclinarse hacia
delante para escucharla.
—Se
opone —dijo Lali en voz alta.
—¿A
qué? —preguntó Javier.
—A
ti, traidor hijo de puta —lo insultó Lali. En los primeros bancos se escuchó un
grito ahogado. «No levantes la voz —se dijo—. No levantes la voz». Después miró
a Javier y pensó: «Al diablo lo de levantar la voz».
—Me
opongo —dijo Ana con voz a temperatura ambiente. Se giró para mirar a los
asistentes—. Me opongo a un novio que se acostó ayer con mi mejor amiga. Me
opongo a un novio que es... —empezó a decir, pero se le quebró la voz.
—Un
cerdo mentiroso —Lali acabó la frase mirando a Javier, alzando la voz, por
supuesto.
—Sí—dijo
Ana bajando las escaleras sujetando el ramo con manos temblorosas.
—Hasta
tienes el pelo de idiota —lo acusó Lali a Javier siguiendo a su hermana. Este
la cogió por el brazo.
—Espera
—dijo, y Lali se volteó para golpearlo, pero Peter se interpuso y lo separó de
un empujón. Detrás de ellos Salida le preguntó a Calentona.
«¿Te
acostaste con él?» y alguien le dio un golpecito a Javier en el hombro en el
momento en que Salida atacaba a Calentona, Javier recibía un puñetazo de Carlos
y Salida jalaba con fuerza del moño de Calentona mientras que caía de culo en
el primer banco.
Peter
agarró a Javier por los hombros antes de que se cayera al suelo y los dos se
voltearon para ver a María José, que se acercaba a ellos con un hermoso vestido
gris.
—Eres
horrible —lo acusó y le dio en las costillas con el taco aguja de diseñador.
—¡Mamá!
—exclamó Lali.
—¡Treinta
y siete años! —dijo María José dándole una patada con cada palabra hasta que
Lali la alejó. Fue tambaleándose hacia un lado y terminó frente a Carlos, que
intentaba soltarse del agarre de Peter para poder darle otro puñetazo a
Javier—. Y tú también —dijo dándole un golpe en la cabeza con el bolso.
—¿Y
qué hice yo? —preguntó Carlos protegiéndose con las manos mientras María José
se iba por el pasillo con la cabeza muy alta.
—¡Imbécil!
—dijo Salida a Javier y empezó a darle golpes en la cara con el ramo mientras
Calentona intentaba levantarse del banco.
—Tengo
que ir a ver a Ana —le dijo Lali a Peter—. Patéale la cabeza.
—Anda
—dijo Peter y lo último que vio Lali fue que dejaba caer a Javier en la
alfombra para evitar que Carlos le pegara otra vez y Salida lo golpeaba con sus
orquídeas.
Q HDP .. espero que despues de esto la mamá de Lali no lo joda tanto a Pitt
ResponderEliminar++++++++++++++++++++
@x_ferreyra7
Bien hecho, se lo merece javier!!! Y melisa lograra su cometido? Más!!
ResponderEliminarOtroooo :)
ResponderEliminarJajajjajaja me encanto la peleea. Subimas
ResponderEliminarPobr Ana con lo que le tocó ver!
ResponderEliminarPero Bien! Por fin término con la boda y ene l momento justo! Por un momento pensé que no lo iba a hacer pero wao, ese era el momento! Jeje
Que pelea en plena iglesia! Jaja q locura pero se merecen los golpes!
ResponderEliminarMe encanto! Gracias por subir, espero más más más más maratón
Este escándalo debió de dañar los planes de Melisa y Benjamín!!! Sii
ResponderEliminarAl menos por ahora, espero que Lali se ponga las pilas para hablar con Peter
Jajajajajaajjajaja,nada más k de imaginar toda la escena me muero d risa.
ResponderEliminarAna estará triste x un tiempito ,pero se libró d un trasto k no sirve para nada.
Pobre Ana. . .que triste enterarse así de algo justo el día antes de la boda y por otro lado justo a tiempo para no ser infeliz el resto de su vida. . .
ResponderEliminarEsos dos H.P md da a mi que van a estropear lo que tienen Lali y Peter
Me encanta
Peter ya es uno mas de la familia, esta mas que claro jajaja
ResponderEliminarespero maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
Q escenon! Lali y Peter parecen una pareja consolidada. La frase más cierta " no todas encuentran un Peter"
ResponderEliminarMaaaaas!
ResponderEliminarHola genia. Me encantas tus novelas y te sigo desde la primera novela que hiciste. Ahora yo doy un paso más y me adentro mas en este mundo. Acá traigo mi primera adaptacion laliter. Pasate si querés, proudoflaliter.blogspot.com ☺
ResponderEliminarGRACIAS, ♥.
@proudoflaliter.
hay 2 ecuatorianas conectadas y soy una de ellas!!!
ResponderEliminarjajajjajajaj ok
ResponderEliminarpobre ana
javier quien lo veia al HDP este desgraciado
lindo capi
Pobre Ana
ResponderEliminarOjalá que Benjamín y Melissa no logren separar a lali y peter
Vale : D