Hola, hola!!!!!! ¿Qué tal va todo por ahí, muchachas?
Espero que bien! Por acá, hoy arrancó la primavera a ver si mejoran los días
jajajjaj Gracias por leer, sus comentarios y todo, todo!!!! Besos y hasta
mañana!!!!
Twitter: @Caparatodos
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«Buenísimo,
no te quedas a ayudar porque la cosa no es contigo, ¿no es así, colega?», pensó
Lali antes de sacarlo de sus pensamientos para ocuparse de su hermana.
Capítulo 81:
—¿Que
soy un cobarde? —le preguntó Peter a Agustín cuando Lali se había ido, contento
de discutir con alguien a quien podía pegarle.
—No
me puedo creer que huyas. Tienes treinta y cinco años, ¿no estás cansado ya de
toda esa mierda?
—Tú
tienes la misma edad.
—Y
jamás en mi vida he mirado a una mujer de la forma en que tú mirabas a Lali. Yo
me enojaría con ella por la historia de «todos los hombres son unos
mentirosos», pero se lo diría, no me alejaría de ella. ¿Qué te pasa?
—Esta
historia no tiene que ver conmigo.
—¡Dios!
—exclamó Agustín antes de volver al salón.
—¿Dónde
vas?
—Donde
está el verdadero problema. Donde estamos todos. ¿Por qué no estás tú?
Cuando
se alejó, Peter miró a Lali, que estaba abrazando a Ana. Candela estaba junto a
ellas y Victorio tenía una capa de la torta en una mano y le daba palmaditas en
la espalda a Ana con la otra. María estaba pisoteando algo y cuando Agustín se
acercó, éste abrió los brazos, Ana lo miró con ojos llorosos y Peter supo que
estaba haciéndose el payaso otra vez, representando su papel. «Dios —pensó—,
debería estar allí». Después, Lali lo miró con el ceño fruncido y enojada, se
estremeció y pensó: «¡Jódete!», antes de dar media vuelta, furioso y abatido,
para mirar a Melisa, que estaba más simpática que nunca.
—¿Estás
bien?—le preguntó ésta.
—No.
—Conozco
un sitio donde podemos tomar una copa.
—¿Dónde?
—En
mi casa.
—Vamos
—aceptó, sabiendo que Lali lo estaba mirando.
Peter
pasó la mayor parte del lunes furioso por lo bruja que había sido Lali y el
martes su estado de ánimo no había mejorado. Tampoco ayudó que esos dos días
Melisa lo hubiera llamado para hablar de la copa que había rechazado cuando la
dejó en su casa. Sus clientes parecían haberse vuelto extremadamente tontos y
sus socios seguían mirándolo como si hubiera estado ahogando cachorros. Lo peor
de todo era que extrañaba mucho a Lali, que la deseaba y que aquello lo hacía
sentirse mal. La gota que había colmado el vaso aquella semana era su madre,
que lo había llamado al trabajo para saber si volvía a salir con Melisa.
—No,
no voy a volver a salir con ella, así que déjame en paz con esa historia.
—¡Juan
Pedro! —exclamó su madre con un tono de voz que en cualquier otro momento lo
habría dejado helado.
—De
hecho, como estoy enojado contigo, tampoco voy a volver a verte a ti.
—Juan
Pedro —protestó su madre con un tono diferente.
—Olvídalo
—dijo antes de colgar.
Agustín
se acercó y dejó descolgado el teléfono.
—Cuando
la llames, te disculpas. Hasta entonces es mejor que no hables con nadie.
—No
voy a volver a llamarla. Se portó pésimo conmigo toda su vida y se acabó.
—No
te la agarres con tu madre, idiota. Lali...
—Ésa
también me ha estado jodiendo todo un mes y también se acabó con ella. Que se
vayan las dos al diablo.
—Muy
maduro —comentó con la misma voz que habría puesto Lali.
Victorio
meneó la cabeza y volvió a su trabajo y Peter no les hizo caso a ninguno de los
dos para preparar el programa de un seminario.
Cuando
llegó a casa, tiró el saco encima del sillón, cogió la botella de whisky y se
quedó parado al escuchar que Elvis cantaba She en el departamento de al lado.
—¡Por
el amor de Dios! —dijo tomándose el vaso de whisky de un trago.
Cuando
golpeó la puerta de su vecina abrió una mujer que no conocía, morena y de
estatura mediana.
—¡Ah!
Pensaba que... Sonia...
—Está
dentro —dijo con una dulce sonrisa que le recordó a Lali. Tenía la cara redonda
y ojos grandes—. ¿Sonia?
Peter
se acercó a su vecina, que salía de la cocina con dos copas de color rubí.
—¡Peter!
—exclamó sonriendo—. Ésta es Linda. Linda, éste es Peter, mi vecino —su sonrisa
se volvió aún más grande cuando hizo un gesto con la cabeza hacia el equipo de
música—. Primera cita, con canciones.
—¡Ah!
—dijo Peter dando un paso atrás—. Lo siento.
—¿No
te gusta Elvis? —preguntó Linda.
—Sí.
Me alegro por ti, So. Hasta luego.
—Tómate
una copa —lo invitó ésta con mirada que decía: «Piérdete».
—No
puedo, tengo que... —se excusó indicando con la cabeza hacia su departamento,
sin saber qué iba a hacer aparte de estar enojado.
—¿No
está Lali? —preguntó dejando los vasos en la barra en la que desayunaba—. Luego
podríamos...
—No
—dijo Peter rabioso—. Lali no está.
—¡Ay,
no! ¿Qué hiciste? —le preguntó al leerle la cara.
—Por
extraño que te parezca, nada. ¿Por qué crees que...?
—No
me importa. Haz que regrese.
—Terminamos.
—No.
Esta vez perdiste algo de verdad.
—No
tiene que ver conmigo.
—Sí.
Esta vez sí. ¿Qué pasó?
—Nada.
Nada interesante —dijo señalando a Linda con un gesto—. Encantado de conocerte
—se dio la vuelta para irse, pero Sonia lo sujetó por la camisa.
—Siéntate
y cuéntamelo todo o te perseguiré hasta tu departamento y te atormentaré hasta
que desembuches —quince minutos más tarde dijo—: Bueno, es difícil saber quién
de los dos es más tonto.
—¡Oye!
—protestó Peter.
—Estaban
perdidamente enamorados y todo iba bien. ¿Sabes lo difícil que es?
—Eso
espero. No me gustaría pensar que hay una epidemia de toda esta mierda.
—¡Córtala!
Quieres que vuelva.
—¿Por
qué iba a...?
—¡Que
te calles! Quieres que vuelva.
Se
sentó en el sillón y el recuerdo de Lali con el que llevaba dos días peleándose
volvió a él.
—¡Quiero
que vuelva! Lo que demuestra lo idiota que soy —dijo con la cabeza entre las
manos.
—¡Por
Dios! ¡Llámala! Dile que lo sientes.
—Esta
vez soy yo el ofendido.
—Ya,
y eso te ha dado calor por las noches, ¿no? Llámala. Dile que quieres hablar
con ella mañana. Lleva una buena botella de vino, dile que la amas, soluciona
este problema inexistente y sean felices el resto de sus vidas.
—¿Por
qué mañana? Si voy a disculparme por algo que no he hecho, podría ir ahora...
—Porque
para entonces habrás perdido la apuesta.
—No
la hice.
Linda
se alejó un poco de él en el sillón.
—Deja
de gritar. Eso no importa. Le diste donde duele.
—¿Qué...?
—No
es guapa. No es delgada. Sabe que todo el mundo que los ve juntos piensa en
cómo logró estar contigo.
—Eso
no es verdad. Es maravillosa.
—Muy
bien. Nosotros lo sabemos, pero hay mucha gente que no lo sabe. Incluido, me
imagino, el ex novio que la dejó y que después intentó hacer la apuesta
contigo.
—¡Wow!
—exclamó Linda.
—Y
después apareces, guapo y perfecto, y la convences de que la amas...
—La
amo, maldición.
—...
pero resulta que apostaste...
—No
hice esa apuesta —protestó Peter levantándose.
—...
que podías acostarte con ella... —continuó Sonia.
Peter
volvió a sentarse.
—Pensó
que querías llevártela a la cama por una apuesta y al final, cuando las cosas
se complicaron, en vez de quedarte a su lado, te fuiste con tu guapa ex novia.
—Eso
no está bien —intervino Linda.
—¡Dios
mío! —exclamó Peter apoyando de nuevo la cabeza en las manos—. No puedo creer
que me haya dejado engañar de esta forma. No puedo creer que haya dejado que el
idiota de Benjamín Amadeo me haga una cosa así, soy un tonto.
—Sólo
que esta vez va a salirte bien. Lo único que tienes que hacer es perder
apuesta. No pasa nada, pierdes un poco de orgullo y un poco de plata.
—Diez
mil dólares.
—¡Ah,
bueno! ¡Esto es como la televisión por cable! —exclamó Linda.
—¿Apostaste
diez de los grandes que podías llevarte a Lali a la cama? —preguntó Sonia con
incredulidad.
—¿Es
que nadie me escucha o qué? —dijo Peter mirando al techo.
—No
hizo la apuesta —la corrigió Linda.
—Gracias.
—Todo
el mundo sabe lo de la apuesta. Y si te acuestas con ella antes de... ¿Cuándo
finaliza el plazo?
—Mañana
a las nueve, nueve y media —le informó Peter intentando acordarse de cuándo
había hecho la maldita apuesta. Mejor, «no había» hecho la maldita apuesta.
Incluso él empezaba a decirlo.
—¿Vale
la chica los diez mil dólares?
—Por
supuesto —aseguró Peter.
—Ahí
lo tienes. Llámala y dile que quieres verla cuando hayas perdido la apuesta
—sugirió Sonia implacable, con los brazos cruzados—. No me obligues a llamarla
yo.
—Hazlo
—insistió Linda—. Es demasiado romántico.
—Muchas
gracias. Dicho esto, me voy a casa —dijo saliendo de allí sin hacer caso a la
llamada de su vecina.
«Sonia
se equivoca», se dijo mientras se servía otro vaso de whisky, pero aquel
pensamiento no terminaba de convencerlo. Cerró los ojos y pensó en Lali
mientras intentaba acordarse que todo aquello había sido una traición, pero no
conseguía dejar de oírla diciéndole «Te amo» y supo que era verdad.
—¡Ahhh!
—exclamó cuando sonó el timbre. La abrió dispuesto a darle a Sonia un bofetón
si volvía a decir algo de Lali.
Pero
era Melisa, increíblemente sexy con un top sin mangas ni espalda de color azul
y una falda negra bastante corta. Inclinó la cabeza al verlo y su sedoso pelo
cayó hacia atrás.
—Sé
que estás enojado, pero no quiero que estés solo —dijo con suavidad.
—Estoy
bien —aseguró Peter mientras Melisa se acercaba a él.
—No,
no lo estás. Te hizo mucho daño —continuó y le enseñó una botella de whisky—.
Dale, cuéntamelo. Te sentirás mejor.
«Haría
cualquier cosa que le pidiera —pensó Peter—. Y el mundo está lleno de mujeres
como ella. ¿Para qué necesito a Lali»
—¿Puedo
pasar? —preguntó con sonrisa cálida y encantadora.
—No,
tengo que hacer una llamada.
Continuará…
Uff casi lo mato si la dejaba pasar con lo ultimo q penso antes q hablar cometia un petercidio jajaja
ResponderEliminarMaass
ay, pense que Peter la iba a dejar pasar, mass!!
ResponderEliminarDemasiada gente metiendo la cuchara,Peter decidite de una vez ,ah y a Melissa chau chau chauuuuuuuuuu
ResponderEliminarTodavía se salva de que entre a la historia a darle su merecido por idiota!!! MÁS
ResponderEliminarSonia le sacudió bien las pulgas.
ResponderEliminarK cerradito y negador k está.
Menos mal k el whisky ,no le nubló del todo el entendimiento ,y no dejó pasar a Melissa.
Melisa Melisa Melisa. . .que desaparezca ya por dios. . .gracias a qué no la ha dejado pasar. . .se muere de amor por Lali, quiero saber ya cual es ésa llamada, espero que sea a Lali como le aconsejo sonia
ResponderEliminarOtroooo, es completamente genial la nove!! :D
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas.... =D
ResponderEliminarAAAAA pense que iba a meter la pata... me estoy dando cuenta, que no se a dado cuenta de que Melisa tambien estuvo metida en esto.. espero que se entere pronto..
ResponderEliminarsabes cuantos cap son + o - ??
+++++++
@x_ferreyra7
OMG!!
ResponderEliminar@ligiaelenaCM
en esa ultima parte ya me estaba preocupando eh pense que la iba adejar pasar y de paso seder ante ella por suerte no lo hizo ay pitt si te diste cuenta lo que te hizo benja para alejarte de ella ahora solo fata que descubras quien es melisa y lo que trama y de eso lali es la unica que te puede dar la pista para que la desenmascares y de paso juntos le den a melisa y benja su merecido seguro la llamada que va hacer es a lali ojala si es asi lali le atienda y queden en verse y asi poder aclarar todo y empezar de nuevo bueh eso si es que aceptan cada uno su error y de paso se perdonan ojla que melisa no le insista y asi el pueda hacer esa llamada
ResponderEliminarcada ves que cae bien sonia jajaja ojala pitt se desga de melisa y haga esa llamada y que logre que lali le escuche y se vean para asi poder resolver y aclara todo y estar bien y no se tal ves vuelvan a intentar estas juntos
ResponderEliminarPor el amor de Dios!!¿porque les cuesta tanto creer en el otro?Entiendo a Lali en parte por lo de la apuesta y todo el peso que le metio su mama toda su vida, pero no entiendo a peter, si fue por lo que hizo su mama, que dios me libre de ella, pero por que desconfia de lali, parece que no quisieran estar juntos, espero que ambos puedan dejar su orgullo de lado.
ResponderEliminarBesos!!
sonia sos lo maximo jajja
ResponderEliminarya lo iba a golpear si la dejaba entrar
otro capi
Ufff pensé que la iba a dejar entrar quiero reconciliación laliter
ResponderEliminarVale : D
Sonia es esa persona que todo el mundo deberia tener en su vida para que diga las cosas de verdad, tal y como son y que te hagan ver la realidad. Es una gran amiga.
ResponderEliminarY lleva razon si Peter pierde la apuesta que no hizo, ya no tendria interes economico en estar con Lali sno que estaria con ella porque quiere. Aunque creo que Lali deberia aceptar y recoonocer que no hizo la dichosa apuesta. Espero mas