miércoles, 21 de mayo de 2014

Capítulo 19


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—Y sé que es temprano —continuó Peter—, pero los dos no aguantamos más las ganas de irnos para seguir con nuestra luna de miel, así que si nos disculpan... —y con todos mirando cargó a Lali en brazos—. Ah, le dije al mozo que las copas corren por mi cuenta. Macarena, Javier: felicitaciones nuevamente; que sean muy felices.

Capítulo 19:

¿Qué crees que estás haciendo? —exigió saber Lali, poniendo los brazos en jarras y mirándolo como si quisiera fulminarlo con la mirada.

Peter, que estaba frente a ella en el ascensor, le tomó una foto con su celular y volvió a guardarlo en el bolsillo de su saco. Habían ido al hotel de Lali para recoger sus cosas e irse al de él.

—Documentar nuestra primera pelea.
Por un momento, Lali se quedó confundida, balbuceando algo ininteligible, y él no pudo evitar sonreír divertido, pero luego, en un instante, su enojo volvió.

—Todavía no puedo creer que hayas hecho eso.

—Dale, es para nuestro álbum de recuerdos.

—Sabes muy bien que no me refiero a eso —contestó ella—. Teníamos un trato. Tal vez lo  olvidaste  —agregó  con  sarcasmo—.  O  tal vez no  se  ajustaba  a  lo  que  tú  querías  y simplemente cambiaste de opinión, ¿no?
Habían llegado al primer piso y las puertas se abrieron silenciosamente.

—Lo segundo, por supuesto —respondió él con una sonrisa traviesa mientras salían.
Lali volvió a lanzarle una mirada furiosa, pero no dijo nada. Tomaron un taxi para ir al hotel de Peter, y una vez que estuvieron en su suite se volteó hacia él como un torbellino.

—Me lo prometiste.
Era verdad, lo había hecho, pero las circunstancias no habían sido las esperadas, y no había tenido más remedio que ponerle los puntos sobre las íes a su prima y compañía.

—¿No escuchaste lo que estaban diciendo de ti? No iba a dejar que esas víboras traicioneras...
Lali levantó una mano para interrumpirlo.

—No me importa lo que dijeran. Lo que me importa es lo que tú me habías prometido. Me preocupa lo que verdaderamente tiene un valor, aquello en lo que puedo creer.
Peter, que no estaba dispuesto a ceder, le sostuvo la mirada.

—Puedes creer que cuando nos casamos juré honrarte, respetarte... y protegerte todos los días de mi vida.
Lali parpadeó, y por un instante se quedó sin palabras.

—Y cuando pronuncié esos votos lo hice dispuesto a cumplirlos. No soy la clase de hombre que se queda a un lado titubeando mientras se meten con su esposa. Esta noche habría querido hacer lo que me pediste, Lali, y pensaba hacerlo, pero entre cumplir mi promesa para no arruinarle el día a tu prima, y romperla para protegerte, no tuve dudas en hacer lo segundo. Siempre te antepondré a todo lo demás.

—Oh —susurró ella.
Tragó saliva para intentar deshacer el nudo de emoción que se le había hecho en la garganta. No podía dejar que unas pocas palabras la volvieran tan vulnerable.
Peter fue hasta ella y la acercó a él, apretándola contra su pecho.

—Perdóname por romper mi promesa, pero no me mantendré al margen si veo a alguien haciéndote daño.

 —Yo hubiera podido manejar la situación —le respondió ella. Como había hecho durante toda su vida.

—Pero ¿por qué ibas a tener que aguantar algo así?

—Porque Macarena se merecía ser la protagonista del día —reiteró ella. ¡Y él le había prometido que así sería!

—Sí, pero tú también —Peter agarró su rostro entre ambas manos e hizo que lo mirara—. Solo porque no recuerdes nuestra boda no significa que no cuente.

Todo lo que estaba diciendo Peter parecía tener tanto sentido que estaba sintiéndose tentada a confiar en él como le había pedido y dar ese salto de fe, pero no podía ignorar el profundo abismo que se extendía a sus pies.
Analizó  los  ojos  de  Peter  y  le  hizo  la  pregunta  en  la  que  se reunían  todos  sus  miedos  y  su reticencia.

—¿Y si seguimos adelante con este matrimonio y al cabo de un tiempo ya no te parece tan buena idea?

—Esa es la cuestión, Lali: eso no va a pasar —Peter se apretó el puente de la nariz con el índice y el pulgar y dejó escapar un suspiro—. El compromiso es algo muy importante para mí. Quiero algo duradero —la  expresión  de  sus  ojos  cambió de repente. Por un momento se volvió distante antes de tornarse intensa de nuevo—. Tal vez si nos diéramos un poco más de tiempo...

—¿Te refieres a que salgamos? —preguntó ella, que tenía muy claro que a eso no iba a jugar.
No quería volver a empezar una relación para ver cómo se desarrollaban las cosas, no quería más falsas esperanzas y años de indecisión...

—No —respondió él sacudiendo la cabeza—. Eres mi esposa y quiero que sigas siéndolo, pero me doy cuenta de que no lo ves tan claro como lo veías anoche, cuando aceptaste casarte conmigo, y sé que lo que te estoy pidiendo no es fácil. Pero confío en que tú también llegarás a la conclusión de que este matrimonio no es un error si le das un poco de tiempo. Lo que te estoy proponiendo es un periodo de prueba: dame tres meses. Si pasados esos tres meses piensas que no congeniamos te daré el divorcio y podrás seguir con lo que habías planeado. Y  por mientras  hacemos  como  si  ya  hubiéramos decidido que esto es lo que queremos: te vienes a vivir conmigo... como mi esposa.
Lali  se  notaba  la  garganta  seca  y  el  corazón  le  palpitaba  con  fuerza.  Lo  que  Peter  estaba sugiriendo era una locura.

—¿Y qué harías, presentarme a tus amigos y a tus socios? ¿Y si al final no soy feliz y te digo que quiero irme?

—Te dejaré ir. Solo te estoy pidiendo que le des una oportunidad a nuestro matrimonio, no que te encierres en una prisión de la que no podrás salir. Además, estoy seguro de que eso no sucederá.
Lali lo miró vacilante; las dudas pesaban demasiado.

—No sé, Peter. Es que ahora por fin había encontrado una manera de ser feliz. Ya sé que crees que como el amor no entra en la ecuación de este matrimonio no fracasará, pero yo no puedo volver a depositar mi confianza en alguien para luego terminar defraudada; lo siento. Duele demasiado cuando eso pasa.

—¿Y no crees que, si te equivocas, solo por la recompensa habrá valido la pena correr el riesgo?

—No lo sé. Y tal vez eso debería decirnos algo a los dos —murmuró ella.
Los ojos de Peter chispearon.

—Sí, creo que sí —dijo—. A mí me dice que en vez de esperar, creyendo que recordarías, debería haber hecho esto.

Y antes de que ella pudiera siquiera parpadear la atrajo hacia él y la besó. Lali había levantado las manos en un gesto automático de defensa, y habían quedado atrapadas entre los dos, apretadas contra el pecho de Peter.


Continuará…

12 comentarios:

  1. ME ENCANTAAA
    masssssssssssssssssssssssss

    @x_ferreyra07

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  2. Lalii dale una oportunidad a Peter! Maaas nove

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  3. dale la oportunidad s elo merece,muy buen capi

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  4. Yo quiero un marido como peter!!!!
    Me encanto
    @lalitter08

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  5. Aww peter no puede ser mas tierno! Maaass

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  6. K indecisa Dios mio.Todo lo k le propone Peter es perfecto

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  7. Chari indecisa es poco Jajaja
    Me encanta

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  8. Que mujer!!! que deje de dar tanta vuelta y le de la oportunidad! estoy segura que no se va arrepentir!!!! Peter es un amor!!!
    Espero el proximo!!!

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  9. No me dejas ahí!!!! Más me encanta!

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  10. Este es un libro? Quien lo ha escrito???
    Soy una nueva lectora :))

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  11. Muy buena! Espero q le da la oportunidad a peter, se la merece asi los 2 van descubriendo lo lindo q es el amor.
    Oye esta es una adaptacion? Porq mepa q ya la eh leido. Como se llama esta novela?

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