domingo, 13 de octubre de 2013

Capítulo 12



Buenas!!!! Acá ando de nuevo :) jijiji gracias por sus comentarios y por estar ahí! Son geniales y amo leerlas, tanto sus teorías como locuras :P Gracias!!!! Besos y nos leemos en un rato! 

Twitter: @Caparatodos
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Y, de hecho, lo era. En Jamaica nadie sabía, ni le importaba, quién era él. No era el tipo al que había engañado su ex-novia supermodelo. No era un heredero, un genio de la tecnología, un hombre de negocios, un hijo, o un hermano. No era nadie y disfrutó de cada una de aquellas cuarenta y ocho horas de anonimato –ser el hijo de un empresario lo había privado de su libertad hacía mucho tiempo.

Capítulo 12:


Durante la segunda noche de su viaje, Peter se había quedado sentado delante de la barra que llevaba siendo su casa desde hace dos días, sosteniendo el que había decidido que iba a ser su último trago de la noche. Nunca antes había estado borracho y, como la mayoría de los hombres, había descubierto que era un modo eficaz de hacer frente a los problemas. Pero, tarde o temprano, tendría que regresar al mundo real.

El mozo, Esteban, miró a Peter de reojo mientras limpiaba unos cuantos vasos.

-¿Crees que van a atrapar a ese tipo? –le preguntó con un marcado acento mexicano.

Peter parpadeó sorprendido. Esteban no le había dirigido tal cantidad de palabras en el transcurso de dos días. Momentáneamente, consideró si la cuestión violaba su política anti-preguntas y terminó decidiendo que era lo correcto.

Al fin y al cabo, no es que estuviesen hablando sobre él.

-¿Qué tipo? –preguntó.

-El tweeder aterrorizado –dijo Esteban.

Peter agitó su vaso ante él.

-No tengo la menor idea de lo que es un tweeder ni de cómo se les puede aterrorizar, pero parece una gran historia, amigo.

-Oh, eres un tipo gracioso, ¿no? –Esteban señaló una televisión que se encontraba colgada en la pared que había a la espalda de Peter-. Twi-tter, pendejo.

Por curiosidad, Peter se giró hacia la pantalla y vio un programa de noticias local.

La reportera estaba hablando demasiado deprisa como para que pudiera entender lo que decía. Pero las tres palabras escritas en negrita, en la parte inferior de la pantalla de pantalla de la televisión, no necesitaban traducción

El Twitter Terrorista

Peter se atragantó con el tequila.

¡Oh… oh!

Observó la pantalla con creciente frustración mientras trataba de entender lo que estaba diciendo la reportera. Fue difícil, considerando que llevaba encima unas seis copas de más, pero se las arregló para captar las palabras policía y arresto.

El estómago se le revolvió y, con un acopio de fuerzas, logró salir del bar antes de doblarse y vomitar varios tragos que había tomado, clavándose la frente contra un cactus, que no había visto hasta el momento, durante el proceso.

Eso le hizo recuperar la sobriedad con rapidez.

Preso del pánico, regresó a su habitación barata donde había pagado en efectivo, para no tener que presentar ningún documento y llamó a la única persona con la que podía contar, estando borracho hasta el tuétano en Jamaica y sangrando por la frente, mientras era buscado por la policía.

-Euge, la cagué –dijo apenas le contestó al teléfono.

Captando, probablemente, su tono de angustia, ella había ido directamente al meollo de la cuestión.

-¿Puedes arreglarlo?

Peter entendió lo que tenía que hacer. Así que, en cuanto colgó el teléfono, encendió su computadora y detuvo el ataque de denegación de servicio (DoS).

Solo hubo un problema: en esta ocasión, la policía lo estaba esperando.

Y ellos también tenían expertos en informática.

A la mañana siguiente, sobrio y mortificado, Peter se colgó su mochila y tomó un taxi hasta el aeropuerto de Jamaica. Hubo un instante antes de embarcar, mientras le entregaba su pasaje a la asistente de vuelo, durante el que pensó, No tengo por qué volver. Pero huir no era la respuesta. Uno tenía que ponerle el pecho a las balas en esos momentos de la vida, en los que actuaba como un completo idiota, pasara lo que pasara.

Cuando el avión aterrizó en Ezeiza, los asistentes de vuelo les pidieron a los pasajeros que permanecieran en sus asientos. Sentado ocho filas más atrás, Peter vio entrar a dos hombres vestidos con uniforme –claramente policías- que le entregaron un documento al piloto.

-Sí, esto va ser por mí –dijo Peter, sacando su mochila de debajo del asiento delantero.

El anciano que se encontraba sentado a su lado bajó el tono de voz hasta convertirlo en un susurro.

-¿Drogas?

-Twitter –le respondió Peter en otro susurró.

Se puso de pie, mochila en mano, y asintió en dirección a los agentes que se habían detenido junto a su fila.

-Buenos días, caballeros.

El hombre más joven le tendió educadamente la mano.

-Entrégueme la computadora, Lanzani.

-Supongo que vamos a saltarnos las normas de cortesía –dijo Peter, pasándole la mochila.

El agente más grande le puso los brazos contra la espalda de un tirón y le deslizó unas esposas en las muñecas. Mientras le leían sus derechos, Peter captó un flash de lo que debían ser cincuenta pasajeros tomándole fotos con las cámaras de sus celulares, fotos que más tarde circularían por internet.

Y a partir de ese instante, dejó de ser Juan Pedro Lanzani, el hijo del billonario, y se convirtió en Juan Pedro Lanzani, el terrorista de Twitter.

Probablemente, no fuese la mejor forma de hacerse un nombre propio.

Lo llevaron a las oficinas de la policía en el centro y lo dejaron durante dos horas en una sala de interrogatorios. Peter llamó a sus abogados, que llegaron a toda prisa y lo informaron sombríamente de los cargos que se tenían previsto presentar a la fiscalía. Media hora después de que sus abogados se fueran, como parte del proceso, fue trasladado a la prisión por arresto preventivo.

-Tienes una visita, Lanzani –dijo el guardia unas horas después, esa tarde.

Lo llevaron hasta otra celda, donde esperó sentado frente a una mesa de acero, tratando de acostumbrarse a verse como presidiario con el uniforme y las esposas. Cuando la puerta se abrió y apareció su hermana, sonrió avergonzado.

-Chinita –dijo haciendo uso del apodo por el que la llamaba desde que eran niños.

Ella comenzó a correr y lo abrazó con fuerza, un gesto bastante incómodo con las esposas. Luego se alejó y le dio un golpe en la frente con la palma de la mano.

-Idiota.

Peter se frotó la frente.

-¡Auch! Es justo donde me clavé contra el cactus.

-¿En qué estabas pensando? –exigió saber.

Durante el transcurso de las siguientes semanas, Peter oiría esa misma pregunta cientos de veces siendo formulada por amigos, familiares, abogados, prensa, y cualquiera con quien se cruzara por la calle. Podría haber dicho que tenía algo que ver con el orgullo, el ego, o el hecho de haber sido siempre un tanto irritable cuando lo provocaban. Pero, al final, todo se reducía a una cosa.

-Sencillamente… cometí un error –le dijo a su hermana con sinceridad. No era el primer hombre que reaccionaba de una forma desproporcionada al descubrir que su novia lo engañaba, ni sería el último. Por desgracia, había tenido la habilidad de embarrarla a nivel mundial-. Les dije a los abogados que voy a declararme culpable –repuso. No tenía sentido malgastar el dinero en un simulacro de juicio ni en honorarios legales. Sobre todo porque no tenía defensa.

-Están diciendo en las noticias que probablemente irás preso –la voz de Eugenia se quebró al llegar a la última palabra y le temblaron los labios.

No, por favor no. La última vez que Peter había visto llorar a su hermana había sido diez años antes, tras la muerte de su madre, y que lo mataran si por su culpa volvía a hacerlo.

-Euge, escúchame –le dijo con determinación-, porque es la única vez que voy a decirte esto. Búrlate de mí, haz todos los chistes que quieras, llámame idiota, pero no quiero que derrames una sola lágrima, ¿entendido? Pase lo que pase, me las arreglaré.
Eugenia asintió y respiró hondo.

-Está bien –lo miró, notando el uniforme y las esposas. Luego ladeó la cabeza inquisitivamente-. ¿Qué tal todo por Jamaica?
Peter sonrió y le dio un golpecito bajo la barbilla.

-Así está mejor –a continuación se centró en el tema que había estado evitando desde su arresto-. ¿Cómo se está tomando papá las noticias?
Eugenia le lanzó su inconfundible mirada de estás al horno.

-¿Te acuerdas de esa noche cuando saliste por la ventana de la cocina para ir a la fiesta de Laura Dimas?

Peter hizo una mueca. Por supuesto que se acordaba. Había dejado la ventana abierta para poder entrar a la casa con facilidad cuando volviera, y su papá había bajado a investigar después de escuchar un ruido extraño. Se encontró con que Peter había desaparecido y con una rata comiendo galletas en la despensa.

-Mmm... ¿Así de mal?
Eugenia le apretó un hombro.

-Yo diría que unas veinte veces peor.
¡Oh, oh!

Continuará…

40 comentarios:

  1. Me encanta como se llevan eugeter , pero quiero massss!!
    @isakrn22

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  2. me encanta la relacion que tiene con euge =)

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  3. Igual... tampoco fue como para que lo acusen de "terrorista" jajaja bloqueo twitter pero no indago en las cuentras personales de todo el mundo... solo en la de la estupida que tuvo por novia y para borrar los tuits que le perjudicaban a el

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  4. el momento de "drogas?" "no twitter" es muy gracioso y mas aun cuando el poli le pide que le de el ordenador jajajaja

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  5. y ahi de nuevo el DoS en marcha =) yo confio en que podra a sacarlo adelante el solo jajaja

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  6. ++++++++++++++++++++++

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  7. loco estoy llorando supiste que crearon el rumor de que petr esta saliendo con martina stoese o como se escriba

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  8. Jajajaja,el momento cactus ,me imagino a las chicas queriendo curarlo .
    Pobre Euge ,lo k tiene k pasar ,se nota el amor k le tiene a su hermano.
    Los d Twiter deberían contratar los servicios d Peter,ya k si logró neutralizarlos ,es k es un verdadero genio ,y los k idearon twiter son los k tuvieron el fallo.
    Ya comenté en los tres caps.
    X supuesto k quiero más caps.

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  9. Me pregunto xk a Peter ,no se le ocurría destruir esa computadora ,sin pruebas ,no hay delito.

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  10. Vamos Cami ,pon el 13,k aún quedan 5 españolas esperándolo ,y es taaaaarde!!!!.
    Jajajaja,aunque yo seguiré x si aún hay más.

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  11. Me encantan estos mellizos!! jajaja
    Quiero más!
    Lore

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  12. Peter el terrorista,ni haciendo un gran esfuerzo lo puedo creer!!!!!!!JAJA Me encanta y me mata la relacuion con Euge!!!!!!!!!!!

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