lunes, 21 de octubre de 2013

Capítulo 22



Hola, hola!!!!!! ¿Cómo les va? ¿Qué tal empezaron la semana? Ojalá que todo bien y con el pie derecho!!!!! Me encanta leer sus hipótesis, comentarios e intrigas, es genial jajajaja Gracias ;) Besos y más tarde otro capítulo!!!

¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLE YAI (@yai_89)!!!!! :D Que lo pases lindo!!! Doblete para ti!  

Twitter: @Caparatodos
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El radar de Lali se puso en alerta roja.

Capítulo 22:

-¿En qué circunstancias se produjo el ataque?

-Por lo visto, Bonelli agarró a Tejada por el antebrazo, cuando este iba a retirarle la bandeja de la comida, con la fuerza suficiente como para dislocarle la muñeca.
Lali se reclinó en su silla.

-Déjame hacer un resumen para asegurarme de que lo he entendido todo bien. Bonelli ataca a un guardia y le disloca la muñeca. Dos semanas después, es trasladado por ese guardia a la celda de uno de los reclusos más violentos de la prisión, nada menos que un racista, y es golpeado hasta la muerte –observó a Emilia desde el otro lado de la mesa-. Deduzco que estamos pensando lo mismo: que Tejada orquestó ese ataque como represalia.

 -Eso es exactamente lo que sospechó el Agente Morelli, así que siguió investigando –repuso Emilia-. Como era de esperar, Bonelli fue recluido en una celda de aislamiento durante una semana tras el ataque a Tejada. Cuando salió, les contó a los reclusos con los que mejor se llevaba que el guardia fue una noche a su celda y lo amenazó.
Lali ladeó la cabeza.

-¿En qué consistió la amenaza?

-Bonelli aseguró que Tejada le dijo: “Vas a pagar por lo que me has hecho en la muñeca, pedazo de basura”.

-¿Y sabemos si alguien escuchó esa amenaza? –preguntó Lali.

-Todavía no. Pero volveremos a eso en un minuto –respondió Emilia-. Acto seguido, el Agente Morelli revisó al expediente personal de Tejada y descubrió que, durante el último año, el guardia se ha visto involucrado en otros dos altercados con reclusos. Y en ambas ocasiones, días después, el recluso fue atacado y golpeado por otro prisionero.
Lali se tomó un momento para procesar la información.

-Así que tenemos a un guardia al que no le gusta que los reclusos se pasen de la raya –dijo luego-. Pero que, en lugar de ensuciarse las manos tomando represalias, se encarga de que otros reclusos hagan el trabajo por él. Sin embargo, esta vez se equivocó, escogió al recluso incorrecto, y un hombre resultó muerto.

-Afortunadamente, el agente encubierto nos previno. De lo contrario, esto podría haber pasado desapercibido, quedando en una pelea entre dos reclusos que terminó mal –un destello iluminó los ojos de Emilia-. Lo que me lleva de vuelta a tu pregunta, si alguien escuchó la amenaza de Tejada.
Lali tuvo la impresión de que ya sabía lo que significaba esa mirada.

-Deduzco que tenemos un testigo.

-Podría ser que lo tuviéramos –dijo Emilia-. La policía ha identificado a un recluso que también se encontraba en una celda de aislamiento la noche que Bonelli aseguró que Tejada lo había amenazado. En la celda contigua a la de Bonelli, para ser exactos. Por desgracia, aún no sabemos lo que oyó el otro recluso, si es que oyó algo.

-¿Por qué no? –preguntó Lali-. ¿Se niega a hablar?

-Para empezar, ese recluso ya no se encuentra en prisión. Fue puesto en libertad justo antes del asesinato de Bonelli. Es probable que ni siquiera sepa que Bonelli está muerto.
Lali tuvo la sensación de que se estaba perdiendo algo.

-¿Y por qué la policía no va a su casa para hablar con él?

-Lo han intentado –dijo Emilia-. Hasta el momento, no han logrado llegar más allá de sus abogados. Que es el motivo por el que nos han traspasado el caso. Para hablar con ese hombre, lo más probable es que vayamos a necesitar una citación judicial. Dudo que coopere voluntariamente –miró a Lali desde el otro lado de la mesa, con una expresión ligeramente divertida-. Es posible que esté un poco resentido con la fiscalía. Especialmente, después de que lo llamáramos “terrorista” y “ciber-amenaza para la sociedad”.
Lali parpadeó.

-¿Juan Pedro Lanzani es nuestro potencial testigo clave?

-Tu potencial testigo clave –enfatizó Emilia-. Desde este instante, Lali, el caso es todo tuyo. Con terrorista de Twitter incluido.

Adiós al plan de mantenerlo alejado de su vista, y de su mente.

-Es curioso lo presente que parece estar en todos mis casos últimamente –repuso. No lo había visto en diez años y ahora parecía estar hasta en la sopa. Un saborizante bastante peligroso.
Extremadamente peligroso.
Emilia expresó su conformidad con un asentimiento.

-Lo de la moción fue pura casualidad. Necesitaba a un ayudante experimentado en procesos especiales para cubrir a Martínez y tú, al ser la chica nueva, tenías la agenda libre. Pero, cuando la policía me pasó ayer el tema de Bonelli, debo admitir que sí, fuiste la primera persona en la que pensé. Si alguien en esta oficina tiene alguna posibilidad de conseguir que Juan Pedro Lanzani coopere voluntariamente eres tú. Leí la trascripción de la moción del martes. Desde el punto de vista de Lanzani, eres la única aquí que de verdad ha abogado por su liberación –sonrió-. Esperemos que ahora puedas usar tu persuasión para lograr que hable.

O puede que se limite a cerrarme la puerta en las narices –pensó Lali.
Seguramente no fuese el mejor momento para decirle a su jefa que había besado al acusado de su primer caso y que, luego, lo había esquivado en el tribunal.

-¿Y si no funciona? –preguntó Lali-. ¿Hasta dónde quieres que llegue?

-Hasta el final –Emilia se inclinó hacia delante, endureciendo su expresión y mostrándose al ciento por ciento como la fiscal que era-. Cuando me hice cargo de esta Oficina, tras la baja de mi muy poco apreciado predecesor, hice la promesa de acabar con la corrupción gubernamental a todos los niveles. Basándome en la información que me facilitó el FBI, tenemos a un oficial que ha estado tomándose la justicia por sus manos respecto a los reclusos, y cuyas acciones han dado como resultado la muerte de un hombre. Algo así no va a quedar impune mientras yo siga aquí –miró a Lali a los ojos-. Si Juan Pedro Lanzani oyó esa amenaza presentaremos una acusación. Así que manos a la obra.

Viendo la determinada expresión que se dibujaba en el semblante de su jefa, Lali solo pudo responder una cosa.

-Dalo por hecho.

Continuará…

13 comentarios:

  1. Ahhhhh yaa viene lo bueno, LALITERR!!
    @isakrn22

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  2. Oooooooo!!! Acercamiento laliter a la vista!!! Aunque no me hace mucha gracia que sea por un asunto de este tipo... me da a mi que van a tener muchos problemas con el tal Tejara... y si intenta matarlos cuando se de cuenta de que lo estan investigando??? Nononono yo me muero... y en cuanto a lo de que Lali no habia visto a Peter en diez años y ahora está hasta en la sopa... y bueno, me parece que es cosa del destino, que los juntó justo en el momento en que estaban preparados para afrontar una relación para toda la vida...
    Besos, Fatima

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  3. quiero massssssssssssssssssssssssssssss

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  4. Me encanta!!!!!!!!! Lali no va poder mantenerse alejada de Peter ajaja!
    espero el proximo!

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  5. ahora si voy entendiendo mas jajaja
    es su karma peter
    quiero mas mas
    beso

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  6. Y si es el "aliado" jajajaja ay que me gusta esta novela!!!!!

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  7. deseando que vuelvas a subir!!!! dalee porfisss

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  8. asahgkasdlj no puedes dejarlo asi!! muero por saber que pasaa
    mass noveee

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  9. Caminos q se vuelven a cruzar,JAJA Pobre Peter donde estuvo metido!!!!!!!!!!

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  10. Lali es la única k abogó x su liberación ,y Peter lo sabe,un puntito a su favor.

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