Capítulo 71

Hola, hola!!! Llegó el viernes woohooo!!! Aunque yo recién festejo mañana que acabo el último examen, pero igual! Jajajaaj Ustedes qué tal?! Espero que bien y ya listas y con ganas de relajarse, divertirse y aprovechar el finde! Gracias por leer!!!!! :D besos

Rita: Ruthy te aclama por Twitter, entra por ahí de vez en cuando pues ;)

Twitter: @Caparatodos

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-Quieres la publicidad que significaría.

Peter curvó las comisuras de la boca, esbozando una sonrisa. Sus sesenta segundos se habían agotado y seguía allí.

-Sí. Y tú también.

Capítulo 71:

Dos horas más tarde, el director general de Lanzani Network Consulting LLC abandonó aquel moderno edificio, tras haber obtenido su primer cliente.

Era cierto que ese cliente no iba a pagarle pero Peter era igualmente un hombre feliz. Tal como había esperado, Daniels había terminado comportándose como un hombre de negocios y apreciando la oportunidad única que Peter le ofrecía: mayor seguridad y toneladas de publicidad gratuita. Incluso se habían puesto de acuerdo para elaborar el texto del comunicado de prensa conjunto que enviarían a los medios de comunicación a las ocho en punto de la mañana siguiente.

Ahora, había llegado el momento de que Peter implementara la segunda fase de su estrategia de marketing.

Tras su arresto y su condena, y nuevamente después de ser puesto en libertad, Peter se había visto bombardeado con solicitudes de entrevistas, por parte de casi todos los medios. Nunca había respondido una sola pregunta pero había guardado el teléfono de una persona en particular, exactamente para una ocasión como aquella.

En la vereda, frente a la sede de Twitter, Peter marcó en su celular el número de Julián Hidalgo, reportero de uno de los periódicos locales. Cuando saltó el buzón de voz del reportero, dejó un mensaje.

-Julián, soy Juan Pedro Lanzani. Mañana por la mañana va a emitirse un comunicado de prensa, sabrás a lo que me refiero en cuanto lo escuches. Si puedes ofrecerme cobertura, te concederé una exclusiva. La sórdida historia al completo, de labios del Terrorista de Twitter. Créeme, no te gustaría perderte la parte relacionada con el cactus en Jamaica.

Por segunda vez desde que Lali había empezado a trabajar en Buenos Aires, la fiscalía era un hervidero de rumores sobre Juan Pedro Lanzani.

Por supuesto, ella al levantarse había leído la historia que revolucionó Internet ese martes: el Terrorista de Twitter y Twitter se reconcilian. Estaba en la cocina, tomando desayuno y revisando las noticias desde el iPad cuando se había encontrado con el comunicado de prensa. Lali había soltado una carcajada y le había escrito inmediatamente a Peter:

ASÍ QUE ESTO ERA LO QUE ESTABAS TRAMANDO

No había esperado respuesta, dando por hecho que debía estar ocupadísimo pero, para su sorpresa, había recibido un mensaje pocos minutos después:

NO SÉ DE QUÉ ME ESTÁS HABLANDO, ABOGADA

TE LLAMO ESTA NOCHE CUANDO LLEGUE

Sentada a la mesa, Lali levantó la cabeza al escuchar que tocaban la puerta de su oficina y se encontró a Pablo recostado contra el marco, mirándola con expresión sarcástica.

-He recibido dos docenas de llamadas de la prensa preguntándome que pienso sobre el hecho de que el Terrorista de Twitter esté a punto de abrir su propia empresa de seguridad de redes –sacudió la cabeza-. Ahora que por fin pensaba que nos habíamos librado de ese tipo.

Pablo pronunció las palabras sin concederles demasiada importancia, más bien como un simple comentario casual pero, de todas formas, Lali se sintió… desleal. Incluso un tanto culpable.

Aunque normalmente pensaba que la vida personal de cada uno era un tema privado, no le gustaba decepcionar a la gente. Después de trabajar con Pablo durante cerca de dos meses, lo consideraba un amigo… iban juntos a Starbucks, comentaban sus respectivas estrategias sobre los casos, e incluso había intentado emparejarlo con Cande. Y, ahora, ahí estaba, a punto de mentirle.

No estás mintiendo. Simplemente no le estás contando la verdad.

Por lo visto, su subconsciente era mucho más fácil de complacer que ella.

Entonces, puede que haya llegado la hora de decirle adiós a Peter.

Y, por lo visto, también era un payaso, el muy caprichoso.

Lali esbozó una sonrisa, y dejó a un lado la auto-reflexión y la pelea interna, para retomarlas en algún otro momento cuando el enemigo de su amante no se encontrara esperando en la puerta.

-Wow, dos docenas de llamadas –dijo-. Seguro que ha sido divertidísimo esquivarlas.

-Toda una hazaña. Lanzani es como un boomerang, sigue y sigue volviendo –sonrió-. Debes de estar feliz por habértelo sacado de encima.

Mmm... Se preguntó si Pablo consideraría que siete rounds de sexo fantástico y sudoroso encajaban en su definición de “sacarse a alguien de encima”.

-En realidad, no me importaba trabajar con Peter –repuso-. Ya sabes, no es un mal tipo.

Pablo puso los ojos en blanco.

-No me digas que te has vuelto una sentimentalista tú también. ¿Qué tiene ese hombre? ¿Es la billetera gorda? ¿El pelo? ¿Sabes que solían llegarme amenazas de muerte de enfurecidas y enloquecidas mujeres, llamándome el Anticristo y exigiendo la inmediata liberación de Lanzani de la cárcel? –alzó las manos-. Lo juro por Dios.

-Dudo mucho que el Anticristo hiciera eso.

Pablo comenzó a reír.

-Ten cuidado con tu encaprichamiento, Espósito, creo que tienes competencia en ese frente. Según los medios, el Terrorista de Twitter ha estado muy ocupado con una morocha explosiva.

Lali tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para mantener la seriedad.

-Claro, yo también lo había oído.

Continuará…