miércoles, 11 de diciembre de 2013

Capítulo 77



Hola!!!!! ¿Cómo están? Espero que todo bien!!!! Me paso rapidito hoy! Gracias, gracias por estar ahí siempre, son lo más!!!! Un beso y mañana nos leemos de nuevo!

P.D.: Nueva nove Laliter http://laresistencialaliter.blogspot.com/ ;)

Twitter: @Caparatodos
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Finalmente, las cosas progresaron hasta un punto en el que su padre se sintió preparado para ver a los amigos y a la familia, lo que Peter se tomó como una buena señal. Pero siguió sin manifestar el menor interés por la compañía; y las llamadas de trabajo, los mensajes de voz, y los correos electrónicos, comenzaron a acumularse sin respuesta.

Capítulo 77:

Así pues, no fue una sorpresa que, tres semanas después del funeral de su madre, Iván Andrade, el consejero general de La Corporación Lanzani, llamara para pedirle a Peter que se reuniera con él. Además de trabajar para la empresa, Iván era el abogado personal de su padre y uno de sus mejores amigos desde la universidad. Peter acordó reunirse con él para comer en un restaurante que se encontraba a unas cuantas cuadras de la sede central de la empresa.

-Tu padre no está contestando a ninguna de mis llamadas –comenzó Iván, una vez hubieron pedido la comida.

-Por lo que sé, no está contestando las llamadas de nadie –dijo Peter con sinceridad.

-Mira, lo entiendo –dijo Iván en tono tranquilo, observándolo con amabilidad-. Yo estaba allí cuando tus padres se conocieron. Fue un Miércoles de la Marihuana y estábamos en la terraza. Tu padre vio a tu mamá, sentada bajo un árbol en una manta con sus amigas, y dijo: “Esa mujer es impresionante”. Se acercó para presentarse y ya no tuvieron ojos para nadie más.

-Ah, bueno... Mis papás nos contaron a Eugenia y a mí que se habían conocido en una librería, peleando por el último ejemplar de Civilizaciones Clásicas. ¿Estaban drogados?
Habiendo ido a la misma universidad que sus padres durante seis años, Peter sabía perfectamente lo que hacía la gente el Miércoles de la Marihuana.
Iván se tomó un momento.

-Claro, la librería. Acabo de recordarlo –inquirió-. El libro de cálculo. Una historia preciosa.

-Civilizaciones Clásicas.

-Creo que será mejor que no le menciones esta parte de la conversación a tu padre.

-Estamos de acuerdo –dijo Peter-. Y, aparte de para traumatizarme de por vida, arruinando la saludable imagen que tenía del primer encuentro de mis padres, ¿querías verme hoy por algún otro motivo?
Iván apoyó los brazos sobre la mesa, recuperando la seriedad.

-No puede seguir así, Peter. Es el presidente de una empresa valorada en un millones.

-Y como tal, yo diría que está en su derecho de dedicarle algo de tiempo a sus asuntos personales –gruñó Peter con aire protector-. Mi madre falleció hace tres semanas.

-No estoy tratando de arrastrarlo hasta la oficina. Pero si, al menos, pudiera mostrarse un poco más accesible. Contestar al teléfono de vez en cuando. Dejar que la gente vea que sigue al mando –dijo Iván-. Los demás miembros de la junta directiva están empezando a preguntarse qué está pasando.

-Seguramente entiendan que se trata de una situación inusual.

-Claro. Pero eso no cambia el hecho de que trabajan para una empresa privada. Tu padre es La Corporación Lanzani –cambió de postura en la silla, cómo si se planteara cómo continuar-. Como consejero general de la compañía, estoy en la obligación de comentarte que tu padre te nombró su representante legal, en el caso de que alguna vez se le considerara incapacitado. Lo que significa que estarías al cargo de sus asuntos, tanto personales como profesionales, incluyendo la gerencia de la empresa.

Peter sintió que empezaban a arderle los ojos. Obviamente, sabía que su padre siempre había querido que trabajase para La Corporación Lanzani pero no tenía ni idea de hasta qué punto confiaba en él. Era un honor y, al mismo tiempo, representaba una responsabilidad increíble. Pero, principalmente, le costaba creer que las cosas hubieran llegado al punto de que Iván se viera en la necesidad de mantener esa conversación con él. Sí, su padre no estaba siendo del todo él mismo últimamente. Pero, independientemente de lo mal que estuviese la situación, había algo que tenían que aclarar en ese preciso instante.

-Nadie va a declarar incapacitado a mi padre –dijo Peter, mirando al consejero general a los ojos-. Ese hombre ha construido un imperio, es un genio y un hombre de negocios extremadamente poderoso. Espero que nadie se atreva a decir lo contrario.
Iván lo miró con expresión de simpatía.

-Yo no soy el enemigo, Peter. Solo intento ayudar. Tienes razón, construyó un imperio. Y, ahora, alguien tiene que hacerse cargo de él. De lo contrario, la gente empezará a decir toda clase de cosas, tanto si te gusta como si no.

Peter captó el mensaje, alto y claro. Y durante el trayecto de media hora de regreso a la casa de su padre consideró qué postura adoptar. Finalmente, decidió que lo mejor sería tratar el asunto de forma directa.

Cuando llegó a casa, se dirigió al estudio y encontró a su padre sentado tras la mesa, desplazándose con indiferencia a través de un listado de fotografías correspondientes a un modelo antiguo de coche que tenía en la computadora. Desde la muerte de su madre, Juan Pablo había demostrado cierto interés en la restauración de autos clásicos, algo que solía hacer por afición antes de que su empresa despegara con su Anti-Virus.

-¿Encontraste alguno interesante? –preguntó Peter sentándose al otro lado de la mesa.

-Un tipo que vende un Shelby del 68 –dijo Juan Pablo en tono suave.
Cada vez que lo oía hablar, Peter se sentía abrumado al comprobar lo distinto que parecía. Desanimado. Apático. Sombrío. En marcado contraste con el hombre dinámico y lleno de vida que Peter había conocido durante veinticuatro años.

-La Plata está a una hora de distancia, tal vez podríamos ir mañana y mirarlo –dijo.

-Tal vez.

Peter llevaba tres semanas sugiriéndole excursiones como esa, ninguna de las cuales habían llevado a la práctica. Aunque su padre hablaba de restaurar un auto, no parecía muy interesado en tomar las medidas pertinentes. Claro que, en realidad, no parecía mostrarse muy interesado por nada.
Juan Pablo se giró hacia Peter con una sonrisa cansada.

-O tal vez podrías ir tú y mirarlo por mí. Necesitas salir de esta casa tanto como yo.

-No, no creas. Hoy estuve fuera. Me reuní con Iván Andrade para comer.
El semblante de Juan Pablo se ensombreció.

-¿En serio? ¿Y qué tenía que decirte Iván?

Peter decidió que probablemente no fuera el mejor momento para sacar a la luz la revelación del Miércoles de la Marihuana. Sinceramente, la imagen de su padre con pantalones acampanados, fumando un porro, y llamando a su madre “mujer impresionante” constituía un error a tantos niveles que, tal vez, lo mejor fuese tratar de borrarla por completo de su memoria.

-Es necesario que empieces a contestar las llamadas y los mails –dijo abruptamente. Su padre era un hombre adulto, puede que mostrarle un poco de firmeza fuera lo más adecuado.

-Iván está sobrepasando sus límites. No debería haberte involucrado en esto.

-Creo que sería bueno para ti volver al trabajo, papá. Hacer algo que te distraiga.

-No necesito hacer nada que me distraiga.
Peter permaneció en silencio por un instante.

-Seguir con nuestras vidas no representa una traición a la memoria de mamá. Es lo que ella hubiera querido que hiciéramos.
Juan Pablo se volvió a concentrar en la computadora.

-He sacrificado mucho por esa empresa pero no pienso seguir haciéndolo.

El comentario tomó a Peter por sorpresa. Su padre no había crecido rodeado de dinero y, precisamente por eso, siempre se había sentido orgulloso de su éxito. Habitualmente, no había más que hablar con él cinco minutos para que acabara encontrando alguna forma sutil de alardear sobre el hecho de que Anti-Virus Lanzani protegía una de cada tres computadoras.

-¿De qué estás hablando? Tú amas esa compañía.
Juan Pablo sacudió la cabeza.

-No tanto como la amaba a ella. Ella… lo era todo. Solo espero que lo supiera.
Su padre empezó a llorar. Peter fue a levantarse de la silla pero Juan Pablo levantó una mano para detenerlo.

-No, estoy bien –dijo. Luego se secó los ojos, recomponiéndose rápidamente.

-Papá…

-Aplacé tantas cosas –susurró Juan Pablo, interrumpiéndolo-. Aquel safari, por ejemplo. ¿Cuántas veces me habría hablado tu madre sobre él? Estuvo investigando y planeó unas vacaciones de dos semanas en Sudáfrica y Botswana. ¿Y qué le dije yo? Que estaba demasiado ocupado y que iríamos el año que viene -se esforzó por controlar sus emociones-. Supongo que tendré que romper mi promesa.
Tras tomarse unos segundos, se aclaró la garganta.

-También quería que fuéramos a unas clases de cocina para parejas, los martes y los jueves a las seis, pero me resultaba muy complicado llegar a tiempo por el tráfico. Así que le dije que iríamos el año que viene. Podría seguir y seguir enumerando momentos perdidos –cuando se giró para mirar a Peter, su rostro estaba lleno de aflicción-. Sé lo que estás tratando de hacer y te lo agradezco, hijo –sus ojos reflejaban una distante y fría tonalidad de azul-. Pero la compañía puede irse al tacho, por lo que a mí respecta. No significa nada sin ella.
Peter supo por el tono suave pero firme de su padre que la conversación había terminado.

Abandonó el estudio y llamó a Iván, para exponerle sus planes al consejero general.

Continuará…

15 comentarios:

  1. Wow... Peter le está contando cosas muy importantes para el, eso es bueno, porque es una muestra mas de cuanto confia en ella y cuan importante es ella para el =)

    Creo que ahora viene la parte donde definitivamente Peter toma las riendas de la empresa junto a Iván y deja sus sueños un poco aparcados... hasta dentro de diez años =)

    espero mas noveeeeeeeeeeeeeeeeee un besazooo TQ!

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  2. Y pasa el tiempo, y no nos damos cuenta k posponemos muchas cosas para más tarde ,pensando precisamente k tendremos todo el tiempo del mundo.
    Nos damos cuenta d k en realidad no es así ,solamente cuando recibimos un duro golpe.

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  3. Pobre Peter... Un calvario vivio... Me da pena Juan Pablo, en muchos matrimonios pasa eso...
    Para mi, Lali seria para Peter lo que es la mama de Peter para el papa. ♥

    Besos ♥

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  4. Cami ,no puedo comentar en el blogs k has recomendado ,xfa ,pídele si puede poner la forma fácil d comentar,nombre/url , y sin verificación d palabras.
    Gracias :-).Besos

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  5. Jooooo que pena que me da el papa de Peter:(( y todo lo que le esta contando a Lali... Se tona que le importa mucho... Ya quiero mas genia!!
    Beso enorme.

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  6. POBRE PETER,pero lo lindo es que se lo cuente a lali

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  7. Peter se esta abriendo totalmente a lali signo q le importa de verdad!!!!!!!Q historia pobre!

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  8. Muy bueno me gusta este Peter , quiero leer más

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  9. otroo, que momento dificil para el padre!!

    Arii

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