Capítulo 82

Hola, hola!!!! ¿Qué tal, cómo empezaron la semana? Ojalá que todo bien y denle, denle que ya no falta nada para la navidad y tener unos días de relajo!!!! Un beso y mañana nos leemos!!!!!

Twitter: @Caparatodos

____________________________________________________

-Vuelve a tocarla y vas a tener bastante más que lamentar que lo de aquella noche.

Lali se volteó para encontrarse con Peter, parado en la puerta de la cocina, con los ojos llameando peligrosamente.

Capítulo 82:

-Peter –dijo sorprendida mientras Javier se apresuraba a soltarle la muñeca.

Su mirada se desvió hacia ella y, por un instante, le pareció tan diferente del despreocupado hombre -con encanto en abundancia- que conocía, que no pudo dejar de preguntarse, inquieta, si estaría enojado con ella. No tenía ni idea de lo que había oído y, desde su perspectiva, si acababa de llegar en ese instante, la escena podía malinterpretarse –especialmente, teniendo en cuenta la situación que había vivido con su ex-novia.

Pero entonces, Peter entró en la cocina y se detuvo a su lado.

-Creo que Lali ha dejado bastante claros sus sentimientos –le dijo a Javier.

Éste parpadeó, al reconocerlo de pronto.

-Espera, te conozco. Llevas toda la semana saliendo en las noticias –miró a Lali con incredulidad-. ¿Te estás tirando al Terrorista de Twitter? –comenzó a reír con sequedad-. ¿Tú, la ayudante estrella de la fiscalía, con un ex-convicto? ¿Quieres explicarme cómo piensas que va a funcionar algo así?

-Si mal no recuerdo, ese ya no es tu problema –gruñó Peter.

-Oh, oh. Parece que he tocado una fibra sensible –respondió Javier.

Lali se interpuso entre ellos.

-De acuerdo. Salta a la vista que, en estos momentos, nos sobra un poco de testosterona por aquí –depositó una mano sobre el brazo de Peter-. ¿Puedo hablar un ratito contigo?

Él mantuvo la mirada sobre Javier durante un larguísimo instante –ofreciendo una imagen mucho más propia de un ex-convicto que de un heredero billonario o de un genio de la informática- y, luego, se giró hacia ella y asintió.

-De acuerdo.

Lali y Peter salieron por la puerta principal y se detuvieron en un pequeño descanso interior, en el que cabía poco más que el felpudo de la puerta y sus dos cuerpos. En el extremo opuesto se encontraba la escalera que llevaba al primer y segundo piso de departamentos.

Lo primero era lo primero.

-¿Qué estás haciendo aquí? –le susurró tras cerrar la puerta detrás ellos.

Peter se cruzó de brazos.

-¿Me estás tomando el pelo? Te encuentro en la cocina con tu ex-novio, justo en el instante en el que él te está declarando amor eterno, ¿y tú me preguntas a mí qué estoy haciendo acá?

-Bueno, di por sentado que tu contrainterrogatorio iba a ser algo más largo, así que pensé que podría adelantarme y hacerte un par de preguntas.

Peter sacudió la cabeza.

-No trates de hacerte la graciosa, sabiendo lo enojado que estoy. Y, para que conste, he vuelto porque me olvidé el reloj en la mesita de noche. Escuché la voz de un hombre en el interior de tu departamento y la puerta no estaba cerrada, así que entré.

¿En serio?

-Cuando estés un poco menos susceptible, deberíamos mantener una conversación sobre tus límites y ese lado posesivo que tienes.

-Muy bien. La próxima vez que escuche a un hombre desconocido en tu departamento y me encuentre la puerta misteriosamente abierta, no voy a entrar para chequear si te están robando o si algún lunático al que hayas procesado te está apuntando con una pistola.

Lali se tomó un instante para considerarlo.

-Puede que no sea el mejor momento para tratar ese tema.

Peter le introdujo un dedo bajo la cinturilla de la falda y la atrajo.

-Entonces, empecemos con el contrainterrogatorio. Primera pregunta: ¿cuándo va a irse ese idiota?

Ella ladeó la cabeza.

-¿No estás enojado conmigo?

-Por supuesto, me he puesto furioso al entrar y verte ahí, con su dedo sobre los labios –su expresión se suavizó un poco-. Pero entonces te oí decirle que ya no estás enamorada de él –la miró fijamente a los ojos-. ¿Es cierto lo que ha dicho? ¿Querías casarte con él?

Lali vaciló, pero no quería mentirle.

-Supongo que mientras Javier y yo estuvimos juntos, sí, pensé que nos casaríamos –viendo tensarse la mandíbula de Peter, continuó-. Pero mis sentimientos cambiaron hace tiempo. Han pasado muchas cosas desde entonces.

Él pareció tranquilizarse un poco al escucharla.

-Lo que nos lleva de regreso a mi primera pregunta: ¿cuándo se larga?

Lali se acercó, negándose a discutir con él por culpa de Javier.

-Se irá pronto. Te lo prometo. Pero se ha pasado la noche metido en un avión para que hablemos, no puedo echarlo a la calle.

-Bien. Yo lo haré por ti.

Lali levantó las manos y se las deslizó por el pecho.

-Peter, hace siete meses una mujer te trató como si fueras una mierda y actuó sin tener en cuenta tus sentimientos. Sé que las circunstancias son distintas pero yo no soy tan cruel. No puedo cerrarle la puerta en la cara a Javier sin ofrecerle las respuestas que, obviamente, necesita –elevó los ojos hacia él-. Sabes que puedes confiar en mí.

Peter la miró fijamente durante un largo rato antes de acabar asintiendo.

-Está bien.

Lali exhaló una aliviada bocanada de aire. Fueran oficialmente pareja o no, acababan de superar su primera pelea y se encontraban bien. Puede que incluso mejor que bien.

Hasta que Peter decidió cambiar las normas.

-Pero tu ex tiene que entender que estamos juntos –dijo de forma tajante-. De hecho, creo que ha llegado el momento de que lo sepa todo el mundo. No quiero que sigamos escondiéndonos en tu departamento, ni más citas secretas. Si realmente vamos a hacer esto, hagámoslo bien.

Y así, sin más, estaban manteniendo La Conversación.

-¿Quieres empezar a discutir sobre esto justo ahora? ¿Aquí? –le preguntó Lali.

-Esperaba que no fuera una discusión –Peter estudió sus gestos-. Pero ya veo que me equivocaba.

Continuará…