martes, 11 de septiembre de 2012

Capítulo 49


Buenas, buenas!!! Cómo estuvo su día?! Espero que bien o al menos llevadero ;) gracias por leer, comentar y estar! Son lo más!!! Les dejo más nove y nos leemos mañana!!!!! y de nuevo...

¡¡¡FELIZ CUMPLE JOR!!! Capítulos dedicados a tí! Qué la hayas pasado y termines de 10 él día!!! Besos

Twitter: @Caparatodos
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Pero hasta el momento le encantaba jugar con fuego… siempre y cuando no bajara la guardia. De cierta forma, aquello hacía que su vida contara con un poco de adrenalina. Si se mareaba y caía, entonces sería culpa suya.

Capítulo 49:

Antes de entrar en Antigüedades Grimaldo, Lali se tomó un momento para mirar a través de la vitrina. Muebles; candelabros; vasijas; un caballito mecedora del siglo XIX… objetos de decoración. Frunció el ceño, despejando su expresión antes de abrir la puerta y entrar. Allí no habría ninguna pieza de la colección de joyas Gugenthal ni ningún Van Gogh u O'Keeffe digno de mención, aun cuando alguien hubiera tratado de venderlos en una tienda legal de antigüedades.

—Lali. —La voz de Nicolás llegó desde el rincón de la derecha al fondo de la tienda.
Lo divisó a través de un montón de pantallas de lámparas con flecos y cruzó el revoltijo en dirección a él.

—Ya tenemos muebles de oficina —dijo en voz baja cuando llegó hasta él—. ¿O se trata de la próxima entrega?

—Qué graciosa. —Pasó el dedo por un pequeño joyero de madera de caoba—.Bonito ¿no?

—Es muy bonito. ¿Qué… ?
Él abrió la tapa de golpe. Una enorme «G» labrada en pan de oro decoraba en el interior de la tapa recubierta de terciopelo rojo.

—¿Gugenthal? —murmuró entre dientes—. Un poco tosco, ¿no te parece?

—A eso me refiero, querida —repuso el grandullón—. No está exactamente a la altura de las expectativas del resto de la colección… como si tal vez fuera de un tiempo antes de que los Gugenthal comenzaran a vender.

—Un pobre intento por volver a los días de gloria. Si no puedes hacer que sea caro, haz que sea llamativo. —Cerró la tapa de nuevo, girando la caja con delicadeza en busca de cualquier marca—. Está hecho a mano —reconoció un momento después, pasando un dedo sobre el emblema grabado de lo que parecía un diminuto pino—. Posiblemente en Bélgica. Podría proceder de la familia Gugenthal. Pero…

—Pregunté cuándo llegó. El propietario dijo que ayer.

—Espera. —Sacó su celular, al menos tan horrorizada como divertida de tener memorizado aquel número en particular—. ¿Franco? Soy Lali. ¿Por casualidad no habrá algún joyero entre la lista de objetos robados a Bedoya-Agüero?

—No —respondió el detective al cabo de un minuto—. ¿Por qué, has encontrado algo?

—Puede. Sobre todo me preguntaba qué tan organizado estaba el robo. ¿Cosas dispersas o cirugía láser?
Aquello no era del todo una mentira y pareció satisfacer a Castillo.

—Sobre todo dispersas, supongo. Es una buena comparación. ¿Te importa que lo use en mi próxima reunión?

—Para nada. Pero no me atribuyas ningún crédito por ello.

—Como si quisiera que alguien supiera que te conozco.
Ella colgó, girándose para mirar la caja nuevamente.

—No ha sido denunciado como robado.

—Eso no hace que sea más bonito.
Lali se frotó la sien.

—Muy bien, comenzaré desde esta perspectiva: es feo, está vacío, así que deshagámonos de él. Quiero decir que, siendo relativamente malo, diría que vale, ¿cuánto, quinientos o seiscientos?
Nicolás asintió.

—Setecientos veinticinco con el margen de ganancia de la tienda.

—No es muy sentimental por parte de la familia… si es que proviene de la casa de Bedoya-Agüero. Después de todo, puede que el patriarca muriera en la habitación con esto.
Su ex perista torció el gesto.

—No estoy seguro de esa parte. El tiempo es correcto, pero dijiste que Daniel era un tipo castaño y bronceado.

—Sí.

—El vendedor era rubio.

—¿Conseguiste un nombre?

—Pregunté, pero ya sabes lo especiales que son los comerciantes de antigüedades. «Un hombre rubio» fue lo único que pude sacarle.
Lali sonrió.

—Dame la dirección de ese presumido.

Nicolás señaló hacia la parte delantera de la tienda y luego se dirigió a la salida. Al menos alguien sabía y apreciaba su forma de trabajar lo suficiente como para darle un poco de espacio.

Le gustaban las tiendas de antigüedades y no sólo porque en contadas ocasiones había podido adquirir un objeto bajo contrato de uno de los negocios más elitistas… y porque entrar en un negocio era más fácil que hacerlo en una casa. Esa tienda en particular era de nivel medio y nunca antes la había explorado. Se preguntó fugazmente si era ahí donde las damas de la alta sociedad dejaban las cosas que robaban en las fiestas.

Seguramente el propietario nunca había sido guapo, y ahora había adelgazado y perdido el trasero tal como tendían a hacer los hombres de mayor edad. Ahora se había convertido prácticamente en la estereotipada figura de un creído sabelotodo entrado en años. El pobre tipo llevaba incluso lentes que parecían fondos de botella.

—Hola —dijo, dedicándole una deslumbrante sonrisa cuando llegó al desordenado mostrador.

—Buenas tardes. ¿Es usted la joven interesada en el joyero de caoba del siglo XIX?

—De principios del XX, quiere decir —le corrigió—. Los clavos de las bisagras son de aluminio.

—Así que conoce los joyeros —reconoció el vendedor, dejando a un lado el periódico que había estado examinando meticulosamente—. Su compañero mencionó que lo era.

—Es una afición. Siempre le pido al señor Bauer que esté alerta. —Cambió el peso de pie, apoyando un codo sobre el mostrador y ofreciéndole un vistazo de su ropa interior rosa—. Es danés, ¿no es así? O más bien flamenco.

—De acuerdo con la firma del artesano, sí.

—¿Fue una pieza de subasta?

—El hombre que lo trajo dijo que había sido un regalo. Me había traído piezas con anterioridad y no tengo motivos para desconfiar de él.

—¿Cree que tenga algunas cajas más en su poder? ¿Flamencas, pero más antiguas?

—Puede tener acceso a algunas —dijo el vendedor a regañadientes.
Lali reconoció la indecisión y el motivo que se escondía tras ella. Le lanzó una sonrisa coqueta.

—Yo podría tener acceso a algunas cosas que lo beneficiarían, si me ayuda con esto.

—Per… perdón, ¿cómo dice?
Se inclinó un poco más, asegurándose de que él pudiera ver las copas de encaje rosa de talla B.

—Ya sabe. Usted me rasca la espalda y yo le rasco la suya.

—Ay, dios mío. —Buscando en su organizador, asintió de manera tan enérgica que a Lali le preocupó que pudiera rompérsele una vértebra—. Le daré el número del señor Pereira. Estoy seguro de que no le importará.

—Eso es increíble —respondió, haciendo acopio de toda su experiencia para lograr no inmutarse por aquel nombre. Pereira. ¿Augusto Pereira, el acompañante de Laura?
Dio de nuevo las gracias al vendedor de antigüedades y se salió de la tienda, donde Nicolás estaba apoyado contra su auto y tomaba un sorbo de su bebida.

—¿Tenía razón? —preguntó.

—Eso parece. El vendedor era Augusto Pereira. Lo vi hace una hora con Laura Bedoya-Agüero.

—¡Wow! ¿en serio?, qué bueno soy —declaró Nicolás, terminándose su bebida y alejándose del auto—. Será mejor que regrese a la oficina. En el camino podremos recoger algunos archivadores y una mesa para conferencias.
Ella se negó a picar el anzuelo y preguntar por la procedencia de dichos muebles.

—Te sigo. Tengo algunas llamadas que hacer. —Tenía que encontrar un acompañante y quería saber qué, exactamente, había pasado con Michael Lyon. En qué esquina había subido la chica a su vehículo, y dónde habían parado cuando ella cayó sobre su regazo. Mmm, algunas veces parecía que los buenos días de antaño eran más glamurosos que su nueva andadura.

Continuará…

19 comentarios:

  1. mmmmm que bueno que se esta poniendo eso de saber los acertijos y mas por que lali esta subestimando cuanta gente hay adentro y tambien lo que le va a decir a peter :P

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  2. Otro sospechoso ,el amigo d laura ,casualmente?,no creo ,Peter le dijo k era un chico d compañía ,pero x lo visto tiene más tiempo d conocer a LAura, y con ello el acceso a la casa Bedoya Aguero.

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  3. Cada vez más gente metida en este embrollo,va a ser imposible hacerno una teoria del responsable!JAJA!

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  4. cada vez se suman mas personas!!! espero el proximo

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  5. LALI cada vez ms anaza con sus investigaciones sin dudad eso lo hace muy bien.

    PETER Y LALI ojala arreglen las cosas no vlae la pena k discutan.

    ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

    MASSSSSSSSSSSSSSSSS

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  6. Me encanta, me encanta.... es una detective cualquiera lali je! Quiero saber como arregla las cosas con peter! más!!

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  7. Apaa, si qe es buena averiguando lo qe quiere jaj
    Espero maas :)
    Besito


    Arii
    @AriadnaAyelen

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  8. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAA Lli siempre consigue lo que quiere con sus encantos!!

    Que duo que son Nicolás y Lali...

    El amigo de Laura...Casualidad? Creo que noo.

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  9. Apa, es buenaa ehh!
    Mas NOVEE
    @sarapinyana

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  10. Mas Nove! Poco A Poco Se Va Resolviendo Todo..Masssss Noveeeee!



    @nathies1024

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  11. Creo que van entrando más personajes para distraernos del sospechosos, Lali y Nico hacen buena dupla.
    @Masi_ruth

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  12. y siguen apareciendo sospechosos... estara tambien Laura metida en esto?? o solo lo estara su "acompañante"??? al final Daniel que al principio era el sospechoso numero uno va a resultar siendo el mas "santo" jajaja

    espero mas nove =) BESOS!!!!! y GRACIAS por ser tan GENIAL como eres =P

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  13. Como sigue Cami, me encanta tus novelas

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  14. jajajaja me mata lali investigadora jajajja!
    Me encanta esta noveeee!
    Te esperoooo. Besooote

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  15. Yo sabia que la "relacion" de Lali y Palmera (jajaaja) iba a traer mas problemas en la relacion de Lali y Pitt!!! ¬¬

    Bueno ahora la que tiene un problema aca soy yo :( CAmi mañana vuelvo al colegio :(((

    Voy a tratar de estar presente cada diao casi :D
    Espero el proximo
    Besos
    Giada :D

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  16. Me encantó,pero que lali y Peter no discutan!!jajajajaj,seguilaaaaaaaaa,muymuymuy buena,masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas,besos

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  17. Ya esta me marie, muchisima gente mi mente no logra atar cabos sueltos para crear una teoria jajajajajajajaaj @LuciaVega14

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