sábado, 2 de noviembre de 2013

Capítulo 36



Hola!!!!!! ¿Qué tal las trata el día? Espero que todo bien :) Les subo temprano hoy así me quedo tranquila para seguir estudiando y, de paso, aprovechan para leer cuando puedan! Besos y nos leemos mañana!!!!!

Twitter: @Caparatodos
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Suponiendo que el objetivo de Javier fuera chequear qué tal le iba y lo que estaba haciendo, su respuesta transmitía el mensaje de que podía sentirse libre de seguir con su vida.

Porque ella también se estaba ocupando de la suya.

Capítulo 36:

Peter introdujo cuidadosamente su auto en el estacionamiento, mientras se esforzaba por contener la risa al ver a Nacho, que se encontraba esperando en la vereda, con una visera deportiva sobre su pelo castaño, ridículamente revuelto, con aire de recién salido de la cama.

Tras apagar el motor, Peter jaló la manija de la puerta del Mercedes y empujó hacia arriba para abrirla.
Nacho sonrió.

-No importa las veces que te vea hacer eso. Ese auto es espectacular.
Nada que discutir. Peter activó la alarma y señaló la cabeza de su amigo.

-¿Alguna explicación concreta para el peinado?

-Una cita que se alargó.

-De verdad espero que no te viera al salir. Porque tienes toda la pinta de haber anidado una bandada de pájaros en la cabeza –no era la primera vez que veía a Nacho con un aspecto desaliñado, ya que habían compartido departamento durante su último año en la universidad, y un par de años más después de eso.

-Muy gracioso.

-Eso pensaba. ¿Qué tal la cita?

-Lo bastante bien como para alargarse hasta el mediodía –dijo Nacho con una sonrisa. Luego, se centró en el tema que les interesaba, señalando orgullosamente el bar junto al que se encontraban- ¿Listo para ver el local?

-Totalmente –dijo Peter.

Ocho años atrás, luego de ocuparse de la gerencia de un bar en el campus de Mendoza, Nacho se había mudado a Buenos Aires y había abierto un bar deportivo en la zona norte de la ciudad. Habiendo obtenido un considerable éxito en la empresa, estaba a punto de abrir su segundo bar, un club exclusivo llamado LightBox, que se encontraba en el corazón de Recoleta.

Una vez en el interior, Nacho comenzó por mostrarle a Peter las instalaciones. A juzgar por el aspecto de los sillones color arena y de la amplia barra en forma de curva, y viendo el tejido cobrizo con sutiles toques de color rojo intenso que prevalecía, daba la impresión de que Nacho no había escatimado en gastos.
Después, Nacho lo llevó hasta unas escaleras que conducían a la sala VIP.

-Abrimos dentro de cuatro semanas. Escuché un rumor de que en la sección gastronomía y espectáculos de Hola va a aparecer un artículo este fin de semana, en el que calificarán la apertura del bar como la más esperada de la temporada –señaló-. Estarás aquí, ¿no?

-Ni un equipo de rugby podría impedírmelo –Peter levantó la mirada hacia el techo y admiró las brillantes láminas de vidrio ondulado de un vivo tono anaranjado-. Parece fuego. Bonito toque.

-Estuve casi un mes trabajando con un diseñador para conseguirlo –Nacho se llevó la visera a la altura de la frente y captó la sonrisa de Peter-. Dale. El pelo no puede estar tan mal.

-¿Ubicas a la gente punk?

Antes de que Nacho pudiera responder, comenzó a sonar el celular de Peter. Él sacó el aparato del bolsillo y verificó la identidad de su interlocutor.
Mariana Espósito.
Qué interesante.

-Creo que debería contestar en privado –le dijo a Nacho. Salió de la sala VIP y luego contestó-. Abogada. ¿A qué debo el placer?
La voz de Lali se elevó sobre un estruendo de cláxones y el retumbar de un martillo que se escuchaban de fondo.

-Ya tenemos fecha. El jueves a las dos. Solos tú, yo, un taquígrafo, y el jurado compuesto por veintitrés personas.

-¿Dónde estás? –preguntó Peter. Su voz sonaba un poco entrecortada.

-Junto a los juzgados, tratando de tomar un taxi. Tengo una reunión en el edificio de la policía dentro de veinte minutos.

Peter se la imaginó con su saco, sus zapatos altos, y su fiel maletín, lista para lanzar amenazas de citaciones en cualquier momento.
La imagen resultó inesperadamente sexy.

-El jueves, a las dos –confirmó-. ¿Dónde tengo que presentarme?

-Sala 511. Para proteger tu confidencialidad, no habrá más que un número en la puerta. Espera en la sala para testigos más cercana hasta que yo pase a recogerte –dijo-. Aunque ya te has negado, tengo la obligación de decirte que aún puedes llevar contigo a un abogado, aunque tendría que esperar en el corredor. No está autorizada la presencia de nadie en el interior, exceptuando a los testigos, los miembros del jurado, el taquígrafo y yo. Plantéatelo como si se tratara de Las Vegas. Lo que pasa en la sala, se queda en la sala.
Incapaz de resistirse, Peter bajó la voz para provocarla.

-No pensaba que las chicas buenas de la fiscalía estuviesen al tanto de la clase de cosas que pasan en Las Vegas.

-Probablemente, haya un montón de cosas que los chicos malos ex-convictos no saben sobre las chicas buenas de la fiscalía.
Peter arqueó una ceja. Sin lugar a dudas eso había sonado a coqueteo.
Pero entonces su tono cambió, de vuelta a la formalidad.

-Entonces, te veo el jueves. A las dos.

-Tenemos una cita.

-No. Tenemos un proceso judicial –dijo ella con firmeza.

-Puedes llamarlo así si lo prefieres y…

-Chau, Peter –le colgó antes de que pudiera agregar algo más.

Riendo entre dientes, Peter se guardó el celular en el bolsillo y regresó a la sala VIP.
Nacho lo estudió.

-Fuera quien fuera, te ha dejado una enorme sonrisa en la cara.
Peter efectuó un gesto para restarle importancia a la cuestión.

-Era algo relacionado con un proyecto en el que estoy metido.

-¿Y ese “proyecto” tiene nombre?
Por supuesto. Mariana Espósito, alias abogada.

-No es lo que piensas. Era una llamada de la fiscalía. Estoy, algo así como… ayudándolos en una investigación.
Comprensiblemente, eso tomó por sorpresa a Nacho.

-Wow. Debe ser realmente guapa para haberte convencido –luego ladeó la cabeza-. Espera… ¿Es la ayudante con la que estuviste en el tribunal el otro día? La morocha a la que sales mirándole centímetros más abajo del cuello en la foto.
Peter se apoyó contra la barra de piedra y sacudió la mano.

-Estábamos en medio del tribunal, no le miraba las tetas. Mantuve los ojos sobre los de ella todo el rato.

-Sí, seguro.
Peter abrió la boca para protestar y luego se detuvo.
Bueno, la verdad era que no.

Continuará…

15 comentarios:

  1. Me encanta más!! No pierde oportunidad peter!!

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  2. jajajajaja todo el mundo vio esa foto, muy mal disimulando Peter dx

    Arii

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  3. Peter va a ataque,JAJA

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  4. jajajjajanaaaaaaaaaaaaaaaaaa me encanto quiero ms novela uno o dos o tres capitulosmaaaaaaaaaaaas

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  5. jajajajajjajaja los amooo!! mas novee

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  6. jajajajajaj la foto la vio raimundo y todo el mundo
    mas nove
    gracias por avisar

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  7. jajajaja viva la fotooo , claramente lo delato esa foto a Peter jajaja

    puede que tengan una citacion judicial el jueves... pero quizas antes pase algo, y si no, espero que despues SI porque ya nada sera un obstaculo para ellos

    espero mas noveeeee TQM

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  8. Jajaja me encanta!
    Quiero más!
    Lore

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  9. la ame muy buena novela una delas mejores quie he leido
    de donde eres

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  10. ajjaja Me encanto!
    Mas :)

    @ligiaelenaCM

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  11. Buen cap e increible leer acompañado de tan buena canción de jerau! Me encanta!

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  12. Jajajja,Nacho lo conoce muy bien.

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