Hola, hola!!! ¿Cómo les va? Hoy hago triplete
cumpleañero por Arii e Inma! :D Espero disfruten de sus días y hayan pasado sus
cumples rodeadas de las personas que quieren! Y súper mimadas!!!! Les mando un
beso enorme! Besos a todas por leer y en un rato nos leemos! ;)
Twitter:
@Caparatodos
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—Mira
a ver si puedes hacerle algo horrible mañana.
—Ya
lo estoy pensando.
Capítulo 24:
Tras
otra insoportable mañana de sábado intentando que catorce niños de ocho años
jugaran rugby en contra de su voluntad, Peter no estaba de humor para enfrentarse
a Lali, pero agarró la refrigeradora portátil del auto, paró en un kiosco de
sándwiches y fue a buscarla al lugar en el que habían quedado. Lali no estaba
allí, así que fue a buscar un lugar libre donde extender una vieja manta sobre
el jardín, poner la canasta encima y sentarse, contento de que lo hubiera
dejado plantado. El día estaba lindo, el parque estaba lleno de árboles que
daban sombra, los niños se habían ido y no había nadie que lo regañara.
Entonces,
Lali apareció entre los árboles, por el camino de piedras. Tenía puesto el
sweater largo de color rojo otra vez, pero se había puesto una falda de cuadros
rojos y negros que flotaba con la brisa. Llevaba el pelo recogido, caminaba con
pasos largos y relajados, y los rayos del sol hacían que su pelo se viera con
reflejos dorados. Al llegar junto a él sonrió y de repente se alegró de que no
lo hubiese dejado plantado. Cuando Peter le ofreció la mano para que sentara,
dudó, pero luego la aceptó y Lali sintió los dedos cálidos cuando se impulsó
para sentarse a su lado.
—Hola
—saludó sonriendo.
—Hola,
gracias por venir.
—Gracias
a ti por invitarme. Dame cien pesos —le pidió dejando la cartera a un lado.
—¿Qué?
—Había
pensado arruinarte la comida, pero hace un día tan bonito, que decidí
disfrutarlo. Apostaste cien pesos a que conseguías invitarme a comer.
—No
—la sonrisa de Lali desapareció—. Fue Agustín el que apostó.
—No
me importa. O me das la plata o aquí te quedas, con lo que tendrás que devolverle
a Agustín, más otros cien por haber perdido.
—Gané
en el momento en el que dijiste que sí —respondió mucho más interesado en ella
de repente.
—Eso
se lo cuentas a Agustín.
—Ok.
¿Qué te parece si vamos a medias?
Lali
estiró la mano y movió los dedos.
—No,
no.
Peter
suspiró y buscó su billetera intentando no sonreír. Lali cogió su cartera,
guardó el billete y le dio uno de veinte.
—¿Y
esto qué es?
—Son
los cincuenta que me diste el miércoles para el taxi. Me olvidé de
devolvértelos.
—Así
que aun así gané.
—No,
ahora estamos en paz. Esos cincuenta eran tuyos y no tenía derecho a
quedármelos porque no te pusiste pesado.
—El
día recién empieza —dijo Peter mirando el sol.
—No
te veo intentando nada en un picnic. De hecho, no te veo tirándome los galgos
de ninguna manera, así que olvídalo y cuéntame todo lo que sepas de Victorio.
—Me
alegro de verte —dijo y la sonrisa de Lali se hizo más amplia.
—Perdón,
me había olvidado de que te gusta mucho hablar. ¿Qué tal te fue en las catorce
horas desde que nos vimos por última vez, de las que has pasado ocho durmiendo?
—Bien,
¿y tú?
—Genial.
¿Cuánto rato vamos a estar así hasta que me hables de Victorio y Candela?
—Eres
una mujer muy práctica —dijo Peter y Lali retiró las piernas para sentarse
sobre ellas y dejó ver unas ridículas sandalias hechas en su mayor parte con
cintas, con una flor roja brillante en el empeine—. Excepto en los zapatos.
—No
te rías de ellos —le pidió moviendo los dedos con las uñas pintadas de rojo
debajo de las flores—. Estos me encantan, me los regaló María en navidad.
Desató
las cintas, se los quitó, los dejó detrás de ella y les dio una palmadita en
las flores antes de girarse hacia él.
—Ya
veo que te gustan mucho —dijo Peter distraído por sus uñas—. Son muy sesentas
—continuó cuando Lali se cubrió los pies con la falda.
—¿Te
gusta Elvis? —preguntó levantando las cejas.
—Es
el mejor. ¿A ti también te gusta?
—Por
supuesto. Bueno, supongo que tiene sentido, tú eres el diablo disfrazado —dijo
un tanto perpleja.
—¿Qué?
—preguntó Peter y entontes cayó en la cuenta—. ¿Elvis Presley?
—Claro.
¿Quién va a...? Ah, ya sé. Los ángeles quieren llevar mis zapatos rojos. Elvis
Costello. También es bueno.
—Sí,
lo es —dijo Peter meneando la cabeza.
—Me
alegro de que esto no sea una cita o ahora se produciría un incómodo silencio.
—¿Se
ha producido alguno en tu vida, Espósito? —preguntó Peter sonriendo.
—No
muchos. ¿Y en la tuya?
—No
—dijo dejando la bolsa con los sándwiches sobre la manta—. Muy bien, Victorio y
Candela. Come algo mientras hablamos.
—¿Panchos?
—preguntó Lali con el mismo tono de voz que habría utilizado, para decir
«¿Cocaína?»—. No son buenos para la salud.
—Tienen
proteínas —respondió Peter impaciente—. Puedes comerlas. Si quieres, deja el
pan.
—Tienen
grasa.
—Creía
que es compatible en una dieta de carbohidratos —dijo acordándose de Melisa
comiendo langostinos con mantequilla.
—Sí,
pero yo hago la dieta Atkins sin grasas.
—¿Y
qué puedes comer? —preguntó Peter con incredulidad.
—No
mucho —contestó mirando el sándwich con evidente deseo.
—Son
alemanas.
—¡Las
peores!
—Es
sábado, disfruta un poco.
—Eso
mismo dijiste el miércoles en lo de Emilio. Ya pequé una vez esta semana.
—El
sábado es el primer día de una nueva semana, peca otra vez.
Lali
se mordió el labio. Volvió a levantarse la brisa, los árboles susurraron y se
le levantó la falda.
—Te
traje Coca—cola light para compensar —le dijo abriendo la refrigeradora
portátil—. Esta conversación es de lo más aburrida.
—Perdóname.
No hay nada más aburrido que hablar de comida —dijo cogiendo la bebida que le
ofrecía.
—No,
hablar de comida está bien, lo que es aburrido es hablar de no comer —cogió uno
de los sándwiches envueltos en papel y se lo ofreció—. Come.
Lali
miró el pancho, suspiró y lo desenvolvió.
—Eres
un desgraciado —le soltó.
—¿Porque
te alimento? ¿Tan malo te parece? Somos humanos. Se supone que tenemos que comer
bien.
—¿Esto
forma parte de comer bien? —preguntó y después se calló.
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
ResponderEliminarAngy.. =D
Lo sacó dinerito x la última apuesta,no veo la hora k le cuente k sabe d la apuesta más importante.
ResponderEliminarJajaj se van a matar, otrooo :D
ResponderEliminarVale ya que le ha dado ese ataque de sinceridad por que no le cuenta tambien que sabe lo de la otra apuesta?
ResponderEliminarGracias por el triplete, no si se esté para todos hoy pero mañana los leo sino jejejeje Felicidades Arii tambien =)
ResponderEliminarTe quiero amigaaa gracias
ResponderEliminarCami te juro que estoy impaciente esperando que empiecen a saltar chispas ya entre ellos. . .necesito un poco de acción Jajaja
ResponderEliminarmaaaaaaaasssssssss
ResponderEliminar@x_ferreyra7
Q paciencia esta teniendo Peter creo yo,ella se presta al juego pero se torna medio insufrible y él en definitriva tratandola de conformar!
ResponderEliminarMe encanta nunca se aburren estando juntos! Mas
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