Hola, hola! ¿Cómo les va? Espero que todo bien por ahí! Gracias por leer y espero estén disfrutando del domingo! Besos y hasta después!
P.D.: Más tarde subo otro, porque sí! jajajaj :D
P.D.: Más tarde subo otro, porque sí! jajajaj :D
Twitter: @Caparatodos
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—¿Cómo haces para no caerte de la cama?
Capítulo 37:
—Me
agarro y procuro no mirar el cabezal. Me encanta. Lo compré el mes pasado,
aunque no es nada práctico...
Siguió
hablando, pero Peter había dejado de escucharla cuando dijo: «Me agarro» y se
la imaginaba tumbada sobre el suave edredón de satén azul, con el pelo
esparcido sobre los almohadones y sus labios abiertos sonriéndole, las manos
agarrando el cabezal, su suave cuerpo...
—¿Peter?
—Huele
muy bien —dijo éste intentando pensar en algo que no contuviera la palabra
«suave» o «duro».
—Mi
abuela siempre ponía lavanda en las almohadas. O puede que sean las velas de
canela.
—Es...,
es muy bonito —dijo Peter aclarándose la garganta—. Es la única cosa en este
apartamento que te pega —la idea de tumbarla sobre el edredón era factible, así
que propuso—: Vamos a cenar.
—Muy
bien —aceptó Lali saliendo de la habitación.
—¿Quieres
que cierre la ventana?
—¿Y
cómo entrará el gato?
—Tienes
razón —dijo Peter pensando «¡Dios mío! Le traje un gato salvaje».
—Así
que el pollo al vino no es muy juicioso para el corazón ni respeta el peso
—dijo Lali mientras comían la ensalada de Emilio.
—¿Juicioso
para el corazón? —preguntó Peter cogiendo su vaso de vino—. ¿Quieres decir si
es saludable? Porque la respuesta es sí. Ya te lo he dicho, el aceite de oliva
es bueno para la salud. Y un poco de harina y mantequilla no te van a matar.
—Eso
díselo a mi madre. ¡Qué buena! —exclamó comiendo un poco más de ensalada—. Creo
que la lección de todo esto es que no debería cocinar.
—¿Por
qué? Ha sido tu primer intento. Todo el mundo comete errores —dijo cogiendo la
cajita del pollo y sirviéndolo en los platos sin que se cayera nada.
—Excepto
tú, todo lo haces bien —lo alabó mientras observaba lo que hacía.
—Bueno.
Te dejaron, hasta ahí sé, pero no te importaba el tipo. Entonces, ¿por qué
sigues enojada y te la agarras conmigo?
—Fue
un poco como la gota que rebalsó el vaso —contestó cortando el pollo. Después
se llevó un trozo a la boca y puso esa arrebatada expresión que siempre tenía
cuando comía algo bueno.
—Deberías
abandonar las dietas. ¿Qué te hizo que no pudieras olvidar?
—Bueno
—empezó a decir pinchando un champiñón con más animadversión de la que
merecía—. Fue sobre todo por mi peso.
—¿Se
metía con él? Ese tipo es un tarado —aseguró meneando la cabeza.
—No
es que lo criticara exactamente, simplemente me sugería que me pusiera a dieta.
Después me dejó porque no me acostaba con él.
—¿Te
pidió que te pusieras a dieta y luego que te fueras a la cama con él? Retiro lo
dicho, el tarado le queda corto.
—Ya,
pero tenía algo de razón. Es decir, respecto a mi peso. ¿No? —preguntó
desafiante.
—Si
te contesto dirigirás toda tu rabia contra mí y prefiero que lo hagas contra el
idiota que te dejó, yo soy el bueno de la película.
Lali
apuñaló otro champiñón y dejó el tenedor.
—Ok,
ésta te la paso. No me importa lo que digas, no me enojaré.
—¿Y
cómo lo vas a hacer? —preguntó Peter mirándola.
—Bueno,
me enojaré, pero seré justa. Eres el único hombre en el que confío lo
suficiente como para decirle la verdad.
—¿Confías
en mí? —preguntó Peter sorprendido y halagado—. Creía que era un idiota.
—Y
lo eres, pero sueles decirme la verdad. En la mayoría de cosas.
—Jamás
te mentí en nada —aseguró Peter dejando de comer.
—Ya.
¿Y qué se supone que debo hacer con mi peso? —preguntó Lali altanera.
—Muy
bien. Ahí va la verdad. Nunca serás una escuálida. Eres una mujer con curvas.
Tienes las caderas anchas, un buen estómago y un pecho prominente. Eres...
—Sana
—lo cortó Lali duramente.
—Lujuriosa
—la contradijo Peter mirando el leve subir y bajar de sus pechos debajo de la
blusa.
—Obesa
—gruñó Lali.
—Opulenta
—dijo Peter recordando la suave curva que había tenido en su mano.
—Regordeta.
—Suave,
con curvas y muy sexy, me estoy excitando —confesó Peter, que empezaba a
marearse—. ¿Llevas algo debajo esa blusa?
—Por
supuesto —contestó Lali.
—Perdón
—se excusó deshaciéndose de su fantasía—. Bien. Deberíamos seguir comiendo. ¿De
qué estábamos hablando?
—De
mi peso.
—Sí
—dijo cogiendo el tenedor otra vez—. La razón por la que no puedes perder peso
es porque no debes hacerlo, tu contextura es así y si hubieras conseguido
seguir una estúpida dieta para perder peso habrías acabado como el pollo que
has intentado preparar. Hay cosas que deben hacerse con mantequilla. Tú eres
una de ellas.
—Así
que estoy condenada.
—Otro
de los problemas contigo es que no escuchas. Si quieres tener un aspecto sexy,
tenlo. Dispones de cosas que las mujeres delgadas no tendrán jamás y deberías
alegrarte por ellas y vestirte para disfrutarlas. O, al menos, dejar que las
disfruten otros. El traje que llevabas la noche que te conocí hacía que
parecieras una carcelera. Sin embargo, tu ropa interior está muy bien —agregó
acordándose del escote de su sweater rojo.
—No
hay ropa que me quede bien.
—Por
supuesto que la hay —la contradijo sin dejar de comer—. A pesar de que eres de
las que están mejor sin ella —su traicionera mente intentó imaginársela y tuvo
que bloquear ese pensamiento—.Supongo. Come, por favor. El hambre te pone de
mal humor.
—¿Estoy
mejor desnuda? No, mira...
—Me
has preguntado y te he respondido, pero no quieres oír eso. La verdad es que la
mayoría de los hombres preferirían irse a la cama contigo que con esas mujeres
que parecen modelos, es mucho más agradable tocarte a ti, pero la mayoría de
ustedes no se lo creen. Intentan perder peso para impresionarse unas a otras.
—Así
que he sido sexy todos estos años... ¿Por qué no se ha dado cuenta nadie?
—preguntó poniendo cara rara.
—Porque
te vistes como si odiaras tu cuerpo. El estar sexy es una actitud. Si no te lo
crees tú, no lo exteriorizas.
—Entonces,
¿cómo sabes que lo soy? —preguntó ya a punto de perder la paciencia.
—Porque
te miré por debajo del sweater —confesó Peter acordándose de aquel momento—. Y
porque te besé. Y debo de confesarlo, tu boca es un milagro. Ahora, come algo.
Lali
miró su plato un momento y después lo atacó.
—Sí,
esto está muy bueno —comentó al rato.
—No
hay nada mejor que la buena comida. Bueno, excepto el...
—Tiene
que haber una forma de conseguir que esto sea bueno para el corazón.
—Es
un hecho, le estuve hablando a la pared. ¿Escuchaste algo de lo que te dije?
—¿Cómo
que parecía una carcelera la primera noche que nos vimos?
—No,
tenías unos zapatos muy bonitos. Con ellos sí que te arriesgas —«los pies
también eran bonitos», pensó.
—¿Así
que, a pesar de que parecía una carcelera, la razón por la que cruzaste el bar
para intentar salir conmigo fueron mis zapatos?
Aquella
pregunta parecía mal intencionada, así que intentó acordarse de por qué había
salido con ella. La apuesta. Soltó un gemido. La estúpida apuesta de la cena
con Benjamín.
—¡Dale!
—Hiciste
una apuesta, ¿no es así? —preguntó Lali enojada.
Peter
sacó la cartera y dejó un billete de cien encima de la mesa.
—Toma,
todos tuyos. ¿Puedo terminar de comer antes de que me vaya?
—Sí,
claro. Te estás tomando muy bien lo de haber perdido esa apuesta.
—No
la perdí —dijo pinchando un champiñón—. Nunca pierdo.
—¿La
cobraste? —preguntó Lali escandalizada.
—Saliste
por la puerta conmigo, así que gané —dijo Peter frunciendo el ceño.
—Y
todo el mundo asume que...
—¿Qué?
—preguntó enojado—. Alguien apuesta cien pesos a que no sales del bar conmigo.
Lo haces y gano. Ahora te los di. ¿Podemos dejar el tema de lado?
—Así
que la apuesta terminó —dijo Lali con tono incrédulo.
—Sí
—contestó Peter empezando a irritarse—. No me parece la mejor forma de empezar
una relación, pero tampoco es que la tengamos. Estás esperando a Elvis y los
dos seguimos con nuestros planes de no salir con nadie. Además te estoy
alimentando. ¿Porqué estás enojada?
—Por
ninguna razón en particular —aseguró Lali rotundamente antes de volver a la
cocina.
—Hay
algo que no sé, ¿no?
—Sí,
sigue comiendo.
Continuará…
Sii otro alrato!
ResponderEliminary sigue a la defensiva lali
ResponderEliminarpero por lo menos se estan llevando mejor
al menos no lo hecho de la casa
besoooo
Q se aclare lo q ella piensa de una vez,porq el pobre de Peter esta pagango por algo q no hizo,ademas q divinooooooooooooo todo lo q le dijo y ella no logra escucharlo!
ResponderEliminarLE tiene que decir con quien salia ....
ResponderEliminar+++++ me ncantaa
@x_ferreyra7
Me encanto! Pero Lali es.... Da rabia de esa sordera selectiva que sufre!
ResponderEliminarMe encanto Peter en este capítulo
ASÍ DEBERÍAS SER MÁS SEGUIDO! SUBIR MÁS DE UN CPAITULO POR QUE SÍ!
Besos. Como sigues?
lali deberia relajarse buen capi :D
ResponderEliminarBuen cap. Espero el sgte :)
ResponderEliminar@ligiaelenaCM
lo que no sabe o no quiere darse cuenta es que SE GUSTAN!!!!
ResponderEliminarquiero maas
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
ResponderEliminarAngy.. =D
Muy sincero !!!!
ResponderEliminarOtrooooo :)
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