Hola, hola!!!! ¿Qué tal? Espero que todo bien por ahí y ya con el ánimo que solo el finde puede darnos, bien arriba jajajaaja Gracias por leer y disfruten de los días de relajo!!!! Besos y las leo la próxima semana! Acúerdense: los capítulos quedan PROGRAMADOS 12 Perú // 14 Argentina // 19 España
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de Lali en Perú!!! :D Gracias desde ya!
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—Gracias
por la comida —se despidió Lali cuando María le apretó el brazo con más fuerza.
Cogió las sandalias por las cintas y María tiró de ella en dirección a los
árboles.
Capítulo 28:
Cuando
desaparecieron, Peter se volteó para mirar a Agustín.
—No
sé si hacer que te maten o matarte yo mismo.
—A
mí no, a María. Llamó a Lali y te tocó en el hombro un par de veces antes de
darte en la cabeza con el bolso —sus ojos se dirigieron hacia la manta—.
¡Panchos! —exclamó mientras se sentaba a la mesa y cogía uno.
—Esa
mujer no está bien de la cabeza —dijo Peter frotándose la nuca. Una vez que
Lali no estaba, el ardor comenzaba a disiparse, pero aquello no lo hacía más
feliz—. Ha sido una agresión.
—¿Que
está loca? ¿Y tú? —le preguntó mientras desenvolvía un sándwich.
—No
ha sido para tanto —respondió aunque en su fuero interno pensó: «Diez minutos
más y nos habríamos desnudado. Eso sí habría sido para tanto».
—Eso
cuéntaselo a Tomás. Seguramente le has dado mucho más de lo que necesitaba
saber sobre lo que hace su tío en su tiempo libre.
—¿Tomás?
—preguntó Peter mirando hacia donde estaba sentado su sobrino. Seguía allí,
pero acompañado de una rubia bajita, Bárbara. Cerró los ojos y el recuerdo de
la pasión de Lali se evaporó—. Dime que ella no nos estaba mirando también.
—No
sé. Cuando llegamos no estaba ahí, así que tal vez sólo vio el gran final. ¿Qué
es esto? —preguntó sacando una sandalia con flores de debajo de la manta.
—Es
de Lali —dijo Peter reviviendo un hermoso flashback de los dedos de sus pies—.
Dásela a María cuando la veas. Y, si es posible, se la metes por la boca.
—Sí,
como que me voy a acordar —dijo metiéndola a la refri.
Peter
la sacó antes de que el hielo mojara la flor e intentó quitarse a Lali de la
cabeza.
—Candela
es buena gente, así que no hay que preocuparse por Victorio —comentó dándole
vueltas a la sandalia entre las manos. Era ridícula, tenía un taco que
seguramente se hundiría en el piso cuando paseara por el pasto y una flor
espantosa que seguramente se maltrataría cuando lloviera, que a la vez era muy
excitante.
—Sí
que hay que preocuparse por Victorio, se va a casar —dijo Agustín masticando.
—No
se morirá —dijo Peter intentando imaginarse por qué alguien tan práctico como
Lali llevaba ese tipo de zapatos. Aunque, evidentemente, tenía una falta de
sentido práctico o no lo habría besado en la boca en una mesa de picnic. La
aceleración que sintió al recordarlo apagó todo sonido por un rato —. ¿Qué
decías?
—Que
sí, que por eso te escondes como un conejo cuando ves a Melisa.
—Yo
no soy muy afecto al matrimonio, pero a lo mejor él sí —aseguró dejando la
sandalia a un lado—. Nunca ha destacado por su inclinación hacia las grandes
emociones.
—Eso
es verdad. Además, si Candela es buena gente, a lo mejor me dejan vivir sobre
su garaje.
—Por
mí genial —dijo Peter imaginándose otra vez a Lali entre sus brazos, plena y
ardiente. No, él no necesitaba más hostilidad en su vida. Si hubiera deseado
sexo desenfrenado, habría vuelto con Melisa, que, al menos, no tenía mala
leche. Intentó imaginar a Melisa en su mente para borrar la de Lali, pero le
pareció gris en comparación con el tecnicolor lujurioso, exasperante, incitador
de la pasión y de sandalias abiertas de Lali.
—¿Qué?
—¿Queda
algún sándwich en el que no te hayas sentado encima?
Agustín
encontró uno bajo un doblez de la manta y se lo dio. Peter lo desenvolvió y le
dio un mordisco, decidido a concentrarse en uno de sus sentidos en el que Lali
no estuviera presente. Entonces se acordó de la cara que puso cuando mordió el
sándwich e imaginó esa misma expresión mientras Lali se agitaba bajo su cuerpo,
ardiente y lujuriosa, con los labios húmedos... «¡Oh, oh!», pensó.
—¿Qué
vas a decirle a Tomás?
—¿De
qué?
—De
lo que le estabas haciendo con Lali. Seguramente estaban muy apasionados.
—Le
diré que ya se lo explicaré cuando sea grande —Peter pensó: «Estábamos muy
excitados y ahora todo ha terminado»—. Bastante más grande —precisó mientras
buscaba una cerveza en la refrigeradora portátil.
—Bueno,
¿por qué hemos tenido que irnos? —preguntó Candela cuando estaban en el auto de
María, con Lali aislada en el asiento de atrás.
—Porque
Lali estaba moviendo la lengua con un traficante de churros —le explicó antes
de girarse hacia la pecadora Lali y menear la cabeza.
—¿Comiste
churros? —preguntó Candela, que también había girado la cabeza para poder
verla.
—Sí,
no es gran cosa —respondió intentando recuperarse del aturdimiento.
—¿Besaba
bien? —preguntó Candela mientras María ponía en marcha el auto.
—Sí,
muy bien. De primera. Increíble. Me puso a cien. Además trajo unos churros que
estaban de muerte —volvió a pensar en Peter, en la ferocidad y la urgencia, y
cuando María salió en dirección a la calle, se recostó en el asiento antes de
que los estragos de la pasión la desplomara. Echada estaba bien, pero lamentó
tener que hacerlo sola.
—¿Has
perdido la cabeza? —le recriminó María.
—Sólo
un instante —contestó Lali viendo alejarse las copas de los árboles—. Y
disfruté —«Muchísimo», pensó.
—Puede
que sea legal —lo defendió Candela—. Parecía muy contento de estar con ella. Y
Victorio opina lo mismo.
—Bueno,
si lo dice Victorio...
—No
te burles de él —la regañó con tono amenazador.
—Está
bien —dijo Lali incorporándose mientras su mundo se estabilizaba—. Ya estoy
bien. ¿Qué tal Agustín? —preguntó cogiendo una sandalia para desabrochar las
cintas.
—Medianamente
gracioso. No cambies de tema. ¿Qué vas a hacer con Peter? —preguntó María.
—No
volver a verlo —contestó buscando la otra sandalia—. ¡Qué mala suerte! Dejé un
zapato, tenemos que volver.
—No
—dijo María sin detener el auto.
—Son
mis sandalias preferidas —protestó Lali intentando parecer sincera.
—Para
ti todas lo son. No vamos a volver.
—¿Estás
bien, amiga? —le preguntó Candela.
—Sí,
genial —contestó asintiendo con la cabeza como una loca—. Peter me habló de
Victorio. Tienen todas mis bendiciones.
—¿Vas
a creerle a Juan Pedro, alias el idiota? —intervino María.
—Hay
cosas que se notan. Sé cómo manejarlo.
—Sí,
ya me di cuenta. Eres débil —la acusó María.
—¡Ay,
por favor! —respondió Lali, fastidiada por el sentimiento de culpa—. Oí la
apuesta. Sé lo que se cuece. No voy a volver a verlo nunca más. Sobre todo
después de que le gritaras y lo insultaras —pensó en Peter cerca de ella, en lo
fuerte que le había parecido su pecho contra su mano, en lo ardiente que era su
boca, en lo que le había gustado que la tocara—. Ahora ya sé cómo consigue a
todas sus mujeres. Y no es por su encanto —agregó alegremente.
—A
lo mejor deberías volver a verlo —dijo Candela pensativa—. A veces hay que
confiar.
«Eso
sería maravilloso», pensó Lali.
—¡Candela!
¿Quieres que la destroce el mismo tipo que le rompió el corazón a tu prima e
hizo una apuesta con Benjamín?
«Eso
sería horrible», pensó Lali.
—No
—contestó Candela con una sombra de duda en la voz.
—Entonces,
nada de palabras de ánimo sobre confiar en sapos.
—¿No
se convierten en príncipes cuando los besas?— preguntó Candela.
—Eso
son las ranas, una especie completamente diferente —explicó María.
—Sí
—dijo Lali intentando borrar de su mente a Peter—. Es un sapo, no una rana. Un
idiota. Totalmente. Aunque, sus churros eran buenísimos —añadió suspirando
mientras volvía a recostarse en el asiento para recuperar el sentido común.
Continuará…
Que se vean pronto. . .que se vean pronto. . .que se vean pronto. . .Jajaja
ResponderEliminarCami me equivoqué de día y pensaba que hoy subías ya programado y llevo desde las 7 de la tarde entrando para mirar sí había capitulo
ajjajaja estan hasta las manos el uno con el otro!! Lali NO la escuches a Maria y hace lo que quieras con Peter :) jajaja
ResponderEliminarEspero le proximo!!
Me apuesto, y lo digo a proposito jeje, que lo que mas le ha gustado a Lali de Peter no son los churros jajajajaa. Espero maaaaas nove, porque tambien apuesto porque estos dos tortolos desencontrados se volveran a ver. Espero mas noveee un besazo enorne. Muacks
ResponderEliminarMaria re mala onda,y Lali y Peter seguro se encontraran pronto,tal vez esa sandalia sea la excusa! JAJA tipo la Cenicienta!
ResponderEliminarMaas nove
ResponderEliminarPeter y lali se encontraran lo se :)
ResponderEliminarMe encanta!
@ligiaelenaCM
Quiero más!
ResponderEliminarLore
jajajaja la dejo en las nubes peter a lali
ResponderEliminarmas amarga es maria
besoooooooo
Se quiere convencer de eso no más!! Otrooo :)
ResponderEliminarJajajaja muy bueno! De acuerdo con María... Sí miro desde su lado de la historia!
ResponderEliminarPobre Tomás y Peter que le explicará cuando sea muy grande Jajajajaja
Espero más mucho mad
Por cierto..como que Peter esta teniendo un fetiche con los pies... De Lali!
ResponderEliminarYa te dije que quería maratón?
ResponderEliminarJajajajaja
Disfruta del viaje! Te quiero, besos
jajaj me causa gracia LAli y su "no velver a verlo" la otra vez dijo lo miso y no solo lo volvio a ver.. sino que se lo chapo .. osea media pila
ResponderEliminar+++++++
@x_ferreyra7
Los dos quedaron embobados
ResponderEliminarEstos dos estan muy mal de la cabeza pero son muy graciosos espero que se vean pronto
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