Hola de nuevo!!!! ¿Cómo estuvo su día? Espero que todo bien y ya recargadas y listas para empezar la semana ;) Gracias por estar, por su tiempo para leer y por ser siempre tan lindas y buena onda con el blog!!!! Besos y sueñen lindo! Empiecen la semana con una sonrisa y el lunes con el pie derecho!
Twitter: @Caparatodos
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—Hay
algo que no sé, ¿no?
—Sí,
sigue comiendo.
Capítulo 38:
Peter
se ofreció a ayudarla con los platos, pero Lali lo despidió, enojada con él por
la apuesta y consigo misma porque aquello le preocupara. Puso las sobras de
Emilio en la refrigeradora y tiró lo que había intentado preparar a la basura.
Después se fue al dormitorio y se metió bajo el edredón de satén. Peter había
dicho que la cama era lo único que combinaba con ella. En aquel departamento
lleno de muebles sencillos y pesados había elegido el único bonito, lujoso y
sexy y había dicho «Ése sí va contigo». ¡El muy idiota!
El
gato saltó encima de la cama y se acercó a ella sin hacer ruido. «¡Hey!»,
exclamó cuando se acurrucó a su lado. Lo acarició, sintió su escuálido cuerpo
bajo la piel, y el animal abrió los dos ojos. Eran de distinto color y uno de
ellos tenía una nube que hacía juego con el color de su piel. «Un gato
peculiar», pensó mientras se acurrucaba a su lado, extremadamente reconfortado.
Prendió el equipo de música que había al lado de la cama y escuchó a Elvis
cantar sobre lo asquerosa que había sido su vida desde que lo había dejado su
chica. El gato levantó las orejas durante una estrofa y luego volvió a relajarse
sobre el edredón. «¿Te vas a venir al hotel de los corazones rotos?», le
preguntó rascándole detrás de las orejas. El gato levantó la cabeza para hacer
presión contra sus uñas y Lali observó su extraña cara, arrugada por el éxtasis
con los dos ojos cerrados, y sintió cariño por él. Empezó a ronronear y aquel
sonido le pareció más confortante de lo que había imaginado. «No me parece nada
inteligente que te quedes», dijo y el gato abrió los ojos lentamente y después
volvió a cerrarlos. Lali siguió acariciándolo y él se acurrucó más contra ella,
cálido, relujado y confortante. No le extrañaba nada que hubiera tantas mujeres
solteras que tuvieran gatos. Sin duda superaban con creces a los encantadores,
mentirosos y jugadores compulsivos que besaban divinamente y tenían manos
como... «Estoy tan sólo, cariño», cantaba Elvis y Lali se acercó para subir el
volumen. El gato levantó la cabeza, pero parecía que las canciones le gustaban
y se volvió a acurrucar junto a su estómago. «Puedes vivir aquí», dijo, y se
quedaron en un silencio fraterno, escuchando a Elvis hasta que se quedaron
dormidos los dos.
—Hay
una belleza esperándote en tu oficina —le comunicó su ayudante cuando Benjamín
llegó al trabajo el miércoles.
«Lali»,
pensó y después cayó en la cuenta, desilusionado, de que no podía ser. Nadie la
describía como belleza.
Cuando
abrió la puerta, Melisa estaba sentada al otro lado de su escritorio, con un
precioso vestido rojo que le quedaba muy bien.
—Ya
llegaste —dijo levantándose.
—Bonito
vestido —comentó cerrando la puerta. Pasó a su lado, impresionado por la forma
en que la falda se ajustaba a sus curvas.
—Olvídate
del vestido. ¿Por qué sigue saliendo Peter con la mujer que amas?
—¿Está
saliendo con ella? —preguntó perdiendo de repente todo interés por el vestido y
sentándose en su silla.
—El
lunes la llevó a comer, lo que hizo que no pudiera estar conmigo. Ayer cenaron
en su departamento —le informó inclinándose hacia él con su encantadora carita
tensa—. Creía que ibas a llamar a Javier. ¿Por qué siguen juntos?
—Lo
llamé —aseguró mientras movía unos papeles intentando pensar con rapidez—. No
sé por qué no ha funcionado. Quizá Peter lo pasa bien cuando está con ella. —«Y
quiere ganar la apuesta», pensó.
—Pero
no se acuestan.
—No
—dijo Benjamín rezando porque Lali siguiera siendo frígida—. No lo harán.
—Creo
que tienes razón —comentó Melisa empezando a dar vueltas por la habitación—. No
parece una mujer que se entregue tan pronto y él no insistirá. Tiene muy buenos
sentimientos.
—Pues
me alegro por él. ¿Algo más?
—Quiero
que llames a Lali, la invites a comer, pagues tú y la recuperes —dijo
inclinándose encima del escritorio.
—Lo
haces con un objetivo, ¿no? —preguntó mirándole el escote.
—Soy
una experta en citas que está perdiendo al hombre que ama —confesó con la boca
rígida tras respirar profundamente—. No se trata solamente de mi vida privada,
sino de la pública, de toda mi vida. Tengo un potencial éxito de ventas en las
manos y mi editor quiere poner nuestra foto de bodas en la contracubierta.
Están en juego todas esas cosas y no voy a dejar que todo se vaya al garete
porque seas demasiado débil como para conseguir que tu novia vuelva contigo. Me
iré cuando me prometas que la llamarás para invitarla a comer y me digas
quiénes son sus mejores amigas. El viernes la vi con dos mujeres en el bar. Una
rubia y otra morocha. ¿Son amigas?
Una
vaharada de tenue perfume llegó hasta Benjamín, era un aroma que mareaba.
—¿Qué
perfume tienes puesto? —preguntó intentando no pensar en el comentario sobre su
debilidad de carácter.
—Es
una mezcla que hacen especialmente para mí con fragancias que estimulan la
libido de los hombres —contestó en voz baja—. Me lo puse por ti, Benjamín,
¿quién es su mejor amiga?
—¿Qué
contiene? —preguntó meneando la cabeza para aclarársela e hizo la silla hacia
atrás para alejarse un poco de ella.
—Lavanda
y pie de calabaza. Necesito conocer a su mejor amiga. Te estoy ayudando,
Benjamín. Quieres recuperar a Lali, ¿no?
Se
puso de pie frente a él, ágil y esbelta, embutida en lana roja, oliendo a
lavanda y canela, y le costó un momento acordarse de quién era Lali.
—No
me gustas. ¿Por qué estoy tan excitado?
—Porque
eres un hombre. ¿Quién es su mejor amiga?
—¿Para
qué quieres saberlo?
—Ya
te lo he dicho. Atracción. Si puedo hablar con su mejor amiga de la patología
de Peter con las mujeres, me aseguraré de que descubra lo suficiente como para
preocuparse y entonces le dirá a Lali que Peter no le gusta. Eso servirá para
evitar la fase de encaprichamiento. Es una ciencia, Benjamín. No va a haber
ningún asalto en un callejón.
—Bueno
—aceptó Benjamín con la mirada fija en sus pechos—. ¿Llevas algo debajo del saco?
—¿Me
lo dirás si te lo enseño?
—Sí
—dijo Benjamín sabiendo que era vil y débil, pero sin importarle en absoluto.
Melisa
desabrochó los dos botones de la chaqueta y la abrió. Su sujetador de seda de
color rojo combinaba perfectamente con el forro del saco y sus pechos eran
generosos, firmes y tersos, y por lo que veía, verdaderos.
—¡Dios
mío! —exclamó quedándose paralizado.
—Muy
bien, ahora dame ese nombre —le pidió abrochándose el saco.
—La
rubia. María Del Cerro. Cree que todos los hombres son unos idiotas.
—Y
tiene razón. Invita a Lali a comer.
Después
se fue y Benjamín la observó, la imagen de sus pechos perfectos seguía intacta
en su retina, e intentó convencerse de que había hecho lo correcto porque
alguien tenía que poner freno a Peter Lanzani. Y salvar a Lali, eso también era
importante.
—¡Qué
bombón! —comentó su ayudante desde la puerta oliendo el aire—. ¡Guau! ¿Eso es su perfume?
—Sí
—contestó Benjamín descolgando el teléfono—. Es azufre. No la vuelvas a dejar
entrar.
Continuará…
Ya quiero el siguienteeeeeee, espero el proximo. Besoooos :*
ResponderEliminarbenjamin estremendo idiota,lali me da lastima y la otra es tremenda gato... gracias por los dos capis
ResponderEliminarEstos dos no me gustan! Para nada! Y ojala pronto se choquen contra la pared!
ResponderEliminar++++++
ResponderEliminar@x_ferreyra7
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
ResponderEliminarAngy.. =D
D momento no les sirven ninguna d sus tretas.
ResponderEliminarEspero k Mery no se deje convencer,x otra parte Lali ,ya sabe como es Peter,y aún así le permite cierto trato.
Si k es rarito el gato ,jajajjajajajaja.
Espero k estés mejor,creo k es así x tus palabras ,son muy alegres.
Gracias x los dos caps.
Besos
estos dos mas intentan separar a lali y peter y mas los unen jajajaja
ResponderEliminarque tengas un buen comienzo de semana
besotes
Otroooooooooo :)
ResponderEliminarEs azufre!!!
ResponderEliminarMelissa es una pendeja total! Y ciega a más no poder. Va a perder toda su vida por ciega.
Besos, Vami muchos éxitos el lunes.
Más
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarQ mal me cae esta mujer
Maas!
ResponderEliminar++++++++
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