Hola, hola!!!!!! ¿Cómo les va? ¿Qué tal empezaron la
semana? Ojalá que todo bien y con el pie derecho!!!!! Me encanta leer sus hipótesis,
comentarios e intrigas, es genial jajajaja Gracias ;) Besos y más tarde otro
capítulo!!!
¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLE YAI (@yai_89)!!!!! :D Que lo pases
lindo!!! Doblete para ti!
Twitter:
@Caparatodos
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El radar de Lali se puso en alerta roja.
Capítulo 22:
-¿En qué circunstancias se produjo el ataque?
-Por lo visto, Bonelli agarró a Tejada por el antebrazo,
cuando este iba a retirarle la bandeja de la comida, con la fuerza suficiente
como para dislocarle la muñeca.
Lali se reclinó en su silla.
-Déjame hacer un resumen para asegurarme de que lo he
entendido todo bien. Bonelli ataca a un guardia y le disloca la muñeca. Dos
semanas después, es trasladado por ese guardia a la celda de uno de los
reclusos más violentos de la prisión, nada menos que un racista, y es golpeado
hasta la muerte –observó a Emilia desde el otro lado de la mesa-. Deduzco que
estamos pensando lo mismo: que Tejada orquestó ese ataque como represalia.
-Eso es
exactamente lo que sospechó el Agente Morelli, así que siguió investigando
–repuso Emilia-. Como era de esperar, Bonelli fue recluido en una celda de aislamiento
durante una semana tras el ataque a Tejada. Cuando salió, les contó a los
reclusos con los que mejor se llevaba que el guardia fue una noche a su celda y
lo amenazó.
Lali ladeó la cabeza.
-¿En qué consistió la amenaza?
-Bonelli aseguró que Tejada le dijo: “Vas a pagar por lo
que me has hecho en la muñeca, pedazo de basura”.
-¿Y sabemos si alguien escuchó esa amenaza? –preguntó
Lali.
-Todavía no. Pero volveremos a eso en un minuto
–respondió Emilia-. Acto seguido, el Agente Morelli revisó al expediente
personal de Tejada y descubrió que, durante el último año, el guardia se ha
visto involucrado en otros dos altercados con reclusos. Y en ambas ocasiones,
días después, el recluso fue atacado y golpeado por otro prisionero.
Lali se tomó un momento para procesar la información.
-Así que tenemos a un guardia al que no le gusta que los
reclusos se pasen de la raya –dijo luego-. Pero que, en lugar de ensuciarse las
manos tomando represalias, se encarga de que otros reclusos hagan el trabajo
por él. Sin embargo, esta vez se equivocó, escogió al recluso incorrecto, y un
hombre resultó muerto.
-Afortunadamente, el agente encubierto nos previno. De lo
contrario, esto podría haber pasado desapercibido, quedando en una pelea entre
dos reclusos que terminó mal –un destello iluminó los ojos de Emilia-. Lo que
me lleva de vuelta a tu pregunta, si alguien escuchó la amenaza de Tejada.
Lali tuvo la impresión de que ya sabía lo que significaba
esa mirada.
-Deduzco que tenemos un testigo.
-Podría ser que lo tuviéramos –dijo Emilia-. La policía
ha identificado a un recluso que también se encontraba en una celda de
aislamiento la noche que Bonelli aseguró que Tejada lo había amenazado. En la
celda contigua a la de Bonelli, para ser exactos. Por desgracia, aún no sabemos
lo que oyó el otro recluso, si es que oyó algo.
-¿Por qué no? –preguntó Lali-. ¿Se niega a hablar?
-Para empezar, ese recluso ya no se encuentra en prisión.
Fue puesto en libertad justo antes del asesinato de Bonelli. Es probable que ni
siquiera sepa que Bonelli está muerto.
Lali tuvo la sensación de que se estaba perdiendo algo.
-¿Y por qué la policía no va a su casa para hablar con
él?
-Lo han intentado –dijo Emilia-. Hasta el momento, no han
logrado llegar más allá de sus abogados. Que es el motivo por el que nos han
traspasado el caso. Para hablar con ese hombre, lo más probable es que vayamos
a necesitar una citación judicial. Dudo que coopere voluntariamente –miró a
Lali desde el otro lado de la mesa, con una expresión ligeramente divertida-.
Es posible que esté un poco resentido con la fiscalía. Especialmente, después
de que lo llamáramos “terrorista” y “ciber-amenaza para la sociedad”.
Lali parpadeó.
-¿Juan Pedro Lanzani es nuestro potencial testigo clave?
-Tu potencial testigo clave –enfatizó Emilia-. Desde este
instante, Lali, el caso es todo tuyo. Con terrorista de Twitter incluido.
Adiós
al plan de mantenerlo alejado de su vista, y de su mente.
-Es curioso lo presente que parece estar en todos mis
casos últimamente –repuso. No lo había visto en diez años y ahora parecía estar
hasta en la sopa. Un saborizante bastante peligroso.
Extremadamente peligroso.
Emilia expresó su conformidad con un asentimiento.
-Lo de la moción fue pura casualidad. Necesitaba a un
ayudante experimentado en procesos especiales para cubrir a Martínez y tú, al
ser la chica nueva, tenías la agenda libre. Pero, cuando la policía me pasó
ayer el tema de Bonelli, debo admitir que sí, fuiste la primera persona en la
que pensé. Si alguien en esta oficina tiene alguna posibilidad de conseguir que
Juan Pedro Lanzani coopere voluntariamente eres tú. Leí la trascripción de la
moción del martes. Desde el punto de vista de Lanzani, eres la única aquí que
de verdad ha abogado por su liberación –sonrió-. Esperemos que ahora puedas
usar tu persuasión para lograr que hable.
O
puede que se limite a cerrarme la puerta en las narices –pensó Lali.
Seguramente no fuese el mejor momento para decirle a su
jefa que había besado al acusado de su primer caso y que, luego, lo había
esquivado en el tribunal.
-¿Y si no funciona? –preguntó Lali-. ¿Hasta dónde quieres
que llegue?
-Hasta el final –Emilia se inclinó hacia delante,
endureciendo su expresión y mostrándose al ciento por ciento como la fiscal que
era-. Cuando me hice cargo de esta Oficina, tras la baja de mi muy poco
apreciado predecesor, hice la promesa de acabar con la corrupción gubernamental
a todos los niveles. Basándome en la información que me facilitó el FBI,
tenemos a un oficial que ha estado tomándose la justicia por sus manos respecto
a los reclusos, y cuyas acciones han dado como resultado la muerte de un
hombre. Algo así no va a quedar impune mientras yo siga aquí –miró a Lali a los
ojos-. Si Juan Pedro Lanzani oyó esa amenaza presentaremos una acusación. Así
que manos a la obra.
Viendo la determinada expresión que se dibujaba en el
semblante de su jefa, Lali solo pudo responder una cosa.
-Dalo por hecho.
Ahhhhh yaa viene lo bueno, LALITERR!!
ResponderEliminar@isakrn22
Oooooooo!!! Acercamiento laliter a la vista!!! Aunque no me hace mucha gracia que sea por un asunto de este tipo... me da a mi que van a tener muchos problemas con el tal Tejara... y si intenta matarlos cuando se de cuenta de que lo estan investigando??? Nononono yo me muero... y en cuanto a lo de que Lali no habia visto a Peter en diez años y ahora está hasta en la sopa... y bueno, me parece que es cosa del destino, que los juntó justo en el momento en que estaban preparados para afrontar una relación para toda la vida...
ResponderEliminarBesos, Fatima
quiero massssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarMe encanta!!!!!!!!! Lali no va poder mantenerse alejada de Peter ajaja!
ResponderEliminarespero el proximo!
ahora si voy entendiendo mas jajaja
ResponderEliminares su karma peter
quiero mas mas
beso
Y si es el "aliado" jajajaja ay que me gusta esta novela!!!!!
ResponderEliminardeseando que vuelvas a subir!!!! dalee porfisss
ResponderEliminarQ
ResponderEliminarU
I
E
R
O
M
ResponderEliminarA
S
asahgkasdlj no puedes dejarlo asi!! muero por saber que pasaa
ResponderEliminarmass noveee
massss :*
ResponderEliminarCaminos q se vuelven a cruzar,JAJA Pobre Peter donde estuvo metido!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLali es la única k abogó x su liberación ,y Peter lo sabe,un puntito a su favor.
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