Hola, muchachas! ¿Qué tal? Gracias por sus
comentarios! Un beso y mañana nos leemos… hoy es un día triste para una persona
que quiero mucho así que no tengo palabras… solo le mando toda la fuerza y mi
apoyo… Te quiero!
P.D.: Les cuento que Yas volvió con nueva nove ;) http://sientoconlyp.blogspot.com/
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@Caparatodos
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-Supongo que tendré que estarlo –le dijo a Cande.
Porque había un último punto en su plan a seis meses que
estaba decidida a llevar a cabo.
Nada de remordimientos. No había vuelta atrás.
Capítulo 17:
El lunes por la mañana, Lali salió del ascensor en la
fiscalía, con su maletín balanceándose a un lado. Se dirigió hacia unas puertas
de cristal con el logo del departamento de justicia. Ver ese logo la hizo
sentirse más cómoda.
Sí, estaba algo nerviosa al tener que enfrentarse a su
primer día en la oficina de Buenos Aires, y se le hacía raro volver a ser la
chica nueva. Pero ya no era una abogada que acababa de dejar su trabajo como
asistente. Había llevado casos como ayudante del Fiscal en Rosario durante los
últimos seis años: se había abierto camino en la división de procesos
especiales y contaba con uno de los mejores expedientes del área.
Su sitio estaba detrás de esas puertas, se recordó a sí
misma. Y cuanto antes se lo demostrara a todo el mundo, mejor. Así que respiró
hondo –jurándose dejarlos a todos impresionados- y entró a la oficina.
La recepcionista que se encontraba tras la mesa la
recibió con una sonrisa.
-Me alegro de volver a verte, Lali. La señorita Attias me
dijo que empezabas hoy. Le haré saber que estás aquí.
-Gracias, Carla –Lali se hizo a un lado, parándose frente
a una fotografía panorámica de la ciudad. El mes pasado se había familiarizado
un poco con la oficina, durante un recorrido por las instalaciones efectuado
tras la entrevista para la que había viajado hasta capital. Repartida entre
cuatro pisos del Tribunal Fiscal, la oficina empleaba alrededor de 170
abogados, dos docenas de asistentes legales, y gran cantidad de personal
administrativo y de soporte.
Lali había tenido la suerte de escoger el momento
oportuno para su traslado. Había decidido comenzar de cero tras su ruptura con Javier,
así que resultó un alivio descubrir que estaban ofreciendo un nuevo puesto como
ayudante de Fiscal en Buenos Aires. Habiendo crecido a las afueras, siempre
había considerado la posibilidad de regresar algún día para estar más cerca de
su familia y de Cande, y es por eso que había aprovechado la oportunidad.
Lali sonrió al ver a la atractiva mujer de largo pelo
castaño que se acercaba por el pasillo, con un inconfundible brillo de
amabilidad en sus ojos aguamarina. Tal como le había sucedido durante la
entrevista, le sorprendió lo joven que era Emilia Attias para ocupar el puesto
de Fiscal –tenía treinta y cinco años, solo unos más ella. Anteriormente ayudante
del Fiscal, Emilia había conseguido su puesto después de que el ex-fiscal, Lorenzo
Bringas, hubiese sido arrestado y acusado de corrupción. La detención de una
figura pública tan destacada había causado un gran revuelo –tanto dentro del departamento
como en los medios- y se había convertido en el centro de las habladurías de
todos los ayudantes de la fiscalía durante semanas.
Durante la entrevista, esa había constituido la principal
inquietud de Lali –ser transferida a una oficina que había sufrido unos cambios
tan drásticos recientemente- pero su impresión sobre Emilia había acabado
siendo insuperable. Por lo que había deducido, la nueva Fiscal era capaz y
ambiciosa, y estaba deseando limpiar el buen nombre de la Oficina de Buenos
Aires.
Emilia le tendió la mano.
-Me alegro de volver a verte, Lali –dijo con calidez-. Estuvimos
contando los días que faltaban para tu llegada –señaló el montón de expedientes
que tenía en la otra mano-. Como puedes ver, estamos desbordados. Ven conmigo, te
acompañaré a tu despacho.
Mientras charlaban, Lali siguió a Emilia hasta una
escalera interior que las guió al piso veinte. La distribución de la Oficina
era similar a la de Rosario, con las oficinas de los ayudantes ocupando el
perímetro exterior y el personal administrativo y de soporte trabajando en mesas
y cubículos en el espacio interior. Si recordaba correctamente, los veintisiete
ayudantes del fiscal de la división de procesos especiales se encontraban en
esa planta.
-Cuando hablé con Benjamín después de tu entrevista –contó
Emilia, haciendo referencia al ex-jefe de Lali, el fiscal Rosarino-, me dijo
que no olvidara preguntarte por qué te llaman Labogada los agentes en Rosario.
Lali suspiró. Aunque, secretamente, no le molestaba
demasiado el apodo.
-Me pusieron el sobrenombre durante mi primer año y ya no
pude quitármelo de encima.
Emilia la miró con curiosidad.
-¿Y eso? Escuchemos la historia.
-Te contaré una versión abreviada. Yo era la segunda al
mando en un caso múltiple de crimen organizado y drogas, y programé una cita con los dos agentes del FBI
que llevaban la investigación del laboratorio subterráneo de metanfetaminas. Lo
que los agentes olvidaron mencionarme antes de que llegara fue que el único
acceso al laboratorio era a través de una trampa en el suelo, de la que partía
una vieja y oxidada escalera de cuatro metros. Y, como ese día por la mañana
había estado en el tribunal, aparecí vestida con un conjunto de falda y tacos.
Algo bastante inconveniente.
Emilia se rió entre dientes.
-¡Ay, por Dios! Los agentes debían estar bromeando
contigo, ¿cómo se iban a olvidar de decirte ese detalle?
Mientras seguía caminando junto a Emilia, Lali no negó su
afirmación.
-Supongo que pretendían poner a prueba a la chica nueva, eso
es obvio.
-¿Qué hiciste?
-No tuve elección –dijo Lali con naturalidad-. Entré por
la trampa con mi falda y bajé por esa raquítica escalera oxidada de cuatro
metros.
Emilia se echó a reír.
-Te felicito –se detuvo frente a una oficina de mediano tamaño
-. Llegamos.
La placa de bronce que había en la puerta hablaba por sí
misma:
MARIANA
ESPÓSITO
Ayudante del Fiscal
Lali entró a su despacho. No era glamuroso, con alfombra
azul oscuro y muebles carísimos pero, como ayudante senior, tenía buena vista
-Todo debería estar prácticamente igual que en tu antigua
oficina –dijo Emilia-. Lo que es genial porque, estando ya familiarizada, no
perderemos tiempo enseñándote el manejo de los teléfonos y de la computadora.
Oh, una cosa de la que quería asegurarme: eres miembro activo del Colegio de
Abogados de Buenos Aires, ¿no?
Lali asintió.
-Sí, puedo ejercer sin problema –había aprobado el examen
de acceso al Colegio de Abogados en el verano después de su graduación y
recuperado el estado activo en cuanto se había enterado de que había conseguido
trabajo en capital.
-Perfecto. Dicho todo… -Emilia le tendió el montón de
expedientes a Lali-. Bienvenida a Buenos Aires –ladeó la cabeza-. ¿Voy
demasiado rápido?
-Para nada –le aseguró Lali-. Dime en qué dirección se encuentra
Tribunales y dónde está la cafetería más cercana, y estaré lista.
Emilia sonrió.
-Hay un Starbucks justo al frente. Sigue a la manada de
personas que sale a escondidas de la oficina, cada tarde a eso de las tres, y
lo encontrarás. Los juzgados ocupan las plantas entre la doce y la dieciocho
–señaló el montón de expedientes que Lali sostenía-. ¿Por qué no te tomas la
mañana para revisar esos casos? Y luego pásate por mi oficina esta tarde para
cualquier pregunta que tengas.
-Suena genial, Emilia. Gracias.
-La verdad es que eres la primera ayudante que he
contratado desde que asumí el cargo. ¿Qué tal voy hasta el momento con el
discurso de bienvenida?
-Bastante bien. La aproximación que has hecho al
preguntarme por la historia del laboratorio ha sido todo un detalle.
Con una carcajada, Emilia la observó complacida.
-Creo que vas a encajar a la perfección por aquí, Lali
–se detuvo en la entrada antes de retirarse-. Casi me olvidaba. Probablemente
deberías empezar por revisar el primer expediente del montón. Tenemos prevista
una comparecencia en el tribunal para mañana en la mañana. Al abogado que
llevaba el caso le han reprogramado un juicio para esta semana y necesito que alguien
lo cubra. Se trata de una moción de acuerdo así que no creo que tengas ningún
problema. Habrá reporteros pero ofréceles la respuesta habitual: estamos
satisfechos con la resolución, no tenemos nada que añadir… Ya sabes. Llevas
encargándote de esto mucho tiempo así que conoces perfectamente la rutina.
La demandante que Lali llevaba dentro se sintió
instantáneamente intrigada.
-¿Reporteros en una moción de acuerdo? ¿Qué tipo de caso
es? –incapaz de contener la curiosidad, abrió la carpeta situada en la parte
superior del montón y leyó el encabezado.
El
estado contra Juan Pedro Lanzani
Gracias a Dios que los seis años que llevaba asistiendo a
los juzgados le habían permitido perfeccionar su cara de póquer; de lo
contrario, su mandíbula habría golpeado el piso en ese instante.
¿Es broma?
Continuará…
Se viene, se viene le reencuentro!! más!!!
ResponderEliminarYeah!!!!!!!1 reencuentro, jajajaaja ya los quiero ver!!! :)
ResponderEliminar@ROCHI16TA
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ResponderEliminarq se encuentren lindo capi
ResponderEliminar@ale_ro20
oh may goshhhhhhh
ResponderEliminarAyy ya porrrr finn LALITERRRRR!@@ ANCIOSA.CON ME LLAMAN AHORA @isakrn22
ResponderEliminarAaaaaaaaaaaa laliter laliter jaja
ResponderEliminarSubí más
Hoolla nueva lectora me encanta tu noveee :3
ResponderEliminarTambien te queria decir que lei tus novelas anteriores y queria decirte que me encanta; otra coshita tu crees que pudiera publicar tus novelas en mi pagina pero porsupuesto dando creditos ojala que si quieras graciasss ;3
Jajaja qué final Vami!!!
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
Se viene el reencuentro!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarOoooo esta nove esta buenísima me encanta
ResponderEliminarSe viene el reencuentro
Quiero masss
Y ahi nos encontramos! Otrooo :)
ResponderEliminarArii
ay!! me encanto el capítulo!! Se viene el reencuentro parece!!!
ResponderEliminar=O se vieneeee se viene el reencuentro!!!
ResponderEliminarquiero mas noveeee daleeeee tq!
ResponderEliminarLo dije lo dije me vi tantas novelas en mi miñez que se lo que sigue jaja estará en las manos de Lali si Peter es libre OMG
ResponderEliminar@Masi_ruth
quiero massss
ResponderEliminarse viene el reencuentro laliter
beso
Viste como todo vuelve lalita?! ni ahi que te lo esperavas lalita eh ajja JUAN PEDRO LANZANI volviò a tu vida ajjaj! No te das una idea de cuanto estamos contentas nosotras ajja!beso!Espero mas, Giu
ResponderEliminarjajaajaja,su primer caso.
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