viernes, 4 de julio de 2014

Capítulo 16


Buenas, buenas!!!! ¿Qué tal estuvo su día? Espero terminando la semana “laboral” bien y preparadas ya para los días de relax! Gracias por tantos lindos comentarios, me pone feliz saber que les gusta la nove!!!!! Gracias por leer, muchachas!!! Besos y hasta mañana!

Twitter: @Caparatodos
____________________________________________________

Y antes de que pudiera hacerle otra pregunta incómoda, Lali le dio rápidamente las buenas noches y se escabulló por la puerta.

Capítulo 16:

Lali no creyó ni por un minuto que había persuadido a Peter de que debía seguir supervisando personalmente el proyecto en la obra. Así que, a la mañana siguiente, lo estaba esperando sentada en los escalones de su trailer.

—¿Qué haces aquí, Lali? —Peter bajó de su camioneta frunciendo el ceño.
Lali se levantó y se sacudió el polvo de los pantalones.

—Buenos días a ti también.

—¿Dónde están los guardias de seguridad?

—Uno está patrullando en la parte de atrás. El otro fue a tomarse un café.
Peter maldijo entre dientes.

—Podrá tomarse un café cuando acabe su turno.

—Le dije que no importaba, que yo cuidaría hasta que regresara.
Peter estaba metiendo la llave en la cerradura y se volteó con mirada furibunda.

—¿Y si los saboteadores hubieran aparecido mientras estabas de guardia? ¿Estás armada, o practicas tan bien el tae kwon do que no necesitas armas?

—¡Ay, Peter, por favor!, no empieces. Estamos a plena luz del día. Ni los saboteadores más estúpidos se atreverían a tanto —contempló el paquete que tenía en las manos con interés—. Por favor, dime que eso que llevas ahí son facturas.
Peter le pasó la bolsa, abrió la puerta y esperó a que ella entrara.

—¿No desayunaste?

—No del todo —dio un ansioso mordisco a una de las medialunas y cerró los ojos para saborearlo—. Mm, deliciosa. Todavía está caliente.

—¿Cómo que no del todo?

—Cuando me levanto, pensar en comer me da náuseas, pero una hora después, me muero de hambre.

—Entonces, a partir de ahora no salgas de casa hasta que no puedas comer algo —le quitó el paquete antes de que pudiera comer otra factura—. Pero algo nutritivo. Hay jugo de naranja en la refrigeradora y algo de fruta junto al microondas. Piensa en el bebé.

—Sí, papá —poniendo los ojos en blanco, Lali obedeció. Una alimentación adecuada durante el embarazo era importante, pero aquella mañana no estaba pensando en la nutrición. Observó cómo Peter ponía en marcha la cafetera. En cuestión de minutos, el café estaba goteando y Peter estaba sacando el azúcar de uno de los muebles y la leche de la refri.

—Tenemos que hablar, Peter —dijo Lali, dejando el vaso vacío en el lavadero.

—Dime —apoyándose en la encimera, cruzó los pies a la altura de los tobillos. Tenía unas piernas largas, observó Lali. Y la forma en que sus pantalones se ajustaban a ellas... Bueno, su mamá seguramente le haría notar aquellos atributos.

—Dos cosas —dijo, casi sin aliento. Maldición, ya estaba bastante nerviosa por aquel asunto, y las distracciones no la ayudarían.

—Dos cosas... —la apuró, esperando.

—Tenemos que llegar a algún acuerdo sobre el acceso a la obra, Peter. No puedes decirle a Renato Larraín que corro demasiado peligro estando aquí. Créeme, sería un golpe mortal para mi carrera. Lo entiendes, ¿no?
Peter se cruzó de brazos.

—Te entiendo, Lali, pero dadas las circunstancias, creo que la seguridad debe anteponerse a tus preocupaciones profesionales.

—Y esas circunstancias son mi embarazo.

—Exacto.
Se tapó los ojos con la mano por un momento, luego levantó la mirada.

—¿Y si te prometo decirte con anticipación cuándo voy a venir y accedo a que tú o Santiago me acompañen todo el tiempo? Quiero decir, hasta que averigües quién está haciendo todo esto —agregó.
Peter se apartó del mostrador sin contestar. Después de servir café en una taza, se la ofreció a Lali, pero ella declinó la invitación.

Lali observó cómo se acercaba a la minúscula ventana que había encima del lavadero y contemplaba durante un minuto cómo el operario de la grúa subía a la cabina y arrancaba el motor. La madera que el día anterior se había resbalado del gancho estaba apilada y lista para que la engancharan otra vez.

—Sé que parezco terco e irrazonable —declaró, con los ojos puestos en la pesada carga que se elevaba lentamente—. Pero ayer me pasó algo extraño cuando las columnas se soltaron del gancho. Pensé que ibas a morir ante mis ojos y entré en pánico.

—Yo también me asusté, Peter —dijo, deseando que la mirara. Le costaba saber lo que estaba pensando cuando sólo le veía la espalda —. Pero no creo que eso sea extraño. Cualquiera se asustaría viendo una cosa así. Es la naturaleza humana.
Peter vació la taza en la pila y la dejó allí antes de mirarla.

—No lo entiendes. Fue después de saber que estabas a salvo, cuando estábamos en el tráiler y te desmayaste.

—¿Por qué te sorprende tanto? Un embarazo puede provocar...

—Ya lo sé —replicó, súbitamente impaciente—. Los embarazos son complicados. Ya he pasado una vez por eso, ¿te acuerdas?
Lali se dio cuenta de que no quería oír hablar del embarazo de su primera esposa.

—Entonces intentaré no volverme a desmayar —respondió con dureza.

—Pero tal vez lo hagas —insistió—. O tengas otras complicaciones, como una reacción a un medicamento. Si estás aturdida, correrías peligro incluso cruzando la calle. Hay docenas de riesgos, y cuando nazca el bebé, habrá todavía más en juego.
Lali lo miró sumida en la confusión.

—¿De qué estás hablando, Peter?

—Te estoy diciendo que entré en pánico cuando pensé que ibas a morir aplastada y otra vez cuando te desmayaste. Desde el principio e intentado guardar las distancias. Quiero decir... después de hacer lo que hicimos. Pero luego me dijiste que estabas embarazada. Y de todas formas, ocurrió así —se dio la vuelta y volvió a mirar por la ventana. La tensión en su figura le indicó que estaba controlando una emoción intensa—. No creo que pueda pasar otra vez por lo mismo, eso es todo, Lali —dijo en voz baja.

Lali hizo un gran esfuerzo por adivinar qué estaba diciendo. ¿Se preocupaba tanto que se sentía incómodo? En ese caso, debía ser por el bebé, porque a ella no le profesaba ningún sentimiento profundo, ¿o sí?

Continuará…

14 comentarios:

  1. Aww <3 de una forma u otro esoo significa que es tierno no?
    Me encanto!! quiero cuidar a Lali y a su bebe!
    SEGUI!!
    @gbv_17

    ResponderEliminar
  2. Por que le cuesta darse cuenta que se preocupa por ella?? Me encanta más

    ResponderEliminar
  3. Este esta re hasta las manos con ella... y viceversa y no se hacen cargo
    mass me encanta la nove
    @x_fereyra07

    ResponderEliminar
  4. Como se nota que se gustan porque no se lo dicen de una vez intenta ser algo no se tienen que darse alguna seña algo muy buen capitulo si jajajajaja quiero otro capitulo!!!!
    besoooos!!! ♥♥♥ :3

    ResponderEliminar
  5. Ay por qué carajo será tan pragmático para hablar de lo que le pasa?!...
    Quiero más!
    Lore

    ResponderEliminar
  6. Peter no puede basar su mala experiencia pasada,en lo k pueda o no suceder con lo k está viviendo ahora con Lali ,y su embarazo.
    Pensando así no vamos bien.

    ResponderEliminar
  7. Lina (@Lina_AR12)5 de julio de 2014, 5:45

    Cómo le cuesta poner en palabras lo q le pasa!!!!

    ResponderEliminar
  8. Ojala esten juntos pronto y esta bien que Peter sea cuida pero no tanto no puede basarse en el embarazo de su mujer!! Massss
    Quiero que Lali le diga a su madre y a su hermana que esta embarazada de peter y ya por pedir me ENCANTARIA que fuese una nena o mejor si son dos nene y nena la parejita jjejje

    Un beso enorme Vale te quieroo

    @casiamaia Amaia

    ResponderEliminar
  9. Estas los dos muertos el uno con el otro pero no lo quieren reconocer..Peter esta paranoico porque tiene que que Lali le pase algo como le paso a su primer mujer y a su esposa
    Espero el próximo
    besos

    ResponderEliminar