martes, 8 de julio de 2014

Capítulo 20


Holillas!!! ¿Cómo les va? ¿Qué tal estuvo su día? Espero que todo bien :D Me pone feliz que estén enganchadas con la historia, me alegro que les guste!!! Y ya no falta tanto para que termine, les aviso para irlas preparando! Jajajaja gracias por leer y estar ahí! Nos leemos mañana!!! Besos

Twitter: @Caparatodos
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—Haré una visita a Amalia Silva con este informe y veré lo que puedo hacer para calmarla —le guiñó el ojo a Lali—. Mientras, tal vez pase por casa y le pida perdón a Daniela por dudar de su criterio. Eh —una vez en la puerta, los señaló a los dos con el informe de Lali enrollado en la mano para soltar su frase final—. No hay nada más delicioso que hacerlo en la oficina. O, ¿me equivoco?

Capítulo 20:

Lali quería creer que no era una persona capaz de posponer un deber desagradable sólo porque era... bueno, desagradable. Al día siguiente, llamó a su madre y quedó con ella para almorzar en un restaurante del centro de la ciudad. Peter tenía razón, ya era hora de que María José supiera que estaba embarazada.

Se presentó en el restaurante diez minutos antes. Pasaron diez minutos, quince... treinta. Lali miró otra vez la hora y decidió darle a María José unos minutos más. ¿Acaso su madre nunca podía llegar a tiempo?

Mientras esperaba, Lali vio a Amalia Silva y a su sobrino entrando en el restaurante. Un rato después, los condujeron a una mesa al otro extremo de la estancia. Lali dudó si ir o no a saludar a su cliente, pero pasado un momento, decidió no hacerlo. La conversación con su madre ya iba a ser suficiente desafío, no tenía sentido complicar una situación de por sí tensa. Además, tenía una cita con Amalia al día siguiente. Tanto si Martín la había tranquilizado o no, era su deber como arquitecta darle a su cliente datos y cifras.
Consideró de nuevo el proyecto Silva.

Tenía que admitir que Amalia no estaba exagerando, los costos habían subido. Los cambios eran costosos, por eso le asombraba que los hubiese permitido. La mujer no era una inversionista novata, sabía que los cambios implicaban grandes retrasos. Lali se preguntó qué fecha de ocupación les habría prometido a los propietarios que esperaban la construcción del nuevo edificio.

Volvió a mirar la hora en su reloj y reconoció que se sentía en parte responsable por no haber sabido cortar de arranque los cambios constantes de Manuel. Pero había estado tan absorta en los planes de la boda y posteriormente en el hecho de que la dejaron plantada... Y para colmo, el embarazo; Aun así, presentía que había otro factor que no había tenido en cuenta, un detalle significativo que había pasado por alto. Aquellos accidentes en la obra, los cambios frívolos...

Tomó un sorbo de agua y observó a sus dos clientes mientras conversaban. En realidad era Manuel quien hablaba. Amalia Silva se limitaba a asentir o a fruncir el ceño mientras jugaba con su copa de vino. Lali recordó cómo había definido Martín su relación. Amalia estaba al mando, pero al menos Manuel tenía dinero invertido en aquel proyecto y no era simplemente el tramitador de su tía.

De repente, lo entendió. El dinero. Hizo la silla para atrás y se levantó de su asiento, dejando caer la servilleta sobre la mesa. Manuel y su tía, junto con otros clientes del restaurante, la miraron con curiosidad mientras recogía su cartera y se dirigía hacia la puerta. La explicación era muy sencilla. Si tenía razón, y necesitaría la ayuda de Peter para demostrarlo, alguien iba a tener que dar muchas explicaciones.

En la entrada, dejó un mensaje para su madre a la sorprendida maitre, junto con sus disculpas por no quedarse a comer. El almuerzo, y su vida personal, podían esperar. Tenía que hablar con Peter. En cualquier momento podría ocurrir otro accidente.

No fue exactamente un accidente, pero otro problema surgió a través del teléfono móvil mientras maniobraba por las calles camino a la obra.

—Deja de llorar, Paloma. Si no te calmas, no puedo entender lo que me dices —sujetando el teléfono entre el hombro y la barbilla, Lali puso el intermitente y giró, decidiendo salir a la autovía para evitar parte del tráfico del mediodía —. ¿Dónde estás?
Paloma se sorbió las lágrimas y se tomó un momento para recomponerse.

—No estoy segura, pero hay cosas que se me hacen conocidas. Acabo de salir de esas calles con tiendas del centro.

—¡Estás caminando por ahí tú sola! ¿Por qué? Pensé que ibas a pasar el día con tu mamá.

—Y así fue. Quiero decir, que esa era la idea; pero ella y su novio discutieron y fue horrible, Lali. Mamá le gritó y él le contestó con otro grito y me harté. Salí de la tienda porque prefería estar sola que con dos personas que no pueden llevarse bien ni siquiera un día —la voz le tembló—. Además, no querían estar conmigo, Lali —añadió—. Sólo me llevaron con ellos porque... porque... bueno, por eso.

—Lo siento, cariño. ¿Intentaste llamar a mamá Majo?

—Sabía que estaba almorzando contigo —dijo Paloma—. Como no contestó al móvil, decidí probar llamándote a ti.

—Está perfecto, Paloma. Te recogeré —Lali dejó el teléfono en manos libres y buscó en su bolso para sacar un lapicero—. Dime qué tiendas ves para que pueda adivinar por dónde andas.

—¡Eh! —la voz de Paloma vibró de alegría—. Estoy viendo Las Lilas en la esquina. Estuvimos almorzando allí hace unos días.

—Genial —Lali dejó a un lado el lapicero y se desvió hacia allí—. Sólo estoy a dos minutos. Tengo que parar a ver a Peter antes de llevarte a casa. Podrás esperar en su oficina mientras yo hablo con él un par de cosas, ¿está bien?

—De acuerdo.

—Llamaré a tu mamá y le dejaré un mensaje.

—Como quieras —Paloma emitió un sonido de disgusto—. Pero si piensas que está preocupada porque me fui, te equivocas. Seguro que ni siquiera se ha dado cuenta.

Lali tenía que creer que la mujer se había dado cuenta y estaba preocupada, aunque no por las razones apropiadas. Era triste que Paloma creyera que no les importaba a sus padres. ¿Cuántos incidentes como aquel ocurrirían hasta que sufriera un daño irreparable? ¿Y quién sabía cómo reaccionaría la niña?

—Dame dos minutos, Paloma. Quédate tranquila, ¿si?

—Dale —contestó—. Gracias, Lali —añadió en voz baja.

Continuará…

15 comentarios:

  1. Pobre palo....
    Otrooo @x_ferreyra7

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  2. Pobre Paloma!!
    Qué es eso de los Silva? están haciendo un fraude, no?. Los "accidentes"son provocados por ellos, o no?
    Quiero más!
    Lore

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  3. pobre paloma
    que impuntual maria jose, la dejo plantada a lali
    besos

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  4. Quiero saber lo que se dio cuenta lali! Maas nove

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  5. Se le encendió la bombilla a Lali al ver a tía y sobrino juntos.
    Pobre Paloma,menos mal k recurrió a Lali.
    Todo se le viene junto x Dios.

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  6. Pobre Paloma al menos Lali y Majo si se preocupan de ella no como su madre bioligica.... como no puedes querer cuidar y proteger a tu hija!!?

    Espero maass

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  7. Lina (@Lina_AR12)9 de julio de 2014, 5:37

    Cuantos lios todos juntos pobre Lali!

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  8. Ooooh mi vida, pobrecita!! Otrooo :)

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  9. Cuarto intento de mensaje Jajaja.
    La novela está super interesante, primero que la mamá de Lali no da señales de vida, algo pasa ahí, segundo que Lali parece haber descubierto que el supuesto accidente ha sido intencionado y por último que Lali y Peter tienen que agradecerá mucho martín porque gracias a el se han enamorado, aunque se haya portado con Lali como un cerdo

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  10. Quiwro ver que le dice Lali a Peter!!!

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  11. Ohh pobre paloma.
    Que le dira lali a peter
    Massss

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