jueves, 31 de julio de 2014

Capítulo 18


Hola, hola!!!! ¿Cómo les va? Espero que todo bien por ahí y disfrutando de las vacaciones, del día frio o caliente, como sea el caso ;) y si no están de vacas, bueno nada, dale dale que mañana ya es viernes y estamos a un paso del fin de semana, fin de semana Besos y hasta mañana!

Twitter: @Caparatodos
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Se dio la vuelta para mirarse en el espejo y Lali vio el polisón de gasa fruncida en la base de la espalda, del que salían más y más volados y pliegues que conseguían que la parte de atrás del vestido adoptara vida propia y se agitara cuando Ana se movía.

Capítulo 18:

—¿Qué te parece? —preguntó Ana inexpresiva.
«Pareces una princesa obsesionada por el sexo, con sobredosis», pensó.

—Estás preciosa —porque también era verdad.

—Estás guapísima —dijo Salida estirándole la falda, aunque no hiciera falta.

—¡Sí! —exclamó Calentona. A Lali le hubiese gustado sentir pena por ella, no debía ser fácil ver cómo tu mejor amiga se casa con tu ex novio, sobre todo si no te ves bien vestida de verde, pero tenía tan poca gracia que era difícil tenerle compasión.

—No quedaría bien en una boda que se celebrara de día —aseguró Ana tocando el lazo que tenía a la altura del pecho—. Ni en una por la tarde, pero la mía es al anochecer. La hora mágica que lo cambia todo.

—Parece que tienes magia —dijo Lali reconociendo la misma tensión en su voz que había oído la noche anterior en el contestador automático—. ¿Estás bien?

—Tú no te pondrías esto ni loca, ¿verdad? —le preguntó volviéndose hacia el espejo.

—Si me quedara como a ti, lo pensaría.
Calentona miró a Lali de pies a cabeza y se fijó en el corsé a punto de reventar y en el sujetador blanco.

—No es su estilo —aseguró.

—¿Te parece? Porque pensaba llevar el corsé en la oficina cuando acabara toda esta historia. ¿Me dejan hablar un rato a solas con mi hermana?

Salida se fue muy contenta hacia los probadores y Calentona arqueó las cejas, pero cuando Lali cruzó los brazos y la miró, se dio por vencida y se fue también.

—¿Qué pasa? —le preguntó a Ana.

—Nada —contestó observándose en el espejo—. Bueno tenemos un problemita con la torta, pero por lo demás, todo va viento en popa.

—¿Es por Javier? —preguntó Lali pensando «Yo no me casaría con un tonto por muy guapo y rico que fuera». Si lo hacía, sería con alguien con gracia, alguien que fuera pícaro, lanzado e interesante.

—Javier es perfecto —aseguró Ana ahuecando los volados que conseguían que su cadera pareciera más angosta.

—Muy bien. ¿Qué pasa con la torta?

—La torta... —Ana se aclaró la garganta—. No la hemos encargado a tiempo.

—Creía que Javier conocía a un excelente pastelero.

—Sí, pero... se olvidó y ahora es demasiado tarde, así que tengo que buscar otro.

—¿Quién va a hacer una torta enorme para dentro de tres semanas?

—Él no tiene la culpa, ya sabes cómo son los hombres. No se puede confiar en ellos para ese tipo de cosas. La culpa es mía por no chequear.

—No todos los hombres son poco confiables. Anoche conocí a un auténtico idiota, pero él no se habría olvidado de la torta.

—Bueno, al menos Javier no es un idiota. Prefiero estar con un buen hombre que se olvida de las tortas que con un idiota que se acuerda de ellas.

—Tienes razón. No te preocupes, yo te encontraré la torta. Es lo menos que puedo hacer para enmendar mis meteduras de pata.

—¿Qué pasa? No has hecho nada —dijo Ana olvidándose de los volados y dándose la vuelta.

—Terminé con Benjamín y estoy demasiado gorda para este corsé —confesó levantando los extremos de las cintas.

—No estás gorda —la tranquilizó Ana bajando de la tarima—. Seguramente se han equivocado con la talla. Déjame ver.
Lali se desabrochó el corsé, se lo dio a su hermana y la observó mientras rebuscaba con habilidad en su interior.

—¿Qué pasó con Benjamín? —preguntó Ana frunciendo el ceño al ver la etiqueta.

—No me acostaba con él y decidió dejarme.

—¡Qué imbécil! —dijo levantando la mirada desconcertada—. Es treinta y ocho, debería quedarte bien.

—¿En qué planeta? —protestó Lali escandalizada—. No tenía esa talla ni cuando nací. ¿Quién la pidió?

—Yo —confesó María José a su espalda—. Pensé que ibas a adelgazar para la boda de tu hermana. Sigues a dieta, ¿no?

—Sí —dijo Lali tajantemente mientras se daba la vuelta para ponerse frente a su madre—. Seamos realistas. Compraste una blusa para que me quedara bien —dijo mirando hacia donde los botoncitos sobresalían en la parte del pecho—. Más o menos. ¿Por qué no...?

—Has tenido un año —respondió su madre cogiendo un montón de encajes del departamento de lencería—. Pensaba que el corsé cerraría aunque te sobraran unos kilos para alcanzar tu objetivo, pero has tenido tiempo más que suficiente para perder peso.
Lali inspiró profundamente y reventó el botón de la falda.

—Mira mamá, no voy a ser flaca nunca. Si querías tener una hija flaca no deberías haberte casado con un hombre cuyos antepasados tuvieran genes de contextura gruesa.

—Sólo tienes genes, lo que no es excusa, porque hay un montón de chicas con ese. Sólo comes para llevarme la contraria.

—A veces no tiene que ver contigo —le espetó sujetando la falda—. Es cuestión genética.

—No me levantes la voz —le ordenó volteándose para mirar a Ana, que tenía el corsé en la mano—. Tendremos que ajustarlo más.

—Buena idea, así cuando me desmaye en el altar podrás presumir de lo delgada que soy.

—¡Mariana! ¡Es el casamiento de tu hermana! Podrías sacrificarte un poco.

—No pasa nada, no pasa nada —intervino Ana levantando las manos—. Todavía hay tiempo para hacer otro de la talla de Lali. Todo irá bien, no te preocupes.

—Buenísimo —dijo Lali subiendo a la tarima para mirarse en el espejo de tres lunas. Parecía la desaliñada camarera que trabajaba en el hostal de detrás del castillo y que recogía la ropa que ya no quería la princesa—. Ésta no soy yo en absoluto.

—Ese color te favorece mucho —la animó Ana poniéndose detrás de ella y Lali se inclinó para tocarla con el hombro.

—Vas a ser una novia espectacular. La gente se quedará con la boca abierta cuando te vea.

—Contigo también —dijo Ana apretándole el hombro.
«Sí, cuando explote el corsé y golpeé con las tetas al cura.»

—¿Qué te ha pasó en el ojo? —le preguntó al oído para que María José no pudiera oírla.

—El idiota me dio un golpe —contestó y cuando Ana puso cara de asombro añadió—: Me di contra su codo, no tuvo la culpa.

—Ese sujetador no va con el vestido —dijo María José a sus espaldas.

—No serás mi madrastra, ¿no? —comentó Lali hacia el reflejo de su madre—. Porque eso explicaría muchas cosas.

—Toma, hija —dijo ésta dándole cinco sujetadores de encaje de diferentes colores—. Pruébatelos y dame esa cosa de algodón que voy a quemarla.

—¿Qué cosa de algodón? —preguntó Ana.

—Tengo puesto un sujetador blanco —se justificó Lali bajando de la tarima con un montón de encaje en la mano.

—Pues irás al infierno —dijo Ana con los ojos muy abiertos y mirada afectada.

—¡Ana! —la regañó su madre.

—Ok, ok —dijo Lali de camino a los probadores—. Allí en donde están los mejores hombres.

—¡Mariana! ¿Dónde vas? —le preguntó su madre.

—Es jueves, quedé con María y Candela para cenar y no tengo más ganas de hablar sobre mi ropa interior dijo parándose en la puerta del probador—. Ah, encarga una talla más grande de corsé. Mucho más grande. Repetiremos todo esto cuando lo tenga.

—Nada de carbohidratos ni de mantequilla —gritó su madre cuando Lali entró en el probador.

—Sé que me robaste a mis verdaderos padres. Ellos sí que me dejaban comer mantequilla —Lali cerró la puerta antes de que le prohibiera también el azúcar.

Continuará…

13 comentarios:

  1. Jajajaja me encanta!

    Quiero más!
    Lore

    PD: Gracias Vami, recién hoy pude leer el capitulo ☺

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  2. Hola!!! Soy Maria de novesdepeterylali.blogspot.con

    Últimamente no he tenido mucho tiempo para comentar, pero solo decirte que me encanta tu nove!!!! Odio lo pesada que es la madre de Lali con su gordura, me pone muy nerviosa! Y ya tengo ganas de que vuelva a haber un encuentro Laliter! Es genial, enserio :)

    Espero el próximo, besos!!!!

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  3. pobre la :(
    ++++++++++++
    @x_ferryra7

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  4. La madre es insoportable!Una madre asi consigue generar todo tpode desordenes en sus hijas!Yo q Lali voy y me empacho de chocolates!JAJA

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  5. Que tal si la madre empieza aceptar a Lali por como es? Me recuerda mucho esta nove a una serie "ciega a citas" que ahora están emitiendo en España una versión (porque la original es argentina). y tanto la serie como la nove ME ENCANTAN!!!!!

    espero maaaaaas

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  6. la mamá que insoportable!!1
    Me encanta la nove!

    @ligiaelenaCM

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  7. Pobre lali insoportable la madre! Mas me encanta!

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  8. Jajjaja,me encantó ,la madre la vuelve completamente loca ,jajajajaj,y las contestaciones d Lali me mataron.

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. maaaaaaaaaaaaaaas...
    Angy.. =D

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