viernes, 19 de septiembre de 2014

Capítulo 77


Hola, hola!!!! ¿Qué tal terminaron la “semana”? Ya con pilas y ganas para arrancar el finde y aprovecharlo, me imagino! Gracias por leer!!!! Besos y hasta mañana!!!

Twitter: @Caparatodos
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—Yo la arreglaré —se ofreció Calentona lanzándole a Lali su típica mirada de «Eres una inútil».

—No creo que puedas —dijo Lali cogiendo su ramo y siguiendo a su hermana.

Capítulo 77:

La luz de la puesta de sol inundaba el vestíbulo, pero Ana tenía la cara pálida y fría bajo su arreglada corona y velo. Carlos estaba a su lado, incómodo con su frac y le enviaba miradas angustiadas. Le lanzó una mirada indagadora a Lali, pero ésta se encogió de hombros. Lo sentía por él, pero no se encontraba en los primeros puestos de la lista de personas que necesitaban ayuda.

Salida estaba delante de ellos al lado de la puerta. Entonces empezó el cortejo, le dio un último tirón a su vestido, sollozó, esbozó una tensa sonrisa, dio un paso hacia delante y entró en la capilla.

Calentona avanzó, se quedó parada hasta que le tocó el turno, le lanzó un beso con la mano a Ana, dio un paso, sonrió como una animadora y entró en la capilla.

—Soy tu hermana y puedes contar conmigo para lo que sea. Si quieres irte, te sacaré —dijo Lali.

—¡Lali! —exclamó su padre boquiabierto y Ana negó con la cabeza.

—Está bien —Lali ajustó el paso a la música, dibujó una sonrisa en la cara, dio un paso y entró en la capilla.
Algo le atrapó el volado del vestido y se quedó parada. Se dio la vuelta y vio que Ana sujetaba la gasa de color lavanda.

—¡Ana! —exclamó su padre perplejo.

—Papá, ve a sonreír al altar para que sepan que todo va bien —le pidió Lali girándose. Quitó la mano de su hermana de los volantes y la arrastró hasta las escaleras de la iglesia en la luz que languidecía—. ¡Habla!

—Javier acostó con mi dama de honor —confesó Ana con el ramo temblándole en las manos.

—¿Susana? —preguntó nada sorprendida, pero asqueada al mismo tiempo—. Sabía que...

—Peor.

—¿Cómo puede ser...? —y entonces cayó en la cuenta—. ¿Karina?
Ana asintió.

—¡Oh! —exclamó Lali intentando pensar en algo que decir mientras su furia aumentaba—. Ana... Dime que fue antes de declararse y no...

—Anoche —susurró Ana y Lali respiró con fuerza a pesar del corsé.

—¡Hijo de puta!

—Gracias —dijo Ana sollozando.

—Esa puta. Te juro que le voy a arrancar todo el pelo que tiene en la cabeza —dijo Lali agarrando con fuerza a Ana—. Voy a clavarle el moño en la puerta de la iglesia, zorra. Y papá se encargará de Javier. Hace meses que le tiene ganas.
Ana sollozó.

—Cuidaremos de ti. No estás sola. María y Candela... —se calló al darse cuenta de que presumir de amigas no era lo mejor que podía hacer en ese momento e intentó imaginarse cómo se sentiría si alguna de ellas la traicionaba, si María se acostaba con Peter..., no, eso era inimaginable, no podía ser, nunca...

—Anoche los observé a Peter y a ti —dijo Ana con lágrimas en los ojos—. Y me parecieron perfectos el uno para el otro, no tenían que ser otra persona, ni estar perfectos ni nada. Te quiere como eres y yo quería hablar con Javier. Quería estar así con él, así que cuando te acostaste, fui a su departamento y los encontré en el cuarto. Ni siquiera estaban en la cama.

—Y Karen te mandaba besos, zorra asquerosa —dijo Lali abrazando a su hermana con fuerza.

—No saben que los vi. Ellos no me vieron a mí.

—Actuaste con mucha madurez —dijo Lali apretando los dientes—. Yo habría llenado las paredes de sangre. Bueno, voy a cancelar la boda.

—No —le pidió con el corsé con pedrería subiéndole y bajándole debido a su agitada respiración—. No lo hagas.

—¿Qué?

—Vamos.

—Me admira la forma en que lo estás llevando, pero creo que casarse con ese hijo de puta es llevar la madurez demasiado lejos.

—Tengo que hacerlo. Está todo organizado. Hay regalos, Candela ha puesto perlas en la torta...

—Ya me comeré yo la torta, devolveré los regalos e incluso dejaré al novio inválido por ti.

—No. No era... Fueron los nervios pre casamiento. Todo saldrá bien.

—Ana —dijo Lali inspirando todo lo profundamente que pudo e intentando sonar calmada—. Cuando se tienen esos nervios uno entra en pánico en la despedida de soltero, no se acuesta con tu mejor amiga.

—No todo el mundo encuentra un Peter. Javier es un buen tipo. Simplemente tuvo miedo. Voy a casarme —aseguró meneando la cabeza y después tragó saliva—. Tenía que contárselo a alguien, ya me desahogué.

—Ok. Pero si cambias de opinión en cualquier momento, en medio de la ceremonia o de la luna de miel o cuando esté naciendo tu tercer hijo, allí estaré para ayudarte. Llámame y te sacaré de donde sea. No estás sola —intentó volver a respirar, pero el corsé se resistió—. ¿Estás segura de lo que vas a hacer? Porque...

—Sólo tenía que contárselo a alguien. Estoy bien.

—Buenísimo, yo no —esperó un segundo antes de volver a entrar, pero su hermana ya se dirigía hacia la entrada sin dejarle más opción que seguirla.

Lali sonrió a su padre, que parecía enloquecido, ocupó su sitio en la puerta y empezó a recorrer el pasillo, sin casi fijarse en que Benjamín y Melisa estaban en un asiento y parecían nerviosos, que Candela y María estaban en la tercera fila con una mirada tipo «¿Qué está pasando?», que Peter estaba en la segunda fila mirándole fascinado el escote y que el imbécil de Javier estaba cerca del altar con cara de estar enojado. «Muérete, cerdo traidor», como eso le pareció poco, empezó a pensar en otros insultos sin darse cuenta de que estaba frunciendo el ceño, hasta que Peter la miró con los ojos muy abiertos y Javier retrocedió un paso.

Suavizó la expresión de su cara. Todavía quedaba el momento de «hable ahora o calle para siempre», la cláusula de escape. Podría decir algo. Aunque si lo hacía arruinaría la boda de Ana y tenía la sensación de que la boda era más importante para su hermana que el propio matrimonio. E incluso aunque no lo fuera, era la elección que había hecho su hermana. No iba a ser como su madre y meterse en su vida.

Ocupó su sitio al lado de Calentona en el fondo de la iglesia y pensó en darle en la cara con el ramo. Tal vez podría excusarse diciendo que se había resbalado, dos veces.
Calentona suspiró y meneó la cabeza, señalando hacia la corona.
«Puta», pensó, y se la puso bien.

Sonó la marcha nupcial y se giró para ver a su hermana recorrer el pasillo. Era como una imagen de película con el sol brillando a su espalda, como una bendición.
Parecía ida y a Lali se le rompió el corazón.

Buscó a Peter con la mirada, éste la observaba frunciendo el ceño y movió los labios como para decir: «¿Qué pasa?». Lali meneó la cabeza al borde de las lágrimas. Ni siquiera él podía arreglar aquello.

Ana llegó al fondo de la iglesia, comenzó la ceremonia y al poco rato la gente empezó a revolverse en los asientos. «Saben que pasa algo», pensó Lali. No notan esa sensación de felicidad que suele haber en las bodas. Incluso el vestido de Ana presagiaba la tragedia.

Cuando el sacerdote dijo: «Si alguien tiene algún motivo para que esta boda se cancele, que hable ahora o calle para siempre», Lali se acercó a su hermana.
Ana se giró hacia ella y sus miradas se cruzaron.

—Hazlo—dijo Lali.
Al cabo de un segundo el sacerdote asintió y comenzó los votos.

—Sí —dijo Ana apretando el brazo de Lali, y ésta suspiró aliviada.

—Todavía no —le dijo el cura.

—No —le aclaró Lali—. No es eso a lo que se refiere. Hazlo —le pidió a su hermana.

—Me opongo —dijo, pero con voz tan baja que el sacerdote tuvo que inclinarse hacia delante para escucharla.

—Se opone —dijo Lali en voz alta.

—¿A qué? —preguntó Javier.

—A ti, traidor hijo de puta —lo insultó Lali. En los primeros bancos se escuchó un grito ahogado. «No levantes la voz —se dijo—. No levantes la voz». Después miró a Javier y pensó: «Al diablo lo de levantar la voz».

—Me opongo —dijo Ana con voz a temperatura ambiente. Se giró para mirar a los asistentes—. Me opongo a un novio que se acostó ayer con mi mejor amiga. Me opongo a un novio que es... —empezó a decir, pero se le quebró la voz.

—Un cerdo mentiroso —Lali acabó la frase mirando a Javier, alzando la voz, por supuesto.

—Sí—dijo Ana bajando las escaleras sujetando el ramo con manos temblorosas.

—Hasta tienes el pelo de idiota —lo acusó Lali a Javier siguiendo a su hermana. Este la cogió por el brazo.

—Espera —dijo, y Lali se volteó para golpearlo, pero Peter se interpuso y lo separó de un empujón. Detrás de ellos Salida le preguntó a Calentona.

«¿Te acostaste con él?» y alguien le dio un golpecito a Javier en el hombro en el momento en que Salida atacaba a Calentona, Javier recibía un puñetazo de Carlos y Salida jalaba con fuerza del moño de Calentona mientras que caía de culo en el primer banco.

Peter agarró a Javier por los hombros antes de que se cayera al suelo y los dos se voltearon para ver a María José, que se acercaba a ellos con un hermoso vestido gris.

—Eres horrible —lo acusó y le dio en las costillas con el taco aguja de diseñador.

—¡Mamá! —exclamó Lali.

—¡Treinta y siete años! —dijo María José dándole una patada con cada palabra hasta que Lali la alejó. Fue tambaleándose hacia un lado y terminó frente a Carlos, que intentaba soltarse del agarre de Peter para poder darle otro puñetazo a Javier—. Y tú también —dijo dándole un golpe en la cabeza con el bolso.

—¿Y qué hice yo? —preguntó Carlos protegiéndose con las manos mientras María José se iba por el pasillo con la cabeza muy alta.

—¡Imbécil! —dijo Salida a Javier y empezó a darle golpes en la cara con el ramo mientras Calentona intentaba levantarse del banco.

—Tengo que ir a ver a Ana —le dijo Lali a Peter—. Patéale la cabeza.

—Anda —dijo Peter y lo último que vio Lali fue que dejaba caer a Javier en la alfombra para evitar que Carlos le pegara otra vez y Salida lo golpeaba con sus orquídeas.

Continuará…

16 comentarios:

  1. Q HDP .. espero que despues de esto la mamá de Lali no lo joda tanto a Pitt
    ++++++++++++++++++++
    @x_ferreyra7

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  2. Bien hecho, se lo merece javier!!! Y melisa lograra su cometido? Más!!

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  3. Jajajjajaja me encanto la peleea. Subimas

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  4. Pobr Ana con lo que le tocó ver!
    Pero Bien! Por fin término con la boda y ene l momento justo! Por un momento pensé que no lo iba a hacer pero wao, ese era el momento! Jeje

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  5. Que pelea en plena iglesia! Jaja q locura pero se merecen los golpes!

    Me encanto! Gracias por subir, espero más más más más maratón

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  6. Este escándalo debió de dañar los planes de Melisa y Benjamín!!! Sii
    Al menos por ahora, espero que Lali se ponga las pilas para hablar con Peter

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  7. Jajajajajaajjajaja,nada más k de imaginar toda la escena me muero d risa.
    Ana estará triste x un tiempito ,pero se libró d un trasto k no sirve para nada.

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  8. Pobre Ana. . .que triste enterarse así de algo justo el día antes de la boda y por otro lado justo a tiempo para no ser infeliz el resto de su vida. . .
    Esos dos H.P md da a mi que van a estropear lo que tienen Lali y Peter
    Me encanta

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  9. Peter ya es uno mas de la familia, esta mas que claro jajaja

    espero maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  10. Q escenon! Lali y Peter parecen una pareja consolidada. La frase más cierta " no todas encuentran un Peter"

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  11. Hola genia. Me encantas tus novelas y te sigo desde la primera novela que hiciste. Ahora yo doy un paso más y me adentro mas en este mundo. Acá traigo mi primera adaptacion laliter. Pasate si querés, proudoflaliter.blogspot.com ☺

    GRACIAS, ♥.
    @proudoflaliter.

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  12. hay 2 ecuatorianas conectadas y soy una de ellas!!!

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  13. jajajjajajaj ok
    pobre ana
    javier quien lo veia al HDP este desgraciado

    lindo capi

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  14. Pobre Ana
    Ojalá que Benjamín y Melissa no logren separar a lali y peter


    Vale : D

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