martes, 21 de mayo de 2013

Capítulo 9




Hola, chicas pericas!!!! ¿cómo las trató el día? Ojalá que bien y le estén dando! Gracias por sus comentarios, pero GRACIAS de corazón! No solo me alegro que les esté gustando con el pasar de los capítulos sino que me tentaron con sus comentarios y todas sus ocurrencias… SON genias y no hay duda! Jajaja GRACIAS por esas risas que me sacan ;) un beso enorme a todas y mañana nos leemos!

Twitter: @Caparatodos
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—Hola, linda.
Lali se incorporó y dejó el lapicero a un lado.

—Quiero un abogado.

Capítulo 9:

Lali llamó por teléfono a su contador, quien, a su vez, le dio el nombre de un abogado defensor. Se lo imaginó como a uno de los abogados de la Ley y el Orden, con un abrigo largo dispuesto a defenderla a como de lugar. En su lugar tenía a Ricardo Linares, un joven engreído con el pelo arreglado y un terno de marca. Se reunió con ella en la celda durante diez minutos, después la dejó sola otra vez. Cuando regresó, ya no estaba tan seguro de sí mismo.

—Acabo de hablar con el fiscal —comenzó—. Van a seguir adelante con el proceso que han iniciado contra usted. Creen que sabe algo acerca del robo al señor Arredondo y no van a dejar que salga de aquí.

—No sé nada sobre esa estúpida pintura. Soy inocente —dijo mirando ceñuda al hombre que había contratado para proteger sus intereses.

—Escuche, señorita Espósito, creo que es inocente. El caso es que el fiscal, Valdés, Vázquez y al menos un detective no lo creen. —Dejó escapar una bocanada de aire y cruzando los brazos sobre el pecho, continuó—: No van a tratarla con amabilidad. Y menos ahora que sabe que usted y su socio son sospechosos. Si nos negamos a ayudarlos en esta investigación, seguirán adelante con el cargo de asalto con agravante. Pero realmente no quieren hacerlo. Quieren al señor Pérez, sus libros privados y la lista de sus contactos. Quieren, si es posible, recuperar la obra de arte del señor Arredondo. Quieren que colabore con ellos.

Ella ya sabía lo que querían y no necesitaba que un abogado recién salido de la facultad de Derecho se lo dijera. Si quería librarse de todo aquello, tenía que participar en una investigación secreta de la poli. Tenía que convencer a Ignacio de que había contratado a su «novio» para que se encargara de todos los arreglos pendientes de la tienda. Tenía que callarse y cruzarse de brazos mientras el amargado detective reunía pruebas de la participación de su buen amigo y socio en un robo a gran escala.

Por primera vez en su vida, sus creencias y sus deseos no contaban en absoluto. A nadie parecía importarle que sus principios morales entraran en conflicto; todos aquellos valores íntegros que había obtenido de culturas y religiones diferentes a lo largo de su vida. Le exigían que abandonara sus estrictos principios, le exigían que traicionara a un amigo.

—No creo que Ignacio haya robado nada.

—No estoy aquí para representar a su socio. Estoy aquí para representarla a usted y, si él es culpable, la ha involucrado en un crimen muy serio. Podría perder su negocio o, como mínimo, su reputación como mujer de negocios honesta. Y si Ignacio es inocente, usted no tiene nada que perder y mucho que ganar. Asuma que es la única manera que tiene de ayudar a su socio. De no ser así tendremos que ir a juicio. Si solicitamos un juicio con jurado probablemente no iría presa, pero quedaría fichada.

Ella levantó la mirada. La idea de quedar fichada le importaba más de lo que creía. Por supuesto, nunca antes había pensado en sí misma como en una transgresora de la ley.

—Si acepto que vengan a la tienda, ¿se irán una vez que la registren?
Él se levantó y miró su reloj.

—Déjeme hablar con el fiscal a ver si puedo lograr que cedan con algo más. Quieren que colabore con ellos, así que supongo que las harán.

—¿Cree que debería firmar el acuerdo?

—Depende de usted, pero sería la mejor opción. Los deja trabajar a puerta cerrada algunos días y luego se van. Me aseguraré de que dejan la tienda en las mismas condiciones en las que está ahora o mejor. Mantendrá el derecho al voto y a poseer un arma. Aunque le recomiendo que consiga una licencia para portarla.

Parecía tan simple, y sin embargo, aquella situación no dejaba de ser horrible. Finalmente, firmó el documento que la convertía en informante confidencial y el consentimiento de registro y se preguntó si le pondrían algún nombre en clave al estilo chica Bond.


Después de que la soltaran, se fue a casa y trató de sumergirse en el placer que normalmente encontraba al hacer las mezclas de aceites esenciales. Necesitaba terminar la base para el aceite de masaje antes de la feria, pero cuando intentó rellenar los pequeños frascos azules se enredó y tuvo que parar. Tampoco tuvo mucho éxito al colocarles las etiquetas.

Su mente y espíritu estaban divididos; tenía que encontrar el equilibrio interior. Se sentó con las piernas cruzadas en el dormitorio y trató de relajarse antes de que le estallara la cabeza. Pero la cara de Juan Pedro Lanzani invadió su mente dificultando su meditación.

El detective Lanzani era todo lo contrario a cualquier hombre que tuviera en cuenta para una cita. Tenía indomable pelo y ojos castaños. La boca firme y sensual. Los hombros anchos y grandes manos impersonales. Era realmente odioso..., pero había habido días, antes de que hubiera decidido que era un acosador, que había considerado su oscura mirada, salvaje y sensual. Como en el supermercado, cuando la había observado desde debajo de aquellas pestañas negras y ella había comenzado a derretirse allí mismo, en la góndola de los congelados. Su tamaño y presencia desprendían fuerza y confianza y no importaba cuántas veces en su vida hubiera intentado ignorar a los machos grandes y corpulentos, nunca había tenido éxito.

Era por su propia estatura. Hacía que se inclinara por el hombre más alto que hubiera alrededor. Medía uno cincuenta y cinco, aunque nunca admitiría su tamaño ya que hasta donde podía recordar siempre había tenido problemas por su altura.

Le había rezado a todos los dioses que conocía para que intervinieran. Había querido despertar un con piernas largas. Por supuesto, eso no había ocurrido, pero en el último año de colegio a los chicos dejó de importarles el tema como para invitarla a salir. Su primer novio había sido el capitán del equipo de futbol. Pero después de tres meses, la había dejado por una de las porristas, Micaela Álvarez, que medía uno setenta.

Lali perdió la esperanza de encontrar su equilibrio interior y en su lugar decidió prepararse un baño caliente. Hizo una mezcla especial de aceite de cananga y lavanda y lo echó en el agua. Esperaba que la mezcla de esencias la ayudara a relajarse. Lali no sabía si funcionaría, pero olía maravillosamente bien. Se metió lentamente en el agua perfumada y reclinó la cabeza contra el borde de la bañera. El calor la envolvió y cerró los ojos. Los acontecimientos del día volvieron a su mente y el recuerdo de Juan Pedro Lanzani, a sus pies en el suelo, con el aliento entrecortado y las pestañas pegadas a los párpados, dibujó una sonrisa en sus labios. La imagen logró relajarla de una manera que una hora de meditación no había conseguido.

Se aferró al recuerdo y a la esperanza de que tal vez algún día, si se comportaba bien y su karma quería recompensarla, volvería a tener la oportunidad de rociarlo con otro tarro de laca.

Continuará…

38 comentarios:

  1. Ja ja! Me encanta!! Ahora se puso bien interesante esto!! Más!

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  2. Mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  3. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!! Me encanta!!
    Besos ♥

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  4. Jajaja fantasea con rociarlo con laca!!! Ningún deseo erótico, ni nada!! jaja Es genial!
    Quiero más!
    Lore456

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  5. Me encanta!!! se esta poniendo interesante!!
    espero el proximo!!

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  6. Me encanta!
    Mas :)

    @ligiaelenaCM

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  7. Jajaja y se fijo muy buen en Peter en todos esos dias k.la vigilaba

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  8. me muero! ya esta pensando en llenarlo de laca de.nuevo.... pero no deja de.pensar en el!

    @laliteronfire

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  9. que linda Lalu, se relajo pendando en Peter... esto empieza a funcionar! No me quiero imaginar lo quenpasara cuando empiece la mision de la policia y tengan que finjir ser novios!!

    mas Cami:)) beso enormee

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  10. me encanta cami eres grosa de verdad! una novela genial :) felicitaciones

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  11. MASSS esta bellisimoo!!! me encanta
    yo ya subi maass

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  12. me parece que va a rezarle a los dioses pero no para tener la oportunidad de rociarlo con un tarro de laca, sino por poder estar de nuevo sobre el jajajaj

    espero mas noveeee me gusta TANTO!

    besos

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  13. Esta poniendose aun mas buena de cuando empezo..ya quiero ver que va a pasar ajjaja!Espero maaaaaaas!beso!Giu

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  14. jajaja pensando en Peter me gusta me gusta
    @Masi_ruth

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  15. ++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  16. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  17. mmmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  18. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  19. otro otro otro ♪otro otro otro ♪

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  20. otro otro otro ♪
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  21. otro otro otro ♪
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