lunes, 21 de abril de 2014

Capítulo 78


Hola, hola!!!! ¿Qué tal todo por sus lares? Espero que después del finde largo volviendo con todo a ponerle el pecho a las balas y pasar la semana de la mejor manera posible, tratando de que día que pase, día que algo aprendemos y nos llevemos con nosotros! Además, nunca se olviden de que un día sin sonreír es un día perdido, así que por más peluda que se ponga la cosa sonrían y si no pueden háganse cosquillas que el intentarlo al menos, valdrá la pena jajajaj ;) Las quiero chicuelas!!!! Buen lunes y será hasta mañana!!!! XOXO

Twitter: @Caparatodos
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«Mmm… interesante», pensó el profesional recostándose en la silla. «Daniela Rinaldi».

Ya estaba. En menos de lo que canta un rayo el profesional estaría en un avión, rumbo a paradero desconocido, con dos millones de dólares en el bolsillo.

Capítulo 78:

La tarde del lunes siguiente, Lali estaba en la puerta de la tienda de los Valle, escuchando atentamente las risotadas femeninas que llegaban del Sortie.

Euge por fin había conseguido que la Asociación de Mujeres de El Puesto organizara su reunión allí y, al parecer, todo el mundo estaba pasándolo genial en el nuevo restaurante de moda en Fiambalá.
Todo el mundo menos Lali.

Peter le había dado la orden estricta de que lo esperara en la tienda de los Valle hasta que pudiera pasar a recogerla. Hasta Beatriz había ido al restaurante y probablemente se estuviera empachando con el mousse de chocolate y ron de Nadia.

Para ser honestos, Beatriz le había preguntado a Lali si no le importaba que fuera; y ésta había apretado la mandíbula y le había dicho que no fuera tonta, que vaya. Pero no era justo que tuviera que perderse toda la diversión.
Además, aunque Peter llegara a tiempo, tampoco podría ir.
No, señor.

Peter le había dejado muy claro que la reunión de la Asociación de Mujeres de El Puesto le quedaba terminantemente prohibida. La noche anterior lo habían discutido y le había rogado que la dejara ir, pero no consiguió nada. Trató de seducirlo, y eso sí que funcionó. Y muy bien. Aunque no para hacer cambiar de opinión a Peter, sino para hacerle sentir seis o siete orgasmos alucinantes.

Hablar con Peter era como hablar con las paredes; no había quién lo hiciera cambiar de opinión. Era una locura pensar que algún miembro de la Asociación pudiera sacar de repente una ametralladora de su cartera.

Lali las había visto llegar a todas, una por una. Estaba claro que esas mujeres no sabían que lo que estaba de moda eran las carteras un poco más chicas. A decir verdad, algunas llevaban bolsos en los que entraba hasta la refrigeradora.

Aun así, era ridículo que Peter sospechara de cualquiera de ellas. Todas se conocían desde hacía siglos. Había intentado sonsacarle la verdadera razón para que se negara a dejarla asistir, pero ahí también se había encontrado con un auténtico muro de piedra. Lo único que había dejado claro era que no confiaba en nadie que no hubiera conocido de toda la vida, infancia incluida, pese a que la persona en cuestión fuera mujer, tuviera setenta años y artritis.

Vivir así no era vida. ¿Qué sentido tenía estar viva si ni siquiera podías probar el mejor mousse de chocolate y ron del mundo entero? Por no mencionar el pie de crema de manzana o el bavarois de chocolate. Nadia se había superado. Lali lo sabía porque le había dado a probar de las muestras. Pero ahora quería probar los de verdad.

Le llegó otra risotada desde el otro lado de la calle y Lali miró con pena hacia allí. La calle estaba desierta, como siempre. No había asesinos locos con pistolas, ni siluetas siniestras, ni siquiera un perro callejero. Estaba completamente sola, pues todo Fiambalá estaba en la fiesta.

Todos menos Gustavo, que estaba en la trastienda ordenando la mercadería. Pintura, barniz, clavos, barriles de madera antiguos. El sábado iba a ser el gran día para la tienda de los Valle, pues iban a redecorarla siguiendo los planos que habían hecho Lali y Beatriz.

Lali pudo oír a Gustavo murmurándose algo a sí mismo y sonrió. No estaba muy familiarizado con la pintura y los artículos de ferretería, y Lali lo había visto algo desbordado con los planes de remodelación; pero Beatriz estaba tan entusiasmada con la idea que había aceptado hacerlo. Ahora probablemente estaría llevándose las manos a la cabeza por la cantidad de cosas que habían comprado.

Seguramente estaría ocupado la siguiente media hora, repasando toda aquella mercancía de la que nada sabía. Lali volvió a mirar  la calle, que seguía vacía. Todavía eran las cuatro y media; Peter le había dicho que no llegaría hasta las cinco.
Cuatro y treinta y tres. Lali volvió a chequear y observó la calle desértica.

¿Por qué no? ¿Qué podría pasar? Podía ir un ratito a Sortie, tomarse una taza de té rápido, probar un par de trozos de las obras maestras de Nadia, reírse un poco y volver corriendo antes de que Peter o Gustavo se dieran cuenta siquiera de que no estaba. No tardaría más de un cuarto de hora.

Se sintió osada y volvió a mirar antes de cruzar corriendo la calle. Abrió la puerta de Sortie y sonrió en cuanto le llegó el sonido familiar de una reunión de mujeres y el delicioso olor de la comida.

—¡Lali! —Euge corrió hacia ella sonriendo de oreja a oreja. Parecía joven, fresca y feliz—. Qué bueno verte, aunque pensé que Peter había dicho... —Se giró al ver que una mano la agarraba del brazo—: Sí, señora —le dijo a una señora grandota con un espantoso vestido amarillento—, está al fondo a la izquierda. La flecha rosa es el de mujeres. Espere, que la acompaño. —Aun sonriendo, miró a Lali y se disculpó para acompañar a la señora. Eran como un punto de exclamación y una calabaza.

«Le va a ir bien», pensó Lali con orgullo mientras observaba a Euge. Miró a su alrededor. Ahora que el restaurante estaba lleno, parecía un poco menos cursi. De hecho, la mesa llena de comida de Nadia hacía agua la boca, el precioso mantel azul clarito y las maravillosas tazas de té que ofrecían lo hacía parecer hasta... elegante.

Nadie parecía quejarse. Debía haber unas treinta personas ahí metidas y, al parecer, todas ellas estaban disfrutando del encuentro. Y devorando la comida como si se acabara el mundo.

Lali observó la sólida barrera de espaladas que había junto a la mesa y estudió el terreno. Tendría que ir rápidamente hacia la mesa de la comida. No tenía mucho tiempo y quería probarlo todo. Empezó a caminar con paso decisivo, preparada para la batalla.

—¡Hey! —Una joven rubia se interpuso en su camino con un plato lleno de todo lo que había en la mesa—. ¿Cómo estás? Es genial ver una cara conocida. ¿Ya probaste esto de chocolate? Está delicioso.
Lali estudió a la joven. Le resultaba familiar...

—Tatiana —dijo de pronto, recordando—. Tatiana...

—Olavide.

—Hola. —Lali no perdía de vista la mesa. Quedaban tres trozos de chocolate—. Nos conocimos en la librería de El Puesto, ¿no?

—Sí. —La joven se metió un churro en la boca—. Wow. ¿Qué es esto?

—Churros —dijo Lali. Una mano de entre la multitud se llevó uno de los trozos de mousse de chocolate. Uno menos; quedaban dos—. Si me disculpas...
La joven apoyó una mano en la de Lali.

—Tenías razón, ¿sabes?

—¿Ah, sí? —Otro trozo desapareció y Lali suspiró—. ¿Con qué?

—Fue una estupidez venirme aquí.

—Fue una... ahh... si recuerdo. ¿Quieres decir que aún no has encontrado ningún cliente?

—No, he encontrado un par de clientes, pero...
A Lali se le hacía la boca agua y le estaba costando concentrarse en la conversación. Observó con envidia cómo Tatiana se acababa el último churro.

—¿Pero?

—No lo sé —suspiró Tatiana—. He tenido un caso de divorcio y otro de lesión personal. —Se encogió de hombros—. Pero el divorcio es de lo más amargo y la pareja está usando a los niños como rehenes. Y el caso de lesión... —Se inclinó hacia delante y susurró—: ...el hombre lo está simulando. Pretende sacarle una tajada a la compañía de seguros.

—No. —Lali trató de parecer impresionada.

—Sí, créelo —dijo Tatiana con gesto solemne—. No pensé que esto fuera a ser... así. Pensé que sería más como en las películas. Ya sabes, pelearse por que se haga justicia y conseguir que un cliente inocente salga libre.

—¿A qué rama del derecho está dedicado tu padre?

—Bienes raíces. Antes pensaba que era aburrido, pero ahora... —Tatiana hundió el tenedor en el bavarois de chocolate y se lo metió en la boca. A Lali le entraron ganas de llorar—. Ahora ya no lo sé. En el derecho inmobiliario no hay padres maltratadores ni certificados médicos falsos.

—A lo mejor deberías volver a plantearte la situación... a lo mejor lo que hace tu padre no está tan mal, después de todo.

—Sí, a lo mejor. Iba a quedarme hasta Navidad pero, a lo mejor me regreso pronto. Euge me ha dicho que Sortie va a organizar una fiesta en unos días. Después creo que haré las maletas y volveré a casa. Papá se está portando muy raro; aún no me dijo «te lo dije».

—Mmm —respondió Lali con educación, tratando de acercarse sigilosamente a la mesa de comida. El único trozo de mousse de chocolate que quedaba no iba a estar ahí toda la vida—. Nos vemos en unos días entonces.

Una mujer se acercaba al trozo de mousse y Lali se apresuró para llegar antes que ella. De repente, una mano la agarró del hombro y la jaló hacia atrás.

—¿Qué crees que estás haciendo? —El tono de voz era fuerte y enojado
«Oh, oh», pensó Lali.

Continuará…

16 comentarios:

  1. se le armo a Lali..

    maaaasssssssssss

    @x_ferreyra07

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  2. Lo q se va a enojar Pter y creo q con razón,dificil cuidarla si no coopera!

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  3. Uppsss alguien la ha pillado jajaja Ahora en serio, es normal que Peter se enoje, la está intentando cuidar y si ella no colabora...

    espero masss

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  4. Un lo que le va a tocar a Lali! pero se lo merece por no cooperar con Peter
    El la quiere cuidar y a ella no le importa!!
    Segui!!
    @gbv_17

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  5. Jajajajaja,la pillaron ,y encima se queda sin el trozo d mousse d chocolate

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  6. Ahora k lo pienso .....muchas ansias ...o antojo d mousse d chocolate?!!!!

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  7. hay hay hay! agarrate lalita! que buen cap!! sube otro por favor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  8. pobreeeeeeeeeee no llegaba mas a la torta jjajaj

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  9. Jajjaaja DEJENLA COMER!! jajaja
    Quiero más!
    Lore

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  10. Oh oh la va a ahorcar, otrooo :))

    Arii

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  11. jajajajaj peter la va a matar! Mas novee

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  12. Noooo el pedaso de mousse la señora va a llegar antes hjjksd xD mepa q era pitt el enojado no? La que le espera(...) Buen Cap

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  13. Pobre mujer, dejarla comer el trozo de mousse!!
    @Happiness_TA

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