lunes, 29 de septiembre de 2014

Capítulo 87


Hola, hola!!!! ¿Qué tal empezaron la semana? Espero que todo bien y de la mejor forma posible!!!!! Gracias por leer!!! Besos y hasta mañana!

Twitter: @Caparatodos
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—Esto empieza a gustarme. ¿Qué vas a hacerme?
Peter sacó un churro de la bolsa.

—Voy a comer delante de ti —la amenazó dando un mordisco al churro.

Capítulo 87:

Benjamín bajó para llamar desde la cabina de la esquina porque todo el mundo tenía ya un identificador de llamadas. Marcó el número de los padres de Lali y cuando dejó de sonar el tono de marcado dijo: «Deberían saber que...», antes de oír el buzón de voz. Bueno, no pasaba nada, nunca regresaban después de las nueve. Tenía tiempo de sobra. Cuando oyó la señal repitió: «Creo que deberían saber que Juan Pedro Lanzani está seduciendo a su hija para ganar una apuesta. Están en el departamento de Lali». Después colgó y pensó en lo que acababa de hacer. Para él, había estado impecable.
Muy contento consigo mismo empezó a buscar en la guía el número de los Lanzani.


Lali le lanzó una mirada furiosa, pero lo único que hizo el muy idiota fue sonreír, absolutamente deseable mientras se acababa el segundo churro, lentamente.

—¿Y te extraña que no me acostara contigo? Era porque sabía que eras un sádico —se movió para ponerse cómoda y vio que apretaba los dientes. «¡Vaya!», pensó y volvió a moverse.

—Hace rato que no veo a Elvis. Ha debido de salir por la ventana. ¿Qué estadísticas hay de gatos que vivan fuera de los hogares?

—¿Sabes? —comentó Lali intentando una nueva estrategia—. Esto empieza a darme miedo. Hay un intruso en mi departamento y estoy atada al sillón. Tengo mucho miedo —intentó poner un tono asustado en su voz, pero era difícil porque lo impregnaba la lujuria.

—Qué gracia, a mí me pareces molesta. ¿Un poco de tele? —propuso cogiendo el mando a distancia.

—Podrían arrestarte por esto —le amenazó.

—Sólo si nos atrapan. Normalmente a esta hora siempre noticias. Por supuesto, normalmente no tengo nada mejor que verr. Tienes un cuerpo fantástico.

—¡Por favor! Ya sé que quieres que terminemos en la cama, pero...

—Hay tíos que se compran revistas para ver tetas como las tuyas. Y aquí estoy yo con un par de ellas atadas a un sillón —dijo dejando el mando a distancia en la mesa—. Creo que las noticias han perdido todo su atractivo.

—Si algún día salgo de este sillón, no volverás a verlas. Desátame.

—Eso no lo has dicho demasiado rápido. Inténtalo otra vez.

—Juan Pedro...

—¿Sabes lo que me cuesta mantener las manos lejos de ti?

—Pues desátame y tócame —propuso más animada.

—Dentro de cuarenta y cinco minutos. ¿De qué quieres hablar?

«Ok. —pensó Lali—. No te estás dando cuenta. Aquí la que manda eres tú, aparte de estar atada. Te desea y puede tenerte. Sólo necesita que le inciten.»

—Yo también te deseaba —dijo relajándose sobre los cojines.

—Muy bien. ¿Por eso te alejabas a todas horas? —preguntó agarrando otro churro.

—Eso era por la apuesta. ¿Te acuerdas del picnic en el parque? Me entraron ganas de echarme, romperte la camisa y devorarte —Peter se quedó con el churro en la mano—. Cerraba los ojos y te imaginaba desnudo contra mi cuerpo y todas las cosas que me harías. Sobre todo en mis pechos. Son muy sensibles, ¿te lo había comentado? Imaginaba tu boca en mi...

—No juegas limpio —protestó Peter.

—¿No? ¡Estoy atada al sillón! ¿Eso te parece justo?

—No, es una de las razones por las que estoy disfrutando.
Espiró frustrada y Peter la miró. Después se levantó, fue a sentarse a su lado y cogió un poco del glaseado del churro con el dedo.

—¿Sabes cuántas fantasías he tenido con tu cuerpo? —preguntó pasándole el dedo por un pecho por debajo del encaje. Lali contuvo el aliento—. Ésta no era una de ellas —dijo mientras le manchaba el otro pecho—. Pero debería haber sido...

—Pegajoso —dijo Lali, incapaz de completar una frase.

—No te preocupes, ahora mismo te lo quito. —Pervertido —dijo cerrando los ojos al sentir su lengua.

—Sí, pero bien que te gusta.

—¡Ja!

—¿Quieres que pare? —preguntó y Lali sintió su mano en el pecho y el pulgar que iba del pezón hacia el borde del encaje.

—Quiero que me des todo lo que tienes —le pidió viendo cómo se le oscurecían los ojos al tiempo que su mano apretaba con fuerza—. Desátame.

—No.

Lali se arqueó y Peter la empujó hacia abajo. Su respiración se aceleró y se inclinó sobre ella, pero esa vez bajó el camisón y cuando Lali notó su boca, se arqueó otra vez pues todas sus terminaciones nerviosas estallaron aliviadas.

Peter se apartó mientras ella se estremecía y la miró. Respiraba con dificultad y en el momento en que Lali se dio cuenta de que estaba mirando su pecho desnudo, Peter le bajó el camisón hasta la cintura.

—¡Hey! —protestó, e intentó cubrirse instintivamente, pero estaba atada.

—¡Qué hermosa eres! —exclamó sin dejar de mirar sus pechos.

Lali tiró del cinturón, debatiéndose entre la vergüenza y la lujuria, hasta que le cubrió los pechos con las manos y venció la lujuria. Cerró los ojos y sintió el calor de su boca sobre ella, notó que se tensaba y se estremecía, y se apretó contra él, rezando porque no parara.


Los Lanzani no estaban en la guía, así que Benjamín llamó a Melisa.

—Necesito el número de los padres de Peter.

—¿Para qué? —preguntó ésta con voz cansina.

—El porqué no importa. Lo que importa es que Peter se enojará si se entera de que fuiste tú la que me dijiste cómo empezar la pelea del domingo. Dímelo o se lo contaré.

Se produjo un largo silencio y Melisa dejó un momento el auricular. Cuando volvió, le dio lo que pedía.

—Gracias —dijo Benjamín antes de colgar. Marcó el número y cuando dejó de sonar el tono dijo—: Creo que deberían saber... —pero el contestador automático no le hizo ningún caso. Cuando sonó la señal, repitió—: Creo que deben saber que su hijo está seduciendo en este momento a una mujer para ganar una apuesta. Se llama Lali Espósito y es pleiteadora y rencorosa —después les dio la dirección del apartamento y colgó.

—No está mal —pensó, y descolgó el teléfono sintiéndose muy satisfecho consigo mismo en general.
Porque iba a ganar.


Quince minutos más tarde, Peter cogió lo que quedaba del tercer churro y Lali intentaba acordarse de cómo se llamaba.

—¿Qué haces?

Continuará…

15 comentarios:

  1. La está volviendo loca ,y él está resistiendo,jajajajaja.
    K pesado Benjamín ,a lo k tiene k recurrir ,jajaja,como si Peter y Lali no fueran adultos,libres para hacer lo k se les venga en gana.
    Espero k ninguno d los padres haga caso a esa llamada.

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  2. Q onda lo q hace benjamin mas pete no puede ser no??!!
    Maass

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  3. 30 mins,cuenta mas k regresiva,jajjajaja,k poquito queda para saber quien gana.

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  4. no la puede torturar asi
    DIGNIDAD benjamin, eso te falta
    beso

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  5. Pordios que peter deje deperder tiempo

    Vale : D

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  6. como te gusta hacernos sufrir eh?'
    +++++
    @x_ferreyra7

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  7. Mi lado pervertido me decia que jugarían con el churro pobre Lali pobre jaja y Benjamin es un imbecil.
    Ruthy

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  8. Hasta el final vamos a tener que aguantar al insoportable de benjamín??? Que manía le estoy cogiendo. No le entra que están juntos enamorados. . .y que va a perder la apuesta Jajaja

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  9. Me parece que Prtet dsps d la espera q tuvo va a caer en lps ultimlz mins jajajaja

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  10. Que poco hombre es Benjamín, otrooo :)

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  11. Jajaja
    Uyy que sexy juegos previos tiene Peter con Lali!

    Benjamín es demasiado pendejo! Ya veremos que pasa

    Besos

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  12. huy benjamin matate le harías un favor a la humanidad {re exagerada jajja }

    estos dos me vuelven loca

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  13. Porque Benjamín no se va un poquito a cagar al campo, que pesado que asco de tio y que tiempo más largo jaja

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